Como convertí a mi primito menor en mi putita mamadora CAP. 10 final
Los últimos años, mi primito se convirtió en mi mujercita, mi noviecita puta y me dio el mejor sexo de mi vida, pero fue la última etapa.
Este será el último capítulo de esta serie, pues como se trata de una historia totalmente real, ya no hay más que contar después de los acontecimientos que narrare a continuación.
Les quiero ser muy sincero y confesarles que quizá exageré en algunos detalles, pero por lo demás las cosas ocurrieron tal cual las conté.
Pues bien, haciendo un recuento rápido, cómo recordarán mi primito mamo mi verga desde que él tenía 4 años, primero como juego, pero eventualmente se convirtió en un putito enamorado de mí, que disfrutaba enormemente el mamar mi verga.
Se volvió un verdadero experto en mamar verga y me regaló un sin fin de momentos llenos de placer durante muchos años. A día de hoy es muy probable que su boquita sea la que más mamadas me ha dado en toda mi vida.
Pero se fue unos años a vivir a otro país con sus padres y regreso a sus 13 años. A esa edad tenía un cuerpecito delicioso, piernón y nalgón. Desde ese momento se volvió en mi putita obediente y servicial. Ahora ya no solo me atendía la verga con esa experta boquita mamadora, pues también me entrego su delicioso culito tragón.
Pasamos dos años siendo amantes a escondidas de todos, viéndonos dos veces a la semana para coger como conejos en su departamento. Seguramente me saco varios litros de leche con su boca y culo y yo estaba encantado con eso. Tanto así que no me preocupaba que fuera sexo gay, incestuoso y con un menor de edad.
Pero ocurrió que él se enteró de que yo tenía novia y pasamos unos meses un tanto complicados, si bien seguíamos cogiendo con frecuencia, el dejo de actuar como buena putita y eso era algo que yo extrañaba mucho.
Y entonces ocurrió que termine la relación con mi novia. Y ahí, fue que empezó una etapa sumamente rica con mi primo. Pues me quería para él solito, así que aprovecho mi depresión tras la ruptura, para volverse en mi noviecita puta. Una que me daría un sexo aún mejor que el que habíamos tenido antes.
Todo empezó un par de semanas después de mi rompimiento. Yo estaba muy triste y dolido, ni siquiera pensaba en coger, pero eso sí, sabía que debía encontrar pronto una amante, pues de lo caliente que era por aquel entonces, sabía que mi verga estaría a molestar.
Afortunadamente, no tuve que preocuparme mucho, mi primo me hizo una llamada telefónica.
– ¿Cómo estás? Me preguntó de forma cariñosa y maternal.
Por supuesto que le dije que estaba muy mal, y la verdad no tenía muchas ganas de saber de él, pues siempre he sospechado, qué en sus celos, el hizo o dijo algo que provocó la ruptura con mi novia. Pero nunca pude confirmar mis sospechas.
– oye, te propongo algo, mañana faltare a la escuela ¿Por qué no vienes desde temprano a mi departamento para estar conmigo? Te prometo que te ayudaré a olvidarla.
Esto último me lo dijo, fingiendo esa voz de chiquilla que tan bien le salía, además sus palabras tenían una entonación sumamente cachonda. La verga se me paro de inmediato.
Decidí aceptar de inmediato su invitación…y la verdad que no me arrepentí. Él putito de mi primo no mentía, me dio tanto placer ese día, que de verdad olvide a mi ex novia.
Llegué a su departamento a eso de las 9 de la mañana. Y de inmediato supe que todo sería distinto.
Cómo recordarán, desde que mi primo volvió a México, me enseñó que le gustaba travestirse para tener sexo conmigo. Yo le decía que era su uniforme de putita y me encantaba que me atendiera así, pues me se veía riquísimo con el puesto, además de que así, yo sentía que tenía sexo no con un chico, si no qué con un ser andrógino, que tenía un cuerpecito que era una extraña combinación entre femenino y masculino.
Él uniforme de putita era simple, pero muy efectivo, él estaba casi desnudo, solo con un pequeño tanga que se le metía entre las gordas nalgas, una peluca rubia que le llegaba a los hombros y la boquita pintada y con gloss.
