Cogiendo con mi mejor amigo

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando nos hicimos amigos comencé a visitarlo en su casa, y fue en esas visitas en las que la atracción fue creciendo, pues en repetidas ocasiones lo miré bañándose, ya que como no tenía cuarto de baño, lo tenía que hacer junto a un depósito de agua, al aire libre. O Dios. La primer vez que admiré eso, era un espectáculo, pues el es de estatura regular..1.74m moreno y su cuerpo con vello en zonas estratégicas (Axilas, abdomen, piernas y un poco en el pecho) además, tenía un cuerpo muuuuy bien formado, pues le gustaba mucho hacer ejercicio.

Pero lo más emocionante del asunto fue cuando pude admirar ese hermoso paquete que estaba oculto bajo su short. Pero esa ocasión además de crecer mi morbo no pasó nada.

Todo sucedió un día que salimos en compañía de otros amigos, fuimos a un lugar en el campo en el cual estuvimos tomando vino y cervezas, luego nos bañamos en una presa y ahí pude admirar una vez más sus atributos…y ese paquete…ese paquete que me enloquecía y me hacía excitarme solo de mirarlo…no sé si él se daba cuenta de lo que ocasionaba en mí, yo creo que sí, pero nunca dijimos nada, ni él ni yo…hasta ese día en la noche, regresamos al pueblo. Y nos fuimos a seguir la parranda a un antro. Ya muy noche…12:00pm cada uno se iba a su casa, pero como vivíamos para el mismo rumbo nos fuimos caminando juntos, como de costumbre, pero ya en el pundo donde cada uno seguiría su rumbo, yo me acerqué un poco más a él y le toqué el abdomen en son de camaradería, pero al notar que no había rechazo de parte de él…introduje mi mano por entre los botones de la camisa y comencé a acariciar su abdomen cubierto de un fino, pero tupido vello, ho, sólo recordarlo me pone a mil…luego, él se excitó y me propuso ir a un lugar más apartado…yo no podía creerlo, mi máxima fantasía estaba a punto de realizarse.

Acepté y nos marchamos a las orillas del pueblo, en una calle solitaria. Ahí yo mismo comencé a desabotonarle la camisa, estuve un rato acariciándole su torso, su pecho, las axilas velludas (son mi delirio) pero él ya no soportaba la exitación y se bajó el pantalón con todo y truza, su miembro estaba totalmente erecto, duro, palpitante…ya comenzaba a brillar en su punta una gota cristalina y brillante. Sin más preámbulos lo tomé en mis manos y lo rodeé completamente con mi boca y comencé, con un rítmico bayvén a succionarlo, de una manera suave pero firme…mmm…ahí lo tenía, era todo mío…eso era lo que yo siempre había anhelado. Pero para él eso no era suficiente, él quería penetrarme, quería meterme toda su virilidad en mi estrecho y virgen ano, obviamente yo no podía negarme, aunque no era eso lo que yo quería, pero así como él me complació, yo tenía que hacer lo mismo, y ahí mismo me volteé y acto seguido, él se colocó tras de mí, apuntó, y zaz…me la dejó ir toda de un jalón. la cogida fue brutal, pero excitante…quería que me la sacara, pero a la vez quería ser poseído por él por siempre… estuvo cogiéndome con un doloroso y rico mete y saca, hasta que no pudo más y explotó en chorros de leche dentro de mí. Fue la noche más deliciosa y excitante que he pasado hasta hoy.

Después de eso, no volvió a pasar nada con él. Pero el recordar esa noche, aún después de tantos años sigue siendo excitante.