Cómo me convertí en una putita a mis 14 años

Un relato de como mi actual novio Marco me hizo su putita.
Todo esto empezó un día que jugaba Minecraft en un servidor y me encontré con un jugador, nos hicimos amigos y nos conocimos en persona.

Conocí por medio de Minecraft a quien sería mi macho que me daría verga casi todos los días, su nombre es Marco y físicamente es alto, aproximadamente 1.85, de tes morena clara, buen cuerpo ya que se ejercitaba mucho e iba al gimnasio, tiene un miembro de aproximadamente 25 cm de largo, y 4cm de grueso, de pelo negro y voz gruesa, aparte de ser muy rudo a la hora del sexo y tenía en ese entonces 20 años. En cuánto a mí, me llamo Santiago, soy de tez blanca, muy afeminado pues tengo un culo más grande que los demás hombres, por lo cual me veía como una chica, mi voz es suave y parecida a la de una niña, mi pelo es negro y media 1.58, aparte de ser delgado y con 14 años.

Como todos los días regrese de la escuela y prendí la PC para jugar Minecraft, todo iba bien hasta que conocí a Marco, un jugador muy bueno, por lo cual le pedí que fuera mi amigo, entablamos una buena conversación por un rato, conseguí su número de teléfono, por lo cual hablábamos por privado, nos hicimos muy amigos, descubrí que vivía cerca, a tan solo 5 minutos de mi casa caminando, por lo cual acordamos un día para ir a su casa, puse de excusa que iría a hacer un proyecto de la escuela con unos compañeros, mi madre aceptó y me dirigí hacia la casa de Marco, llegué a su casa, me recibió de una forma muy amigable, vivía solo en una zona de gente con dinero, su casa era muy espaciosa y tenía muchos videojuegos, aparte de una gran variedad de postres y bebidas alcoholicas, cuadros colgados en las paredes y un gusto muy particular por el ajedrez.

Platicamos un buen rato sobre videojuegos, hasta que la conversación se empezaba a desviar y abarcaba temas sobre sexo, de manera disimulada, yo en ese momento no tenía idea de que era el sexo, o cosas relacionadas a este, por algún motivo me empezaba a atraer y me sentía nervioso estando con el, tuve ganas de ir al baño y le pregunté dónde estaba, me guió hasta el, por algún motivo el baño no tenía un seguro, solo se cerraba y nada más, estaba haciendo mis necesidades cuando entró al baño y me asusté mucho, me cubrí mi pequeño pene con una mano e intentaba hacer que no pudiera ver mi culo, le dije:

-Que haces aquí?!-

No me dijo nada y se bajó el pantalón, sacó su enorme pene y me dijo «lámelo» no sabía que hacer y como estaba solo y no tenía nadie que me ayudase, aparte de que me parecía atractivo y curioso su enorme miembro, le hice caso, lo lamí un poco pero no muy bien, me regañó y me indico como hacerlo, lo obedecí y con cada lamida me gustaba más su miembro, se dió cuenta que no me había limpiado el culito, mientras yo le lamía el pene, me limpio el culo con papel y un poco de agua lavándolo un poco por fuera y por dentro, en cuanto introdujo su dedo en mi culito me retorcí un poco y dejé de lamer, me agarró del cuello, me levantó y comenzó a besar profundamente, yo solo seguía lo que el me hacía, introdujo un segundo dedo en mi culito, solo podía soportalo y gemir un poco, se dió cuenta y me dijo:

