Cómo conseguí que éste chico hetero sea mi esclavo sexual
Caleb es un chico guapo, hetero, con muchas ganas de cogerse cualquier chiquillona que se le ponga por delante, pero cuando eres joven y sin dinero…..
Durante la pandemia me tocó cuidar una mansión en la playa, gigante, fastuosa, cómoda. Toda para mi. Viajaba constantemente allá para verificar que todo estuviera en orden, la piscina, la limpieza interior, el jardin, Encima, me pagaban una cantidad absurda por disfrutar esta casa de sueños.
En un viaje estuve en una gasolinera y entré a la cafetería. Ahi veo éste papacito, un chico como de 20 años, cabellera negra azabache, abundante. Blanco casi pálido, cejas y labios gruesos, Mide 1.89 y pesa 75 kilos más o menos. Buenas piernas, gruesas, totalmente lampiñas. No es nada musculoso, algo de pancita pero en general atractivo.
Para mi suerte, apenas salió comenzó a llover. Por supuesto, yo esperé unos segundos y me ofrecí a llevarlo. Ya en el auto le dije que yo estaba buscando alguien que me ayudara en el jardín de una casita que habia alquilado, con eso me dió su teléfono, dirección y nombre.
Poco a poco le escribía, le enviaba mensajes y me fui ganando su confianza,
-Cuando quiere que vaya a ver el trabajito? la verdad la estoy pasando bien mal y necesito ganar algo de dinero.
-Mira Caleb, esta semana estaré bien ocupado durante el día pero si quieres esta tarde te paso a buscar para que veas el jardín y me digas cuanto me vas a cobrar.
-Hoy no puedo, mi novia cumple años y estaremos rumbeando.
Fui ganando su confianza hasta que al fin se atrevió a irse conmigo como a las 7 de la noche. Yo creo que él ya sabía que yo quería era cogérmelo. Ese dia me había aprovisionado de una buena tanda de cervezas así que esperaba que algo pasara.
-Oiga, esta casa esta bien bonita, y usted no tiene familia?
-Ellos no vienen acá casi por la pandemia. Cualquier día de éstos trae a tu novia para que se bañe en la piscina-
-Serio? claro, eso le gustaría a ella.
-Vamos a entrar al cuarto a ver la Tele y encender al aire, estas sudando.
-Bueno, pero no puedo demorar mucho.
Ya adentro me tiré en la camota y él no sabía donde sentarse, a propósito había quitado las sillas.
-Siéntate en la esquina, déjame buscar unas cervecitas.
– Que pena con usted, no le tengo tanta confianza.
Después de la cuarta cerveza él estaba bien relajado, Yo, a propósito, no estaba tomando absolutamente nada. Veía su rostro, tan masculino y tan joven.
-Oye, pero entonces tu como haces cuando quieres culear con tu novia?
-Por ahi se acomoda uno, Ya sabe.
-Tu tienes cara de culeón Caleb, se nota que te la gozas a cada rato.
-Jajajaja, usted también tiene cara de culeón.
-Bueno, para serte sincero, yo creo que tu novia la pones a gozar bastante con ese paquetón que se te nota en el pantalón.
me la acerqué y el se quedó tranquilo mientras yo le masajeaba la verga sobre el pantalón, Al principio no se le paró pero cuando le puse más fuerza se le fue empinando ese pico, se lo fui sacando con cuidado y venía envuelto en un pelambre gruesa, negra y abundante..
Lo desvestí lentamente y me sentia como si estuviera abusando de un chiquillo, Él solo se dejaa, miraba hacia arriba y se dejaba tocar. Le agarre los huevos y se los fuí estrujando lentamente, moviéndolos mientras olía sus sobacos, su pecho y la verga. Tenía un olor a macho, a orines y a pinga.
Comencé a apretarle los muslos y a mordisquearlo, metí mi cara entre sus piernas y lo raspaba con mi barba. El extendió sus brazos y se dejó llevar.
– Que nalgonas tienes papa, date la vuelta que las quiero ver mejor.
Unas nalgas blancas, grandes, redondas, sin vello, firmes, Me le tire encima y comencé a morderlas suavecito y chupetearlas. Cada vez se veían manchas rojas y moradas de mi desesperación. Fui subiendo a su espalda fuerte y él solo suspiraba. Le metía la lengua en la oreja mientras le decia:
-Que rico que estás cabrón, te voy a sacar la leche con la boca, eso es lo que quieres? Y él sólo asentía.
Le sobaba las nalgas y las piernas mientras mi verga depilada y mis piernas peludas lo rozaban. Volvi a voltearlo y le agarré la vega que estaba dura, una verga que no le daba casi la vuelta mi mano, era como si tuviera un tuco de madera,
Me lancé a chuparla, primero los huevos y luego la cabeza hasta que el me bombeaba, estrujando sus nalgotas para que la pinga me entrara hasta el fondo de la garganta. Yo me sentía como loco, posesionado, porque el tenía esa mirada de inocencia y lujuria a la vez. Estoy seguro que su noviecita no le habia dado esta clase de mamada.
Cuando ya estábamos bien calientes busqué una crema lubricante y comencé a rozarle el ojo del culo hasta que lo sentí resbaloso, El apretaba, temeroso.
-Calma, no te voy a culear, sólo relájate y deja que yo te lleve. Asi sentí ese anillito irse abriendo poco a poco hasta que me entró medio dedo. Chucha, ese hueco estaba super apretado, era como si tuviese el culo con un aro de metal grueso, Cuando sentí que mi dedo le comenzo a masajear la próstata mientras le chupaba la verga, siento el trallazo de leche caliente, espesa, saliendo. Me agarró de sorpresa, era como si se estuviera desbordando de sus huevos.
La leche me corrió por la boca, la cara, manchó las sabanas y él ni siquiera pestañeó.
-hijo de puta, mira como te has venido como si no te hubieras pajeado en varios dias.
El solo sonrió y se quedó agitado, viendo al techo y suspirando.
CONTINUARA
Uffff, los heteros jóvenes y sin plata son un regalo divino.
como sigue
Fantástico, mi tipo de relato.
Hermoso relato a mi tambien me gusta que me llene de leche rica en la boca
Qué buen relato. Me corrí leyéndolo 🤤🤤