Como despertó mi instinto.
Desde niño siempre sentí morbo hacia los hombres más grandes. Es por eso que mi primo me despertó mi instinto a muy temprana edad..
Desde niño, ya sabía que era diferente a los demás niños con los que me juntaba. Siempre tuve esa fijación a hombres mayores, no se si es por que mi papá estuvo siempre ausente durante mi infancia y trabajaba para mantenernos. Además cuando tenía la oportunidad de estar cerca de él, se mostraba recio y con un carácter fuerte. Así era mi familia, hombres machos que andaban de putañeros, que mientras más viejas tuvieran, más hombres eran.
Cuando me llevaban al súper a comprar la despensa, pasaba por el pasillo de la ropa interior de hombre, fantaseando con aquellos bultos que se me hacían enormes tratando de imaginar como serían.
Desde los cinco años buscaba el calor de un hombre que me hiciera sentir algo especial, tuve un primo ya muy mayor al que me le entregaba por que sentía algo muy caliente en mi estomago que me orillaba a hacer esto, en cambio él me veía raro y con cierto susto y me sacaba la vuelta. Así que empecé a tener trato con Manuel, el primo de en medio, ya entrado en la pubertad, yo recuerdo unos doce años, siempre apocado pero atractivo para mi.
Los primeros años no me hacía mucho caso, pero ya cuando tenía yo ocho años, como siempre fui medio gordito y nalgon, y el tendría algunos quince años y estaba en la edad de la punzada, donde, como dicen las señoras, parecía papaya tierna, donde les pellizquen, avientan leche. Y al no tener novia, me empezó a hacer más caso y cuando íbamos de visita a su casa, mi tía o sea su mamá, me mandaba a jugar con él y como dormían en la parte de arriba de la casa pues teníamos mucho lugar donde correr.
Siempre mi primo me tocaba el trasero y me repegaba su mazacuata muy disimuladamente, yo sentía que el calor de mi estómago se apaciguaba con eso, otra veces me llevaba al mueble de su cuarto donde guardaba la ropa y como tenía una base baja, me ponía las manos ahí y me hacía tocarle el bulto que me imaginaba seria enorme.
El primer acercamiento que tuve fue una vez que estábamos viendo la tele y me acostaba de cucharita hacia él, en un descuido tomo mi mano y la llevo a su verga, sentí los pelos de un hombre y toqué esa verga circuncidada y esos huevos hinchados que reventaban de tanta leche que traían. Sentí un escalofrío de pies a cabeza que nunca había sentido. De pronto me repegó su verga caliente en la entrada de mi culito y la estuvo moviendo, yo me moría por saber que más haría. Fue todo, llego su hermano el que sigue de el el hacia arriba y nos vio. El me quitó asustado y me empujó un poco. A lo que el primo le dijo: ¿Le quieres dar gas al niño?
No entendí ese término pero me fui abajo de nuevo, mi madre notó esa palidez de adrenalina y noto también esas chapas rojas que se hacen en las mejillas cuando estás excitado.
A los días, fuimos otra vez de visita y mi tía me dijo que me fuera con Manuel arriba que estaba solo por que sus hermanos habían ido de viaje con mi tío y el no podía por que tenía exámenes. Aquello fue música para mis oídos y subí corriendo a ver a mi primo que jugaba un videojuego, llegue y me acoste a su lado, el no me dijo nada, solo termino de jugar y me dijo: ven vamos adentro.
Lo seguí y de un cajón saco una revista XXX y me la empezó a mostrar. Yo estaba congelado con aquellas escenas, una mujer rubia con un hombre afro, pasándole su verga por el cuerpo. Pero una verga tamaño descomunal! Otra escena un hombre vestido como médico metiéndole la verga a una mujer con bata de hospital en distintas fotos y posiciones diferentes. Mi cuerpo palpitaba y sentía un calor extraño pero agradable. En eso mi primo me dice: Te gusta? Habías visto otras vergas o solo la mía? Quieres ver que se siente lo que le hacen a esa vieja?
Yo solo asentía y en eso me jala del brazo y me mete al baño, me baja los pantalones y los calzones y me ensaliba mi culito y le la mete de un jalón, yo solté un grito que fue ahogado por su mano en mi boca, y me dijo al oído: Shhht! Nos van a oír! Yo tenía ganas de llorar y salir corriendo, no aguantaba esa cosa en mi culo pero otra parte de mi me obligaba a clavarmela más adentro. Empezó a moverse dentro de mi, la tensión y el dolor estaban ahí pero me gustaba. Era el primer hombre que que entraba en mi cuerpo y mi primo, sentí la necesidad de sentir su abrazo, que pasara su boca por mi cuello o que se yo! Dolor, placer, angustia, adrenalina, una mezcla de emociones nuevas rodaban por mi ser y el momento parecía eterno.
De pronto mi primo se arqueo y empezó a temblar y solo escuche lo entrecortado de su respiración y sentí las contracciones de su verga en mi culo. Solo escuchaba su agitación y el la mía, me dijo: no te muevas! Saco su verga de mi culito que ya no era virgen, sangre y caca junto con su semen era lo que escurría. Yo estaba adolorido y quería llorar pero mi primo con papel mojado me empezó a limpiar el culo. Me sentó en la taza del baño y me dijo que si quería hacer popó que hiciera, obviamente sentí necesidad de cagar, salió un poco más de sangre y se veía algo de moco del semen de mi primo.
Me saco del baño y me cargó hasta su cama y me quedé dormido. Pero en realidad fue muy poco tiempo por que recordé que estaba en otra casa.
Esa noche no pude dormir bien, creo que tuve fiebre por que me sentía caliente y mi culito me palpitaba.
Por fin me habían estrenado y aunque la sensación de la primera vez me dolió yo quería más.
Me convertí en el pequeño amante de mi primo, la primera de muchas metidas de verga que me dio, después les contaré la primera noche que pasé a su lado. Pero será después.
Que rico lo que cuentas
Muchas gracias! Les contaré más. Muy pronto.
Como me gustaria haber vivido con toda seguridad una aventura asi , es maravilloso lo que cuentas
Busca mi segunda parte Así fue mi despertar II
q deli historia