Cómo me cogí un culito de 6
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Siempre tuve atracción por los culitos entre 4 a 9 añitos, culitos pequeños, suaves e inocentes.
un día de verano en Santiago de Chile, iba camino a mi trabajo, salí de mi departamento 6.
15AM y caminé tranquilamente hacia el metro tren, antes de bajar por las escaleras, un lindo niño interrumpe mi camino, flaquito, blanco, pelo castaño claro, culito pequeño y tierno, ropa sucia y maltratada;
Pedrito: Hola señor, tiene una moneda que me dé?
Yo: Mmm si, para qué sería?
Pedrito: Tengo hambre, quiero un pan
Yo: Ok, aquí tiene 500 pesos, no tengo más (mis instintos perversos ya estaban floreciendo, en mi mente estaba
la imagen de ese culito siendo cogido por mi, culito más rico, debería ser preñado por un macho)
Pedrito: Gracias señor
Yo: De nada, ¿oye, cuál es tu nombre?, ¿Hasta qué hora estás por aquí?
Pedrito: Me llamo Pedro, hasta cuando yo quiera, por qué?
Yo: Me gustaría verte después de las 5 de la tarde, ahí te podré dar más dinero, ¿qué dices?
Pedrito: Gracias señor, lo espero.
Seguí mi camino hacia mi trabajo, era muy oscuro aún, me estaban creciendo unas ganas tremenda de hacer una locura con ese niño, todos sabemos que esos niños siempre están solos en las calles, sin nadie responsable por ellos, me lo imaginé por su forma de vestir y su forma de hablar, era un gitanito.
llegué a mi trabajo y no sacaba de mi mente unas ganas profundas de tener a ese niño desnudo para dar riendas sueltas a mis más grandes perversiones, era el niño ideal, estará ahí cuando vuelva? podré hacer realidad mi fantasia? estaré muy loco?.
dentro de mi pantalón escondía mi verga a punto de explotar, grande, gruesa y venosa, sólo quería salir de mi trabajo y ver a ese hermoso niño.
Luego de una tarde laboral pensando y pleneando las practicas más aberrantes pero calientes que puede cometer un hombre, por fin ha terminado el horario y es tiempo de volver, una vez dentro del metro tren, no había nada más en mi cabeza de llevarme ese niño a mi departamento, no tengo vecinos, los departamentos están vacíos y no tengo conserjería, estaba todo a mi favor, ¡Mi verga va explotar!.
mi cuerpo era sólo adrenalina y mi mente era sólo morbo, salí de la estación, subí rapidamente, y ahí estaba él, Pedrito, sentado en una banca, solito, me acerqué a él y me senté a su lado.
Yo: Hola Pedrito, cómo estás?
Pedrito: Hola Señor! estoy bien, pensé que no iba llegar
Yo: Jajaja aquí estoy pequeño, oye.
con quien vives?
Pedrito: Con mis tios, y usted?
Yo: A ok, yo solo, tus tios no te dicen nada por estar aquí solo?
Pedrito: No, no les importa, no me gusta estar con ellos
Yo: A muy bien, oye, tienes hambre? te gustaría y a comer a mi casa?
Pedrito: Si señor, me gustaría, tengo mucha hambre.
Yo: Bien, vamos! (Miré para todos lados, me levanté y le dije que me acompañara, mi verga iba a explotar, no podía creer que estaba llevando un niño de 6 añitos con la sola intención de follarmelo, que exquisito, sólo morbo salía de mis poros)
Luego de caminar algunas cuadras, entramos al edificio, subimos las escaleras y entramos al departamento, estaba que explotaba, mi cuerpo temblaba, y mis manos sudaban, pero estaba decidido a cometer esta locura.
la verdad es que sólo le di un pan con queso y un vaso de leche.
Yo: Te gustó? jaja tenías hambre parece pequeñin
Pedrito: Si mucho señor, tiene más?
Yo: Si, pero después te doy, ahora ven para acá
En mi calentura y morbosidad, sin desnudarnos, lo tomé y lo senté en mi paquete, tomandolo de la cintura, lo froté contra mi verga, una y otra vez, que culito más esquisito, podía sentir la ternura de sus nalguitas y la debilidad de su cuerpo, que era lo que más me producía morbo, frente a mi cuerpo de 1.
83, cabeza rapada, manos grandes, brazos y piernas fuertes, cuerpo maseteado, y una verga de 23×7 cabezona.
Yo: Te gusta? que culito más rico tienes bebe, hoy serás la putita de papá, uff
Pedrito: Me quiero ir señor, no quiero tu pene
Yo: Cómo sabes que te daré mi pene? cuentame, alguien te hace lo mismo?
