COMO ME CONVERTI EN BISEXUAL 2ª Parte
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por NENO.
Como escribí en la primera parte, en el año siguiente pasaron muchas cosas y entre ellas que Antonio se hizo amigo de gente muy rara y empezó a tomar cosas que no debía, se volvió como ellos de chulo y arrogante, donde quiera que iban buscaban pelea y molestaban a todo el mundo con sus groserías así que dejamos de vernos, pasado un tiempo al padre lo destinaron a una sucursal de Cataluña y ya no tenemos contacto de ningún tipo me apena haber perdido una amistad de tanto tiempo.
Lo peor de todo fue que mis padres se separaron y mi madre se fue a Suecia, quería que me fuera con ella pero yo no seria capaz de vivir fuera de aquí, me quede con mi padre y mi vida en casa se convirtió en un infierno, me obligo a dejar mis estudios y finalmente un día que llego borracho creí que me mataba, el gran parecido con mi madre hacia que no me soportara, tuve que dejar mi casa sin poder llevarme apenas nada de mis cosas porque no me dejo.
Gracias a mi amigo Juan que tiene un bar, no muy grade, famoso por su buen pescado, a cambio de tenerlo limpio y ordenado cuando abriera me dejaba dormir en una cama inflable, también lo ayudaba con las mesas y eso me dejaba buenas propinas.
Cuando me quedaba solo me planteaba la forma de organizar mi futuro como hablo tres idiomas me sería más fácil encontrar un trabajo que me permita vivir tranquilo y en mi propia casa.
Un día apareció por el bar un arquitecto muy conocido en la zona porque entre otras cosas siempre va con una mujeres espectaculares, me lo presento Antonio en una ocasión que nos lo encontramos ellos se conocían por su padre al verme que estaba sirviendo mesas cuando fui a la suya me saludo muy afectuoso.
Mi migo fue a saludarlo y me di cuenta que hablaban de mi, le conto por qué estaba en el bar trabajando, al momento de irse me dio una buena propina, una tarjeta y me pregunto qué idiomas hablaba, insistió en que lo llamara que a lo mejor tenia trabajo para mi.
Mi amigo insistió mucho para que no dejara de llamarlo porque si le encajaba me daría trabajo, esa noche me quede dormido ilusionado en esa posibilidad.
Lo llame al día siguiente y quedamos en que yo fuera al estudio para hablar, me presente a la hora acordada, después de un rato hablando en inglés me dijo que podía empezar a trabajar al día siguiente si quería, por supuesto le conteste que sí, el trabajo consistiría al principio en hacer fotocopias, ordenar y archivar documentos, hacer recados fuera del estudio e incluso de traductor en algunas ocasiones.
A partir de ese momento me levantaba muy temprano para dejar el bar limpio antes de ir a trabajar, la ropa de vestir que yo tenía, ya que no pude llevármela cuando me echo mi padre, no era la apropiada para ir al trabajo, donde todos iban bien vestidos, mi amigo Juan me dio algo de dinero y me compre ropa mas adecuada.
Los primeros días estaba despistado pero enseguida le fui tomando el pulso a todo, la gente que trabaja en el estudio me recibió con amabilidad y yo trataba de ser lo más eficiente posible, con mi carácter alegre y jovial me los gane a todos enseguida, me encontraba muy a gusto con mi nuevo trabajo.
A los quince días de estar trabajando me llamo el jefe a su despacho, por un momento me entro miedo y un poco nervioso entre, lo primero que me dijo es que estaba muy contento por el interés que estaba demostrando y de mi eficiencia en el trabajo, por lo que estaba muy satisfecho y si yo también estaba contento pues entraría a formar parte del equipo del estudio de arquitectura.
Mi jefe es de las personas que te mira fijamente a los ojos cuando habla o tú le hablas a él, algunos se sienten cohibidos pero a mí me gusta este tipo de personas que te mira cara a cara, me dan confianza.
Me pregunto que donde vivía y al decirle que seguía durmiendo en el bar, llamo a Luisa que es su persona de confianza, arquitecto también y la segunda de abordo así que ella es también mi jefa, por cierto una mujer metida en los treinta muy guapa y con una figura increíble.
Mi jefe le dijo que yo ocuparía uno de los apartamentos propiedad del estudio que esta en el mismo edificio, en su momento me diría la renta que tendría que pagar cuando llevara algún tiempo trabajando, eso me lleno de alegría a la vez que de agradecimiento a mis jefes y diré que me emocione un poco por la generosidad que me demostraban.
Luisa me llevo hasta la cuarta planta, al entrar casi me desmayo, me parecía un palacio, tan luminoso, una buena terraza desde donde podía ver el mar, muebles cómodos, alegres muy bonitos y buenos, el dormitorio amplio con una gran cama, cocina y un buen cuarto de baño, al apartamento no le falta un detalle estaba totalmente amueblado, como loco de pensar que esa sería mi casa, Luisa se reía de ver mi cara de emoción y le dije que yo no podría pagar la renta de ese apartamento porque sin duda sería muy caro, me dijo que si era eficiente y leal en mi trabajo vería hasta donde llega la generosidad del jefe.
A la salida fui al bar a recoger mis pocas cosas para ese misma noche dormir en mi casa, Juan se alegro muchísimo y tras un rato de charla, me hizo prometer que iría a comer al bar y ya le pagaría cuando pudiera, le di un gran abrazo y las gracias por ser tan buen amigo, tome la bolsa con mis cosas y me fui loco de contento para mi apartamento.
Al llegar me encontré con mi jefe que salía del estudio y me dijo que me acompañaría al apartamento para darle un vistazo, después de hablar un rato me propuso guardara mis cosas e irnos a tomar algo, mientras sacaba las pocas cosas de la bolsa se cayó de entre la ropa mi cono anal, se que se dio cuenta pero no dijo nada, en ese momento quería que me tragara la tierra.
Nos sentamos en una terraza y me pregunto por los motivos por los que me echo de casa mi padre. Desde el primer momento J.M, me daba mucha confianza y conté todo lo ocurrido, cambiamos de tema y le dije que agradecía lo del apartamento pero que yo no podría pagarle la mensualidad, me respondió que no me preocupara de eso que prefería que estuviera ocupado por una persona de confianza antes que por extraños que cuando se van lo dejan destrozado como paso con el último.