-Se ve que te gusta mucho Santi-

Me sonrojé y lo negué de inmediato, metió más profundo sus dedos y gemí un poco fuerte, se rió de forma coqueta y me continuo besando, me dió media vuelta y me empezó a introducir su pene por mi culito, me dolió mucho y se lo hice saber con un gemido de dolor, introdujo un poco más su pene y sentía un dolor muy grande, estuve cerca de desmayarme, no había metido nisiquiera la mitad de su pene y yo sentía que me iba a partir a la mitad, se dió cuenta de mi gran dolor y comenzó a moverse introduciendo únicamente lo que ya me había metido, dilatando un poco mi culito y haciendo que me acostumbrase a su tamaño, me sentí un poco aliviado y le dije que ya no dolía nada, que se sentía rico, entonces el me embistió de una forma extremadamente fuerte metiéndome el resto de su enorme pene, me partió el culo y me hizo desmayarme, recuperé la conciencia pocos segundos después, me sostuvo su pene unos segundos hasta el fondo de mi culito, luego comenzó a moverse, sacando y metiendo su pene de mi culo, con cada embestida sentía como me atravesaba por completo su pene, empeze a gemir muy fuerte, seguia embistiendome para dilatar mi culito, únicamente podía disfrutar de su maravilloso pene, después de unos minutos cogiendome como un toro, se cansó y me cargó haciendo que mi pequeño pene rosara con su ombligo mientras el me penetraba insaciablemente, sentía como su pene entraba cada vez más profundo, hasta que en un momento se detuvo e hizo que mi cuerpo se fuera hacia abajo introduciendo un poco más su pene, me besó apasionadamente mientras se corría dentro de mi culito, podía sentir como bombeaba mucho semen dentro de mi culito, me saco su pene cuando terminó, me abrió las piernas y recogía con su mano todo el semen que salía de mi culito para después hacer que me lo tragara todo, sabía realmente delicioso, era lo mejor que hubiese probado en toda mi vida, recuerdo que dijo:

-Te encanta que te metan el pene por tu culito y tragarte todo el semen verdad? Realmente eres una putita-

Me sentí muy excitado y nervioso, pues nunca había hecho eso, y mucho menos me habían llamado de esa forma, me dió mucha pena y con una voz suave, y como una niña le dije «no me gustó para nada, me lastimaste mi culito» me respondió pidiéndome disculpas, pues dijo haberse dejado llevar y me pidió que me bañara para que me relajase un poco, accedí y mientras me bañaba el entró sigilosamente a la parte de la regadera y mientras me enjabonaba se desnudó y se puso detrás de mi, seguia con el culito dilatado pero muy sensible, en un segundo sentí como me metió toda la verga de golpe, y al instante comenzó a embestirme, para este punto yo estaba muy débil así que no opuse ninguna resistencia, gemía y gemía de placer, pues se sentía realmente increíble tener un pene en el culito que te atraviese por completo, me empezó a llamar putita, y zorra, para poco después decime lo bueno que estaba mi culo y que era muy bonito, sin sacarme la verga y sin parar de penetrar mi culito me pidió que fuera «su novia» (porque el me veía como una niña) a lo que accedí pues estaba completamente hipnotizado con su enorme pene, siguió con su trabajo, hablandome bonito y diciéndome que era muy bonita y que tenía muchos planes para mí y para el, hasta que una vez más terminó dentro de mi, llenándome con su semen y dándome una nalgada suave pero con la suficiente fuerza para hacerme excitar, me termine de bañar, me ayudó a cambiarme, me pidió que regresara al día siguiente y le dije que lo intentaría, y antes de irme me besó con mucha pasión diciéndome cuánto me quería y que tan bonita era para el, al igual que especial.
Me dirigí a casa apenas podiendo caminar, pero hice lo posible por hacer que no se notaste, pues me dolía mucho el culito y seguía sacando semen por mi culito, regrese aproximadamente a las 9:00 de la noche, me cepille los dientes y me dormí, al día siguiente en la mañana desperté con el culito todavía dilatado y con mucho semen fuera de este, en la madrugada mi madre salió de viaje fuera del estado por lo que no estaría por unos días, me dejó una notita en el refrigerador que decía que preparase de desayunar y me cuidase mucho, me dejó algo de dinero y unas pastillas por si me enfermaba de gripa, tos o un dolor de cabeza, le comenté esto a Marco, para ese momento eran las 7:00 de la mañana, hacia buen clima y había muchos pájaros cantando, me pidió que fuera a su casa, por lo que accedí de inmediato y le dije que en unos minutos saldría de ahí, me cepille los dientes, me bañé, me unté un poco de crema, me intenté arreglar un poco, salí de mi casa y durante el camino no podía dejar de pensar en lo fuerte que me follaría, lo rico que sería y cuánto lo iba a disfrutar.

