Comiéndome al niño Axel
Un niño apenas entrando a la pubertad despierta el morbo en mi yo de 20 años..
En este relato contaré como fue la primera y única vez que me he cogido a un menor cuando tenía 20 años en el 2022.
El pequeño tenía 11 en ese entonces, su nombre es Axel y era muy apegado a mi hermana, lo tratábamos como a un miembro más de la familia ya que solía visitarnos a menudo, hasta que al estar en escuelas distintas se separaron, lo conozco desde que tenía 5 años más o menos, siempre fue un niño curioso, me refiero a que cada que lo miraba había algo en el que me atraía, podía sentir en su mirada algo distinto, y también su manera de ser era de un curioso, típico de su edad, le encantaba descubrir y experimentar nuevas cosas, pero aquí el detalle más importante, siempre fue un niño caliente, pero solo con algún otro hombre, por lo general siempre era cuando estaba yo, se frotaba con las almohadas o alguna esquina ya fuera de la cama o de la silla, cuando nos quedábamos ya sea mi papá y yo, o yo con mi hermano solos con el, aveces se bajaba el pantalón y se quedaba en calzoncillos para hacerle el gracioso, nunca se sobrepasaba al punto de tocarnos indenidamente pero algo había en su actitud.
Axel vivía cerca de nuestra casa, antes del divorcio de mis papás, por lo que era recurrente que viniera a jugar con mi hermana, nos llevabamos bien entre hermanos pero siempre viene bien tener una amigo de su edad, Axel siempre fue un niño delgado, blanquito, de estatura baja ya que sus padres eran chaparros, manos chiquitas, carita de ángel y unos cachetes bonitos, era un niñito tierno de pelo negro, como ya dije era muy curioso y se le acercaba a todo el mundo de manera amigable.
No fue hasta que mis papás ya se habían divorciado y ahora Axel iba a la casa de mi mamá donde estaba mi hermana que fue cuando se me dio lo que pasó.
En este punto el pequeño no cambió mucho, solo se le notaba un poco más grande debido a que estaba entrando a la pubertad, era un poco más alto, creo que en ese entonces media 1.52 aproximadamente, bastante delgadito, era puro hueso el niño (sin ofender), nada por atrás ni nada por delante. Y debido a que si hermano mayor Armando ni le prestaba atención, me veía a mi como su hermano mayor, a Armando le daba vergüenza que lo vieran con el y siempre lo ignoraba, cuando si yo fuera el estaría avergonzado pero de mi porque de verdad Armando no tiene nada, ni cara, ni cuerpo, ni actitud, ni altura.
Un día que iba caminando por enfrente de su casa de lo más normal, era sábado por la mañana y me atreví a ir caminando a casa de mi mamá para ver a Joel, mi hermano, pase por la calle donde vive Axel y ahí estaban sus papás en el patio delantero hablando muy preocupados de algo y su mamá en el teléfono, cuando me vieron, como ya me tenían confianza me pidieron que cuidara un rato al niño ya que no tenían con quién dejarlo y para no perder tiempo en ir a dejarlo con mi mamá se les hizo fácil dejármelo a mi, me preguntaron si iba a algún lado y les dije que no, me quedaría con el pequeño hasta que llegarán, se fueron corriendo ya que la abuela de Axel se cayó de las escaleras y estaba grave de salud.
Pues nos quedamos a solas Axel y yo, tiernamente me preguntó si quería jugar con su consola de videojuegos y yo acepté, se fue corriendo a su cuarto a encenderla y yo fui detrás de el, duramos creo que una hora jugando cuando me llama su mamá a decirme que si podía quedarme otras 3 horas con el, dije que no habría problema, me pidió disculpas y que al llegar nos llevaría algo rico de comer.
Nos aburrimos de jugar con la consola y mejor jugamos a atraparnos, su casa grande no era, le dimos varias vueltas a la casa entera en apenas un minuto, el corría de mi, se lanza a su cama y yo caigo detrás de el entre risas, por accidente subí toda su camisa con mi mano y con la otra tocando su espalda, nuestras piernas estaban juntas y sus glúteos pegaban en mi estómago, me levanté y se sintió un poco incómodo pero me dijo que estuvo chistoso, yo ya sabía que se estaba haciendo loco pero bueno.