Tras un buen rato nos despedimos no sin antes preguntarme si necesitaba algo de dinero hasta que cobrara, a pesar que tenía muy poco le dije que no, ya me las arreglaría como fuera, bastante estaba haciendo y me cortaba que encima me adelantara dinero.
Me compre un bocadillo y una coca cola, contento me fui para mi casa a disfrutar de ella, me senté en su amplio sofá a ver la tele, me sentía el más feliz del mundo, no paraba de ir de un sitio a otro para verlo todo con detalle, me parecía un sueño que aquella fuera mi casa
Decidí irme a dormir y mis pensamientos fueron en busca de mi amiga Anita, hacia ya algún tiempo que no la veía pero estaba tan deprimido que no tenía ganas de nada, es muy buena amiga y más de una ocasión venia a verme al bar de donde prácticamente no salía, solo alguna vez y obligado por mi amigo me iba con ella a dar un paseo y tomar un helado, después de hablar con ella me sentía mejor, sus consejos me levantaban el ánimo y me hacía ver las cosas de otra manera.
Tenía que llamarla para contarle todo lo que había pasado con la seguridad que se alegrará mucho y además ahora sería diferente cuando quisiéramos estar juntos. Mis pensamientos cambiaron de repente y no sé por qué, apareció la imagen de mi jefe, un hombre que no me extraña tenga tanto éxito con las mujeres, es alto, delgado, fuerte, de pelo castaño claro, ojos marrones, salvo en raras ocasiones siempre viste de manera informal pero impecable, su mirada directa, que como dije, cuando hablas con él clava los ojos en los tuyos como si quisiera adivinar tus pensamientos, una de las cosas que más me llaman la atención es lo humilde que es, no hace ostentación de ningún tipo a pesar que es un hombre rico, su coche es normal como el de cualquier persona en cambio tiene un barco grande y fantástico donde le gusta salir de pesca, todos en el estudio alaban su generosidad con todo el mundo, aparte de ser un trabajador incansable y un arquitecto muy valorado.
Como ya conté, el único que me ha follado es Antonio y al único que yo folle en una ocasión, nunca he estado con otros chicos, jamás nos dimos un beso nuestras relaciones se ceñían a follar o hacernos mamadas así que tengo claro lo que quiero, a mí lo que me gusta es disfrutar de esa parte distinta de mi sexualidad pero con mi amigo nunca llegue a disfrutar todo lo que me hubiera gustado, no sé que le pasaba pero se corría nada mas metérmela y eso me dejaba a medias.
Tengo muy claro que yo para follar prefiero una chica a la que besar sus labios, acariciar y chupar sus pechos, saborear su chochito, metérsela y corrernos de gusto, estar con una chica es lo que más me gusta del mundo, pero reconozco que en algún momento me apetece sentir una polla dentro de mi culito, como decía para mí es una forma muy diferente de disfrutar de mi sexualidad y desde luego no lo hago con cualquiera por muy amigo que sea.
Continué con los pensamientos puestos en mi jefe pero ya de otra manera, mi calentura iba en aumento al pensar que me follaba y sentía su polla entrando, así que busque mi cono, lo lave con agua caliente para que se pusiera calentito y después de lubricarme bien despacito me lo fui metiendo hasta que entro del todo, contraer mi culito con el dentro me produce mucho placer además hacía mucho tiempo que no lo usaba ni había tenido ganas de masturbarme.
Con cuidado de no manchar la cama me masturbe y la corrida me dejo jadeando de gusto, como otras veces me lo deje dentro y me quede dormido pensando que era la polla de mi jefe, estaba convencido que con el si lo haría si me lo pidiera.
Con el verano ya casi en las puertas mi trabajo iba muy bien, la relación con mis jefes y compañeros era estupenda, todos me estiman y saben que nunca me quejo por mucho que tenga que trabajar además por fin tenía mi propio dinero, que me permitía comprarme buena ropa y como me administraba muy bien me podía permitir algunos caprichos que antes no podía tener
Con frecuencia tenía que llevar documentos a sitios distantes, para no tener que andar con taxis, me pagaron mi permiso de conducir así que compraron, por sugerencia mía, un buen scooter para hacer las cosas más rápido e incluso me lo permitían para uso personal, era muy raro que fuera en un Smart chiquitín que tiene el estudio para uso interno, solo los días de mucha lluvia y porque me obliga la jefa.
Desde que vivía en mi apartamento Anita venia con frecuencia y nos pasábamos horas juntos hablando, un día, después de un rico polvito, me conto que salía con una amiga, Bianca una italiana preciosa que edemas yo conozco de vista, pues me dijo que eran pareja pero que eso no quitaba para que también les gustaran los chicos, ante esa muestra de sinceridad yo le conté que también era bi y los dos nos contamos nuestros secretos íntimos.
Un sábado me llamo, me dijo que estaba con Bianca y que si nos íbamos los tres a la playa, quede con ellas y pasamos una mañana muy divertida, entre tanto bañarnos y no parar un momento de jugar nos entro un hambre de muerte así que decidimos comprarnos unas cosas e irnos a mi casa a comer y pasar el resto de la tarde.
Después de comer como boas nos sentamos a ver la tele, Anita y Bianca se pusieron mimosas, me resultaba muy hermoso ver con que ternura se demostraban su amor, Anita me tomo de la mano para que me uniera a ellas, no sé el tiempo que estuvimos entre besos y dulces caricias, hasta que nos fuimos a la cama, Bianca estaba muy cortada pero con mucha ternura se fue entregando y disfrutamos muchísimo los tres.
Cuando nos despertamos y tras una reconfortante ducha decidimos ir a dar una vuelta, parte de nuestra conversación fue entorno a lo hermoso que había sido, desde el principio congenie con Bianca y me dijo que esperaba que fuera para mí lo mismo que es Anita, también le conté lo de mi bisexualidad y como muestra de cariño le di un beso. Sentíamos que había nacido entre nosotros un lazo que nos tendría unidos en mucho más que la amistad.