Pues bueno, esa mañana el no llevaba el uniforme de putita. Ahora traía puesto lo que sería su uniforme de novia puta.
Para empezar la peluca era nueva, está vez negra y le llegaba a media espalda, ahora todo su rostro estaba bien maquillado, no solo sus labios, también sus párpados, sus ojos llevaban delineador, usaba rubor y unas gafas grandes de pasta negra. Pero lo más increíble es que llenaba puesto un vestido súper entallado, que le resultaba esa fenomenal figura femenina que tenía, se le veía un culo muy gordo y rico, y sus caderas Luciana imponentes. Debajo del vestido, llevaba un tanga, pero, además un par de medias negras.
Francamente se veía sumamente sensual y atractivo.
Me saludó con una enorme sonrisa y todo el tiempo hablo fingiendo la voz de nena. Me tomo de la mano y me llevo al sillón de siempre. Ese sillón en el que Miles de veces mi verga se introdujo en su joven cuerpecito, ya fuera por la boca o por el culito. Y donde tanta leche me saco el putito.
Me desnudo y me hizo sentar en el sillón, tras eso se arrodilló entre mis piernas y mientras me acariciaba empezó a decirme un discurso que ya tenía preparado.
En resumen, me dijo que me quería solo para él, que siempre me había amado y quería hacerme gozar todo el tiempo. Que quería ser mi mujercita, y si le prometiste no meterme con nadie más, se esforzaría al máximo para darme todo el placer del mundo.
– ya verás qué si soy tuyo, no necesitarás a ninguna mujer, por qué tú primito será tu putita y te tendrá bien atendido, te lo prometo.
La verdad me impresionó todo lo que me decía, yo solo había tenido sexo con él por lo rico que era. Aunque suene tonto decirlo, yo no soy gay, y no me interesaba mucho tener otro tipo de relación con él.
Pero en ese momento, me sentía triste y solo, además de que estaba muy caliente por todo lo que estaba pasando, no negare que sus promesas de atenderme me interesaban mucho…y si bien yo no entendía que significaba para él lo de ser mi mujer, terminé aceptándolo.
Y francamente no me arrepiento de haberlo hecho.
– está bien, le dije al fin.
– ¿De verdad vas a ser solo mío?
– mmmm…si
– ¿Y yo seré tu mujer?
-sí, será mi mujercita…pero no solo eso, le dije tomando con fuerza su rostro para enseñarle con mandaba, ya sabes que soy un macho.
– sí, si eres mi macho, dijo emocionado…soy la novia de un machote rico.
– no solo mi novia, vas a ser mi noviecita putita, quiero que eso te quede bien claro, vas a ser sumisa y obediente siempre, tu deber y obligación es siempre tener mi verga bien metida en tu culo, siempre estarla mamando y acariciando, debes sacarle la leche a diario, si me lo prometes, acepto.
– te lo juro mi amor, voy a ser tu buena noviecita puta, ya sabes que me encanta tu verga y claro que la voy a tratar muy buen siempre que me lo órdenes.
-pues empieza de una vez, pinche puta, enséñame como me vas a atender. Le ordene de golpe, pues quería dejarle bien en claro que desde ahora yo sería mucho más dominante que antes y él debía aceptarlo sumisamente.
Y lo hizo, lo hizo a la perfección, esa mañana mi primito se volvió mi noviecita puta, la novia más sumisa y obediente que he tenido.
Él estaba cerca de cumplir los 15 años y yo tenía como 20, cuando hicimos ese pacto. Si la memoria no me falla, corría el año del 2003, hace ya 11 años de ello.
Esa mañana sin planearlo, tuvimos un mini mamatón, pues mi primito, ansioso por demostrarme cuánto placer le iba a dar a mi verga ahora que era mi noviecita puta, se puso manos, o debería decir, boca a la obra de inmediato. Y estuvo mame y mame verga sin parar por casi dos horas.
Cómo he dicho varias veces, mi primo tenía un estilo muy propio para mamar verga, en vez de estarla metiendo y sacando de su boquita, lo que a él le gustaba era metérsela toda y aguantar así lo más que podía, mientras la mantenía succionaba despacio y delicadamente, como si me quisiera sorber el alma desde mi verga.
