Cogiendo en el Cerro II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por SamK.
Me duché, había una pera para hacerme lavado anal (según lo que me informó el dueño de casa).
Salí de la ducha y me vestí, luego me puse el traje que me había pasado Daniel, y este era uno de latex negro, que dejaba mi culo al aire, además de una especie de arne que cubría mi pecho.
Una vez listo, salí de la habitación y me dirigí a la sala principal de la casa.
Cuando ingresé ya había comenzado la fiesta.
Como mencioné anteriormente, eramos quince personas.
En la sala estaban todos reunidos solo faltaba yo, había mucho alcohol en las mesas, líneas de coca, pitos de marihuana y frascos de poppers.
Yo en mi vida había visto todas esas cosas reunidas en un mismo lugar, pues solo tenía 16 años.
Daniel le estaba dando verga en la boca a un joven de 25 años delgado y alto, dos maduros le daban verga a otro joven de 25, este alternaba su mamada de verga en verga, y otro joven también mamaba la verga de un maduro (el más mayor de todos), y el resto se masturbaba, al verme llegar Javier me quedó mirando con cara de asombro y ojitos de deseo.
El chico me provocaba muchas cosas, sin embargo lo estaba conociendo recién y de la forma que lo hacía.
Se acercó a mí y me comenzó a besar, junto con él llegó otro tipo de 36 años con su verga muy erecta.
Me agaché rapidamente y comencé a mamar sus vergas simultaneamente, en menos de diez minutos tenía la verga de dos tipos más y más tarde una más.
Me sentía una puta en ese momento, con tanta verga a mi disposición, en el otro lado los tres jovenes ya estaban siendo penetrados por los maduros, Daniel se acercó a mí y me llevó a la mesa, me hizo fumar un pito de marihuana y me relajé bastante y me encendí lividamente, luego me dio a jalar poppers y en mi mente solo se repetía una palabra.
"Quiero verga, quiero verga".
Lo vociferé y en menos de un minuto ya tenía una verga en el culo y una fila de hombres esperando poder follarme.
Uno a uno pasaron a follarme, incluyendo los tres más jovenes que momentos antes estaban siendo follados por los maduros, esa tarde probé muchas vergas de varios tamaños, la más pequeña era de uno de los jovenes (16cm aproximadamente) y la más grande de uno de los maduros de 48 años (21 cm).
Se turnaban para culearme en diferentes posiciones.
En cuatro, de costado, patitas al cogote, la gran V, la elice, boca abajo y Javier lo hacía en misionero, cuando este me cogía me fijaba en su cara, su deseo, sin embargo también había pena en esta.
Creo que su morbo era grande, pero algo ocultaba este chico.
Después de una hora y media de estar cogiendo, nos tomamos un descanso.
Ya eran las 19 horas y debía volver a mi casa, se lo hice saber a Daniel, quien rapidamente me dijo.
– No te puedes ir.
– Pero debo volver a casa.
– Ni chistes, esta noche ¡te quedas acá!
– Pero debo avisar a mi casa, mi madre me va a retar.
Te recuerdo que aún soy menor de edad.
Dicho estó, nuevamente se pusieron de pie los participantes de la fiesta, al parecer el saber que era menor, les prendió aun más.
Nuevamente se pusieron frente a mi con sus vergas las cuales mame sin problemas.
Una por una por una, hasta hacerlos correrse en un bukake en mi cara, también llenaron copas de licor con semen y la mezclaron con alcohol el cual me bebi completamente, fumé mas marihuana y me hicieron jalar cocaína desde la verga del maduron de 47.
Eso me volvió loco, aspiré poppers y estaba con un cuadro de calentura insuperable.
Mi mente solo quería verga.
Se los hice saber.
– ¡Quiero verga!
– Tendrás mucha verga putita, más de la que esperas.
– Sí, eso quiero ¡Mucha verga, cojanme, ronpanme el culo!
– Claro, ya vienen en camino un par de amigos más.
– Wou, si eso quiero.
Al rato llegaron tres amigos más de Daniel, vergones y morenos.
Me dieron verga hasta decir basta, jalé y bebí alcohol como loco.
También me dieron dos vergas por el culo al mismo tiempo, fue doloroso y excitante a la vez, nunca en mi vida he estado tan caliente y con tantas ganas de verga como aquel día, estaba euforico, lleno de semen en el culo, lleno de semen en la boca y el cuerpo.
Llamé a mi madre para avisar que me quedaría fuera de casa.
Seguí probando verga, yo ya estaba cansado y se lo hice saber a Daniel, este me dejó ir a descansar, ya que me dijo que me había portado super bien.
Y ellos continuaron compartiendo, ya nadie tenía ganas de seguir cogiendo, ya se habían deslechado varias veces y tanta acción les pasaba la cuenta ya, además a esas alturas de la noche, solo se quería descansar.
Daniel me llevó a una pieza bastante comoda, tenía tv, un computador, un sofa, aire acondicionado, una cama amplia de dos plazas y me dijo que ahí podía descansar, me besó suavemente y bajó a compartir con sus amigos.
Me acosté bajo las sabanas y me quedé profundamente dormido.
No sé cuanto tiempo estuve durmiendo, pero en un momento siento unas manos acariciandome el culo, desperté y vi a Javier, quien me estaba acariciando.
– ¿Qué haces?
– Nada, solo acaricio tu lindo cuerpo.
– Me despertaste, estaba agotado.
– Claro, te hemos dado verga más de diez hombres, es normal que te canses.
Pero quiero pedirte disculpas.
– ¿Disculpas?
– Sí, disculpas.
Por culpa mía estás acá, follando con hombres sin conocerlos.
– Pero, yo he disfrutado de cada follada.
– Pero lo has echo bajo los efectos del alcohol.
¿Desde que llegamos acá, Notaste algo diferente en mi?
– Tu mirada al momento de follarme.
– Claro, no te niego que me da morbo todo esto, pero me encantaría que ese culito fuera solo mío.
Te propongo irnos juntos a otro lado y así estar más cómodos.
– Pero Daniel, no nos dejará ir, además mira la hora, no creo que podamos ir muy lejos.
– Tranquilo, tengo mi auto en el garaje, y podemos ir a cualquier lado, además mi hermano esta muy borrado y muchos de los invitados se fue.
¿Qué dices? ¿Quieres ir a otro lado conmigo, además no es tan tarde, solo son las 1.
Podemos ir a comer o incluso a bailar por ahí.
– Bueno acepto.
Pero debes contarme sobre tu hermano y como es que llegaron a todo esto.
Nos fuimos a un local, compartimos gratamente un momento inolvidable, en la madrugada cogimos nuevamente en su habitación (que era donde yo descansé).
Javier me hacía el amor de una manera maravillosa, cada vez que su verga entraba en mi culo, me sentía en el cielo.
Si bien, había recibido muchas vergas frente a el, él me hizo sentir diferente y trate de mostrarle que para mi el igual lo era.
Comenzamos una relación desde ese día que duro un par de años, hasta que un accidente me lo arrebató.
Nunca más participé de las fiestas de su hermano, como protagonistas, aunque si cogía con Javier frente a los invitados de las fiestas, pero jamás permitió que ningun otro hombre me tocara.
Si desean, les cuento sobre otras fiestas muy guarras en las que estuve con Javier, no como protagonista, pero si como observador.
Y también como fue que comenzaron los hermanos Galdahuer en el tema de las fiestas sexuales, espero sus comentarios.
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