Llegué a su casa, toque el timbre y esperé durante unos segundos, me abrió la puerta y me saludo con mucho cariño, diciéndome lo hermosa que me veía, lo mucho que me quería y preguntándome cómo estaba, si dormí bien, etc. cosas que se preguntan normalmente pero que a mí me hacían sonrojar, me dijo que lo esperara en la sala, me dió un beso muy rico de lengua, me prestó su Xbox para jugar Minecraft y subió a la planta de arriba, estuve esperándolo, pensando que iría por algo de comer o simplemente a cambiarse la ropa, me di cuenta que el control vibraba mucho, por lo cual decidí meterme una parte en el culito, se sentía increíble como vibraba, me excite mucho, me comenzé a masturbar mi pequeño penesito, gemía despacio para que no se escuchará, seguí por aproximadamente 2 minutos, hasta que bajó Marco y sin darme cuenta se paró al lado mío mientras sostenía una ropa y acariciaba su enorme pene, me dijo: «te diviertes putita?»a lo cual me asusté, me excite e intenté taparme con las manos lo más rápido posible, le pedí disculpas con la voz temblorosa mientras no desviaba la mirada de su pene, me observaba sin decir nada, se acercó a mí y me puso el pene en la cara, mientras lo veía fijamente a los ojos, al yo estar sentado, su pene quedó encima de mi cara, pues estaba mirando hacia arriba a verlo, cuando lo oí decir…
-lamelo putita-
A lo cual obedicí de inmediato y sin decir nada, estuve lamiendolo y succionandolo duranate unos 15 minutos, hasta que se corrió dentro de mi boca llenándome por completo la boca de semen y chorreando por todo mi cuerpo su delicioso semen, hizo que me acostara en el sillón, me saco el control del culito, me desnudó, me dió nalgadas mientras me decía putita, y que no estaba bien lo que había hecho, me dió un traje de colegiala y me hizo que me lo pusiera, la camisa era blanca y muy corta, me llegaba arriba del ombligo, tenía una corbata azul, una faldita azul que me quedaba muy bien a pesar de ser un chico, unas braguitas blancas que se sentían muy cómodas, pues eran de algodón, y unas medias súper sexys, negras y muy largas, me llegaban casi a la altura de mis nalguitas, me sentía una chica con eso puesto, por algún motivo me sentía muy bien y hasta empecé a actuar como una niña, pero me quedé quieto cuando ví que se estaba masturbando mientras me ponía la ropa, me sonrojé y seguí vistiendome, cuando terminé, me dijo:
-mira hacia la pared e íncate sobre el sillón, inclínate y quédate así-
Obedecí a todo lo que me pedía, me alzó la faldita y me bajo un poco las bragas, sabía que me penetraria en ese momento, pero no hizo eso, en su defecto me empezó a lamer el culito, metiendo completamente su lengua y haciéndome gemir mucho, posteriormente comenzó a masturbar mi pequeño pene mientras me decía: » que rico sabe tu culito, y tú pequeño pene es muy tierno» sentí muy bonito, dejo de masturbarme, siguió lamiendome el culito y empezó a acariciarme los pezones, en un momento, paró de hacer ambas cosas, me agarró el culo con ambas manos y me abrió con sus dedos un poco el culito, me escupió en el culito y me metió su pene completo de una embestida, di un fuerte gemido, pues me había dolido mucho, aunque no tanto como la primera vez, pues mi culito no se había terminado de cerrar, comenzó a moverse, sacando suavemente su pene y metiendolo como si me quisiera apuñalar con el, sentía como su increíble y grande pene me destrozaba el culito con cada embestida, siguió por mucho tiempo mientras me decía putita y zorra, me dijo que me amaba mucho y que quería tenerme siempre a su lado, que me necesitaba para vivir y que era lo mejor que le había pasado en la vida, me agarró de ambos brazos jalandolos hacia el para tener el control completo sobre mi culito, me embestia tan duro como podía, así duramos cerca de 40 minutos, cambiamos de posición pues nos habíamos cansado un poco, ahora estaba boca arriba acostado en el sillón mientras el me alzaba ambas piernas y se abalanzaba sobre mi culito con su pene, aproximadamente 20-25 minutos después me empujó con fuerza con su pene y se puso encima de mi rellenandome de semen todo el culo, completamente inundado de semen, no me sacó su pene y me puso boca abajo acostado en el sillón, completamente recto, mientras el estaba encima de mi embistiendome más fuerte, aún con todo ese semen adentro, hasta que 15-20 minutos después se volvió a correr y ahora sí ya me saco su pene, me dejó en el sillón, con mi culito dilatado y lleno de semen, prácticamente inmóvil, no me podía mover de lo fuerte que me había follado, me quedé dormido y desperté casi a la 1:00 de la tarde, tenía mucha hambre, Marco estaba dormido por lo que me puse a cocinar, hize hot cakes pues tenía todos los ingredientes y tenía antojo de unos, sin que pudiera apenas ponerme a comer cuando ya había terminado de cocinar, sentí como me empezó a penetrar de nuevo, me follo tan duro como pudo, y cuando estuvo a punto de correrse, me sacó su pene del culo, se masturbó muy rápido y se corrió sobre mis hot cakes, me dijo con voz burlona:

