Como convertí a mi primito menor en mi putita mamadora CAP 5
Durante los días siguientes mi primito siguió atendiendo mi verga como buena putita .
Antes que nada una aclaración: pido una disculpa pues por un error mío no pegue todo el documento en el tanto anterior. Así que agrego la parte final del capítulo 4:
Pese a que solo era la punta la que estaba dentro de su culito, eso era suficiente para darme mucho placer, yo babeaba su nuca mientras me movía, diciéndole entre dientes lo rico que era cogerme ese culo gordo.
– me duele…pero es rico…y me gusta saber que estás dentro de mi…te prometo que lo seguiremos intentando primito, te quiero mucho y quiero que disfrutes mucho de mi anito…de mi anito de putita, mi macho ricooooo…
En ese momento su cuerpo se tenso, no se bien, pero creo que se vino por primera vez con mi verga en su culo, ayudado por la propia paja que se estaba haciendo.
Por mi parte, escuchar esas palabras fueron la gota que derramó el vaso, había Sido una enculada corta pero sumamente deliciosa, sentí que la leche estaba por salir por última vez esa noche.
Pese a su propio orgasmo y al dolor de estar siendo sodomizado, mi primo tuvo cabeza suficiente para pedirme que no acabará dentro de él.
En venganza por esto último, le saque la verga rápidamente, lo cual le dolió. Pero no alcance el bóxer, así que me vine sobre una de sus gordas nalgas. Aunque salieron solo un par de gotas, pues mis huevos ya tenían rato de haber agotado sus reservas.
Tras ese último orgasmo, literalmente perdí el conocimiento, caí desmayado sobre de el. Tras unos minutos el me despertó diciendo que por favor me moviera, pues lo estaba aplastando.
Rode sobre la cama, quedando de lado, el se abrazo a mi de inmediato.
– que noche más deliciosa me diste, eres una excelente putita.
– mmmm a mi también me gustó mucho primito, quiero que lo repitamos muchas veces.
– claro que sí…mi verga es tuya, cuando la quieras te la daré…
– yo soy tu putita, ya eres mi macho, mi boca y mi culito son tuyos para cuando los quieras usar…por qué…por qué te quiero jijiji.
Apenas y lo escuché, me quedé profundamente dormido de inmediato, estaba más que agotado, feliz y satisfecho.
Desperté sobresaltado, no sé cuánto dormimos, pero le ordene que se fuera al cuarto de invitados, no podía amanecer en mi cama, sin que mis papás lo notarán.
Muy a regañadientes salió de mi cuarto, apagando la luz. Mientras se alejaba de mi cama, alcance a ver cómo esas gordas nalgas desnudas se movían al caminar, y solo pude sonreír
La mejor noche de mi vida había terminado, pero aun teníamos dos años por delante, llenos de ricas cogidas, mi primo se volvió la putita perfecta, dispuesto a satisfacer mi verga siempre, me hizo las mejores mamadas, logrando comerse mi verga completita y su culo delicioso y apretado, se convirtió en la puerta al paraíso para mi, llegó a aguantar mi verga entera y dandole bien duro, mientras que el gritaba de placer. Hicimos muchas travesuras muy sucias.
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Ok, pues ahora sí, vamos con el capítulo 5.
Tras la maratónica noche sexo con mi primo, desperté casi a medio día y me sentía realmente jodido, me dolía hasta el último músculo del cuerpo, me sentía desvelado y me daba culpa pensar en que había estado cogiendo con mi primo, engañando a mi novia de paso.
Mi cuerpo estaba lleno de las marcas que el labial rosa de mi primito había dejado por todos lados, pero, sobre todo en la verga y los huevos.
Pase al baño a echar una meada que me ardió hasta el alma y poco ayudo el agua caliente de la regadera, la cabeza de mi verga estaba tan lastimada que el menor roce me dolía mucho, además mis huevos punzaban.
Pero mientras me secaba, descubrí que si bien, físicamente me sentía de la mierda, anímicamente estaba feliz y satisfecho. Repasé los eventos de la noche anterior y me di cuenta de que todo había sido maravilloso, había gozado como nunca.
