Compañeros de trabajo, y algo más… (1/2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mucho gusto, soy Ricardo de Venezuela.
Les cuento mi experiencia con compañeros de trabajo. ¿Quién no lo ha hecho? Yo creí que nunca lo haría, pero sucedió, y con quienes menos yo creía. Se veían tan machos, es que incluso son bisexuales. He cambiado los nombres de los involucrados, por motivos de protección.
Jimmy: Es un hombre blanco y robusto, estatura de 170 a 175 más o menos, y por supuesto un gigantesco güevo.
Todo comenzó echando vaina, como decimos en Venezuela, chalequeo. Ósea, juegos, bromas respecto a nuestra sexualida. Me pedía culo y se agarraba su tremenda verga, juegos normales entre nosotros los Venezolanos. No cabe dura que detrás de los juegos, se encuentran muchas verdades…
Un día nos encontramos en un restaurante por casualidad, resulta que estábamos en el baño y nos saludamos muy normalmente, ambos orinamos y nos lavamos las manos. Pero por cosas de la vida, nos quedamos solos en el baño… Me pide que le agarre el güevo, y su cara esta vez demostraba que hablaba en serio. Así que yo sorprendido y excitado, lo toqué y noté que era de buen tamaño. Pero después ya no pensaría que lo tenía grande.
Un día nos encontramos en el bus, me invitó a sus casa y acepté ir. Me ofreció agua y me invitó a sentarme, cuando termine me puso su cierre en la boca, me agaché y le bajé todo. Al fin pude ver ese DINOSAURIO, Largo, Grueso y Cabezón. Sin dudarlo lo metí en mi boca, mientras Jimmy con su inmensas manos me empujaba la cabeza y me decía entre gemidos. ¡Sigue perra! Estuvimos así un largo rato, de vez en cuando jalaba mi cabello, me lo metía hasta el fondo o acariciaba mi cabello.
Finalmente me lo saqué la boca, y el me echó su espesa y abundante leche en la cara.
Al final nos lavamos, y terminamos con un juegos: El me tocaba el culo y me lo rosaba con su : güevo y me dijo. ¡Algún día tendrás el güevo mío dentro del culo tuyo!
Nosotros ante la gente somos compañeros de trabajo, él incluso es casado, cosa que me excita aún más
Es excitante ver a alguien todos los días, y pensar que lo hiciste con él.
En el próximo capítulo les contaré como me involucré con Damián.
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