Como emputecer a un crìo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Nic..
Como emputecer a un crìo
Hola aquì les cuento como Fèlix un crìo rubio de 9 años fue emputecido a gusto
Al crìo lo conocì una tarde que se vino de mudanza casualmente tocò ser vecino conmigo, generalmente se acostumbra a saludar y dar la bienvenida a los nuevos vecinos, el caso de mi hogar no fue la excepciòn.
Ahì estaba èl con esos ojos verdes, y esa piel rubia y la sonrisa encantadora que me terminò de flechar. Nuestros padres acordaron hacer una parrillada el sig. fin de semana.
LLègose el evento los adultos en sus cosas y yo al acecho de el crìo.
Lo vì con un bañador negro se tirò a la piscina y comenzò a nadar tardò como 15 minutos dentro de ella luego de los cuales saliò y lo vì con su paquetito mojado y su rubio culito que se marcaba dentro del bañador lo que lògicamente me produjo una erecciòn que tratè de disimular.
platicamos tantas cosas y ambos nos hicimos muy buenos amigos cosa que sus padres notaron y aprobaron.
Y digo aprobaron porque al siguiente week end se les ocurriò salir como no tenìan quien les cuidara el crìo, pues me eligieron a mì. Lo consultaron con mis padres los cuales le dieron el visto bueno.
Me marchè y mi instinto me decìa que me iba a ligar al chico que no dejara pasar el chance.
Nos dejaron solos, en la tarde se le ocurriò darse 1 chapuzòn, cuando lo vì saliò con un bañador blanco y se tirò de cabeza.
Luego me dijo:¿Porquè no te metes a bañar?
Yo le contestè que no tenìa bañador a lo que el replicò:
Pues hazlo en ropa interior, pero no me desprecies por favor que quiero nadar contigo.
Lo ùltimo y yo le obedecì quedè en gayumbos y me tirè al agua y comenzamos a jugar en una de esas me aburrì, salì de la piscina y el me siguiò, yo sin darme cuenta me quitè los gayumbos quedando mi salchichón de 13 cm al descubierto y escucho esa voz:
Si que te gastas una verga enorme, yo estaba sonrojado y tratè de taparme, pero èl me dijo no lo hagas, quiero verla bien.
Asì fue y comenzò a acariciarla, besarla y mamaba mis huevos mientras yo gemìa inconteniblemente de tan tremendo placer que el crìo me daba.
Luego fue el turno de èl lo tumbè sobre la hierba bajè su bañador que dejò al descubierto su pequeña, lampiña y deliciosa polla a la que dediquè 15 minutos de mamadas y exploraciòn Luego fui a su culito una delicia, mi lengua traviesa perforaba ese ojete el chiquillo gemìa de placer y me pedìa màs.
No pude aguantarme màs y eyaculè toda mi leche sobre su rostro la cual el recibiò hasta satisfacer su guarra sed de sexo.
Quedamos largo rato besándonos y con caricias, juramos que serìa nuestro secreto y que continuariamos.
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