Deje de sentir culpa y mi ánimo cambio, al carajo todo, había sido delicioso y lo iba a repetir todas las veces que pudiera.
Bajé al comedor y me encontré con mi primo, nos miramos a los ojos con algo de vergüenza. Me sorprendió verlo ahí sentado tan normal. Nadie que lo viera así pensaría que ese chico, había sido la misma putita que con la boquita rosa y una peluca rubia, había mamado mi verga por horas y me había entregado el culo unas horas antes.
Antes de que pudiéramos decir algo, mis papás entraron a la casa, venían de hacer compras.
– ¿Pues a qué hora se acostaron que se ven tan mal los dos? Pregunto mi mamá preocupada.
– nos acostamos como a las 4 de la mañana, dije, y no era mentira.
-¿Pues que tentó estuvieron haciendo? Pregunto papá con una mirada inquisitiva que me puso muy nervioso.
– haa…esteee…pues no mucho, hablamos casi toda la noche y jugamos videojuegos, nada más. Rápidamente pensé que necesitaba dar alguna excusa creíble, que explicará el evidente mal estado en el que estábamos – ha…bueno y la verdad es que estuvimos bebiendo…de hecho creo que se nos pasó la mano con las cervezas que tomamos…je. Dije improvisando una buena excusa que explicará el terrible aspecto que los dos teníamos.
-pero ¿Que tomaron? Ya no había más alcohol.
– si…si, pero fuimos a comprar más en la noche, después de que mamá se acostó. Era una mentira muy creíble, pero yo sentía que mi papá no me creía.
– por favor tío, no le vayas a decir nada a mis papás, yo nunca había tomado, pero estábamos tan contentos de vernos, que mi primo me convenció. Mi primo entro a mi rescate, dando muestras de una excelente actuación, pues mientras hablaba, ponía carita de afligido.
Afortunadamente su expresión le arranco una carcajada a mi padre y la cosa quedó zanjada.
Mis padres decidieron que saldríamos casi todo el día a pasear, cosa que al final fue buena, pues así no tendríamos oportunidad de volver a coger y nuestros cuerpos se repondrian.
Mi primo por haber mamado tanta verga en la noche, no podía ni hablar de lo entumecida que tenía la quijada, además le dolía la garganta un poco. Curiosamente decía que no le dolía el culo, pero que lo sentía raro, como aún dilatado y adormilado.
Regresamos a la casa ya entrada la noche y todos nos fuimos a dormir a nuestros cuartos. En la madrugada mi primo me fue a visitar, con todo y la peluca puesta, pero no hubo caso, apenas empezaba a agárrame la verga cuando sentí mucho ardor, así que lo tuvimos que dejar.
El día siguiente fue lunes, así que papá salió a trabajar, yo a la universidad y mi primo y mamá se quedaron juntos en la casa.
Ya en la escuela mi novia me propuso que como no habíamos cogido el fin de semana. Nos diéramos una escapada a algún hotel.
Pero me tuve que negar, quería que mi verga descansara otro poco. Además, prefería guardar energía para darle otra revolcada a mi primito puto en la tarde, pues esa noche regresaría a su casa.
Obviamente ella lo tomo bastante mal, se dió la vuelta bastante ofendida, pues era la primera vez que la rechazaba. Y en realidad, ese fue el inicio de una serie de problemas que tuve con ella, por culpa de mi primo putito.
Cuando llegue a la casa por la tarde, mi verga ya estaba bien recuperada y, de hecho, ya venía bien parada, pensando en meterse en la boquita y culo de mi primo.
Lo encontré cocinando junto a mamá, ambos hablaban y estaban muy felices. Tras saludarlos, les dije que iría a mi cuarto, esperando que mi primo me siguiera y empezará la fiesta.
– no ¿Cómo crees que te vas a ir? Aquí está tu primo, disfrútalo. Dijo mamá
» Pues eso quiero mamá, quiero disfrutar de los dos orificios de mi putita» pensé para mis adentros.
