COGIENDO A LOS HERMANITOS DE 11 Y 10 AÑITOS (parte 3).
El niño de 11 años por fin se deja penetrar (parte 2)..
Hola! Disculpen que me haya perdido un poco, pero entre el trabajo y la vida personal, a veces se nos va el tiempo…
Continuamos…
Se llegó el anhelado día domingo y, como habíamos acordado, nos vimos después de las 4pm en el mismo lugar.
Llegué y como de costumbre me puse a orinar en el callejón, de la emoción ya mi verga iba activada, mi cabeza empezaba a punzar de recordar aquel culito estreno, caliente, suave… Empecé a pajearme, cuando de repente veo venir a otro niño, un poco más pequeño, el cual pasó de cerca, de forma rápida y como reflejo me giro para que no viera mi erección y que me estaba masturbando, pero ya era tarde, ya había visto mi jalada de verga que me estaba dando. Pasó y sólo asintió con la cabeza a lo que yo respondí igual mientras guardaba mi verga en el bóxer.
Me quedé ahí disimulando como si orinaba mientras esperaba a mi niño; este no tardó mucho en llegar y cruzamos miradas, con las que sólo confirmábamos nuestro objetivo. El niño siguió caminando a nuestra cueva de lujuria y yo le seguí, de forma inmediata.
Al llegar al lugar, me acerqué a él y sin mediar palabras empezamos a besarnos. Lo presioné a mí, mi boca invadió si boquita con mi lengua y el niño respondía, se fundió a mí con un delicioso beso. Estuvimos así unos minutos y mientras nos bésabamos yo aprovechaba para recorrer su cuerpo, tomando con mis manotas esas nalgas que me tenían a mil, mi verga explotaba dentro de mi short, de mi bóxer; mientras sobre el short yo le cogía las nalgas y presionaba mi dedo sobre su ranita, el niño me agarraba la verga y la apretaba.
De repente siento cómo el niño empieza a soltar mi cinturón, desabrochó mi short, el cual era holgado que de inmediato cayó hasta mis tobillos, dejándome en bóxer, este ya estaba mojado con mi líquido preseminal. El niño me masturbaba sobre el bóxer, se separa de mi boca, me continuaba masturbando y su mirada se clava fija en mi verga.
-Niño: ya está bien dura, estás echando ese líquido espeso y saladito.
-Yo: es que me pones a mil, esta verga te imagina y empieza a ponerse dura. No sabes cuántas pajas me he hecho en tu nombre.
-Niño: de verdad!?
-Yo: sí, en serio! Sólo imagino cómo se verá mi verga negra dentro de ese hoyito, llenándolo.
El niño de inmediato sacó mi verga del bóxer y la metió en su boca, como para que olvidara el tema de la penetración. Se pegó a mi verga cual ternero hambriento y succionaba todo el líquido, metía su lengua en la punta de la utrera mientras sostenía mi verga con la mano derecha y con la izquierda me apretaba los huevos. Yo estaba a mil sintiendo como esa boquita tan pequeña y caliente era capaz de tratarse este tronco negro mío. Mientras él mamaba yo aproveche tiempo para acariciar su espalda y me inclinaba para rozar su culito con las manos; lo manoseaba, apretaba y rozaba su rajita con mis dedos.
Le saqué la verga de la boca lo cargué en mis brazos, empecé a besarle y el se aferraba a mi cintura enrollándome con sus piernas. Mientras tanto yo seguía la faena con su culito. Camine unos pasos haya llevarlo a una piedra sobre la cual lo puse de pie, continué besándole, solté el cordón que sostenía su short deportivo y fui poco a poco bajándolo junto a su calzoncillo de dibujos. Una vez que calló sobre la piedra lo giré y besaba su cuello, orejas, espalda hasta llegar a esa rajita tan linda, lampiña, con unas nalgas suave y me puse a besarlas, morderlas y con mis manos las separé para luego empezar a comerme ese hoyito tan estrecho, caliente y que con un poco de dificultad recibía mi lengua.
-Yo: tranquilo, relájate y disfruta.
-Niño: es rico, pero me da un poquito de miedo.
-Yo: no te preocupes, será todo suave y hasta dónde la aguantes. Has estado practicando?
-Niño: sí, pero sólo con dos dedos.
-Yo: qué sientes cuando lo haces?
-Niño: rico! A veces siento que me voy a orinar y entonces me detenía por eso.
-Yo: eso es por lo excitado que estás, sientes que vas a correrte. Pero hoy sentirás lo placentero de una verga en tu culito.
