Como perdí el miedo a ser follado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
hola, hoy les quiero contar algo.
pues aquíen no le entraron ganas de estar con un hombre pero por miedo nunca se atrevieron, ya sea al que dirán o y si me gusta? seré gay? todas esas preguntas al igual que ustedes me atormentaban, día y noche.
desde niño siempre fui precoz, tenía siete años cuando me masturbe por primera vez, aunque no eyaculaba ni nada pero me gustaba la sensación de cosquilleo y hormigueo que eso provocaba.
total cuando tenía once pude ver por primera vez mi primera película porno, está película antes de empezar tenía que rebobinar la cinta ya que era VHS, mi padre siempre la ocultaba pero yo terminaba en contrandola, como la cinta estaba como a la mitad, cuando terminaba de verla tenía que rebobinarla y dejarla justo donde está se encontraba, siempre que la veía lo hacía desde en principio pero un día me aburrí y decidí adentarla, cual fue mi sorpresa e impresión al encontrar una escena donde estaba un chico delgado y dormido sin playera solo con trusas, estaba tan dormido que no se percató que un tipo de cabello revuelto entro asu habitación, el tipo llevaba pijama y cuando vio al chico dormido este se la quito quedando en calzoncillos, tenía barriga velluda, este se metió en la cama del chico y empezó a oler su cuello, cabello y boca, el chico por fin despertó de su largo sueño pero no se sorprendió al ver al otro con el ahí acostado asu lado, al contrario este sonrió y lo beso en la boca, después se volteo de manera que quedaron de frente y seguían besándose, el chico no lo dejaba respirar y termino subiendo en cima del otro, el que estaba abajo que era un señor por su apariencia, empezó a jugar con el trasero del chico hasta desnudarlo y abrazarlo, el señor no pudo más y también se quitó los calzoncillos, escupió en su mano y embadurno de saliva su enorme pene.
en ese momento mi corazón latía a mil, nunca había visto algo parecido es decir yo fantaseaba de niño que era una mujer y que alguno de mis muñecos de peluche era mi novia y tenía sexo con el supuestamente pero nunca de esa manera, eso era nuevo para mi ni siquiera sabía que se podía por ahí, ni siquiera me había percatado que mi mano ya acariciaba mi pene, seguí observando, el señor escupió de nuevo en su mano pero esta vez la saliva se la en barro al chico en el trasero, el señor arrimo su la punta de su pene en el trasero del joven chico y de un simple empujón la enterró sin piedad dentro del chico este solo gimoteo y arqueo su espalda un poco, duraron quietos unos minutos y después empezó el clásico mete y saca.
yo no pude soportar más y termine viniendome fue uno de los orgasmos más intensos que tuve.
después de ver aquello yo ya no fui el mismo, tenía la gran curiosidad de saber que se sentía tener un pene dentro de mi trasero, no espere más y empeze a buscar información sobre sexo anal, la higiene la mentalidad y sobre todo la práctica, así es que un día mientras me bañaba intente y nada, lo intentaba cada vez que podía pero siempre fracasaba no lo graba penetrarme por más que lo deseaba no podía y eso me frustraba demasiado, un día en una noche calurosa para ser exactos, me exite de sobre manera eran como las dos de la mañana y estaba Teniendo un sueño húmedo tan exitado estaba que me desperté tieso, por alguna razón me acordé de la escena del chico y el señor ya había pasado un año de esa experiencia, pero aún así termine exitandome nuevamente, solo que esta vez fantaseaba que yo era el chico y un vecino mayor era el señor, me coloque de lado como de a cucharita, escupi en mi mano y embadurne de saliva mi trasero y después mis dedos, con el anular empeze a frotar mi ano en círculos y lentamente lo fui introduciendo, al principio sentí unas enormes ganas de defecar pero no lo hice hasta que sentí la palma de mi mano tocando mis nalgas fue cuando comprendi que al fin me había sodomizado, una enorme sensación de alegría me invadió por dentro y apartir de ese día empeze a masturbarme únicamente por mi trasero, metía de todo tipo de cosas, dedos, cepillo dental, pero mi favorito era un cepillo para cabello y era mi favorito porque el mango media como doce centímetros de largo y como unos diez de diámetro, ese era el culpable de mis orgasmos.
cuando crecí todo empezó a cambiar, yo ya no me satisfacia solo con la masturbación, aunque no lo aceptara mi cuerpo me pedía sexo.
