Como fue que me hice bisexual
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo soy colombiano, 30 años, me llamo Omar, y vivo con una mujer venezolana, que tiene un hijo adoptado de su matrimonio anterior.
Cuando yo tenía 25 años, conocí a Plinia y su hijo, al poco tiempo nos fuimos a vivir juntos.
Alberto tenía en ese entonces 10 años, y enseguida me dí cuenta de que era medio amanerado.
Yo trabajo de noche como guardia de seguridad y Plinia en una fábrica.
Cuando llego a casa mi mujer no está, así que paso la mayor parte del día con mi hijastro.
Una mañana de sábado cuando llego del trabajo, mi mujer no estaba, y Alberto se estaba bañando, es un chico delgado, de cuerpo fino, y unas nalgas bien paradas.
Cuando sale del baño, estaba envuelto en la toalla, me saluda sonriendo y cuando va a entrar a su habitación, se quita la toalla, dejando que le vea la cola por accidente.
enseguida fui detrás de él, y abriendo la puerta, estaba completamente desnudo, "hay, que susto, necesitas algo Omar?", me dijo, pasando la toalla por su cabeza secando su cabello, yo lo miraba, ya que seguía de espaldas a la puerta, dejando que le vea la cola, "sabes que tienes una cola muy linda", le dije, acercándome a él y acariciando sus nalgas, "hay, que haces Omar?", me dijo, pero no hizo nada para que deje de tocarle las nalgas, "tienes unas nalgas bien cheberes", le dije, apretándolas con mis manos, "que cosas dices, eres un loco", me dijo, pero yo seguía acariciando sus nalgas, "deja que te vea el chiquito", le dije besando su cuello, "que me quieres hacer?", me dijo, tirando su cabeza hacia mi y aflautando su voz, "me dejas jugar con tu chiquito?", le dije, ya buscando su ano con mi dedo y él tiraba su cola hacia mi.
"A ver como juegas con mi chiquito", me dijo, dejando la toalla y acomodándose boca abajo sobre la cama.
Le empecé a besar sus nalgas, a pasar mi lengua, le abrí las nalgas y vi ese ano, bien cerrado, oscuro, delicioso y se lo empecé a lamer, escuchando los gemidos que mi hijastro daba, como levantaba la cola y la movía para los costados.
Mi verga estaba bien dura, me bajé el pantalón y se la empecé a pasar por su cola, se la apoyaba contra su ojete y hacía fuerza y mi hijastro se quejaba, seguía lamiendo su ojete, se lo llenaba de saliva y volvía a insistir con la verga, hasta que siento que le entra la punta, y como apretó el ano, "hay, me duele", me dijo, mordiendo las sábanas, "aguanta, aguanta un poco que ya te empezó a entrar", le dije.
notando como aflojaba el ano y yo volví a hacer fuerza y siento como le entra otro pedazo de verga, mi hijastro se volvió a quejar, y yo lentamente le fui metiendo toda la verga en esa hermosa cola de nalgas oscuras, hasta que lo abracé por su cintura y pegué su cuerpo contra el mio, con toda mi verga dentro de su cola.
Lo empecé a coger despacio, sacaba un pedacito y la volvía a meter, escuchando como Alberto se aflojaba cada vez mas y gemía de placer.
Así fue como lo cache por primera vez a mi hijastro.
Estuve 5 años cogiendo su cola, yo llegaba de trabajar y lo primero que hacía era ir a su habitación a hacer que me mame la verga o cogerlo, según las ganas que tuviera.
Una mañana llego del trabajo y voy como siempre a su habitación, estaba durmiendo y yo le empiezo a acariciar sus nalgas, a bajar el pantalón de su pijama, Alberto se despierta gimiendo y sonriendo, dejando su cola en mis manos, "vamos a mi habitación?", le dije, jugando con sus nalgas, "si, chebere", me dijo, poniéndose de pie y terminando de quitarse el pijama, y así, desnudo fuimos a mi cama.
Yo me empecé a desnudar y mi hijastro se metió la verga en su boca, mamando despacio, como a mi me gusta, yo lo agarré de su cabeza y hacía que mi verga entre y salga de su boca.