Me pegué nuevamente a ese culito, saqué lubricante del bolsillo de mi short y llené mi dedo de este; empecé a rozar y untar en ese estrecho culito, mientras besaba su espalda y mordía sus nalgas iba presionando mi dedo hasta que logró entrar. El niño sólo hizo un poco de presión, sin oponer resistencia. Fui metiendo el dedo poco a poco hasta meterlo entero y adentro empecé a hacer movimientos circulares lentos; el niño sólo emitía pequeños gemidos y suspiros. Continuamos en ese proceso hasta que logré apuntar mi dedo medio en su hoyito, el cual se fue abriendo paso poco a poco y el niño se quejaba un poco, me agarraba de la muñeca y yo me puse de pie para baserlo, llearle la boca con mi lengua y mi dedo fue entrando hasta llegar ambos al tope.
Fusionados en un beso y con mis dedos adentro haciendo movimientos circulares y dilatando ese culito sentía cómo ese niño se estremecía y suspiraba profundamente.
Con la mano izquierda abrí el lubricante y eché una cantidad generosa en la cabeza de mi verga hasta lograr embadurnarla toda y cuando mis dedos ya se abrían cierto espacio entre ellos y el niño sólo gemía un poco, consideré que era momento de invadirlo.
Puse mi verga en la entrada de su hoyito y fui añadiendo un poco de presión para abrirme espacio entre los dedos; el niño gemía, saqué el dedo medio y mi cabeza ihizo contacto directo con ese hoyito y fui haciendo presión hasta lograr entrar mi cabeza, sacando de inmediato mi dedo índice.
-Niño: auch! Se siente algo más grueso adentro.
-Yo: es sólo la cabeza de mi verga.
-Niño: ya entró? Es q no me dolió como la otra vez.
-Yo: es que estás tan excitado y ese culito relajado que no sentiste.
-Niño: y la vas a meter toda?
-Yo: hasta donde aguantes. Quiero que disfrutes tu primera verga y te adueñes de ella, porque será tuya las veces que quieras.
Empiezo a besarle nuevamente, a acariciar y pellizcar sus pelones y poco a poco fui, lentamente, empujando mi verga. Cabe mencionar que en el centro es un poco más gruesa que el resto de su longitud. El niño sólo gemía y cuando voy por la mitad sólo arrojó un pequeño gemido y suspiro de dolor.
-Yo: tranquilo! La parte más gruesa entró. Te falta poco.
-Niño: en serio? Rápidamente pasa su mano hacía atrás y toca el restante de mi verga q estaba afuera (4-5cm más o menos).
En eso que el me agarró la base se la dejé ir de un sólo golpe. Suspiró y pegó un pequeño grito. Lo besé y mientras intentaba zafarse lo agarré fuerte de la cintura y me quedé inmóvil. Sólo veía salir lágrimas de sus ojitos mientras mi verga era la que estaba siendo apretada por ese culito, llenaba ese intestino recién desvirgado, caliente y estrecho.
Continué besándole y poco a poco fui moviendo mis caderas, de atrás hacia adelante, sacando un poco de mi verga mientras el niño gemía. Cuando logré percibir que eran gemidos de placer aumenté la velocidad de los movimientos y sacaba hasta la mitad de mi verga.
-Niño: ufff, sí. Así, rico.
-Yo: que rico me aprietas la verga, que rico se la come ese culito. Te duele?
-Niño: sólo un poquito. Esta todita adentro?
Cogí su manito derecha y la pasé hacia atrás para que sintiera como estaba totalmente dentro de él, tocó mis huevos y los apretó en signo de satisfacción.
-Niño: no la saques por favor que se siente rico.
-Yo: no te preocupes que ahora si vas a saber lo que es disfrutar.
Empecé desesperadamente a darle verga de forma fuerte, hasta escuchar cómo mis huevos chocaban con los suyo. El niño sólo gemia.
Lo cargué en mis brazos y con sus piernas sobre mis hombros y él aferrado a mi cuello, le metí la verga en ese culito ya abierto y adaptado a mi verga. Continuamos la metida de Vega y besándonos. Después de un rato lo bajé y puse de perrito y me puse detrás de él, pude ver como ese hoyito estaba en forma de una hermosa «O», recóndita, perfecta. Mi verga tenía pequeñas hilachas de sangre y eso me encendió más que se la metí de un sólo, el gemía y como era más alto, abrí mis piernas lo más que pude, de tal manera que él quedaba semisentado en mi pelvis y se dejaba caer completo. Lo cogí de la cintura y empecé a darle con fuerza, rudo, con ganas de meterle hasta los huevos.
Estuvimos así buen rato, hasta que de repente, sin tocarse:
-Niño: ay, ay, ay. Quiero cargar y orinar.
-Yo: uf, uf, uf… que rico. Hazlo, haz lo que quieras.