Mamá nos sugirió que viéramos una película en los sillones de la sala. Acepté y salí de la cocina junto a mi primo, pensando en una excusa para llevarlo a mi cuarto.
– tengo una mejor idea, le dije ¿y si mejor vamos a mi cuarto y jugamos a ese juego que te enseñe el sábado?
Seguramente mamá pensó que me refería a algún videojuego, pero mi primo rápidamente entendió a qué me refería.
– siiii es muy buena idea primito, me gustó muchísimo ese juego y quiero seguir jugándolo siempre que nos veamos jiji
– pero no te lo lleves a tu cuarto, mejor baja la consola a la sala y juegan ahí, quiero escucharlos, dijo mi madre.
Me quedé un poco preocupado al escucharla ¿Sería que algo sospechaba? Decidí no darle más razones para sospechar, así que bajé la consola y la conecté a la tv de la sala.
Mama desde la cocina no nos podía ver, pero podía escuchar todo, así que subí bastante el volumen de la tv.
Yo ya no aguantaba la calentura, necesitaba a mi putita atendiendo mi verga de nuevo, así que, tentando al destino, decidí arriesgarme un poco.
– mira este es el juego ¿Te acuerdas?
– si…claro que me acuerdo, si lo jugamos mucho y me encantó jijiji. Tengo muchas ganas de jugar de nuevo.
– y ¿Qué tal luce?
– me parece que se ve muy impresionante.
Ambos hablábamos en voz alta, era importante que mamá nos escuchará, así ella pensaría que le estaba mostrando mis videojuegos.
Pero lo que en realidad ocurría es que ambos estábamos sentados en el sillón, con la consola prendida, pero sin siquiera voltear a ver la tv, yo me había sacado la verga que ya estaba bien parada y la movía con la mano de un lado al otro, ante los lujuriosos ojos de mi primito que ya se lamia los labios.
– ¿Te acuerdas como se juega?
– sí, por supuesto
– pues órale, agarra el control…pero agárralo bien, como te enseñe.
– hay… perdona, es que ese control está un poco grande para mis manitas…pero se ajusta muy bien jijiji.
– ahora, dale, empieza a jugar con él…mmmm
– esto se está convirtiendo en mi juego favorito, primo
Seguramente mamá pensaba que mi primo está disfrutando mucho del videojuego, pero en realidad su manita había agarrado el tronco de mi verga y ya estaba haciéndome una paja deliciosa.
– ¿Lo estoy haciendo bien primito?
– sí, si…hummm… lo haces muy bien, pero recuerda que con ese botón vas más rápido, así así, eso, esa es una buena velocidad.
En un momento le pregunté, susurrando, si no pensaba usar su peluca.El solo sonrió y me dijo que en cuanto hubiera oportunidad se la pondría.
– sabes que me encanta que me veas bien arregladita para ti, pero ahora no se puede jiji ñ.
Continúo haciéndome la paja con un mano, mientras que la otra acariciaba mi abdomen y les daba pellizcos a mis pezones. Para mí sorpresa, incluso me levanto la camisa, acercando su carita a mi torso desnudo, para darle lengua a mi pecho y abdomen.
Me volvía loco sentir su lengüita jugando con mis pezones, mientras que su suave mano recorrían todo el tronco de mi verga, con esa delicadeza que solo él tenía.
Escuchamos un ruido, así que él se sentó de nuevo en el sillón, pero su manita seguía haciéndome la paja.
– ¿ Que tal se la están pasando chicos? Pregunto mamá asomando la cabeza por el pasillo. Afortunadamente desde es posición solo nos veía de espaldas, así que no podía ver lo que en realidad estaba pasando.
– muy bien tía, este es un juego super divertido, me encanta.
– enséñale bien a tu primo a jugar, me ordeno mamá y volvió a la cocina.
– claro que sí mamá…es más, ahorita mi primo va a hacer un truco súper bueno, que a él le sale súper bien.