Quedamos para repetir al día siguiente, después de la playa nos fuimos a mi apartamento, terminamos de comer y en seguida con los besos y caricias estábamos ardiendo, cuando estábamos en la cama Bianca se levanto y saco de la bolsa un arnés con una polla rosa, se la puso y comenzó a follar a Anita mientras yo les comía sus tetitas, las besaba y las colmaba de caricias, se la saco y me pidió que me pusiera a cuatro patas para follarme, le dije que antes tenía que lavarme por dentro, fui al baño y ya limpio regrese con mi tubo de lubricante, ardía de ganas que me follara y para colmo una mujer tan linda.
Estaba muy sexi con el arnés puesto en su lindo cuerpo, me la fue metiendo despacito, mientras Anita tiraba de mis nalgas para que fuera entrando, no perdía detalle de cómo me la metía, una vez dentro lo mismo me besaba que buscaba mi polla y la mamaba o ponía su rosado chochito a mi alcance para que se lo comiera, eso la enloquece y a mí me encanta saborearlo, Bianca me la metió hasta el fondo y sus movimientos eran cada vez mas placenteros, estuvo bastante tiempo haciéndome gozar, me la saco y me pidieron que las follara por el culito, nunca lo habían hecho, las lleve al baño y las enseñe a lavarse por dentro con el flexo de la ducha quitando la regadera, les gusto sentir el agua calentita entrando despacito en su tripa, una vez limpias seguían jugando y luego se divertían expulsándola con fuerza.
La primera fue Anita, durante un rato lamimos su agujerito rosa y chiquitín, Bianca separo sus nalgas y con mucho lubricante le fui metiendo un dedo se lo sacaba y Bianca metía el suyo, todo esto acompañado de frases cariñosas y tiernas, los dos participábamos de su gozo a la vez que nos besábamos.
Bianca separó sus nalguitas y despacito se la fui metiendo hasta que notaba que le dolía y retrocedía, poquito a poco fui entrando hasta que se la metí entera entre gemidos de gusto, una vez el dolor se disipo comencé a follarla despacio y Bianca entre sus piernas lamia su chochito. Tuvo un orgasmo grandísimo, yo me aguante para cuando llegara el turno de Bianca.
Con ella sucedió lo mismo solo que estaba un poco más tensa y tardamos mas para que no le doliera, cuando el dolor era fuerte se la sacaba y Anita le ponía su lubricante natural y le metía el dedito hasta que se fue relajando, despacito se la fui metiendo, estaba emocionada de ver cómo iba entrando en el culito de Bianca y no paraba de darme besos. Su orgasmo fue también muy grande y gozaron de lo lindo, las dos me comieron a besos después.
Me tumbaron boca arriba y mamaron mi polla a punto de estallar, sus lenguas recorrían mi capullo y cuando vieron que estaba a punto unieron sus labios con ella en medio, me corrí descargando mi leche en sus bocas, bese sus labios y los tres saboreamos su acido sabor, ya tranquilos con la mayor de las ternuras nos acariciábamos entre miles de besos.
Esa noche en mi cama pensaba en ellas y en lo que había surgido entre los tres, por una parte la gran amistad, eso era lo mejor, desde entonces nos apoyamos permanentemente ante cualquier dificultad o problema fuera del tipo que fuera, nos pedimos consejo ante cualquier decisión y tenemos muy en cuenta las opiniones de cada uno, otra de las cosas es la libertad incondicional para hacer lo que cada cual quiera sin enfados ni malas interpretaciones para después contarnos todo sin ningún prejuicio, todo eso unido al gran respeto que nos tenemos, pienso que nos amamos de verdad, porque en nuestros encuentros hay amor verdadero, la felicidad de uno es la de todos por eso nuestro lema es VIVIR Y DEJAR VIVIR.
En otra ocasión contare la relación tan increíble que tenemos los tres donde entorno a nosotros hemos creado una especie de lugar mágico donde solo entra quien queremos y cuando queremos porque la verdad que no necesitamos nada, somos muy felices en ese mundo que nos hemos construido solo para nosotros.
Nuestra jornada de trabajo termina a las cinco pero ese día yo tenía que terminar de hacer fotocopias a un montón de documentos, tenían que estar listos para primera hora del día siguiente, encuadernados y preparados para enviar, pensaba que estaba solo con la jefa pero se abrió la puerta del despacho y salió J.M que al ver que ya habíamos terminado también nos invito a tomar algo en la terraza de una cafetería cercana.
Nos sentamos los tres y la jefa hablo de mi buen trabajo y lo rápido que había entendido la dinámica del estudio, los halagos siempre hacen que me sonrojé un poco y no me gustan así que de forma sutil conseguí que cambiáramos de tema , la jefa se termino su refresco y se despidió, nos quedamos J.M y yo hablando tranquilamente de varias cosas entre ellas que me vio un día con mis amigas entrando en el edificio y entre bromas y risas dijo que demostraba tener muy buen gusto porque son dos chicas bellísimas, a continuación dijo:
– Te hare una pregunta si te molesta lo entenderé pero sobre todo no quiero que te ofendas, ¿Eres gay?, ten presente que si lo eres te seguiré teniendo la misma consideración y estima, no lo dudes.
– No para nada, respondí, me apasionan las chicas, seguramente lo pienses por representar menos edad de la que tengo, el color de mi pelo, ojos y no tener barba hacen que no de la imagen del hombre típico y seguramente al ver el juguete anal que cayó de entre mis ropas te haga pensar que soy gay.
– La verdad es que no se por qué he pensado que lo fueras, reconozco que me influyo la amiga con la que estaba en el bar de Juan la noche que te vimos, que al hablar de ti me dijo que un chico tan educado con esos ojos, tan guapo y con una figura tan delicada tenía que ser gay, que solo te faltaban tetas para parecer una mujercita muy hermosa, luego tal vez también influyo ver ese juguete tan especifico.
– Pues no, no soy gay y no tengo nada en contra de ellos y te diré que si lo fuera no tendría ningún problema en decirlo. ¿Crees que en el estudio piensan que lo soy?
– Rotundamente no, todos te consideran una barbaridad y no digamos Luisa, solo tiene elogios cuando habla de ti por lo trabajador y buen compañero que eres, además les caes muy bien a todos por lo educado y buen chico que te consideran.
Este hombre siempre me ha dado una especial confianza y las veces que hemos estado fuera del trabajo ha querido que lo trate con toda confianza, a pesar de eso en la oficina lo trato con mucho respeto, para mí una cosa es el trato en el trabajo y otro fuera del mismo.
