CON 30 AÑOS ENCONTRE PAREJA…HIJASTRO INCLUIDO. (parte final)
Aqui la parte final de mi historia con mi nueva pareja que trae un adicional de regalo……su hijito goloso.
Empezamos a desnudarnos, la ropa caía por cualquier sitio mientras nos besábamos, y mis manos recorrían el cuerpo de Ignacio despojándolo de la poca ropa que aun le quedaba, nos lanzamos a la cama y empecé a lamer su cuerpo, desde la frente hasta los pies, luego lo puse boca abajo y retome las lamidas desde sus talones al cuello para devolverme a su culo y empezar a abrir sus nalgas para meter mi lengua, iniciando el concierto de gemidos del chico, abría sus piernas y mi lengua cada vez mas al fondo. Tomé un almohadón y se lo puse en la zona pélvica, su culo quedo levantado ofreciéndome esa delicia de agujero que rogaba por ser violado. Hundí mi cara ahí de nuevo lamiendo mordiendo suavemente y cada vez haciendo gemir más fuerte a Ignacio.
Agarré el lubricante y lo empecé a aplicar como otras veces, introduje un dedo, dos dedos y tres dedos, dilatando, lubricando, preparando para el asalto, me acomodé y empecé a pasar mi pene por su rajita desde arriba abajo, metiendo un poco la punta, pero siguiendo el mismo juego, varias veces hasta que Ignacio me dice ¡Ya, Mételo!
Ahí me fije en Carlos, estaba sentado a un costado, desnudo pajeandose, su pene a full y en ese momento se levanto y se puso a un lado para observar mejor, yo simplemente empecé a taladrar el culito de Ignacio, un tercio, la mitad, TODO!
Empecé a cabalgarlo, mi amigo se pajeaba mirando como yo lo sacaba casi entero y lo metía al fondo de un solo golpe, enseguida me acosté en su espalda, y empecé a follarlo como siempre, con fuerza, haciendo sonar sus nalgas al golpe de mi pelvis, mis brazos en sus hombros lo atraían para clavarlo a fondo, hasta casi entrarle mis huevos.
Luego de un rato, me puse de lado, con su pierna derecha sobre la mía. Carlos no se perdía detalle, a pocos centímetros miraba como entraba y salía mi pene, olía ese aroma a sexo, en un momento puso sus labios en el pene del chico y empezó a chupar y de paso lamer, incluyendo a ratos mi pene en movimiento. Me volví a acomodar, esta vez de espalda y el niño encima mío, clavado hasta el fondo y mi amigo seguía lamiendo y tocando.
Cambié de posición, esta vez puse sus piernas en mis hombros y lo clave hasta el fondo, arrancándole un gemido al sentir mis huevos chocar con su culo, y aceleradamente lo empecé a follar que ya no aguantaba y hasta que, al fin, mi leche empezó a vaciarse inundando sus entrañas, entre espasmos y gemidos de ambos. Mi pene palpitaba del placer y mientras lanzaba los últimos chorros de mi semen caliente, la intensidad iba bajando, y fue cuando Carlos reclamó su turno, ante lo cual me retire para que mi amigo ocupara prontamente mi lugar y le dejara caer sus 18 cms de golpe en el culo de Ignacio, acompañado de una fuerte exclamación, ¡AHHHHH!
Mi amigo estaba fuera de sí, rojo de excitación, mete saca mete saca con desesperación, besaba a Ignacio, se levantaba para mirar como su pene entraba y salía, ¿te gusta? Si, respondía el chico, dame mas tío Carlos, a lo que el aludido aumentaba aún más su ritmo, lo cual no podía durar demasiado cuando sin previo aviso empezó a emitir sonidos guturales anunciando su potente eyaculación, ojos cerrados, el sudor en la frente y fuertes resoplidos daban cuenta de las sensaciones que estaba sintiendo y disfrutando, hasta ya quedar en un estado de semierección, dejando salir su pene del culo del chico y recostándose a un costado, con un fuerte resoplido.
¡Ah mierda, que cosa más rica!
Y así, quedó solucionado nuestro problema con un sitio donde poder escaparnos una o dos veces por semana. Mi amigo como ya relaté solo podía disfrutar con nosotros solo dos semanas al mes, pero todo lo que a nosotros nos importaba está bien.
Y así paso el tiempo y unos 3 años más tarde todo seguía miel sobre hojuelas, Ignacio progresando en sus estudios, mi relación con su madre y él mismo sin problemas, nuestro amigo Carlos compartiendo en la medida de sus posibilidades.
Una tarde estando solos con Ignacio, que estaba a punto de enterar sus 15 años, me mira muy serio y me señala que quiere decirle a su madre que es gay, dado que conoció a un chico y se llevan muy bien, y que, por supuesto quiere que yo lo conozca y su madre con mayor razón. Por supuesto que lo apoyé.