Diciendo eso tome la nuca de mi primo y empujé su cabeza para que bajara, el entendió perfectamente que le estaba ordenando hacer, bajo la cabeza y abrió la boca, engulló la cabeza de mi verga y algunos centímetros más y se dedicó a succionar bien rico.
– huuuyyyyy primitoooo…. De verdad que te sale súper bien ese truco. Que delicia era sentir esa boquita mamadora de nuevo atendiendo mi verga.
El chupo unos 20 segundos, pero por seguridad se volvió a sentar, y reanudó la paja, pero está vez con las dos manos.
– jijiji creo que ya dominó bien ese truco, lo voy a seguir haciendo primito.
Así estuvimos un rato, hablando como si estuviéramos jugando, pero lo que estaba pasando es que ya tenía a mi rica putita atendiendo mi verga, me masturbaba viendo fijamente al pasillo, para vigilar que no viniera mi mamá y de vez en cuando bajaba la cabeza para darle unas pocas chupadas a mi verga.
Era toda una locura deliciosa tenerlo mamando y pajeando mi verga tan cerca de mi madre.
Mamá nos interrumpió, la escuchamos acercarse a la sala, así que de un rápido movimiento me guarde la verga y ambos fingimos estar concentrados en el juego.
– pues ya terminé la comida¿Me puedo sentar con ustedes chicos.
– claro que sí, contestamos, aunque en realidad hubiéramos preferido que se fuera a otro lado.
Durante casi una hora estuvimos así, mamá se interesaba en el juego y hablábamos sobre eso. Ahí me di cuenta de que ella no sospechaba nada, solo quería compartir el rato con nosotros.
Afortunadamente, mamá recibió una llamada de la vecina, seguramente había algún buen chisme que contar, así que ella salió.
– se divierten mucho, nos dijo contenta mientras tomaba sus cosas.
Yo sabía que cuando mamá iba con la vecina podía tardarse casi dos horas, así que me alegre, pues tendría tiempo para disfrutar de mi primo.
En cuanto mamá salió de la casa, me basto una mirada, para que mi primo se pusiera de pie y fuera a su cuarto. Yo me metí al mío y esperé desnudo en la cama.
Pocos minutos después, entro mi putita rica al cuarto, con solo la tanga, lo labios pintados y su hermosa peluca.
– qué bueno que se fue la tía, ya quería quedarme a solas contigo jijiji dijo hablando con esa vocecita femenina que tan bien sabía fingir, se me quedó viendo unos momentos su mirada reflejaba mucho deseo -¡¡ hay primitoooo!! No sabes cómo me gusta tu cuerpo tan masculino y varonil, estás bien rico y fuertote, me excitó mucho de solo verte.
Tras decir eso se lanzó contra mí y empezó a pasar sus manos por todo mi cuerpo, de verdad que parecía que mi anatomía le encantaba, no paraba de decir que yo era su machote, mientras que me besaba y lamía por todos lados. Y de nuevo mi cuerpo se fue cubriendo de las manchas que su labial rosa dejaba a su paso.
– ¡Pero mira lo que es ese penesote! Que maravilloso, ufff primo, está súper duro y gordo jijiji, no puedo no creer que me lo hayas metido en la boca y en el anito, que cosota que tienes.
Le dije que se subiera en la cama y se pusiera en cuatro viendo hacia mí, me pare frente a el y quedé un momento embobado mirándolo.
Ahora que lo pienso su cuerpo me provocaba mucho, pero no era una atracción homosexual, no, es que su cuerpecito de putita de 13 años era un monumento andrógino, era la perfecta mezcla entre lo masculino y femenino.
Desde mi postura, su culo se veía imponente, duro, forme y redondo, los gordos cachetes se comían el hilo del tanga, su espalda fina y sus caderas marcadas, me hacían pensar que era una nena la que estaba ahí en mi cama. Acerque mi vergota a su carita.
