Con 14 años…
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto ocurrió cuando yo tenía 14 años. Y pasó con mi amigo Jesús, también de 14.
Siempre había soñado con esta fantasía hasta que se hizo realidad.
Estábamos en la misma clase, y cuando él se agachaba le miraba con deseo sus nalgas, y obsesionaba con él. Cuando llegaba a casa me masturbaba pensando en él.
Él era no muy alto, bajito la verdad. De pelo castaño, y cuerpo atleta aunque una muy pequeña barriguita bien linda, como sus grandes glúteos.
Un día él me invitó a su casa para pasar la tarde allí y de paso dormir aquel día.
Era verano, yo llegué a su casa y él me recibió sin camiseta debido al calor. Eso me exsitó muchísimo, tanto que se me empalmó un poquito.
Fuimos y jugamos a la consola. Hasta que su madre se fue.
Entonces fuimos al ordenador y empezamos a ver vídeos X. Yo estaba muy caliente, y me fijé en que se levantaba un bulto en su pantalón. En esto que veíamos uno, le dije de hacernos algunas pajillas y él aceptó. Éramos algo tímidos así que nos metimos la mano en el pantalón y empezamos a masturbarnos.
Observé en que le costaba masturbarse ya que la cintura de su pantalón era estrecha, hasta que sacó su verga. Yo me puse muy nervioso. Su pene era de proporciones perfectas. Muy lindo y bonito, con algunos, pero pocos vellos encima de su pene y en sus testículos y le medía alrededor de 13 cm o así, al igual que a mí.
Yo accedí a hacer lo mismo. Pensé que era mi oportunidad para tener algún acto sexual con él, con la persona a la que más había deseado.
Y seguimos masturbándonos. Yo estaba muy caliente y no aguantaba más. Llevé mi mano a su linda verga y empecé a masturbarla, él me miró extrañado pero a los pocos segundos cogió él la mía e hizo lo mismo. Nos dejamos llevar por el vídeo. Y estuvimos así un rato hasta que él se corrió. Yo le movía el pene hacia arriba y hacia abajo más rápido que él a mí. Derramó algo de su semen por mi mano y mis piernas. La verdad que él también estaba muy excitado.
Entonces él me dijo de irnos a su salón, que su madre todavía tardaría en llegar, así que nos acomodamos en su sillón, muy amplio y nos desnudamos completamente. Yo le tocaba por todo su cuerpo, y cuando llegaba a las nalgas se las agarraba sin hacerle daño, para disfrutar más. Él también me tocaba a mí, e iba varias veces a mi verga y la masturbaba.
Estaba teniendo mi primer fantasía sexual y con alguien el cuál nunca había pensado.
Entonces allí en el salón de su casa él se lanzó, cogió mi pene y se lo llevó a su boca, empezó a lamer la puntita de mi verga, yo me excité mucho, hacía pequeños movimientos de placer, entonces le dije de hacer un 69. Él no sabía lo que era eso, así que lo tumbé en el sofá y yo me puse encima de él al revés, y yo cogí su pene y empecé a lemerlo y chuparlo con deseo. Su pene olía a limpio y era muy rico. Entonces él cogió el mío e hizo igual. Yo dado al momento tan lindo que estaba teniendo, pensé en que a él también debería gustarle si quería hacer esto más veces así que le pegué pequeños mordiscos sin hacer ningún daño en la puntita del pene de Jesús y entonces él dejo escapar algunos gemidos de placer.
Era posiblemente el mejor día de mi vida.
ambos nos corrimos en la boca del otro, aunque cuando yo dejé salir mi semen él se apartó un poquito.
Su verga estaba flácida tras haberse corrido, la mía rápidamente se endureció, ya que él siguió masturbándome la. Mientras le chupaba y masturbaba su pene, lleve mi otra mano a sus nalgas. Eran perfectas, anchas y regordetas, y sobre todo muy esponjosas. Así que las agarraba y apretujaba ricamente.
Entonces nos levantamos del sofá y le dije que olíamos a sexo y estábamos manchados de semen. Y él me respondió diciéndome que mañana nos meteríamos en la ducha y quedaríamos mejor. Entonces nos vestimos. Y su madre llegó en poco rato. Se hizo de noche y nos acostamos. No tenía más camas así que como la suya era bien grande decidimos que yo dormiría con él. Lo mejor estaba por llegar.
Yo me quedé en calzones y él se desnudó ante mí y se metió en la cama. Yo no sabía que hacer, y entonces él me dijo que siempre duerme en calzones, pero que como estaba yo con él ese día que durmiéramos los dos desnudos. Así que me desnudé ya sin verguenza y me metí con él. Aún así estábamos un poco incómodos y él entonces se dio la vuelta y empezó a tocarme el trasero y a restregarme su pene por mi espalda yo empecé a calentarme y me di la vuelta, se nos empinó de nuevo y nos masturbábamos y nos tocábamos. Yo me agaché y le cogí uno de sus cachetes con una mano, y con la otra cogí su verga y me la metía en la boca. Estuvo muy rico.
Nos dormimos y al día siguiente nos pentramos en la ducha. Pero eso ya lo contaré en otro momento.
Un saludo a todos.
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