Lo deje hacer así un buen rato, pues era increíblemente delicioso dentro esas delicadas y amorosas caricias orales, pero le quería enseñar que ahora que era mi noviecita puta, la iba a maltratar a mi placer.
Así qué tomándolo de la nuca con fuerza, le marque un rápido suave y baja, le solo se dejaba, sumisa para hacer disfrutar a su macho.
Obviamente le tenía que ordenar que estuviera la mamada de vez en vez, pues de otra forma me habría hecho acabar varias veces durante todo el tiempo que mamo.
Pero si bien dejaba descansar mi verga, su boquita de puta mamadora seguía trabajando, lo ponía a chupar mis huevos o mis piernas, también le hice darles lengua a mis piernas, abdomen y pecho.
Él estaba feliz haciéndome gozar, la promesa de que será mi mujercita le tenía muy contento, pero pude notar que también estaba muy excitado, le gustaba como lo trataba.
– eres mi amor, mi macho, te juro que te voy a mamar está vergota siempre que quieras.
– eso es lo que quiero puta, que sigas mis órdenes, para eso eres, para eso tengo a está noviecita puta…ahora cállate y sigue mamando pinche putito.
Y el encantado seguía su trabajo oral.
Después de eso, me acosté en el sillón y le ordené subir sobre mí, quedamos en 69, yo pretendía que el siguiera mamando, mientras que yo jugaría con sus nalgotas gordas y le daría dedo a su culito.
Pero en cuanto vi que debajo del vestido llevaba un hermoso tanga transparente que se le metía entre las nalgas, y que usaba un ligero, me volví loco.
– ponte en cuatro en el sillón putita, para bien las nalgas, te quiero ver ese culazo que tienes con esas medias.
– si mi rey, estás nalgotas que tanto te gustan son solo tuyas.
Nunca olvidaré lo delicioso que se veía así, en cuatro, con el vestido levantado, abriéndose las nalgas con ambas manos y con el tanga de lado. Es increíble lo rico que tenía el culo ese putito.
Era más gordo y redondo que el de muchas mujeres, sus piernas bien formadas se veían increíbles con las medias y el ligero. Entre esas montañas de carne asomaba su hermoso ojete.
Cómo ya dije, tras tanta verga que le había dado al culito de mi primo durante esos años. Lo había transformado, ya no era ese cerradito asterisco que vi la primera vez, ahora era el culote tragón de una verdadera puta a la que le encanta el anal.
Su hoyo, estaba permanente abierta y dilatado, casi que podías ver su interior sin muchos problemas.
Es una lástima que, por aquel entonces, no fueran comunes los teléfonos con cámara, habría sido fantástico tomar una foto de ese momento, pues de verdad mi noviecita puta, se veía riquísimo así.
– ¿Me vas a culiar mi amor? ¿Te vas a coger a tu mujercita?
Por toda respuesta empecé a tallarle la cabeza de la verga por el culito.
– mmmm pero que cabecita más gorda, dura y caliente tiene mi machooooooo….hoooooooooo….siiiii culeame mi amoooor huuuuuu.
Empecé un delicioso mete y saca, sin preocuparme por si lo lastimaba o su placer, yo solo quería reventarle ese culito y gozar con el.
Fue una enculada maravillosa, no solo era el placer que su culito me daba, apretando y acariciando toda mi verga. Es que se veía delicioso, sus nalgotas con la tanga de lado, el vestido levantado y para coronar todo ese sensual ligero.
Mientras arrenetis contra él, mi primito me dijo una de las cosas más calientes que me han dicho.
– ¿Te gusta mi culo amor?
– me encanta putita, tienes un culote bien pinche tragón, mira nada más como se come toda mi verga, le dije entre bramidos.
– es tuyo mi macho, tu mujercita no tiene vagina, pero en cambio tengo este culo rico que es para tu placer, te lo puedes coger cuando se te antoje.
Casi me vengo al escucharlo decir eso. Pero logré contenerme por unos minutos más, sin embargo, tras estar bombeando esas gordas nalgas, llegó el momento que era imposible seguir aguantando.