No hubo necesidad de darle ninguna instrucción él ya era un mamador experto, si bien solo tenía trece años, su boquita conocía a mi verga desde hace 8 años, sabía bien lo que hacía. Recordando las clases del sábado, empezó a engullir mi verga lo mas que podía, se metía tres cuartas parte de mi dura carne a la boca y la saboreaba con delirio.
– mmmm, hop, chop,chop… ufff, gemía la putita del gusto que le daba tener mi vergota en la boquita. Tanto le gustaba que gruesos hilos de saliva se escurrían de las comisuras de su boca mamadora.
Era gloria pura y bendita, las sensaciones que esa boquita me daba me hacían estremecer, no pude evitar pensar en que había sido buena elección no coger con mi novia, pues ella nunca me la había mamado tan bien como en ese momento lo hacía mi primito.
Mamaba y mamaba incansable, su hambre de verga no parecía tener fin. Sabía y quería complacer a su macho, ya había aprendió a leer mis reacciones, por lo que cada vez, que parecía que yo estaba por venirme, el dejaba descansar la verga y se dedicaba a chuparme los huevos, su lengüita juguetona recorría todo mi escroto, de forma circular, o también succionaba uno y luego el otro de mis huevos.
Pronto tuve la verga y los huevos bien pintados de su labial rosa.
Sus mamadas siempre fueron delicadas, su boca le hacía el amor a mi verga, chupaba a su ritmo, trataba de meterse todo lo que podia a la boca, sin ahogarse, saboreando mi palo, succionando todos sus jugos.
Mientras chupaba y chupaba verga, yo veía su fino cuerpo en cuatro, se veía espectacular, su espalda fina y suave, sus piernas gorditas y ese culote que se tragaba la tanga.
Una vez más ese cuerpecito, con esa tanga y esa peluca, engañarían a cualquiera, parecía que tenía a una nena de 13 sobre mi cama.
Llevé mis manos hacia sus nalgas y me dediqué a amasarlas mientras disfrutaba de los placeres de la boca de ese putito.
Tenía demasiadas ganas de volver a jugar con su culito, pero no sabía si el querría, pues recordemos que la enculada que le había dado había sido bastante dolorosa para él. Pensé en solo follarle la boca esa tarde. Pero era demasiada tentación, su culito me llamaba poderosamente la atención, decidí atreverme a meterle un dedo para ver qué hacía.
Le hice chuparme un dedo para bañarlo en saliva y empecé a presionar contra su rico ojete apretado.
Su culito se tragó mi dedo sin problemas, claramente le gustó mucho pues de inmediato empezó a gemir y mover las nalgas, mientras que yo le daba verga en la boca y dedo en el culo.
Me encantó verlo así, gimiendo con casi toda mi verga en su boquita y moviendo las nalgotas que tenía. A él también le gustó mucho, me decía que le parecía muy excitante saber que yo estaba dentro de sus dos agujeros.
Así que más adelante eso se convirtió en una práctica muy común entre nosotros, el mamaba, mientras que yo le metía los dedos en el culo. Y así ambos disfrutábamos de lo lindo.
Lo deje mamar hasta que me hizo venir tras unos 15 minutos de caricias orales. Aunque tristemente me hizo acabar en mi camisa, seguía con esa resistencia a no querer mi semen sobre él.
Tras descansar un momento, me preguntó si quería otra mamada, pero le dije que quería volver a probar su culito.
Pensé que se negaría, una cosa era que disfrutará con el dedo que le había metido, pero otra era volver a enchufarle la verga y que le doliera como la vez pasada.
El dudo un poco, pero acepto sin muchos problemas, me dijo que, aunque le había dolido mucho, quería volver a sentirme dentro de su culo.
– quiero que me lo hagas así, mira, se acostó boca arriba y el mismo tomó sus piernas con las manos para levantarlas y abrirlas loa masque pudo. Se veía riquísimo en esa postura. Quiero verte a la cara mientras me penetras, me dijo.
Al inicio me pareció que sería incómodo penetrarlo así, pero basto con poner una almohada bajo su coxis, para que su culito quedara levantado y en ángulo perfecto para ser penetrado.
