Como llegó a mi vida (1)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estaba harto de mi vida, así que decidí pedir mi cambio a otro campus de la Universidad en la que trabajaba, ya no creia en el amor, pues había transcurrido 20 años desde que empecé a tener sexo con hombres, pero con ninguno llegúe a nada serio. Al llegar a la nueva ciudad alquilé un departamento en un conjunto de edificios entre mi trabajo y la zona industrial local, así me reincorporé rápidamente al ambiente académico y al mismo tiempo me acomodaba en mi nuevo hogar.
Un día fui con mis alumnos de visita industrial a una empresa siderúrgica, pero algo salió mal, el autobús se descompuso y llegamos dos horas tarde de lo programado, al llegar en recepción pedí disculpas y pregunté si aún podían recibirnos, la secretaria me dijo que esperara que se comunicaría a vinculación, esperé un sato y me indica que el Ingeniero que nos estaba esperando se había retirado, pero que el Ingeniero auxiliar nos llevaría, bueno al menos no perderíamos la oportunidad me dije. Nos hicieron pasar a la sala de capacitación y en seguida apareció un hombre enfundado en un uniforme de trabajo, casco y lentes de seguridad, se me acerca y me dá la mano.
– Soy Juan el Ingeniero auxiliar, mi jefe se tuvo que retirar, así que yo los guiaré.
Al terminar de presentarse, me saluda de mano y pude ver su rostro (wow me dije) era un hombre robusto, velludo, con barba de dos o tres días, con unos ojos azules increíblemente hermosos.
– Hola soy el maestro del grupo mucho gusto.
Pero mucho gusto, me extendió la mano y al sentirla con la mía un choque eléctrico me recorría toda la espalda, que pedazo de oso me dije.
Comenzamos la visita y pues notaba que de vez en cuando me veía (o sería mi imaginación), así terminamos la visita y nos despedimos, nos dirijamos al autobús y justo antes de subir yo (obvio el ultimo porque tenía que ver que subieran todos) escucho que me llaman.
-Mario
Volteo y veo al ingeniero auxiliar corriendo al autobús.
-Oye no traje mi automóvil, pueden acercarme a la ciudad,
-Claro (no se como supo mi nombre)
Así nos sentamos juntos en la primera fila, se quitó el casco, los lentes y se arremanga la camisa
-Gracias por el aventón.
-No es nada, a donde vas exactamente.
-Mira tengo una semana trabajando aquí, así que estoy en un hotel del centro.
-Oye que bien, mira mi auto está en el campus de la universidad, ahí te dejo en tu hotel.
– Jaja ok va.
La platica se puso interesante, acaba de llegar a la ciudad y a la empresa y aún no tenia donde vivir y mas aún cuando empezamos con el tema sexual.
-¡Y cuando llega la señora?
-No existe la señora, eso no me va.
Se hizo un silencio al que no supe entender que sería,
-Bueno la familia,
-Soy soltero y mi familia vive en otra ciudad.
-Soltero pero con muchas aventuras me imagino.
-Si eso si, pero ya estoy harto de aventuras, por eso me mudé acá.
-Ya somos dos
Reímos y sin darme cuenta ya estaba en el campus de la universidad, bajamos caminamos a mi automóvil y me dirigí a su hotel
-Oye no te molesto al acercarme a mi hotel.
-No solo deja paso a mi casa por unas cosas.
Llegamos al edificio, bajé y corrí al departamento, recogí un manual de ingeniería y enseguida entre el automovil de nuevo,
-Vives solo?
-Si
-Casado o soltero?
-Soltero y sin interés de casarme
– Tomas?
-Muy poco casi no.
– Bueno Mario yo pensaba invitarte un trago
-Mil gracias pero no, el día que quieras podemos tomar un café
Llegamos a su hotel y bajo del automóvil.
-No te bajas?, podemos ir por unas nenas
-No, me encantó estar contigo, pero mañana tengo un simposium y debo estudiar.
-Bueno será en otra ocasión,
Me dio su tarjeta y yo la mía.
Pendejo me dije a mi mismo, perdiste una oportunidad, pero por eso estoy ahora acá, no para oportunidades si no para encontrar al hombre de mi vida, así regresé a casa.
Pasó una semana y el viernes por la tarde me estaba duchando cuando tocan en timbre, me sequé rápidamente y me puse solo el pantalón de unos pants, bajé corriendo y al abrir veo al Juan con su uniforme de la empresa pero bien borracho.
