Comenzó como activo dominante… Luis
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ejtt171.
Hoy estrenare mi cuenta con este relato, espero sea de su disfrute y si gusta dejar un comentario para la mejoría de los próximos o lo que hizo sentir, lo puede hacer.
Soy de Venezuela, tengo 20 años, moreno, rellenito, alto, gracias al ejercicio he conseguido, no tener el mejor cuerpo pero resaltar mis virtudes físicas, con barba, velludo completamente, piernas grandes al igual que mi trasero, y buena herramienta de 17 cm pero bastante gruesa.
Esta historia se trata de cómo tuve una experiencia con un activo dominante y termine con un pasivo sumiso y complaciente.
A él lo conocí en una red social, su nombre Luis pero será descrito como “Él”, él es blanco, alto, delgado, lampiño, morboso, mayor de edad 38 años aproximadamente, con una verga bastante agradable a la vista (18 cm y no tan grueso como el mío y un culo amante de vergas grandes y de muchas otras cosas, cosas que descubrí después), desde entonces hicimos química, pero no habíamos tenido la oportunidad de vernos solos él y yo, hasta que un día se encontraba solo y me escribió:
Él – hola rey ¿dónde estás?
Yo – hola, entrando a la universidad pero hoy entro a clases tarde ¿por qué?
Él – tu sabes que yo vivo por donde tu estudias, y hoy estaré solo, ¿a ver si quieres venir?
Yo – si rey como no, me esperas afuera, voy saliendo
Él – vale
Cuando llegue a una casa de dos pisos blanca con amarilla que, sabía era la de él, entonces estaba ahí con un jean y una franela azul oscuro, entramos a su casa nos miramos y me pidió que fuéramos a su habitación en el piso de arriba, empezamos a subir las escaleras una por una sin prisa alguna, cuando me acorralo en un rincón, me miro a los ojos y me empezó a besar, deseoso, ganoso y sin límites, sus manos se escurrían por todo mi cuerpo, me estaba dominando, me beso el cuello muy pasionalmente y con sus brazos fue dirigiéndome hacia abajo.
No puse fuerza alguna, me estaba dominando y yo estaba atendiendo a lo que me pedía, mordí todo su pecho y abdomen por encima de su franela mientras bajaba lentamente, al llegar a su bulto lo mordí por encima del jean, y lo desabotone su jean, me dispuse a bajar el cierre con mi boca y de allí ver salir disparada su verga, tan dura y tan caliente, babeando pre-semen mire hacia su rostro y él me indicó con su mirada que siguiera, en el acto abrí mi boca un poco y empecé a comerme suavemente su herramienta, al ver su cara de placer aceleré el ritmo y cada vez comía más y más, tanto así que me lo metí tanto hasta estar con toda su verga en mi boca y yo haciendo arcadas y llenándola de baba espesa.
Lo saco disparado, me beso con mucha lujuria mientras me levantaba, me volteo hacia la pared besándome la nuca y desabrochándome el pantalón, lo bajo junto con mi ropa interior, se agacho y dándome una nalgada con ambas manos, luego metió su cara y comenzó a comerme el culo de una manera tan lujuriosa y apasionada a la vez, lo que me hacía sentir era indescriptible, pero acto seguido a eso me sorprendió y cambio el rumbo de todo.
Paso por entre mis piernas y separándome de la pared se comió mi ya babosa y durísima verga, la devoraba como tigre a su presa y disfrutaba de ella, alternaba junto con mis bolas, lo agarraba por la nuca y lo hacía tragársela completa, sentía sus arcadas y su baba espesa, había cambiado ya no era el activo dominante, se levantó me besó y fue subiendo las escaleras y entrando a su habitación me invitó a pasar, se colocó en cuatro patas en el borde de la cama y su pecho tocando la misma quedando su culote al aire.
Me acerqué a él lo nalguee unas cuantas veces, me incline y lo devoré sin compasión, sus gemidos hicieron acto de presencia y se fue tornando la situación más carnal, más animal, me separé de él y me acosté en la cama boca arriba, le indique se colocara encima de mí de lado opuesto y sin indicarle nada comenzó a comerse mi verga mientras yo jugaba con ese jugoso culo, le daba de nalgadas y escuchaba sus gemidos.
Mis ganas ya se desbordaban quería hacerlo mío, quería escucharlo pedir más, entonces lo aparte de mi y lo mande a acostar boca abajo a lo que el obedeció y al colocar mi verga cerca de su ano me invadió el morbo y se la deje ir completa, de él surgió un grito ahogado y lleno de placer, de ahí comenzó un mete y saca frenético y sin frenos.
La habitación estaba llena de gritos de dolor y placer de él y míos.
Decidí entonces que quería ver su cara al ser taladrado por mi verga y lo coloqué boca arriba con sus piernas en mis hombros esta vez entré a él suavemente sentí como su culo se abría y me daba mucho morbo, aumentaba el ritmo y a su vez me metía sus pies a la boca, lo cual lo volvía loco, luego mis embestidas se convirtieron en una maquina trabajando a toda marcha, la velocidad de cada embestida era acelerada, y me salí de él viendo como se iba cerrando su ano y dispuse a enfriarlo con mi lengua, me acosté de nuevo boca arriba y el de una se subió encima de mí y comenzó a cabalgar, pero yo me desesperé, lo levanté un poco abrí sus nalgas con ambas manos mientras lo taladraba rápido y fuertemente el ano, mi orgasmo y de repente el de él a la vez se acercaba con el mío así que aceleré aun más mis embestidas y le mordía su pecho
Cuando de repente empezó a disparar chorros de leche en mi pecho y con su ano empezó a exprimir mi verga y yo a llenarle el culo de mi semen, al terminar fui agarrando semen de mi pecho con mi mano y se lo coloqué en la boca para que él se lo comiera completo y me chupara los dedos, se levanto un poco adolorido de mi y terminando de exprimir mi verga acercó sus labios a los míos y nos fundimos en un muy apasionado beso.
Esta historia no acaba aquí aun hay otros encuentros con Luis que pronto serán relatados.
Comenta que te pareció este primer relato.
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