Mi hijastro me mira sonriendo y saca mi verga de su boca, se pone en cuatro patas al borde de la cama y se abre sus nalgas, dejando que le vea lo abierto que tiene el ojete, esperando que le meta la verga.
Me acomodé detrás de él, y de dos embestidas se la metí toda.
Escuchar sus gemidos mientras lo estoy cogiendo da mucho arrecho, como disfruta, "te gusta?", le dije, metiendo y sacando mi verga de su ojete, "si, me encanta tenerla dentro, y a ti te gustaría tenerla dentro?", me dijo, haciendo fuerza hacia atrás y metiendo toda mi verga en su cola.
Yo lo tenía agarrado de su cintura y hacía que mi verga entre y salga de su cola, "como que si a mi me gustaría tenerla dentro?, me quieres cachar?", le dije, aplastando sus nalgas contra mi cuerpo, "te animas?, es tan rico sentir la verga bien adentro de la cola", me dijo moviendo sus nalgas pegadas a mi cuerpo.
Yo estaba quieto, no me movía, jamás pensé que mi hijastro me dijera que me quiere cachar, "vamos, anímate", me dijo, llevando su cuerpo hacia adelante y mi verga se le salió de la cola, vi que tenía su verga dura, no era muy gruesa, pero larga, yo no sabía que hacer, y otra vez insistió y yo le dije que si.
Ahora era yo el que se estaba acomodando en el borde de la cama, sacando mi cola y sintiendo las manos de mi hijastro jugar con mis nalgas, abrirlas, apretarlas, me gustaba esa sensación, sentir como me pasaba su verga por dentro de las nalgas, como la apoyaba contra mi ojete, como me agarró de mi cintura con una mano y con la otra acomodaba bien su verga para romper mi chiquito, hasta que gemí cuando mi hijastro hizo fuerza y su verga me empezó a entrar, sentía como la iba metiendo, como se abría mi ojete, sentí ganas de ir al baño, hasta que dando un empujón mas fuerte me la termina de meter.
Yo sin darme cuenta, apoye mi cabeza contra las sábanas y me abrí todo lo mas que pude mis nalgas, sintiendo como la verga de mi hijastro entraba y salía de mi cola, como me estaba cogiendo, y como me gustaba.
Sentía como la sacaba casi toda y la volvía a meter de una sola vez, haciendo que grite de placer.
Me saca la verga de la cola y me hace acostar boca arriba, como yo lo había echo poner infinidad de veces, levanté bien mis piernas y mi hijastro se acomodó contra mi cola, haciendo que gima, grite, suspire de placer cuando me la metió de una sola vez y me siguió cogiendo, "hay Alberto, que rico me cachas, como me gusta sentir tu verga entrar y salir de mi cola", le decía, con las piernas bien en alto y abriendo mis nalgas para que no quede nada de verga por entrar, "te dije que se siente rico", me dijo, metiendo y sacando su verga de mi cola, haciendo que goce como nunca había gozado, "si papi, si, sigue dándome verga por la cola, huy que rico papi", le dije, disfrutando como loco.
Mi verga estaba bien dura y mi hijastro me la empezó a acariciar, despacio, subía y bajaba el prepucio, mientras su verga no dejaba de entrar y salir de mi ojete, "me voy a venir en tu cola", me dijo, moviendo su verga más rápido, "si papi, llena mi cola de leche, que yo me vengo con tus caricias", le grite, sintiendo como explotaba en chorros de leche que caían en mi cara, en mi pecho, gritaba de placer al sentir como palpitaba la verga de mi hijastro dentro de mi cola, mi hijastro se lamía la mano llena de leche y pasaba sus dedos por la leche que había quedado en mi pecho y me los metía en mi boca y yo se los chupaba, hasta que nos fuimos quedando tranquilos, nos mirábamos sonriendo, lentamente fue sacando su verga de mi cola, sentía latir mi ojete y como me salía su leche, se acostó a mi lado, y él me acariciaba la verga y yo la suya, nos pusimos de costado sin dejar de acariciar nuestras vergas, "te gustó?", me dijo, besando mis labios, "me encantó la cogida que me diste", le dije, besando yo ahora los suyos.
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