Era tanto mi calentura que no me importaba terminar cagado. Yo estaba concentrado que sólo sentí como ese culito empezó a apretar más mi verga, mientras el niño se orinaba. Yo continuaba con mis movimientos bruscos.
-Niño: ya me está empezando a doler, ya la vas a sacar?
-Yo: quieres que la saque ya?
-Niño: ya me oriné y me empieza a doler.
-Yo: uf, uf, uf… ya casi, ya casi.
Seguí dándole hasta que sentí que todo mi ser se dirigía como una corriente hacia mi ano y hacia mi verga. No sé cuántos lechazos tiré, sólo sé que impregné con mi leche todo el interior de aquel niño.
-Niño: qué es eso caliente que se siente adentro?
-Yo: mi leche, mis hijos.
-Niño: de verdad? Pero no voy a quedar panzona?
-Yo: jajajajajaja… tranquilo. Los hombre no se embarazan.
Con mi respiración cansada y sin sacarle la verga alcancé a besarle la boquita. Él se dejó llevar y tragaba mi lengua. Mi verga iba perdiendo fuerza y tamaño, por lo que finalmente salió sola. Junto a ella salió parte de mi leche, un poco de heces con sangre. El niño procedió a pasar su mano por su hoyito y metió sus 4 dedos.
-Niño: ay! Así me va a quedar abierto para siempre? Eso es sangre? Y eso blanco?
-Yo: no bebé! Se irá cerrando en un ratito, será normal. La primera vez siemore sale un poquito de sangre y esa está combinada con mi leche.
-Niño: sabes? No me dolió tanto, sólo cuando faltaba un poquito.
-Yo: es la parte más gruesa de mi verga, mira.
Puse sobre su manito derecha mi verga aún semierecta y lo puse a tocar la parte central que es la más gruesa.
-Yo: te dolió cuando entro esta parte porque es la más gruesa.
-Niño: pero cómo entró esa pollota en mi? Si eso es grande y grueso.
-Yo: ya ves que tienes esa capacidad y verás que te irás adaptando.
-Niño: sí, ya cuando estaba adentro y te estabas moviendo como loco, se sentía rico. Más cuando me oriné, sentí algo más rico.
Su primer orgasmo, logrado en su primera cogida y sin tocarse.
Nos besamos nuevamente, procedimos a limpiarnos (yo llevaba papel higiénico en los bolsillos de mi short). Nos vestimos y nos dirijimos a la salida del lugar.
Le di un beso apasionado mientras le apretaba las nalgas.
-Yo: te duele?
-Niño: un poquito, pero es más como ardor.
-Yo: se te quitará pronto! No te preocupes! Te dejaré descansar dos días.
-Niño: ya no me vas a culear? Ya no me vas a querer?
-Yo: nooooooo, no es eso! Ese culito ahora me pertenece, sólo yo le puedo dar uso! Pero déjalo que descanse para que volvamos a culear rico.
-Niño: sh bueno, yo pensé que ya no ibas a culearme. Yo quiero que seas mi marido. Me gusta esa polla negra que tienes y esos huevotes.
-Yo: son todos tuyos, pero deja que descanse ese hoyito, porque la próxima vez será sin compasión.
-Niño: pero mañana nos vemos? Aunque sea para mamartela.
-Yo: claro que sí. La lechita tienes que beberla diario.
-Niño: está bien. Me gusta. Yo quiero todos los días.
Nos besamos y quedamos en vernos al siguiente día, como ya se estaba haciendo costumbre, a la misma hora y en el mismo lugar.
Salí yo primero al callejón y me fui a mi casa.
En casa era tanta la excitación de recordar lo sucedido que me hice un par de pajas más…
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UUff… que rico relato, menudo putito esta hecho ese pequeñoo… no sabes como me calienta.
Excelente relato… como sigue?
Ese pequeño es todo un putito complaciente… Me encanta lo adicto que es a la leche de macho.
Enhorabuena por el relatooo…!!! es una autentica maravilla. Ojala continúes por mucho mas tiempo contándonos esta excitante historia.
Muy buen relato… como sigue?
Necesito mas… como sigue? 😋
Uuff… que rico es masturbarse leyendo una delicia como esta… Estoy muy enganchado a esta historia.
Gran relato… Menuda excitacion me provoca esta historia.
Como continua?
Que delicia de relato, menudo calentón me provoca esta historia, así da gusto masturbarse.
Que maravilla de relato, como sigue?
Esta historia es una gozada… como sigue? necesito mas…
Ufff .. ese pequeño es todo un putito… Me encanta como ha aguantado su primera follada sin rechistar 🔥🔥 y un quiere más
Me encanta como el pequeño se a vuelto adicto a tu polla, que ya hasta el mismo te pide quedar para mamártela.
Como sigue?