-comete tus hot cakes con tu glaseado especial favorito-

Me enoje un poquito pero me los termine comiendo, sabían deliciosos con todo su semen sobre ellos, salió de «compras» por lo que decidí tomar un baño, al fin podía tomar uno tranquilamente, termine y me entretuve un rato con su Xbox, me cansé y me fui a dormir a su cuarto.

A la mañana siguiente me dolía un poquito el culito pero no hice mucho caso, talvez era por todo el tiempo que me estuvo follando Marco para ese momento eran aproximadamente las 8:00 de la mañana, me di cuenta que traía otro tipo de ropa lo cual se me hizo extraño porque yo me había dormido con mi propia ropa, no con el traje de colegiala, sino con la ropa que yo traía puesta desde mi casa, me mire al espejo y traía un traje de conejita, parecía un traje de baño de los animes que es del uniforme, con la única diferencia de que era completamente blanco, y traía puesto también unas medias negras, que me cubrían por completo todas las piernas, aparte de una diadema con orejas de conejo blancas y un plug anal incrustado en mi culito con lo que simulaba una cola de conejo pegada a un extremo de este, me saque el plug anal pero al momento de quitarlo empezó a caer mucho semen de mi culito, me lo volví a meter al instante, lamí todo el semen que regué para limpiarlo, busqué a Marco y lo encontré sentado en el sillón de la sala, se estaba masturbando mientras veía algo en su telefono, me acerque para ver mejor que era lo que veía, me asusté, y me puse muy caliente cuando me di cuenta que era un vídeo de más de una hora de el penetrando mi culito mientras yo dormía con el traje de conejita puesto, lo ví por unos minutos mientras se masturbaba y me revele ante el, me inqué y comenzé a lamer su pene, sabía muy rico como siempre, poco tiempo después se corrió dentro de mi boca, dejándome rellena de semen en la boca, me lo tragué todo y seguí recibiendo su semen, hasta que paró, y comenzé a saborearlo abriendo la boca frente a el, me dijo:

-que hermosa te ves tragandote mi semen mi amor, eres toda una putita sedienta de semen y sexo, me encantas mi amor y también me encanta como gimes cuando te parto el culo-

