COMO TENER EL CULO ESTRECHO TRAE COMPLICACIONES (1)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me presento: me llamo David y tengo 19 años, soy universitario (medicina concretamente) y resido en España. Soy alto pero delgado, (180cm y 64kg) y siempre he sido muy largo, mis piernas son bastante grandes y finas, al igual que mis brazos, que son delgados pero ligeramente fibrados por la natación, al igual que todo mi cuerpo, no tengo un abdomen ideal, pero si mantengo la línea, con unos pectorales jugosos y unos pezones redondeados y grandes, con una espalda ancha en triángulo.
De cara soy bastante agraciado, soy castaño (aunque la gente me considera rubio, al fin y al cabo el resto del vello de mi cuerpo es dorado) y con el pelo largo (a lo Edward Cullen xD) , ojos color avellana, una nariz prominente y con personalidad y unos labios grandes y jugosos, con una sonrisa encantadora (es lo que más me gusta de mi cuerpo).
El único fallo remarcable fisicamente es mi culo. No tengo casi nada, cada nalga puede caber entera en la palma de una mano (que sea una mano masculina), estrecho de cintura, y con muy poco vello (rubio claramente).
Un verano, puesto que las piscinas están abarrotadas en españa, es imposible nadar, y decidí apuntarme al gimnasio con mi amigo Mario un año mayor que yo. Mario iba al gimnasio desde hacía tiempo y estaba ya bastante musculado, aunque me dedicaba tiempo para que hiciera bien los ejercicios, siempre iba por delante mía y me dejaba solo en las máquinas.
Agradecí entonces esa soledad, cuando un hombre, de unos 30 años se puso delante mía ha hacer triceps. Llevaba camiseta de tirantes (cosa que me atrae mucho) y unos pantalones cortos. Era moreno, tanto de piel como de pelo, los ojos negros una barba de 3 días y un cuerpo rudo, muy alto y corpulento, por lo menos una cabeza me sacaba.
Yo que estaba haciendo mis ejercicios aburrido me quede mirándole un buen rato, hasta que me di cuenta de que me miraba y enseguida quité la mirada, pero para mi asombro no le sentó mal, me sonrió, y yo en cambio me sonrojé.
Siempre me habían gustado los hombres, con chicas solo me había besado y con los chicos… bueno, alguna vez me metía en el chat de chueca, pero cuando me decidía a quedar con ellos, el mismo día me daba muchisimos nervios, me bloqueaba y acababa cancelando la cita (de calientapollas, lo sé). Asique nunca me habia siquiera besado con un chico, solo tontear con ellos por internet, mandarme fotos con ellos pero nada más. Incluso sabía que me gustaba el rol pasivo.
El mismo día que me sonrió coincidimos en los vestuarios. Mario se duchaba siempre en el gimnasio, yo prefería en mi casa pues temía empalmarme con todos esos hombres al lado. Asique siempre he tenido que esperarle, me aseaba con la toalla, me cambiaba de ropa y me quedaba sentado esperando a que saliera con el teléfono. El chico que me sonrió entró en el vestuario y para mi verguenza se puso justo enfrente mía (a unos 2 metros) y claro, el me reconoció.
Podía ver como se le salía el vello del pecho oscuro, en rizos por el centro de la camiseta, el de sus axilas por debajo de los brazos (que eran de un tamaño perfecto, ni muy grandes ni muy finos), sus manos callosas por no usar guantes en las máquinas (quien vaya al gimnasio me entenderá) y un vello fino en las piernas.
Me llamó aún más la atención, y lo supo. Seguía centrado en mi twitter, cuando el impulso me hizo levantar la mirada y le pude ver, sin camiseta con la toalla restregándose el miembro, secándose el cuerpo del sudor, y lo más extraño, me miraba mientras lo hacía, y le correspondi la mirada e instintivamente me mordí el labio (un poco de mujer la verdad, pero así me salió).
Con mi mirada centrada, salió Mario diciendo que se vestía rápido y nos íbamos, centré mi mirada en Mario, asentí y miré al frente, pero ya se estaba levantando ese hombre dirección a la ducha…
Al día siguiente insistí a Mario a volver a la misma hora y no opuso resistencia. Si estaba allí o no, era desconocido para mi, pero sabía que mucha gente tenía la rutina de ir a unas horas determinadas al gimnasio; y así fue, allí estaba. Pero esta vez no me miraba.
Yo pensaba que se avergonzaba por lo del día pasado, pero enseguida descubrí que no.