Embarre una buena cantidad de vaselina en mi verga, mientras que con una mano le hacía de lado el tanga.
Fue una visión muy erótica, la tanga de lado, descubriendo ese pequeño ojete que ya se veía dilatado, y por sobre el elástico, asomaba la cabecita de su pequeña verga.
Puse mi verga sobre su ojete y basto un poco de presión, para que ese maravilloso culito se abriera de par en par para abrazar la cabeza de mi verga.
Cerré los ojos y me quedé quieto un momento, de verdad que el culo de mi primo era la puerta al paraíso, era delicioso como me apretaba la verga.
Él tenía los ojos apretados, pero la boca abierta, y había una mueca de placer en su rostro.
– asiiiii…asiiiii quédate primito….Huy que rico siento tu cabecita caliente en mi hoyito.
Me gustó verlo disfrutando, apenas había pasado un día y su culito aceptaba mucho mejor mi verga, pues recordemos que la primera vez que le metí la cabeza, él ya estaba pidiendo que se la sacará.
Siguiendo sus instrucciones fui empujando muy lentamente, deteniendome de vez en cuando.
– eso…mmmm ya no duele tantoooo…hoooo que rico primito…otro poquito….huuuuy…así, empuja suavecito….hoooo…ahora sácala un poco y hooooo…vuelve a entrar….sí que rico…
Si ya de por sí, las sensaciones que su culo me daban eran celestiales, el verlo gozando me calentaba aún más.
Logré ensartarle unos 9 centímetros de verga en el culo, pero ahí le empezó a molestar, así que me hizo retroceder un poco.
-ahi…ahí quédate ¿Sí? Ya puedes cogerme con cuidadito, pero no me vayas a meter más de tu penesote….hooooo…hooooo….hay primoooooo…que delicia.
Tenía unos 5 cm de mi carne dura y caliente, me movía muy poco, apenas y entraban y salían unos 2 cm más, pero eso bastaba para que ambos nos olvidarnos de todo y empezamos a gozar como locos.
Fue una cogida anal, muy lenta, pero sumamente intensa, el solito se empezó a hacer la paja mientras mi verga iba y venía de entre sus nalgas.
No sé cuánto tiempo paso, cuando al fin le dí su primer orgasmo anal, unos chisguetes de líquido salieron de su verga, mientras que su culo se volvía aún más apretado.
Disfrute de su culo, hasta que me vine 2 veces, aunque de nuevo no me dejó terminarla dentro.
Aunque teníamos ganas de más, tuvimos que dejarlo ahí, pues mi madre volvería en cualquier momento.
Por la noche, sus padres pasaron por el y se lo llevaron a su casa.
– oye hijo…esto es incómodo pero ¿No crees que tú primo puede ser homosexual? Me preguntó mi mamá.
jajajajaja » no sabes lo terrible puta que es mi primo» pensé » si vieras las cosas que hace, se fue con el culito bien abierto »
– no lo sé mamá ¿Pero eso que importa?
– nada, nada, tienes razón, es nuestra familia y lo queremos cómo sea…solo que por como se comporta y por algunas cosas que me platico, me lo hicieron pensar.
Así empezó la última etapa de relación con mi primo, una que fue muy intensa y duró algo así como dos años.
Pero eso lo contaré en el siguiente y último capítulo de esta historia, que no olvidemos es 100% real.
Que rico… Me encanta como escribes.
gran relato como sigue
Que delicia de relato… me encanta lo putito que es tu primito y como le gusta complacer a su macho.
Excelente relato… como sigue?
Como sigue..? necesito mas.
Así da gusto masturbarse, que maravilla de relato y de historia. Me encanta la relación que tenéis tu primito y tu, me parece muy cachonda y excitante.
Gran relato como siempre. Me encanta esta historia.
Me encanta tu forma de escribir… Como sigue?
Que delicia de primo tienes, es toda una putita complaciente. Estoy deseando leer mas de esta historia.
como sigue?
Un poco largo, como a mi me gusta. Buen relato, felicitaciones.