También jugamos a las luchitas y terminamos con los cuerpos juntos, el encima de mi sentado en mi pelvis y con su cara cerca de mi cuello, sujetaba sus manitas con las mías haciendo fuerzas, ya habíamos jugado bastante entonces me dejé ganar y cayó completamente encima mio, respirabamos exhaustos.
Hasta que siento que muy despacio el chico se empieza a frotar, muy muy lentamente, con mi pelvis, buscando donde estaba mi bulto, al llegar se quedó ahí un rato, ya después lo aparté para levantarme y nos fuimos a ver televisión un rato, todavía faltarían dos horas y más para que llegaran sus padres.
Se quedó entretenido viendo la tele, estaba embobado mirandola, yo mientras tanto me quedé pensando en el elefante en la habitación, como me había sentido al tener a ese pequeño tan cerca de mi, jamás había sentido atracción por un menor, y en ese momento no siquiera por el, solo había sentido algo raro y diferente en mi, no tenía mucha moral que digamos, una vez me cogí a un señor de la calle, solo lo bañe y le puse otra ropa, estaba guapo y no podía dejar pasar la oportunidad, me hubiera gustado haberme cogido a mi profesor de matemáticas como se debía, lástima que no terminará bien esa historia, me cogía seguido a mi papá, más tarde lo haría con mi hermano Joel para luego hacer un trio con ambos, suelo ser muy morboso en la cama y con tal de experimentar complazco mis fetiches y me cojo a quien sea, hasta a señoras y señores viejitos, pero nunca con alguien tan pequeño.
En fin, no podía negar que me había gustado tenerlo así de cerca, comencé a mirarlo de arriba a abajo, el me estaba dando la espalda, estaba sentado normal, yo no podía ver mucho más que su espalda que ya había tocado antes, sus pies descalzos, su cuello tan terso y apetitoso, sus orejitas y su cabello negro y lacio, lo llamé por su nombre para poder mirarlo bien y tenía esa carita de ángel tan bonita, sus ojos igual de color negro eran bastante grandes, sus labios rosados, aunque eran chicos me estaban dando unas ganas horribles de besarlos, después de eso creo que entendió con mis miradas lo que estaba sintiendo y quería hacer.
Se giró un poco dejándome ver ahora su cuerpo por delante, tenía las manos en su entrepierna moviendolas de adelante hacia atrás, pronto me dejó ver que tenía una erección, se le marcaba durísima, y volvió a frotarse con su manos, me calenté un montón y rápidamente se me puso dura también, entre palabras nos pusimos de acuerdo y le dije que le enseñaría la mía si me dejaba ver la suya, con algo de vergüenza y timidez, que era raro de ver en el, se mostraba dudoso de hacerlo o no, pero podía ver en su mirada que tenía ganas de hacerlo, le pregunté si se sentía seguro y me dijo que sí, por lo que lo ayudé, con mis manos sujete sus brazos y lo levanté, quedando enfrente de mi con su erección apuntándome, la toqué ligeramente por encima de su pijama y poco a poco se la fui bajando, tenía unos calzoncillos de niño por lo que se avergonzó aún más, trataba de calmarlo con palabras diciéndole que todo estaba bien, que yo no lo juzgaría y estaría seguro conmigo, sus piernas eran totalmente lampiñas y blancas, muslos delgados y suaves, cuando bajé su calzoncillo salió si pequeña verga, media según recuerdo unos 10 CM, estaba más que bien para alguien que apenas entraría a la pubertad, lo felicité por eso y traté de que se sintiera orgulloso, con mis palabras su cara paso de estar roja como un tomate a mostrarse más libre y en confianza, como siempre ha sido el, le dije que igual con los años, al entrar a la adolescencia su cuerpo iría cambiando y todos pasamos por lo mismo, aún no se le notaba no un vello, era todo lampiño, tiene la piel más suave que jamás haya tocado.