Algo deprimido, entré al vestuario a esperar a Mario y a asearme del ejercicio. Cuando me iba a quitar el pantalón, me senté en el banco y justo entró el macho ibérico. Me corté un poco pero pensé en recompensarle por lo del día anterior. Generalmente uso ropa interior muy ajustada para intentar rellenar un poco el pantalón por detrás, de Calvin Klein, naranjas, con corte cercano a la ingle. Sentí su mirada en mi paquete, pero no me interesaba que mirara eso, quería que me viera el trasero, asique hice el amago como de meterme el calzón entre las nalgas, y procedí a ponerme mi pantalón, de espaldas a él, agachándome bien para que puediera verme todo el culo (de forma sugerente).
Seguía de espaldas, contento de mi exhibición y lentamente me iba arreglando, esperándo a que se fueran los dos chicos que estaban en la sala. Pero antes de eso sentí unas manos rodeandome la cintura y por mi oido derecho una voz grave y potente.
-Como sigas así, te voy a follar aquí mismo, delante de tu amigo y de los que estén en la ducha.
Yo me quedé blanco, no sabía que hacer asique giré mi boca y cuando iba a hablar, me besó. Pero un beso bruto, no como el que me había dado con las chicas, nada de besos suaves, directamente sentí su lengua. Me quedé pasmado, sin saber que hacer, y se separó.
-Es tu primer beso?
+No, es solo que…
-Cállate y escucha. Ahora me tengo que ir a trabajar, háblame luego.
Y en ese momento metió la mano por debajo del pantalon y del calzón y sentí su mano agarrándome toda la nalga,y mi instinto fue sacar más culo y soltar un gemido. Con su otra mano introdujo un trozo de papel ligeramente y me dijo, "ahora haz como si no me conocieres, zorrita".
Se fue a la ducha y yo me quede con la polla dura y babeante, intentando rebajar el calentón para que no lo viera Mario.
En cuanto llgué a casa, miré el numero, lo agregué al movil y le hablé por Whatsapp. "Hola, soy David, tengo 17, te importa?". No recibí respuesta hasta bien entrada la tarde. "Soy Javi, no si a ti te da igual, ahora estoy trabajando hablamos a la noche".
Casi a las doce de la noche me habló diciéndome que estaba cerca del Gym, que si podía ir en 15 minutos. Le dije que si, vivia al lado y por mis padres no hay problema, pues muchas noches de verano salgo al parque con los amigos, solo dije que se habían retrasado y que no sabría a que hora llegar. Según iba contanto esa mentira me estaba entrando el agobio que me había preservado virgen hasta los 17, pero una vez dicho, tendría que salir, y me armé de valor por fin.
Cuando le dije que estaba ya en la puerta, sentía el corazón a mil, unos sudores frios en la nuca y un ligero empalme.
"Estoy dentro de una furgoneta blanca, ven a buscarme, estoy justo detrás de la puerta".
Me dirijí al parking y allí estaba la furgoneta, de frente y con Javi mirándome y sonriendo, con una gorra puesta fumándose un cigarro. Me subí y le saludé dándole la mano, y en vez de dármela me la cogió y me la apunto a su rabo, que estaba aumentando de tamaño bajo el chandal.
+Yo esperaba hablar un poco contigo antes de…
-No, mejor hablamos luego. Que… que te iba a decir… aquí?
Sabía a que se refería pero me hice el loco, al fin y al cabo estábamos en un parking público cerca de mi casa, en verano, no muy tarde para muchos jóvenes como yo, podría pasar cualquiera.
+Aquí que?
-Follar, tengo los cristales tintados. Además tengo ya el colchon echado.
+Pero… este es mi barrio, me puede ver alguien… (miré atrás y efectivamente había un colchon).
-No va a pasar nadie, y nadie te va a ver, luego si quieres, cuando acabemos doy una vuelta y te dejo en otro lado.
+Venga vale.
Estaba ansioso, me daba igual donde y como hacerlo. Me moví hacia atrás pisando el colchón. El salió de la furgoneta y entró por la puerta lateral. No podía imaginar lo que iba a pasar ahora, lo había deseado tanto, con un hombre más joven, pero estaba bastante bueno y era bastante masculino como para negarse.
Me puse de rodillas en el colchón y el me siguió. Se puso frente a mí y me rodeó mi estrecha cintura con su mano y con la otra me aferró la nuca y me la llevo hasta su boca. Sentí la barba de pocos días raspándome mis labios, su lengua atravesando mi boca hasta llegar a la mía, parecía un molinillo con la lengua y yo intenté seguirle el paso. El aliento a tabaco me estaba dejando hipnotizado, muy masculino pensé, y mientras me agarraba el culo hacia el, sientiendo su miembro con mi miembro.