– vete preparando putita de mierda, por qué si quieres una buena noviecita puta, te tienes que tragar la leche de tu macho, a partir de hoy te la voy a dar de comer en tu boca y culo.
Para mí sorpresa, esa seguía siendo una línea que mi primito no estaba dispuesto a cruzar. Sin embargo, me gustó que, en vez de negarse en redondo, se arrodilló suplicando que le pidiera cualquier otra cosa.
Así que decidí aceptar, pero a cambio le dije que ahora que era mi noviecita puta, debía recibir mis venidas en su carita. Y si bien la idea no le encantaba, sumisamente acepto.
Cómo llenaba varias emanas sin sexo ni hacerme una sola paja, debido a mi reciente ruptura, más el placer que este putito me había dado con boca y culo, me tenían los huevos bien cargados de leche.
Así que mi venida fue sumamente copiosa, una enorme lluvia de leche, de baño la carita. Y no saben que delicia fue ver ese rostro de rasgos infantiles y bien maquillado, bañado en mi semen grumoso.
Tras eso nos fuimos a tomar un baño, le ordene que el me lavara y muy contento hizo espuma entre sus manos y se dedicó a acariciar toda mi anatomía, con esa carita de putita cachonda, que está fascinada con su macho.
Sus caricias me volvieron a poner bien duro, pero lo deje que siguiera acariciando mi cuerpo.
– ya terminé amor, ahora te voy a enjuagar.
– no tan rápido putita, aún te falta lavarme bien aquí. Le dije mientras me daba la vuelta y me abría las nalgas, para enseñarle mi ojete.
Él solo soltó una risita y de inmediato sentí sus deditos enjabonados jugando con mi culo, cosa que me hizo estremecer.
Obviamente mi primo puto, bien sabía que no solo debía lavarlo, le estaba ordenando que le diera placer también a mi culo, así que tras dejar correr agua entre mis nalgas su dedito siguió jugando con mi culo, mientras que se otra mano atendía mis huevos y mi verga.
El dedito ya entraba y salía de mi culo, lo que en conjunto con la buena paja que me estaba haciendo, me estaban llevando a la gloria.
– saca el dedo, y limpiarme bien el culo, como la buena noviecita puta que eres.
– pero ya te lo limpié bien amor.
– jajaja pero así no es, tienes que usar la lengua, así es como las novias putas les lavan el culo a sus machos, así que empieza a mamar culo putita.
– sí mi macho, yo te atiendo como tu desees.
Y sin más el muy puto se arrodilló y enterró la carita entre mis nalgas, sus manos seguían pajeando mi verga y acariciando mis huevos, mientras que su lengüita hacía círculos en mi ojete.
Cómo siempre, lo hizo solo un poco y estaba por detenerse, pero le ordene que siguiera mamándome el culo hasta que yo le dijera que para.
Siguiendo mis instrucciones siguió lamiendo mi culo, para después meterme la lengua y moverla dentro de mí. Luego le dije que pusiera dura la lengua y la mentira y sacará de mi culo.
– así putita siiiiii…hooooo….siiii cómeme el culo pinche puta, haaaaa pero que ricoooooo….mmmmm si metal y sácala…hooooo, ahora déjala adentro y mueve la, esoooo, esoooooo, mmmmmm saborea mi culo, saborearlo bien
Mi primo mamo culo por media hora y no paro hasta que yo estuve a punto de bañar la pared de la regadera con mi leche. Pero para acabar decidí usar su carita de nuevo.
Me giré y levanté una pierna, le ordené que se metiera mis huevos a la boca y los succionará, mientras que tenía dos de sus deditos en mi culo, moviéndolos en círculos.
Cuando sentó que ya venía los chorros de leche, solo di un paso atrás y de nuevo le acabé en la carita.
Luego de eso, salimos del baño, le ordene que se volviera a maquillar y que se quedara solo con el ligero y la tanga puesta. Y que así me prepara algo de comer.
Él putito me preparo unos huevos con jamón, y sirvió dos platos en la mesa, pero yo le dije que el no comería eso.
– tu comida está aquí abajo putita, le dije enseñándole que mi verga ya estaba dura de nuevo, y es que me excite al verlo con su ligero y tanga, haciéndome de comer tan obediente.