-Hola puedo pasar?
-Si claro pasa.
Olía a una mezcla de sudor y alcohol impresionante, entró y le indiqué que se sentara en la sala,
-Menuda fiesta!
-Si mi jefe se divorció y lo fuimos a festejar a un table dance.
-Y que tal las morras?
De repente veo que cambia su actitud, se pone serio yo diría hasta triste
-La verdad no me gustan
-Que no te gustó el antro?
-No, no es eso
Titubeó y se paró a donde estaba yo.
-Mario, a mi no me van las mujeres.
-Estas borracho por eso lo dices,
-No Maro, a mi no me gustan las mujeres
Al decir eso se deja caer sobre mi y me planta un beso
-Oye que te pasa?
-Perdón Mario, no se que me pasa, pero desde el día que nos conocimos no he dejado de pensar en tí
Me tomo de la cintura y me plantó el segundo beso.
-Juan a mi también me gustaste, pero no estaba seguro de tí.
-No sé sentí algo diferente cuando te conocí, y no se que es.
-Ni yo.
Al terminar de decir esto nos fundimos en un hermoso abrazo, sentí como su verga se empezó a poner dura al contacto con la mía, le tomé su mano y lo dirigía a la habitación, antes de entrar se detuvo
-Yo, nunca he estado con un hombre.
Bajó la cabeza, lo tomé por la barbilla y lo besé, con suavidad le comencé a desabotonar la camisa del uniforme, se la quité, le abrí la hebilla del pantalón y este cayó a sus pies, y veo que traía unos suspensorios puestos, se quitó los zapatos y el pantalón y se recostó en la cama, yo me quité los pats y me recosté junto a él, cara a cara, me abrazó, nos empezamos a acariciar y le quité la camiseta que traía, dejo ver su hermoso pecho velludo, acerque mis labios a sus tetillas y comencé a lamerlas, el comenzó a contorsionarse del gusto, mi verga desnuda se juntaba con la de él que aún traía el suspensorio puesto, pero el capullo comenzaba a asomarse,
-Quiero mamarte la verga, me dijo
Empezó a besarme el pecho y lentamente fué bajando hasta engullir de manera torpe mi miembro, al principio se sofocaba, pero luego comenzó a hacerlo con una maestría descomunar, le dije
-Para que me corro.
El dejo de mamarme la verga y se colocó de tal manera que su culo peludo estaba a mi alcance, un olor a sudor limpio, mi lengua comenzó a recorrer su esfinter y el a decir palabras que no compredía, lentamente tomé un poco de lubricante y se lo puse a él, en su borrachera no decía nada, así que puse sus pies en mis hombros y me coloqué un condón, avancé a su entrada y lentamente lo fui penetrando, el gimió de dolor
-Para me duele.
-No, te gustará
-Entonces hazlo lento mi amor.
Esas palabras me calentaron aún mas y lo penetré lentamente hasta que mis sentí que mis huevos chocaban con su piel,
-Sigue Mario.
Empecé el saca y mete mientras el gemía de placer, yo continuaba bombeandolo hasta que sentí que terminaba, le abracé y lo besé, en ese momento gritó y así abrazados sentí como se venia en mi vientre y al mismo tiempo liberé dos chorros de semen dentro del condón, todo esto sin dejar de estar abrazados,
Como pude nos separamos el se recostó al lado mio, se durmió.
Yo me paré, tiré el condón en el cesto papelero y regresé a la cama, la escena que ví me facinó, un hombre robusto y maduro velludo con semen en el, lo abracé y me dormí con el.
A la mañana siguiente me desperté muy temprano como era mi costumbre, pero esta vez tenía a un hombre hermoso a mi lado, baje la cocina con su uniforme y lo metí a la lavadora, luego a la secadora, empecé a hacer el desayuno cuando escuche pasos en el cuarto, subí y ví a Juan sentado en la cama.
-Hola
-Que ha pasado, no recuerdo nada, y mi ropa?
-Ten ya está limpia, te subí el desayuno,
Me miró con incredulidad tomó solo el jugo se paró, se dirigió al baño y ahí se vistió.
-Es tarde, tengo trabajo
-Vale
– Me abres la puerta
-Si claro, vamos.
Llegamos a la puerta del departamento, abrí y el salió sin despedirse y casi corriendo,
Al verlo partir, solo suspiré.
Continuaráaa.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!