Me empujó con su mano en el pecho y me tendió sobre el colchón, yo me aferré con mis piernas en su cintura mientras me quitaba la camiseta, como veía en los videos porno. el aprovechó y me comió el cuello bajando a mis pechos, donde comenzó a pellizcármelos y a darme mordiscos en los pezones.
-Tienes buenas tetas…
+No pares y estrújamelos. Quítate la camiseta, te lo quiero hacer yo.
Se la levanté y le empecé a besar el vello del pecho. El tacto era muy áspero y me raspaba mi delicada piel, sentía como agarraba toda mi cabeza con su mano y me la iba dirijiendo, subiendo el brazo y haciéndome chupar su peludo sobaco repetidas veces. Le olía a sudor, pero no me desagradaba, me excitaba y sin darme cuenta me corrí. Intenté desimularlo todo lo que pude.
Después de comerle el sobaco, metí mi mano en su entrepierna y palpé un monstruo. Debajo de la toalla se veía normal, de quizás un groso más marcado de lo normal pero un tamaño aceptable. Nada de eso era muy grueso y de unos 19 centímetros. Mi cara al tocar eso fue un poema.
+No me va a entrar eso ni en la boca ni por el culo.
-Si, te va a doler, pero al final todos lo disfrutais como zorras.
+ No estoy acostumbrado a esto, me va a doler muchisimo.
– A ver que pasa.
Se la destapó y mi impulso fue comersela, todo lo que pude.Con mi nariz tocaba los pelos de su pubis, llegando incluso con los ojos, los tocaba con la otra mano y sus huevos… oh… que huevos, eran perfectos, gordotes y peludos, cargados de semen para mi. Por mi poca experiencia, le hice bastante daño al poco comenzar por no abrir lo suficiente la boca, y le hice daño con los dientes.
+Joder tío me vas a destrozar la polla. Si va a ser verdad que no estas acostumbrado…
-Perdón, lo siento mucho, ha sido sin querer…
+Te va hacer daño? Pues ahora vas a ver, dame el condón, que sin gapos te la voy a meter.
(Un condón, como no había caido)
-No he traido, pensé que tu tendrías.
+Joder, como se te ocurre venir sin condones? Será una broma que este calentón es cojonudo.
-De verdad, pensé que traías tu…
+Es tu primera vez o que?
-Casi, la segunda, mentí.
+Pues a pelo.
-No no, que te acabo de conocer…
+Pues tío me pajeo en tu cara, que me tengo que ir en 20 minutos, que como no tienes ni puta idea de comer una polla…
-Vale si te quedas agusto correte en mi cara, yo no me correré (porque ya me había corrido), pero cómeme el culo porfa…
Siempre que lo veía en el porno me ponía a mil, además con lo lampiño que soy y lo barbudo que era Javi tendría que ver las estrellas del placer.
+Pues ponte a cuatro patas.
Me giré y me quitó el calzoncillo hasta los tobillos.
+Tienes un culo perfecto para un pasivazo, te lo voy a follar la próxima vez, te lo voy a desgarra. (Mientras me soltaba un azote tan fuerte que se me escapó un gemido y me hizo moverme)
Cuando estaba preparado para sentir su boca, sentí que algo ejercía presión. Me callé pero estaba asustado.
+Preparado zorrita? (su voz estaba en mi nuca)
-Que vas a hacer? JODER, SACALA, JAVI SACALA POR FAVOR, DUELE MUCHISIMO
+Shhhh te van a oir (me tapó la boca) tu solo disfruta…
Le quité la mano de mi boca, pero el se movió hacia dentro, le estaba sintiendo, estaba sintiendo su polla dentro de mi. Pero no era agradable, estaba desgarrándome la sangre, sentía que un líquido caliente me resbalaba el muslo.
+sácalo por favor…
-Dios, no te asustes, pero estas sangrando un poco.
+QUE ?!?!
-Tranqui tengo pañuelos, es normal en chicos virgenes como tu…
+Yo no soy virgen… (tímidamente)
-Tienes el culo demasiado estrecho, y yo la polla muy grande. Sabía que eras virgen por tu forma de comerme el rabo. Nadie te va a desvirgar ya, tienes el culo abierto para que te la meta quien quieras…
+Solo quiero que me folles tú.
-Espérate un par de días, seguimos en contacto, bájate ya.
Mientras hablábamos me subió los calzones y me vestí. Nos dimos un beso muy caliente, pero no tenía fuerzas para empalmarme, me estaba sangrando el culo, pero había conseguido su objetivo. Fuera quien fuera con quien follara en los próximos días, el que me había abierto el culo, el que había dejado paso para otros hombres, era Javi.
Continuará…
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