Como decía es tanta la confianza que me da que le conté que me considero bisexual porque me gusta sin más, después de hablarle sobre todo lo que paso con Antonio, también le dije que nunca he estado con nadie más desde entonces ya que para acortarme con un chico tiene que ser alguien especial, me respondió que le admiraba la sinceridad y lo que puedo llegar hacer por amistad, por otro lado agradecía la confianza que le demostraba por contarle cosas tan intimas que por supuesto quedaba entre nosotros, tras pagar nos levantamos de la mesa y nos despedimos hasta el día siguiente.
Esa noche en mi cama no pare de pensar en la conversación que tuvimos, en las muestras de confianza y amistad que me había dado, cada vez tenía más claro que esa persona especial era él, mi imaginación comenzó a volar y lo veía en mi mente echándome un polvo.
A mediados de junio tuvimos una carga de trabajo muy grande y un viernes que nos quedamos J.M y yo trabajando hasta cerca de las nueve, cuando terminamos nos quedamos un rato charlando en su despacho de cosas del trabajo, al salir le dije que si me permitía lo invitaba a cenar, unos spaghetti en mi casa o un pescado en el bar de Juan, prefirió la pasta, le dije que la hacía muy buena aparte que le abriría una botella de Lambrusco que va muy bien con la pasta, cosa que él sabe de sobra.
Después de la cena y de felicitarme por los spaghetti, nos pusimos a hablar de todo y me pregunto si no había vuelto a saber nada de Antonio, su padre le conto los problemas que tenia a cuenta de las drogas, esa noche le conté con mas detalles lo mío con mi amigo y el motivo de distanciarnos,
A mi pregunta, me estuvo hablando de su matrimonio, de lo frustrado que se quedo al no poder tener hijos, los médicos le dijeron que su esperma no es fértil y cuando pensaron en una inseminación ya su matrimonio se había roto y no tenia solución no solo por no poder tener hijos a causa de su infertilidad sino porque a consecuencia de tener eyaculaciones muy abundantes ella le tomo asco por no soportarlo y eso ya era muy grave, así que decidieron divorciarse, notaba una cierta tristeza en sus palabras pero a continuación riéndose me dijo que a las chicas que folla, la gran mayoría, se vuelven locas al correrse dentro de ellas y llenarlas de leche, mientras decía eso pensaba cómo serian sus corridas.
En un momento que nos quedamos callados le pregunte si nunca había tenido relaciones con algún amigo, me comento que cuando estaba interno en Suiza, con su compañero de habitación se masturbaban el uno al otro pero que nunca llegaron a mas.
De nuevo nos quedamos en silencio unos instantes y armándome de valor le pregunte: – Te apetecería follarme?
Se quedo pensativo y me respondió:
– En una ocasión una amiga se empeño en que le diera por el culo, fue muy sucio y desagradable después así que nunca más lo he hecho.
Le pedí me perdonara un momento, me fui al cuarto de baño a lavar mi culito por dentro y nervioso perdido de pensar que podría pasar, me lave a conciencia y salí del baño.
Le explique lo que había hecho para que no pasara igual que con su amiga, no sé de donde saque el valor pero le dije que me moría de ganas que me follara, sabía que al decir eso me jugaba mucho pues podría sentir repugnancia por mi y llegar a perder la consideración que me tenia e incluso despedirme del trabajo, con una leve sonrisa me respondió que podíamos probar.
Le pedí se dejara llevar y si en algún momento sentía repugnancia yo no insistiría, solté su cinturón y desabroche el pantalón, abrió las piernas, metí mi mano y encontré con agrado su depilado y suave pubis y al tocarla me quede perplejo lo que encontré, su grosor estando completamente blanda era enorme, se incorporo un poco para bajarse el pantalón y ropa interior y lo que al tacto mi mano percibió se confirmo al verla, es gordísima con unos huevos redondos y duros.
Cuando la tome con mi mano me impresiono su peso y lo caliente que estaba, emocionado de pensar que algo así pudiera entrar en mi culito, la acaricie y acerque mi boca para lamer su rosado capullo, la metí en mi boca para mamarla pero fue poniéndose dura, abría la boca lo mas que podía para seguir mamando pero le hacía daño con los dientes.
Erecta y dura era imponente su descomunal capullo con bordes muy prominentes resaltaba su tamaño sobre el resto, daba un aspecto temible, de larga es normal de color rosa oscuro y totalmente lisa al mirarla pensaba si ese mástil tan enorme cabria en mi pequeño culito.
A pesar de todo ardía de ganas y al no poder mamársela se la chupaba como podía la lamia por todas partes, suspiraba de gusto, el flujo le comenzó a salir sin parar, lo saboreaba a la vez que se la mojaba entera con sus propios jugos que de forma continua salía, mi otra mano acariciaba sus duros y redondos huevos, mientras notaba que mi polla iba a estallar dentro del pantalón, su excitación era cada vez mayor, se quito del todo el pantalón, me arrodille entre sus separadas piernas y me deleite acariciando y lamiendo sus huevos y polla, me llamaba la atención el poco y suave bello de sus piernas
Se incorporo y tomándome en brazos como si fuera una pluma me llevo a la cama, me dijo que pusiera una toalla, cuando la puse me desnude por completo y al estar delante de él miraba mi dura polla y era minúscula al lado de la suya.
Me puse a cuatro patas sobre la cama, abrí mis piernas para que mi culito quedara a la altura justa, acariciaba mis nalgas y muslos mientras me decía:
– Que culito tan bonito tienes, chiquito, rosado como el de un niño y muy apetecible.
– Fóllamelo y échale tu leche, le respondí
Metí el gollete del tubo lubricante en mi culito, le di un apretón fuerte y note una gran cantidad en mi interior, al sacarlo me puse una buena cantidad a la entrada y por todo alrededor.
Le pedí me dilatara antes con sus dedos, humedeció sus dedos pulgares con el lubricante que me salía y me lo fue metiendo, una vez dentro metió el otro muy despacio comenzó a tirar en sentido opuesto para dilatarme hasta que sentía dolor pero a pesar de eso sus dedos me daban mucho placer yo estaba que no podía mas de deseo, ansioso por sentir su polla entrando y saliendo dentro de mí, el flujo no para de salir de la mía que estaba dura como un palo.