Rápidamente me volteó, dejándome de espaldas a el, me puso en cuatro patas, me quitó el plug anal y me comenzó a embestir, yo solo gemía y gemía para hacerlo sentir más excitado y me follaría más fuerte, funcionó, estaba como loco destrozando mi culito, se escuchaban los aplausos sin manos por toda la casa, sin sacarme su pene, me alzó y me cargó tomándome por la parte de atrás de las rodillas, me metía el pene con mucha fuerza, y se movía como si no hubiese follado en un año, mientras me decía:

-esta mal espiar a las personas, tendrás que ser castigada por pórtate mal-

Y me continuó follando por 4 largas horas, las mejores de mi vida en ese momento, comimos después como a las 4 de la tarde, regó su semen sobre mi comida y yo la comí encantado, tuvimos más sexo en el baño y su cuarto por otras 2 horas, al momento de dormir me relleno nuevamente, con una lencería nueva, muy sexy la cual resaltaba mucho mi culo y me hacía ver más afeminado, más hermosa, me colocó el plug anal de nuevo, pero era uno distinto, este tenía como una especie de cristal en la parte que va fuera del culito, pero que de sentía igual de bien, dormimos tranquilamente y muy bien.

Pasaron otros dos días de puro sexo extremo, el cual iba incluyendo otros juguetes sexuales, como esposas, látigos, correas, máscaras, pelucas y más trajes para que me viera como una putita de primera, me follaba todo el día y sin piedad, me hacía recordar para que servía, para que me penetraran y para servirle a el y a su pene, hasta que en el quinto día, me enteré que mi madre estaba regresando a la casa por lo que no tardaría mucho en llegar, me despedí de el, me dió un beso apasionado y una nalgada antes de irme aproximadamente a las 11:00 de la tarde, le dije «adiós mi amor» y me fui corriendo, llegué a mi casa, limpié un poco todo, y me deshice de algunas cosas del refrigerador para que pensara que si cociné algo para mí, llegó como eso de las 3:00 de la tarde, la recibí de buena forma e hice mis labores normales, platique por mensajes con Marco, me mandó el vídeo de cuando me estaba follando duro y me excitaba mucho ver cómo salía el semen de mi culito, pero decidí no masturbarme ni nada, pasaron los días hasta que tuve la oportunidad de volver a verlo.

Las cosas seguían igual, yo iba a visitarlo, la pasábamos chido, me penetraba tan fuerte como podía, me hacía suya y me hacía gemir mucho, pidiéndole más y más, y el me penetraba con más y más fuerza, hasta que un día, llegué a su casa, me recibió como siempre que iba, pero… Me regaló una rosa, y me dijo.

-Tu en todo este tiempo has sido lo mejor que me ha pasado, has sido como un oasis en el desierto para mi, eres muy especial para mi, te amo y no te quiero perder, me concederias esta pieza?-