– jiji si mi macho, esa es mi comida favorita, me dijo mientras se arrodillaba en el suelo.
Mientras yo comía en la mesa, el debajo mamaba y mamaba.
Después de comer, lo lleve a su cuarto y lo volví a encular en su cama. Pero está vez de frente, con las piernitas gordas y bien formadas, todas abiertas y flexionadas contra su cuerpo.
Volví a acabarle en la cara y me quedé dormido, me desperté una hora después, con la sorpresa de que mi noviecita me estaba dando tremendo mamada.
– perdona que te despierte primito, pero es que te veías bien rico dormido y te prometo que siempre te estaría atendiendo está vergota rica que tienes.
Fue un día maravilloso, no podía creer el cambio tan radical que mi primo había tenido con la sola promesa de que ahora sería mi mujercita.
Y como me prometió, olvide muy fácilmente a mi ex novia, gracias a su boquita mamadora y su culito tragón y apretado.
Así empezó la nueva y última etapa en mi relación con mi primo, ahora era mi novia puta y tuvimos muchísimos sexo durante casi dos años.
Afortunadamente para mí, el que fuera mi mujercita, mi novia puta. No cambio la dinámica que teníamos. Al ser él menor de edad, seguimos sin poder hacer nada cuando salimos, y nuestros encuentros seguían siendo solo en su departamento y por supuesto nos la pasábamos cogiendo y cogiendo sin parar.
La única diferencia fue el cambio en su actitud, volvió a ser la putita obediente de siempre, pero ahora además era sumamente sumisa, me dejaba insultarlo y dominarlo a mi antojo.
Éramos como dos polos opuestos que se atraían y complementaban. Él tan delicado y femenino, tan enamorado de mí que le hacía el amor a mi verga con su boca y su culo. Mientras que yo bien macho y cerdo, que lo cogía con vulgaridad y de forma salvaje.
Él me recibía muy alegre con su uniforme de novia putita y me atendía con amor, esforzándose al máximo por complacerme en lo que fuera. Mientras que yo era un cerdo que lo trataba bruscamente.
Recuerdo que algo que me empezó a gustar mucho, era cogerlo en la cocina, frente a la estufa, mientras él me preparaba de comer. Mientras hacía la comida, yo semi desnudo, casi siempre solo con las medias puestas. Yo lo inclinaba y desde atrás le bombeaba la verga en su culito.
Era delicioso escucharlo gemir mientras seguía cocinando, era una locura ver esas nalgas gordas chocando contra mí, mientras que ambos estábamos de pie.
Obviamente tuvimos muchas aventuras durante esa última etapa. Hubo un par de mamatones más. Varios encuentros en el cine y parque públicos. Y recuerdo especialmente una vacaciones en las que toda la familia se fue a la playa.
Durante esas semanas en la playa, mi primito puto y yo, no paramos de coger en todos lados, le dí verga en la playa, en el mar y hasta en una piscina. Tuvimos mucho sexo en los cuartos de hoteles, mientras teníamos a la familia muy cerca.
Hay que decir que teníamos una primita que por aquel entonces, nos descubrió varias veces teniendo sexo, pudo ver a mi primo disfrutando de mi verga en su boca o gimiendo como puta mientras lo enculaba.
Afortunadamente nos bastaban darles algunos dulces para comprar el silencio de nuestra primita. Pero debo admitir que en más de una ocasión le propuse a mi primo que la metieramos en nuestros juegos. Aunque claro que él se negó, pues me quería solo para él.
Pero eso no evito que mi primita me masturbara un par de veces, cuando él no estaba, incluso la segunda vez también me chupo un poco la verga. Pero esa, sería una historia para otra ocasión.
Cómo ya dije mi primo fue mi noviecita puta, por casi dos años, durante ese tiempo, verdaderamente cumplió con su palabra de atenderme la verga todo el tiempo. Jamás se negó a hacerme una mamada o a parar las nalgas para que yo gozará de su culito.
Me tenía tan satisfecho, que yo también cumplí con mi parte del trato. Y durante ese tiempo no tuve novia, ni salí con chicas, simplemente no me interesaba hacerlo, me bastaba con mi primo putito para estar feliz.