Saco sus dedos, entre mis piernas busque su polla y coloque su enorme capullo en la entrada, cuando lo sentí una placentera sensación me recorrió la espalda, muy despacio fue empujando notaba muy bien como comenzaba a entrar, aguante el dolor hasta que ya no pude mas, retrocedió espero un momento y de nuevo con cuidado empujaba muy despacio, mi culito se iba dilatando para dar paso al monstruo que me iba a follar, de nuevo el dolor era insoportable, se quedo muy quieto donde estaba, notaba mi culito tenso como una cuerda de violín.
Si describo con detalles lo que tardo en conseguir metérmela, seria larguísimo porque en dos ocasiones quiso que lo dejáramos por temor hacerme daño, el dolor que me producía era insoportable, llegue a pensar que mi culito había llegado al límite de dilatación y no era suficiente para que entrara pero su paciencia, la delicadeza con que me trataba unido a las ganas que los dos teníamos, consiguió metérmela, estoy seguro que ya no podía dilatar mas y notaba mis nalgas a punto de abrirse en dos.
Por fin la tenia dentro, me sentía lleno y pletórico con su caliente polla. Pase mi mano entre las pierna para acariciar sus redondas y duras bolas la sorpresa fue que mi polla y huevos habían desaparecido, solo podía tocar la puntita de mi capullo a ras del pubis el resto no sé donde estaba y de mis huevos no había nada, parecía un eunuco al que le han cortado sus genitales.
Con pausados movimientos empezó a follarme a cada envite me la metía un poco mas sentía como le palpitaba, no puedo describir el placer que me daba, él suspiraba de gusto, con la voz entre cortada me decía:
– Que placer me estás dando Neno, nunca pensé que fuera así de placentero te deseo muchísimo niño.
Oírle decir eso me hacía sentir muy bien porque yo quería que le gustara y disfrutara mucho follándome.
No sé donde rozaba su capullo pero sentía un placer muy intenso y notaba como se iba acercando el momento de correrme, mire entre mis piernas y en mi imaginación la veía dentro llenando todo el espacio que había y como si fuera un espectador veía como entraba y salía dejándome casi sin respiración. Por la forma de moverse notaba que se recreaba fallándome, con sus manos en mis caderas tiraba de mi y veía entre mis piernas como cada vez entraba mas, en uno de esos envites me la metió entera, veía ya solo su abdomen pegado a mis nalgas, me sentía completamente lleno y satisfecho de tenerla toda para mí.
Me siguió follando durante un buen rato, las palpitaciones de su capullo eran fortísimas, entre jadeos poco a poco notaba que se acercaba mi momento fue llegando lentamente y de repente explote, mis sentidos me abandonaban, las convulsiones eran tremenda los temblores hacían que casi no me pudiera sostener.
Las contracciones de mi culito aceleraron su momento, notaba como su capullo se inflamaba, se tenso soltó un gruñido y un chorro de ardiente leche entro a presión por mis entrañas después otro y otro más, me estaba volviendo loco de placer mientras él tiraba con fuerza de mis caderas sentía su polla hundida hasta el fondo, una placentera sensación me recorría desde mi culito hasta la nuca, notaba su leche recorriendo mi interior el seguía embistiéndome retorcido de gusto y gruñendo como un toro mientras yo estaba al borde del desmallo, sus movimientos fueron cesando, solo se oía nuestras convulsas respiraciones, se quedo quieto yo no podía creer el placer que me invadía.
Se fue relajando, contraía mi culito con fuerza para que me dejara dentro todo su placer, poco a poco me la fue sacando, le pedí que me la dejara un poco más, quería seguir sintiendo el placer que me daba solo con tenerla dentro mientras acariciaba mis nalgas y muslos.
Cuando me la saco un rio de de leche salía de mi dilatado culito, se formo un gran charco en la toalla, no podía creer lo que veía no podía imaginar que fuera tanta cantidad, su leche no es totalmente blanca es como un liquido cremoso de textura suave, entonces volví a ver mi polla y huevos muy pequeños pero en su sitio.
Como pude me incorpore, por mis muslo resbalaba la leche que salía de mi culito, puse mi mano y apretando me fui para el cuarto de baño.
Me senté en el inodoro y el chorro era continuo, moje mis dedos y me los lleve a la boca, su sabor no es acido diría que algo dulzón como el flujo pre seminal, volví a mojar mi dedos y mientras la saboreaba me acorde del video donde a uno le salía a chorros una cantidad muy grade de leche. En aquel momento pensamos que era truco de peli y ahora, vi que hay personas con corridas muy grandes.
Volví al dormitorio estaba muy tranquilo, acaricio mi espalda y me dijo:
– Recuerdo que me dijiste que solo lo haces con personas muy especiales así que te doy las gracias por considerarme especial y te diré que tu eres especial para mí nunca pensé que me harías sentir de esta forma.
– No sabes el miedo que pase al pedirte que me follaras, temía ofenderte al pedírtelo, pero desde hace tiempo muchas noches pensaba en este momento y me masturbaba con mi juguete dentro pensando que eras tú pero nunca imagine el monstruo que tienes por polla.
– Creí que no podría meterla tienes un culito tan pequeño que incluso me hacías daño de lo que me apretabas.
Entre risas me daba cachetes en mi culito o enredaba mi pelo, con la risa le salía algunas gotas de leche que se quedaban en su vientre donde su blanda polla parecía descansar.
Lamí los retos de leche y me la metí en la boca para mamar lo que le quedara, le gustaba mucho y aun pude sacar un poco que trague y de nuevo saboree su ligero sabor dulzón, le pregunte:
– ¿Donde guardas esta exagerada cantidad de leche?, imagino que la primera vez las chicas se asustaran cuando le inyectas esos chorros tan exagerados y encima tan calientes.
Se reía y bromeaba, me dijo que una vez se había enfadado una chica al creer que se estaba haciendo pis dentro de ella, se separo de golpe y se asusto al ver los últimos chorros saliendo que le fue directo a la cara.
Nos reímos un rato y bromeamos diciéndole que me diera la formula de su imponente aparato para mí.
Continué mamando y acariciando sus huevos, cuando me movía notaba como de mi culito seguía saliendo leche, comenzó a suspirar y vi como iba despertando el monstruo que tanto dolor me había causado pero que después me hizo enloquecer de placer, tenía que abrir mucho la boca para poder seguir mamando y temí hacerle daño de nuevo.