cuando tenía 16 ya era un adolescente con un montón de ormonas a flor de piel, pero aún así era chico tímido y de muy pocos amigos, era muy reservado y por eso en el colegio me molestaban, un día llegué con un moraton en mi ojo derecho, mis padres se molestaron conmigo porque no me defendia, siempre evitaba los conflictos y no se porque así era yo.
mi madre le comento a mi padre que en el gymnasio en el que ella asistía había un tipo que daba clases de box y como ella ya estaba ahí le harían un descuento, mi padre no lo dudo y me inscribieron sin mas, yo asistía en la tarde y madre en las mañanas.
cuando fui por primera vez el entrenador era algo distraído y solo le dedicaba tiempo a las chicas que estaban en su clase, así que yo solo perdía el tiempo corriendo o pegándole al costal, tambien hacía un poco de sombra y así fue la primera semana.
en la segunda conoci a un tipo, que nombrare Esteban.
este chico ya tenía tiempo asistiendo a gymnasios tenía sus propias rutinas y solo entrenaba por puro hoby, el tenía 22 años era alto de músculos definidos y de cabello corto y piel morena.
Esteban se acercó un día y me dijo – te e visto perdiendo el tiempo por aqui, quieres que te enseñe alguna de mis rutinas?- yo solo me quedé observando le y le dije que estaba bien que me enseñara sus rutinas.
Esteban y yo nos fuimos conociendo mas, entrenabamos juntos y siempre estábamos hablando de temas sin sentido y como es costumbre los temas clásicos en toda conversación, eres casado, tienes novia, has tenido sexo.
esta última no fue muy directa siempre me preguntaba otro tipo de cosas y por alguna extraña razón terminamos hablando de sexo, me parecía raro porque nuestra amistad era compatible apesar de la diferencia de nuestras edades, pero el decía que yo era maduro para los jóvenes de mi edad y se sentía agusto.
la verdad nunca observé a Esteban con ojos lujuriosos no hasta que un día, nos encontrábamos en nuestra rutina de atacar y bloquear, – has mejorado mucho desde la primera vez que llegaste- me dijo esteban, y ni siquiera recordaba que ya llevaba 7 meses entrenando en ese gimnasio, tal vez fue por la compañía de Esteban que no me percate del tiempo, yo le agradecí y me dijo – bloqueas muy bien los ataques, pero que harías si tu agresor te sujeta por la espalda- yo no supe que responder y solo dije lo que me vino a la cabeza -nose, patearia o lo morderia nose- el solo se sujeto la cabeza y negó sonriendo
-anda golpeame, te enseñaré que debes hacer- ambos nos colocamos en posición de ataque, yo lanze un recto, y el arqueo su espalda y con tres pasos se colocó en mi espalda colocando su brazo al rededor de mi cuello – intenta liberarte, hazlo- me dijo.
yo me sacudí y golpeaba pero el me apretaba más con su brazo, estuvimos así un buen rato hasta que sentí un bulto en mis nalgas, no lo podía creer debido al roce de nuestros cuerpos le provoque una semi ereccion, eso era lo más cerca que había estado del sexo y mi corazón empezó a latir rápidamente.
quería aprovechar ese momento así que sujete su brazo y quise voltearlo, sabría que no lo lograría pero esa no era mi intención, lo que realmente quería era sentir un poco más su pene en mis nalgas.
duramos así un rato hasta que su pene se empezaba a parecer una estaca, fue entonces que me soltó además fingió un un dolor en el estómago y se puso de rodillas, ya quiso ponerse de pie hasta después de un rato, ahí me percate que lo fingió, lo que realmente no quería esque viera su enorme erección.
esa misma noche no pare de masturbarme pensando en ese miembro en mis nalgas, semanas después Esteban me invitó a comer pizza pues sabe que me encanta y me empezó a bombardear con muchas preguntas.
-Eres gay-
-Que!- dije inmediatamente además estaba algo nervioso.
-bueno esque.
No has tenido novia además veo como observas a los chicos en el gym–
-Que tiene de malo verlos tu tambien lo haces- respondí algo molesto.
– si, pero tú los observas tal como lo hacen las chicas,con deseo-
Al decir esto me levanté rápido de la mesa y dije que me tenía que ir, Esteban me siguió hasta la puerta, yo sentía mucha vergüenza y no queria que me viera.
Duramos semanas sin platicar casi el mes cuando me decidí y le hable por teléfono, para confesarle que si me atraían los hombres, cuando se lo dije se quedo en silencio y me dijo.
-Creo que estás confundido, es decir no has estado con mujeres ni con hombres puede que solo estés confundido y para saberlo tienes que probar-
Al decir lo último me quedé en silencio y trague saliva y como pude dije.