Puso música y comenzamos a bailar, yo estaba muy sonrojado, muy enamorado, sentí muy bonito a sus palabras, obviamente no fui mala persona y le dije que yo sentía lo mismo por el, que realmente lo amaba, que disfrutaba mucho estar con el, cogieramos o no, pero disfrutaba más si cogíamos, se excito y pude darme cuenta por como se le marcaba su enorme pene en el pantalón, terminó la canción, terminamos de bailar y me dió un traje de sirvienta, unas medias muy sexys de color blanco, una playerita ajustada de manga larga, unas braguitas color azul claro, que además traían un orificio en forma de corazón en la parte de atrás, una diadema de color negro con algo blanco que la hacía ver más como una tiara de princesa, me sentía como una niña hermosa, me pidió que lo esperara, salió un rato y aproveché para arreglarme un poco más, me maquillé un poquito, me cepille los dientes, me lavé el culito por dentro y me puse a jugar un ratito con un dildo de 15cm que teníamos en un cajón en la sala junto con muchas cosas más que usábamos para divertirnos, lo puse en el sillón apuntando hacia arriba y le empeze a dar sentones durante una media hora, hasta que tuve muy bien dilatado el culito y ya me había corrido varias veces, me lo quité, lo limpie y lo guardé, me coloque un plug anal y me senté a esperar a Marco para que me diera mi ración de pene del día, estaba súper excitado, emocionado y nervioso también porque no sabía a dónde había ido, pasó otra media hora hasta que por fin llegó, me acerque a la puerta a recibirlo y…
Al abrir la puerta me llevé una sorpresa cuando me di cuenta que no venía solo, pues venís con un chico de su misma edad, de piel muy oscura, flaco y apenas marcado, de pelo negro, una voz gruesa, un pene de 20cm aproximadamente, traía puesto un pantalón deportivo y una playera de basquetbol, y venía también con una niña de 13 años, la cual tenía un físico delgado, poco culito pero muy redondo, unos pechos que no eran más grandes que una naranja, además de tener bonita cara, un cabello castaño y largo y una voz dulce.
Me sentí totalmente avergonzado, pues tenía puesto el traje de mucama, que no solo me quedaba bien sino que me hacía ver muy afeminado, por lo que salí corriendo de ahí, subí las escaleras, entre al cuarto de Marco y me escondí en su closet lo más rápido posible, estaba asustado, nervioso y preocupado por lo que me fueran a decir, pues si me habían visto bien con el traje, al poco tiempo antes de que empezará a llorar porque no sabía que más hacer Marco abrío la puerta del closet y me dijo:
-Que haces aquí mi amor, deberías estar abajo, que tienes?-
+Tengo miedo y estoy muy preocupado, si bajo me van a decir algo, y se van a burlar de mi, no quiero bajar+
-Claro que no mi amor, ya les dije que eres mi novio, que te amo como a nadie más y que eres único en el mundo, que si tienen algún problema con eso lo íbamos a resolver a golpes y no hubo problema-
+Estás seguro?+
-Claro mi amor, no te miento-
Sentí muy bonito con lo que me dijo y después de un rato insistiendome accedí a bajar, baje muy apenado, con mi brazo izquierdo sosteniendo al derecho en signo de vergüenza pero fue más grande mi sorpresa cuando ví que Leslye estaba chupando el pene de Brayan, Marco me llevo hacia ellos, la empezaron a follar y yo solo me quedaba viendo cómo la penetraban, eran dos penes muy grandes que la estaban destrozando, le decían putita, zorra y que su culo y vagina les pertenecían, ella entre gemidos decía que si, que su cuerpo, su culito y su vagina eran completamente sullos, que le dieran más duro, que la hicieran desmayarse de lo rico que la follaran, que la embarazaran y que a su hijo o hija también la follasen para que sintiera lo que eran hombres de verdad, continuaron follandola de distintas formas mientras que yo únicamente observaba, así pasó más de media hora, hasta que la cargaron, y la pusieron entre ellos dos para penetrarla por última vez, la rellenaron de semen mientras le chupaban los pechos, Marco dijo:
-Santi mi amor, unetenos-