Erecta y dura como el hierro solo me tenía que conformar con lamerla, me gustaría poder mamarla y descargara su leche en mi boca, los suspiros eran cada vez mas continúo, las caricias a mi culito se convirtieron en fuertes apretones.
Su flujo salía sin parar lo lamia y tragaba a la vez que mis manos subían y bajaban por su tremendo mástil, metió su mano en mi entrepiernas y me acaricio despacio, imagino que acostumbrado a la suya le parecería un lápiz.
En el borde de la cama me puse a cuatro patas y le pedí que me volviera follar.
– Me vas a matar Neno.
– Métemela por favor te quiero sentir otra vez.
Se incorporo y su erecto mástil era imponente su enorme y brillante capullo parecía un ariete dispuesto a taladrar mi culito sin piedad, me tomo por la caderas y con mi mano la coloque en mi todavía chorreante entrada, solo el contacto me estremecía y tenia ansias por tenerla dentro para sentirla otra vez.
Despacio me la fue metiendo no sentía dolor y dilataba según entraba, con su enorme capullo ya casi dentro enloquecía y volví a notar la rica sensación que iba desde mi culito a la nuca, en el punto en que mi culito parecía que se estrangulaba y que antes pase tanto dolor, muy despacio fue tirando de mi y de repente entro cortándome la respiración estremeciéndome por el dolor que enseguida fue atenuando hasta ser soportable, el dolor acentuaba mas el placer que sentía.
Como por arte de magia mi polla y huevos desaparecieron, me recreaba viendo entre mis piernas como su mástil entraba, lo tocaba y sentía como poco a poco se abría camino entre mis nalgas a punto de abrirse en dos, su robusto cuerpo me doblaba en tamaño, me sentía tan frágil al ver su fortaleza.
Me gusta comprobar cómo se recrea follandome con sus lentos movimientos, despacio salía y entraba cada vez más dentro, la misma sensación de antes me hacia estremecer de placer, por mis muslos resbalaba la leche que al retroceder salía, cada segundo mi placer era mayor y poco a poco notaba como se acercaba el momento de correrme.
Mire su cara y su expresión era de plena satisfacción, retrocedía hasta casi sacarla entera para después lentamente hundirla hasta el fondo, de esa manera me follo durante el tiempo que quiso, su jadeos y los míos aumentaban sabia que en cualquier momento llegaría mi corrida.
No tardo mucho un impresionante latigazo de placer me conmovió de pies a cabeza, con el sentido casi perdido entre convulsiones eyacule, notaba muy bien los bordes de su inflamado capullo, aturdido y casi sin poder respirar me retorcía entre espasmos de dolor e infinito placer.
Retrocedió mucho dejándome dentro solo el capullo, por un momento pensé que me la iba a sacar, note muy bien como la inflamación aumento su grosor y las palpitaciones se transmitían por todo mi vientre, mi culito estaba al borde de abrirse en canal, sus manos apretaron con fuerza mis caderas, lanzo un bufido y un brutal chorros de leche caliente me inundaba por dentro de una embestida la hundió hasta el fondo, en cada contracción le salía mas leche que achicharraba mis entrañas y las recorría como un torbellino.
Las fuerzas me abandonaban y entre fuertes temblores me estremecía de pies a cabeza, jadeante seguía embistiéndome con fuerza sin dejar un milímetro fuera de mi culito, envuelto en su ceguera me estaba follando sin piedad.
En esa borrachera de placer, cada vez que la sacaba para volver a entrar la leche se desbordaba de mi culito y resbalando por mis muslos, de sus empapados huevos caía un hilo, ahueque mi mano para tomarla, con ansia me la lleve a la boca para saborear su suave y cremoso sabor, cegado por la lujuria me seguía embistiendo el dolor que me producía tanta fuerza se mezclaba con el placer en un huracán de sensaciones que no puedo describir y aturdían mis sentidos.
Poco a poco nos fuimos calmando, notaba como se le iba relajando, me tenía aprisionado contra su cuerpo. Lentamente me la fue sacando, contraía mi dolorido culito para no dejar de sentirla, esta vez quería que toda su leche quedara dentro, no sé qué extraño deseo me impulsaba a ello y cuando estaba a punto de salir la tome con mi mano para evitar que saliera de golpe.
Despacio fue saliendo su chorreante polla y apreté con fuerza mi culito para que no se escapara una gota, resoplando se dejo caer derrotado sobre la cama. Su relajado ariete parecía dormir sobre su pubis, lamí sus mojados huevos recreándome se la fui lamiendo hasta meter su capullo en mi boca que despacito se lo mamaba para que me diera los restos de su placer que tragaba plácidamente, mientras él acariciaba mi pelo y cara, entonces dijo:
– ¿Te gustaría follarme?.
– No yo solo quiero que me folles tú a mí, ser tu amante secreto para cuando queramos hacerlo, recuerda que te dije que para besar y follar prefiero una chica y continúe diciéndole:
– También me gustaría, ya que trabajo para ti y eres mi jefe, no signifique que tengamos que sentirnos obligado a nada, lo que hemos hecho no cambiara el respeto que te tengo como jefe y benefactor mío y sobre todo me gustaría, que fuera del estudio, si así lo consideras, seas mi amigo.
Me abrazo con ternura y me respondió:
– Eres un chico tan dulce, inocente y bueno que ser tu amigo será un orgullo y por si fuera poco me has hecho descubrir esta noche algo que por culpa de los prejuicios desconocía y quiero que nuestro pequeño secreto continúe.
Se fue al cuarto de baños para ducharse, cuando salió ya vestido lo esperaba en el salón por supuesto también vestido, hablamos un rato sobre unos documentos urgentes que tenía que llevar el lunes que ya estaban preparados para entregarlos a primera hora.
Se levanto lo acompañe a la puerta, le extendí mi mano pero me dio un fuerte abrazo, pude comprobar la calidez y fortaleza de su pecho, se despidió diciendo:
– Gracias amigo nos vemos el lunes en el estudio.