Después me levanté yo y lo senté en el sofá para bajarme mi pantalón, mi bulto era el doble de grande que el de el, me subí un poco la camiseta y con la otra mano me bajé el bóxer, dejando ver mi verga de 18 CM, gruesa y gorda llena de vellos, el estaba asombrado tocando todo mi abdomen, desde mis abdominales marcados, y bajando con mi camino de vellos hasta llegar a mi pene, le dije que era libre de tocarlo si quería y así lo hizo, me dijo que ya solia masturbarse a menudo y se notaba, ya sabía cómo jalar una verga, pero lo hacía un poco duro con la mía así que le fui explicando como hacerlo más suave para que se sintiera más rico. Después me senté a su lado y empezamos a pajearnos mutuamente, a el se le hacía complicado masturbarme así que metía sus dos manos, puso su cabeza en mi pecho y con sus manitas suaves y calidad me la jalaba mientras yo abría sus piernas para jalar la suya, en apenas 3 o 4 minutos termino por correrse en toda mi mano, para limpiar me lleve todo su semen (que no era mucho) a mi boca, ya ordeñaba leche el pequeño Axel como yo a su edad, pero todavía faltaba yo de correrme así que le pedí que terminara, con una mano entre debajo de su camiseta y le tocaba su pecho, tan suave y delicado, sus pezones finos y rosados estaban siendo una delicia para mí, en un momento con mi otra mano tomé su barbilla e hice que me mirara, no pude resistirme al ver su carita de bebé y me comí su boquita, no tenía nada de experiencia besando así que tuve que enseñarle un poco lo básico, pero igual no lo hacía tan mal, le metí la lengua un par de veces y le escupí la boca mientras lo sujetaba con mi mano y con la otra jugaba con su pecho.
Me estaba costando un poco correrme entonces le dije si le gustaría experimentar otra cosa, con curiosidad me dijo «que?» y le dije «Quiero que me la chupes» le expliqué como debia hacerlo antes de ponerlo a mamar mi gran verga ya que obviamente le costaría trabajo, para explicarle mejor me metí la suya a la boca, chupando de arriba a abajo, lamiendo suavemente su glande con restos de semen todavía, chupando sus pequeños huevitos y etc.
Sujeté su cabeza con mi mano y le pedí que abriera la boca, mi verga estaba a solo un centímetro de sus labios, le pedí que ahora sacará la lengua, ufff, aún recuerdo cómo se sentía de húmeda y caliente en mi cabecita, tenía a un pequeño de once lamiendo la cabeza de mi pene, ya había desaparecido en mi cualquier tipo de pudor, tabú o lo que fuera, lo único que quería era que se tragara toda mi verga hasta tocar su garganta, pero aún era muy muy pronto para eso, trató de meterla en su boca pero era mucho para el, solo podía meterse mi glande y apenas el inicio del tronco, que ya era bastante para el en realidad, así que solo de vez en cuando se la metía a la boca, pero con su lengua recorría todo mi pene y huevos como su fuera su helado favorito, de arriba a abajo lamía y lamía, terminé por correrme en su carita tierna y con mi lengua limpié toda mi leche de ella, para darle un besito en los labios. Para devolverle el favor por todo su esfuerzo me volví a meter su penecito ya flácido en mi boca, se le puso duro de nuevo y en menos de dos minutos se vino en mi boca, apenas y le salió algo de leche.
Al final ya solo nos subimos la ropa interior y el pantalón como si nada, nos limpiamos bien cualquier resto de semen y volvimos a jugar en la consola, después llegaron sus padres unos 20 minutos antes de la hora que habían dicho y trajeron de comer, comimos como si nada hubiera pasado y me fui, terminé deslechado y bien comido ese día, me platicaron de como su abuela necesitaría de muchos cuidados y que ellos necesitarían que alguien les vigilará al niño, me pidieron si podía cuidar de el mañana por las mismas 4 horas y los días de entre semana por solo 2 en lo que llegaba su padre de trabajar en la tarde, acepté hacerlo automáticamente sin pensarlo, tratando de darles aún más confianza de la que ya tenían en mi, dijeron que si mi hermana estaba libre también la trajera a casa, y bueno así terminó ese día, no literal ya que apenas era la 1 de la tarde, yo seguí con mi día como si no me la hubiera chupado un niño.
El domingo hicimos prácticamente lo mismo, solo mostró poca mejoría en su chupada de verga así que no tiene mucha importancia, los días que si lo tiene fue el jueves que ya sabía mamarla mejor y le cabía más del tronco, y el próximo martes que le estrene su culito, el mejor que me he comido hasta ahora.
Por ahora, hasta aquí termina, gracias por leerme.
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