-probar? Es decir que este con un hombre?-
-Pues yo no dije hombre pero veo que estás ansioso por probar el pene de un hombre verdad?–
Yo no dije nada, y no porque nos quisiera sino porque no podía debido a la excitación.
-tomare eso como un si– dijo esteban y continuó– ven Ami casa el sábado y te ayudaré a definir tu sexualidad–
La verdad quería ir pero el miedo me detenía y así estuve indeciso, solo decía que si iría pero nunca lo hacía y así fue por otros meses.
Por fin tome valor y le dije que iría el sábado porque lo tenía disponible todo el dia, durante el trayecto sudaba y no podía generar saliva debido a los nervios cuando por fin llegue Esteban me recibió con un abrazo y me invitó a pasar, estuvimos platicando y me sirvió una bebida -bebela rápido, te ayudará a relajarte– y así lo hice tome tres bebidas y la cabeza me empezaba a dar vueltas, el se percató de eso y se acercó para besarme, puso lentamente sus labios en los míos y yo empeze a saborearlos, así estuvimos un rato hasta que nos desnudamos y me llevo asu habitación, me recostó lentamente y me beso todo el cuerpo, escupió su mano y me embarró de saliva el ano, este puso su anular empujo suavemente y entro sin mas, entro sin problemas debido a que mi ano ya estaba acostumbrado, empeze a sentir la punta de su pene en mi ano,el subió hasta mi cabeza y metió su pene en boca, media al rededor de unos 20 o 19 cm, no sabía cómo hacer una felacion así que solo abri mi boca y no hacía mas.
-Lamelo amor, por favor lamelo– me decía Esteban y así lo hice.
-Eso es cariño a hora succiona la puntita solo la puntita- no me cabía todo su pene por eso me decía que succionará la punta nadamas, el sabor era salado y olía a jabón de baño, así estuve un rato hasta que sentí un líquido amargo en mi garganta, toci un poco y el salió inmediatamente, me volteo rapidamente, y escupió mi ano.
-Ponte en cuatro cariño– me dijo.
El efecto del alcohol se me había pasado y los nervios volvían acompañados de exitación.
Sentí nuevamente la punta de su pene en mi ano, saco un poco de crema lubricante y se la puso toda y Ami también, sentí como empujo lentamente , y sentí como mi ano se habría poco a poco.
-Me duele– dije mordiendo la almohada
-Shhh, ya casi entro amor aguanta–
El ano me empezaba arder y un dolor en mis caderas surgió, hasta me hizo llorar, pude sentir como entro la puntita y se de tuvo, la almohada estaba empapada de lágrimas y saliva mía, el salió de mi interior duró unos segundos y volvió a entrar hizo lo mismo por minutos y cada vez que entraba lo hacía mas y mas profundo.
-Relajate bebé estás muy tenso, shhh- me dijo al oído.
Ya casi no me dolia, gire mi cabeza hacia la izquierda y vi un espejo de su pared, y ví como su largo pene entraba en mi colita, y pude ver que mi posición no era adecuada, mi espalda estaba toda encorbada, fue como si una fujaz idea se metiera en mi cabeza, la idea de disfrutar.
-Solo disfrútalo — me susurré en mi mente– solo disfruta nena, relájate vamos relájate y disfruta- me seguí diciendo Ami mismo.
Agache mi rostro hasta el colchón y relaje mis caderas para sentir todo ese pene invadiendo mi ser, volví a mirarme en el espejo y mi posición era la correcta, cabeza agachada y colita levantada, ya no me dolia nada de echo cuando me sacaba su pene sentía una extraña sensación de vacío en mi ano, y después arremetia.
-Eso perrita que te costaba–
-mmmm, masss, papiii, masss, papitooo, asiii–decia con voz entrecortada.
Esteban aumento el ritmo y derrepente salió me puso boca arriba, levanto mis piernas y me empezó a penetrar de misionero esa pose me encanto por que sentía todo su poder varonil sobre mi, yo arañe su espalda y lo mordisqueaba, el se detuvo y grito
–Haaaaaaa, siii,haaa– todo su peso cayó en mi y su pene salió de mi ano.
Intente ponerme de pie pero mis rodillas temblaban como pude me dirigí al baño y pude ver cómo salió semen de mi interior, además tenía unos cuantos arañoz y moratones en mi espalda y caderas.
Espero y les haya en cantado.
Hay segunda parte con Esteban digan si quieren que la escriba.
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