Pero, lamentablemente, nada dura para siempre, y poco a poco, las cosas entre mi primo y yo se fueron terminando.
Y es que paso algo, que obviamente iba a ocurrir, pero que no habíamos pensado. Él tiempo pasaba y con ello mi primo entro en la adolescencia y tuvo enormes cambios, tanto físicamente como en su forma de ser.
Ya lo he dicho varias veces, si mi primo se hubiera quedado, como ese dulce putito de 13 años enamorado de mí, con ese cuerpecito delicioso y andrógino. Con su carita infantil, sus piernitas marcadas y ese culazo rico. Seguramente a día de hoy, seguiría dándole verga y estaría soltero.
Pero lamentablemente fue cambiando poco a poco, primero fue su estatura, ese cuerpecito que me gustaba sentir tan pequeño debajo de mí, pronto tuvo casi mi altura.
Su carita de niño se borró y se volvió la cara de un hombre, que por más que se maquillará y usará pelucas. Quedaba claro que ya era un hombre disfrazado.
Le empezó a crecer bello corporal por todo el cuerpo, y aunque se depilaba, su piel dejo de ser suave y tersa. Empezó a ganar músculo y a ser más masculino, dejando de lado los rasgos femeninos que le caracterizaban.
Y el cambio más radical, es que su pequeña verguita, que hasta ternura me daba al verla columpiándose mientras lo enculaba. Se volvió una verga de proporciones considerables, que escupía grumos de leche.
Cada vez, mi primo dejaba de ser atractivo mí. Aun así, el sexo seguía siendo bueno, así que seguíamos cogiendo.
Pero a sus 17 años, entro a estudiar a un colegio de artes. Y su personalidad cambio radicalmente. Él nenito tierno y dulce, se convirtió en un tipo insoportable, engreído y presuntuoso. Que se sentía más inteligente que los demás.
Estoy seguro que en su nueva escuela conoció a otros homosexuales. Seguramente se enamoró de algún compañero y empezó a coger con él. Y con ello, dejo de buscarme tanto e incluso empezó a poner escusas para no verme.
Aunque también creo que maduro y se dio cuenta de que no era viable ser la noviecita de su primo.
Yo no lo tome a mal, solo supe que ya no tenía a mi putita mamadora. Empecé a salir con chicas y seguí con mi vida.
Él último clavo en nuestra relación, fue cuando ganó una beca para estudiar en otro país. Se fue dos años y para cuando regreso, parecía otra persona.
Era un hippie peludo y descuidado, francamente olía mal, a marihuana y a no bañarse, delgado y larguirucho. Yo no sabía dónde había ido a parar toda la carne que tenía a sus trece. Pues ya ni culo tenía.
Se declaro abiertamente homosexual e incluso le enseño a toda la familia las fotos de su novio.
Por aquel entonces trato de coger conmigo de nuevo, pero ya no había nada en él que me resultará atractivo, además ya vivía con la que fue mi primera esposa. Así que me negué rotundamente y él se molestó.
Y ahí acaba está historia, actualmente él vive en Canadá, está casado con un hombre y hasta adoptaron a un bebé.
Solo nos queda el recuerdo de esos años bien ricos de placer, cuando era mi puta. Cuando volví a mi primito menor, mi putita mamadora.
Gracias por haber leído esta historia, espero conocer sus comentarios.
No sabes cómo he disfrutado de esta historia 😋 menudos momentos de calentura me has provocado… Ojala sigas escribiendo y nos sigas excitando con historias como esta.
Ha sido un honor leer esta historia. Espero que sigas escribiendo, ya que aquí tienes un lector fiel.
Excelente relato como siempre, aunque es una lastima que se acabe aqui esta historia.
Espero que esta no sea la última historia que escribas y que sigas deleitándonos con nuevas historias tan excitantes como esta 🫦😋
Gran relato. Ha sido un placer a ver leído esta caliente historia.
Que delicia de relato, que gusto me ha dado masturbarme con esta historia 🫦 No veo la hora de que subas una nueva historia.
Excelente historia… 🔥🔥
Muy buen relato, he visto que has comentado que tu próximo relato seria con tu prima, aunque yo creo que al ser tu público la mayoría gay, si escribes una historia hetero no tendrá tanto éxito.