A lo que sin pensarlo accedí, comenzé a lamer y succionar todo el semen que tenía Leslye dentro de su culito y vagina, terminé y quedé a la altura de sus penes, por lo que sin pensarlo empezé a chuparlos, estuve gozando de dos grandes penes en mi boca por alrededor de 20 minutos, hasta que ambos se corrieron dentro de mi boca y por toda mi cara, me sentía como toda una putita, completamente cubierto de semen, Marco comenzó a penetrarme en posición de perrito, mientras que Brayan comenzó a penetrar mi boca, Marco se enojó porque me estaba haciendo atragantarme, casi se golpean pero Brayan dejo de ser tan rudo, siguieron por un largo rato, hasta que me volvieron a llenar de semen por todos lados, he de decir que el semen de Brayan no me lo tragaba, sino que de lo hechaba en la boca a Leslye porque ella me lo pedía, de lo contrario nadamás lo escupiria, sin embargo, con el de Marco me empujaba más hacia su pene para que me pudiese rellenar mejor, me siguió penetrando marco mientras Brayan follaba a Leslye, quedamos frente a frente Leslye y yo, teníamos cara de exitacion, de que nos encantaban esos penes, gemiamos mucho hasta que nos empezamos a besar mientras nos follaban, creo que marco se puso un poco celoso, pues me comenzó a penetrar más duro que nunca, me hacía gemir y apenas y podía besar a Leslye, ya no podía, me lo impedía la excitación inmensa que sentía, Brayan termino con Leslye y me cargaron, me penetraron los dos por el culito, mientras se ponían a mis costados, Leslye aprovechó y empezó a chupar mi penesito, para ese momento, solo tener dos penes dentro del culito era demasiado, pero que me estuvieran chupando mi penesito ya era un nivel superior, me decía Leslye:
/Que penesito tan pequeño y tierno tienes, se ve el porque de tu gusto por los penes, eres una putita, te vez muy bien con ese traje, creo que el pene de Marco es 3 veces más grande que el tuyo, pero es tierno…/
Terminé corriéndome, sacando un poquito de semen de mi penesito y dejándolo caer sobre la boca de Leslye, a lo que dijo:
/Que bien sabe el penesito y el semen de un virgen que en su vida ha tocado a una mujer/
Me sonrojé y me avergonzé por lo que dijo pero me hizo saber que no tenía nada de malo, continuamos por un rato hasta que se corrieron dentro de mi culito, escurría mucho semen y Leslye empezó a lamer sus penes mientras aún seguían dentro de mi culito, chupando todo el semen y también mi culito, quedamos exhaustas y nos quedamos dormidas un rato, Marco me puso un plug anal para que tuviera todavía el semen dentro de mi, desperté casi a las 9:00 de la noche, para ese momento ya se habían ido, y tenía muchos condones atados a mi penesito, completamente llenos de semen, y con todo el cuerpo cubierto de semen, me encontraba muy débil, me arregle un poco y fui a la cocina, tenía mucha hambre, comí unas frutas y fui a la cama a dormir, desperté cuando escuché un ruido extraño, aproximadamente las 6:30 de la mañana, apenas estaba amaneciendo, era Marco, estaba borracho y en cuanto me vió, se abalanzó hacia mi, me comenzó a besar mientras me apretaba el culo fuertemente, a los pocos segundos ya me estaba penetrando, era insaciable, me dolía mucho pero sentía un placer inmenso, sentía que me partiría a la mitad pero no me importaba, lo único que me importaba era satisfacerlo con mi culito, así pasamos mucho tiempo hasta que llegó la hora de despedirse, llevaba ya puesta mi ropa normal pero con la diferencia de que llevaba una braguita blanca con rayas azules puesta, además de un buen dildo de 20 cm metido en el culito, me lo dió para cuando lo extrañase, por supuesto lo usaba diario,ya era para mí una necesidad, regrese a casa muy feliz ese día.
Hubo veces en las que follamos en público, en las calles, en la playa, incluso en una iglesia, dónde sea que estuviéramos si el necesitaba descargar su semen yo estaba para ayudarlo, hubo una vez en la que participamos en un cuarteto de puros hombres penetrandome solo a mi, fue muy divertido y excitante.
Este es el final de mi relato, espero les haya gustado, es 100% real, es un poco largo pero intenté resumir todo lo mejor que pude, Actualmente tengo 15 años y medio, y mi novio Marco tiene casi 22, somos una pareja muy feliz y hasta me ha presentado a amigas y amigos suyos como su novia, es increíble como llegué a este punto de ser tan sumisa ante el, si quieren que les cuente alguna de nuestras aventuras en público háganmelo saber.
Gracias por leer.