– Gracias a ti por tu compañía amigo, nos vemos el lunes, le respondí
Mi tripa estaba a punto de estallar, me fui al cuarto de baño y nada más sentarme una cascada de leche salía de mi culito, durante un buen rato continuo saliendo, mientras pensaba lo extraña que es la naturaleza que nos dota de cosas tan diferentes unos a otros y también pensé cual sería la cantidad que le sale en cada corrida y porque sería tanta cantidad.
Me di una ducha calentita, rendido de cansancio pero sin sueño me fui al dormitorio con mi pequeño portátil que por medio del estudio me consiguieron a un precio increíble junto con la conexión a internet, ardía en ganas de encontrar en el messenger a mis niñas para contarles lo sucedido sabiendo que se alegrarían porque ya sabían cuál era mi deseo con respecto a J.M, me dio rabia no encontrarlas así que decidí pasar a mis escritos todo lo que había sucedido esa noche sin omitir el mas mínimo detalle, a medida que lo iba describiendo revivía cada instante, además con la sensación de tenerla dentro todavía, emocionado continúe hasta terminar de dejar todo reflejado en casi cuarenta paginas, así se lo daría a leer a mis niñas cuando vinieran.
A eso de las cinco de la madrugada pague el portátil y cuando me levante para dejarlo me di cuenta que casi no me podía mover y descubrí el desastre que había en la cama.
No sé si por lo maltrecho que tenía mi culito, lo dilatado que estaba o por la emoción de estar describiendo los dos polvos que me echo, el caso es que no me di cuenta que estaba saliendo la leche que tenia dentro y que creí haber expulsado del todo, de pie viendo la enorme mancha por mis muslo resbalaba mas, me fui al baño y otra buena cantidad salió de mi culito, quite las sabanas para que no se manchara el colchón pero ya era tarde, arregle aquello como pude y me acosté en el otro lado de la cama colocando una toalla por si salía mas.
Tumbado en la cama me envolvió un agradable aroma a sexo, en mi dolorido culito todavía la sentía palpitar y daba por bueno tanto como había sufrido hasta que por fin me la metió.
Algo que no entendía es que pasaba con mis genitales, en el momento que me la metía desaparecían como por arte de magia y cuando miraba entre mis piernas no había nada solo la puntita de mi capullo que lo tocaba y parecía un granito que me había salido, el resto no estaba, como dije era un eunuco, tampoco entendía como me podía correr teniéndola en ese estado, aun que el roce de su polla en no sé qué parte me daba muchísimo placer y hacía correrme de una forma brutal.
El cansancio me fue rindiendo y con el regusto del placer sentido en todo mi cuerpo me fui quedando dormido pensando en mis niñas a las que quiero con todo mi corazón.
Como siempre y a pesar de lo tarde que me quede dormido, desperté al alba, tenia agujetas hasta en el pelo, me levante para ir al baño y me reía de mi mismo porque tenía que andar con las piernas un poco abiertas y echar el culo hacia tras lo más posible, parecía que el mástil de J.M estaba dentro todavía.
Nuevamente eche mas restos pero esta vez con más cosas, quite la regadera y como pude metí el tubo, deje que entrara y saliera agua fría, era un alivio sentir el frio recorriendo mi interior, me saque el tubo y expulse el resto de agua ya limpia, me sentía mucho mejor, la ducha calentita me reconforto, me puse un pantalón finito sin ropa interior y me fui a prepara mi desayuno
Estaba muerto de hambre así que me prepare una abundante cantidad y cuando lo estaba comiendo me llamo Bianca, como siempre su madre estaba de viaje, Anita ya sabíamos que tenía que ir con sus padres a Córdoba a ver un primo suyo que había tenido un accidente así que se venía ella sola a pasar el fin de semana conmigo, estaba deseando verla.
Cuando le adelante por teléfono lo sucedido grito un biennn y dijo que vendría rápido para que se lo contara todo con detalle, lamentamos que Anita no estuviera pero ya se lo contaríamos a su regreso el domingo.
No tardo nada en llegar y al entrar daba saltos de alegría, es posible que resulte extraño pero el grado de unión que tenemos los tres sobre pasa todos los limites imaginables y las alegrías deseos o tristezas las vivimos como si fuéramos una sola persona, nuestra unión es muy grande y fuerte.
Desde que entro no paro de abrazarme, besarme y gritar de alegría, yo estaba que parecía que me habían dado una paliza, me dolía hasta las uñas y mi culito para que hablar, cuando le dije lo que me pasaba me hizo poner a cuatro patas en el sofá me bajo los pantalones para ver mi culito, con cuidado me tocaba y con su dulzura habitual decía: poverino il sederino del mio bambino, le daba besitos chicos y caricias, me dijo que enseguida volvía que iba a la farmacia.
Al rato volvió con una crema hidratante intima, antes fue al dormitorio y tomo un condón del cajón de la mesilla, yo los utilizo siempre con ellas no quiero que tomen pastillas ni cosas raras, fue al frigorífico saco un cubito de hielo que metió en el condón, con agua tibia lo derritió un poco para que se quedara más pequeño, me coloque culo en pompa y me puso el cubito de hielo en el culito, así me tuvo un buen rato hasta que casi se derritió, el frio intenso me alivio muchísimo, después me puso una buena cantidad de crema incluso con cuidado metió su dedito lleno de crema en el culito, en broma empecé a jadear y ella me daba cachetes y bocados en mis nalgas, los dos riendo como niños.
Me dijo que me pusiera esa crema todos los días y en todas partes para que todo esté siempre muy rosita e hidratado que ellas se la ponían en el chochito, culito y pezones para mantenerlos muy rosa y perfumado, me dio un masajito y término dándome muchos besos y continuando con las bromas sobre mi culito.
La lleve al dormitorio y le enseñe el desastre sucedido, se cambio y se puso una camiseta de algodón larga para estar cómoda, esta de linda y sexi solo con la camiseta y braguitas que puedo estar horas contemplando su belleza.
Me ayudo a lavar con una esponja el colchón y exclamo ummm huele a puro sexo, nos reímos y bromeamos sin parar, pusimos el colchón cerca del ventanal abierto para que se secara pronto con el sol que entraría más tarde, metimos en la lavadora todas las cosas manchadas y nos fuimos para el salón.
Nos sentamos en el sofá para que le contara todo, encendí el portátil y le di a leer todo lo que escribí la noche anterior, se sorprendió que ya lo tuviera escrito.