Pedrito: Si, el señor, que se llama Ricardo, me chupa el poto y me hace chuparle su pene
Ahí me di cuenta que ya no era el primero, aunque ya me lo imaginaba de un niño solo por las calles, eso aumentó mi morbo, le saque sus pantalones, su polerita, lo llevé a mi cama, lo acosté boca abajo, le saque sus calzoncillos y le abrí sus nalguitas con mis dos manos, ¡Uff! que estaba viendo, un oyito pequeñito, rosadito y liempiesito, con claros detalles de haber sido penetrado, pero se notaba una penetracion limpia y cuidadosa, pero mis intenciones no era hacerlo de la misma manera, si hay algo que me caracteriza, es que soy un degenerado, y estaba dispuesto hacer esto sin limites, era mi oportunidad.
Empecé abriendo sus nalguitas, con ambas manos, dandole tiernos besitos en su esquisito oyito, sentir ese olor a niño, luego seguí con mi lengua, a recorrer su nalguitas y jugar con su oyito, estaba en la gloria, me estaba comiendo un culito de 6 años, y así fue como estuve 15 minutos comiéndomelo, luego de meter dos dedos y ver nula dilatación, empece por la segunda etapa: penetración, mi intención era follarmelo sin condón y preñarle su colita.
Comencé empapando mi verga de 23 centimetros cabezona en un tarro de lubricante, iba sin limites, no me cuestione si ese culito aguantaría mi descomunal verga, si lo rompería o si ese oyito quedaría utilizable, no me importaba, solo quería cogérmelo.
Me subí a la cama, y noté que Pedrito estaba boca abajo, tranquilo y callado, al parecer sabía lo que le esperaba, le acomode su colita, y empecé con mi verga en la entrada de su oyito, a presionar lentamente, luego de unos minutos la cabeza ya estaba adentro, había logrado traspasar ese esfinter que a toda costa apretada para que no entrara, seguí con mis van y ven, para dentro y para afuera, y así hasta que ese culito empezó a aflojar y estar dispuesto a su macho adulto, sin darme cuenta ya tenía la mitad de mi verga adentro, Pedrito ya empezaba a sentir dolor, y escuchaba sus suplicas de que me quitara.
claro, un niño de 6 jamás aguantaría un maso de 23×7, cabezón y lleno de venas por explotar.
seguí bombeando su culito, deleintandome con ese niño exquisito que me había encontrado, era mio, sólo mio, y podía hacer lo que se me antojara.
Pedrito ya no podía aguntarme, y me pedía a gritos que me retirara de su cuevita.
Pedrito: Señor por favor, me duele, ya no quiero más! pare!
Yo: Callate! esto es sólo el comienzo, te voy a reventar el culito putita.
Si, estaba dispuesto a cogérmelo sin limites, tomé una cinta adhesiva y le tape su boca y su manos atrás en su espalda, una vez verificar que nada se escuchaba y que estaba bien firme, lo tomé de sus piernas y lo arrastre hasta la esquina de la cama, dejando sólo su culito listo para follarmelo de la forma que yo quisiera, dar riendas sueltas a mis perversiones, de un sólo empujon le metí mis 23 centimetros de verga a ese culito de 6 años, tome su cintura con mis dos manos y me convertí en un toro, sólo quería destrozar ese culito, con una fuerza descomunal y una facilidad increíble entraba y salía de ese culito, podía sentir las entrañas de este bebito, mis vanyven eran cada vez más fuertes y agresivas, fue tanto mi morbo que a los 6 minutos ya era difícil contenerme, así que lo tomé del cabello, e inunde su oyito de leche, nunca había explotado esa gran cantidad, me desplome lanzando todo mi peso en su frágil cuerpo, exhausto, pedrito con su rostro lleno de lagrimas, saqué mi pene para inspeccionar la condición de su colita, wow, estaba muy abierta, no miento, su cuevita estaba destrozada, llena de leche y un poco de sangre.
sin ninguna culpa, lo tomé en brazos, lo lleve a la tina, le lave su oyito, lo vestí con la misma ropa, y le saque la cinta de su boca, le di un beso, le entregué 5 mil por su culito, bajamos del edificio tranquilamente, durante todo el camino Pedrito no dijo nada, le prometí que si no decía nada, le seguiría entrengando dinero, así fue como lo dejé donde mismo, el se fue feliz con su dinero, y yo también con mis bolas sin leche.
A Pedrito aún lo sigo viendo, pero eso se los comentaré en una próxima historia,
espero que les haya gustado.
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