Así en la noche a la hora de la cena, Ignacio le dice a su madre que quiere contarle algo muy importante. Ella inmediatamente me mira y yo solo esbocé una sonrisa. El algo nervioso le dice que quiere que ella sepa que el siente que es GAY. Ella se sonríe, le acaricia la barbilla y le da un beso, y le responde, SI, ESO YA LO SE.
El joven me mira sorprendido, yo le hago un gesto que no se nada, ella inmediatamente le aclara que como madre que es ya se había dado cuenta hacia mucho tiempo, y que lo importante es que sea feliz, pero que debe cuidarse que pasan muchas cosas, hay gente homofóbica y también enfermedades que debe saber conocer para evitar, me pregunta si yo estoy en condiciones de conversar con él sobre el tema y le digo que sin ser una eminencia tengo conocimientos que puedo compartir con él.
Ignacio aprovecha de decirle que conoce un chico de su edad a quien le gustaría invitar para su cumpleaños numero 15 a lo que su madre accedió inmediatamente.
La siguiente vez que fuimos al apartamento de Carlos, solo follamos una vez y nos dedicamos a hablar del amor, de la ilusión, del sexo, ETS, condones y muchas mas cosas. Le dije que se fuera con calma y si quería tener sexo con su amigo me dijera y los llevaba al apartamento cuando Carlos no este y ahí les dejo tranquilos, eso no paso sino hasta unos meses después.
Esa primera vez le dio ilusión, se desnudaron, besaron y masturbaron, sin penetración, era su exploración, mas adelante las cosas se fueron dando sin apuros, que era su primera relación de ambos. Su novio Exequiel me tomo confianza así que no había problemas de hablar ciertas cosas.
No obstante, lo anterior, nuestros encuentros seguían dándose en normalidad, con Carlos incluido, así que mayor problema no significó el inicio de esta relación, pero aclaro que Exequiel nunca supo de nuestros encuentros.
Así las cosas, siguieron marchando y el tiempo avanzando, en lo personal me ofrecieron una muy buena oportunidad laboral en la zona austral del país, grandes beneficios económicos y profesionales. El problema era la distancia dado que en esa época no había la conectividad aérea actual y de ir podría venir quizás una vez al año.
Con Lourdes acordamos que me fuera, y que, si en la separación salía alguna cosa con alguien que no nos opondríamos, y así me fui.
Al final regresé casi en 5 años recién. Ignacio ya mayor de edad, Lourdes en una nueva relación.
Nos juntamos una tarde en un mall con Ignacio, estaba muy cambiado, mas esbelto, atlético es la palabra. Me conto estaba en la universidad estudiando derecho, que tiene un novio con el cual pasa días juntos y otros con Lourdes, su novio es ejecutivo bancario, de 28 años y que era muy feliz, de lo que me alegré.
Por mi parte le comenté que retornaba a Santiago, que seguía en la misma empresa y que ahora en funciones ejecutivas, así que a retomar mi vida de ciudad.
Pasan unos días y recibo una llamada telefónica, era Ignacio quien me dice que su novio me quiere conocer y que me invitan a su departamento a cenar para el sábado siguiente. Acepté inmediatamente.
Llegué a la hora acordada, con una botella de vino. Estaba ubicado en un sector residencial de la zona oriente de Santiago, nos sentamos a conversar, mientras Francisco Javier como buen anfitrión estaba preparando la cena, nosotros recordábamos algunas anécdotas, momentos inolvidables de ambos.
Luego de una opípara cena nos sentamos por un bajativo, música suave, Francisco Javier abrazado a Ignacio demostraba su aprecio y cariño dándole algunos besos de vez en cuando.
En un momento, se paran ambos y van a su dormitorio, yo me pongo a revisar las caratulas de unos vinilos algo distraído. Escucho la voz de Ignacio Tío Sergio, ven……. Fui hacia donde sentí la voz, y al entrar veo a ambos jóvenes desnudos en la cama, toda una imagen helénica, Francisco Javier sonriente, Ignacio mostrándome el culo, tan delicioso como lo recordaba, mientras su boca se tragaba el, al parecer grueso miembro de su novio que apenas alcanzaba a ver. Ignacio se volteo a mirarme sonriente, ¿Cómo estamos? Ahí pude observar la buena herramienta del chico, gruesa y de buen tamaño, bien oscura casi negra, del tamaño que le gustan a Ignacio.
Yo no dije nada, hasta que el dueño de casa hizo la invitación “ya pues tío Sergio, sáquese la ropa e intégrese ……..no espere me lo repitiera”. Me desnudé y me ubiqué a la espalda de mi querido Ignacio, y entonces…….
Comentarios: [email protected]
Wow, que buen desenlace. La historia la sentí corta, pero me llenó en parte. Esperare los próximos relatos.
Excelente desenlace. Definitivamente me gustaría conocer a un chico como Ignacio.
Que pasa con Ignacio , Francisco y cobtigo