Se tomo su tiempo y en su cara reflejaba las cosas que yo contaba, era divertido ver su rostro mientras leía, lo mismo ponía gestos de dolor que de gustito e incluso se le altero la respiración.
Cuando termino se recostó a mi laso y se quedo un momento en silencio, después me dijo:
– Es increíble lo que te ha hecho sentir y lo que tuviste que sufrir hasta que te la metiera pero te mereció la pena tenias tantas ganas niño mío.
A pesar que describo con todo detalle como es la polla y las corridas de J.M le tuve que detallárselo todavía más, no se lo podía imaginar.
Tomo mi mano y abriendo un poquito las piernas, para que viera como estaba, puso mi manos sobre su empapada braguita.
– Lo describes todo tan bien que mientras leía imagine que estábamos las dos contigo dándote miles de besos y gozando a la vez que tu.
La bese con todo el amor que siento por ellas, a pesar de los destrozado que estaba la acaricie y quitando sus braguitas me arrodille entre sus piernas para besar y lamer su chochito inundado, no podía dejarla tan excitada, con mi lengua recorrí cada pliegue, entre con ella en su cálida vagina rebosante de su perfumado flujo, después la bese para juntos saborearlo en nuestras bocas.
Con su botoncito mágico entre mis labios lo acaricie muy despacio con la punta de la lengua a la vez que le introduje dos dedos, en medio de una fuerte agitación y entre suspiros tubo un orgasmo que estremeció su lindo cuerpo, después nos abrazamos y nos unimos en interminables besos y palabras de amor.
De repente me dice:
– ¿Sabes que te digo?, que a nosotras nos gusta muchísimo tu polla y no nos hace falta que sea tan gorda nos gusta así, además es muy linda y amorosa.
Nuevamente nos partimos de risa y nos quedamos sentados muy abrazados diciéndonos cosas dulces y añorando a nuestra amada niña.
Muchas veces me quedo ensimismado pensando en lo que amo a estos dos angelitos de las que tantas cosas he aprendido de sus valores personales, en temas de sexo me han enseñado cómo y cuándo acariciar los puntos más placenteros de una mujer, eran muy divertidas las lecciones practicas de caricias, sobre todo como acariciar el clítoris para que no les resulte desagradable y gocen al máximo, me desvivo por hacerlas feliz tanto en lo cotidiano y que decir en lo sexual, dejaremos que el tiempo decida que haremos con nuestras vidas, hablamos mucho sobre eso pero aun somos muy jóvenes, los tres pero estamos convencidos que terminaremos unidos, digan lo que digan y le pese a quien le pese
Al final de la mañana sonó mi móvil, vi que era J.M, me pregunto que tal estaba, le dije que estaba con Bianca y que no iba a la playa porque estaba molido, se reía y me dijo que él estaba hecho polvo, nos invito a comer pero le conteste que preferíamos quedarnos en casa tranquilamente, después de desearnos un buen fin de semana nos despedimos.
El colchón se seco, quedo perfecto, ordenamos la habitación y nos preparamos una comida rica.
Después de comer nos sentamos en el sofá, Bianca puso sobre sus piernas un cojín y apoye mi cabeza en su regazo, aspirando su perfume me quede profundamente dormido, me desperté entre caricias y su cálida voz que entraban en lo más profundo de mi corazón.
Me encontraba mucho mejor, cuando se lo dije rápidamente me coloco culo en pompa para inspecciónalo, el hielo y la crema habían hecho su efecto pero mis agujetas seguían igual.
Esa tarde después de merendar nos fuimos a cine, a la salida nos tomamos un gran helado y nos dimos un largo paseo por la orilla del mar, sin parar de hablar como do loros, entre risas y bromas.
De vuelta a casa nos sentamos en la pequeña terraza y cuando empezó hacer fresco nos fuimos a tumbarnos en la cama.
Le mandamos un mensaje a Anita y al momento nos llamo, estaba en la cama leyendo, Bianca empezó con sus bromas para hacerla rabiar.
– El malo de nuestro niño me está haciendo cochinerías se está comiendo mi chochito y dice que no va a dejar nada para ti.
Las risas estallaron y Anita respondió que éramos malos por hacer esas cosas si ella pero que se estaba acariciando pensando en nosotros, sentiría mucho gustito y seria para ella sola, después de enviarle mil besos quedamos en que nos llamaría cuando estuviera llegando para ir a por ella.
Esa noche nos hicimos el amor y nos quedamos dormidos muy acurrucados envueltos en los aromas de nuestro placer.
Al día siguiente poco antes de medio día, nos llamo Anita, fuimos a por ella, nos volvimos a casa, nos pusimos el bañador y nos fuimos a la playa, le contamos muy por encima lo mío y como era de esperar su alegría era enorme, ya dije que cualquier cosa que consiga uno de nosotros es motivo de alegría para los tres, comimos en un chiringuito de la playa y Anita estaba impaciente por volver a casa y leer lo que escribí.
Después de ducharnos encendí mi portátil y se lo di para que leyera lo sucedido, sin pestañear fue leyendo con detenimiento mientras contemplábamos los gestos de su linda carita, termino, se quedo un momento pensativa, me abrazo y beso con toda la ternura que hay en su corazón.
La llevamos al dormitorio, le pedimos se dejara llevar muy quieta, Bianca y yo recorrimos su perfumado y suave cuerpo besando cada centímetro, besamos chupamos y mordimos sus delicados pezones, Anita se estremecía entre gemidos, nuestras lenguas a la vez lamian su perfumado chochito, suavemente le introducía un dedo en su culito que lo apretaba y latía de placer, de esta manera la llevamos a un profundo y largo orgasmo que agitaba su cuerpo de pies a cabeza.
Se abrazo a nosotros y los tres nos entregamos al gozar ansiosos de deseo, me gusta inundar mis sentidos con los aromas y sabores de la esencia de mujer que mana de sus chochitos inundados les pido se pongan una sobre la otra con un cojín debajo para poder lamérselos a le vez y hacerlas estremecer entre orgasmos mientras ellas se besan con toda la pasión que hay en sus corazones, cuando las veo gozar por mis caricias me siento el hombre más feliz del mundo.
Las cosas que fueron sucediendo después las contare en otro momento porque tengo que sacarlas de mis escritos y ordenarlas.
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