CON 4 AÑOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Este juego era todos los días, me hacia reír mucho y me gustaba lo que sentía, asi que yo comencé hacerlo con el. Ponía jabón en mi dedo y se lo metía en su culito, el se movía y decía, que rico, mmmmmm,, mas mas. Y nos reíamos los dos, mamá terminaba gritándonos que no jugáramos mas y saliéramos de baño
Un día me puso de frente a el y por encima jugaba con mi colita, mi cara quedaba pegada a su pito y yo metía mi brazo por debajo de su entre pierna y le metía el dedo en su culito, yo respiraba por la boca ya que el agua corría entre mi cara y su cuerpo y no podía hacerlo por la nariz, su pito empezó a crecer y se puso muy duro, igual que estaba el mío, el me alzó y metió mi pitito y mis huevitos todos en su boca y los chupo, que sensación más agradable, luego me bajo y sin que me dijera nada yo me metí su pito en mi boca, el tomó mi cabeza, y acariciando mis orejas, metía y sacaba su pito de mi boca, hasta que en cierto momento sentí algo salado, agrio en mi boca, pensé que se estaba orinando y quise sacar su pito de mi boca, pero el sostenía mi cabeza y suspiraba, entonces me dijo. Es mi lechita, tómatela toda, yo trague todo, el me levantó y me beso en la boca, esta es nuestro secreto, verdad, yo asentí con la cabeza y bese sus labios.
Al día siguiente, cuando nos bañábamos para acostarnos el me metió un dedo en mi culito, mientras yo besaba su pito y le metía mi dedito en el suyo, nos reíamos y mientras me secaba me dijo.
Hoy ven a mi cama, duerme conmigo,
Si. Duermo contigo le dije y el me beso en la boca y yo le correspondí
Luego de cenar y lavarnos la boca, nos fuimos a la cama. Papá y mamá vinieron como todas las noches a darnos un beso, y se fueron cerrando la puerta. Cuando sentí que la puerta de su habitación se cerraba yo corrí a la cama de mi hermano y me metí debajo de sus sabanas.
El me besó y me abrazó, ahí sentí que estaba totalmente desnudo, yo estaba con mi trusa la cual el bajó lentamente mientras me besaba, hasta que me la saco totalmente
Chúpamela me dijo al oído
Yo fui bajando y busque su pito y me lo metí en la boca, el tomó mis piernas y las llevo hacia su cabeza, las abrió y se metió mi pito y mis huevitos todos en su boca, yo sacaba y metía su pito en la mía hasta que dejando mi pitito metió su cara entre mis nalgas y sentí su lengua jugar en mi culito, que sensación más hermosa, me encantaba,
Estuvo así un rato hasta que me acomodó de costado delante de él sentí que ponía algo en mi culito que era como una grasa, luego puso la punta de su pito en la entrada de mi culito y me dijo
Relájate, suéltate todo y haz como si fueras a cagar, avísame apretándome la mano cuando lo hagas,
Yo me solté todo como me habían enseñado en la yoga para niños del retiro donde iba 2 veces por semana, apreté la mano que tenía tocándole y el empujo, sentí que algo caliente entraba en mi culito el dolor corrió por mi espalda llegando a mi boca, tomé aire para gritar y el se dio cuenta y tapo mi boca, yo movía mi cabeza a los costado gesticulando un noooooooooo bien grande, movía mis piernas tratando de zafarme, pero nuestras piernas estaban entrelazadas, era imposible salir de esa trampa, lloraba pero él no sacaba su pito de mi culito,
Solo es la cabeza que entró, me dijo al oído. Aguanta, y se te va a pasa. No seas malito. Y ahí quedo sin moverse ni para adentro ni para afuera.
No grites mi amor, me estas dando todo tu amor y yo a ti. Quedémonos así un rato
Asentí con mi cabeza mi culito pulsaba, parecía que mi corazón estuviera ahí.
Relájate mi amor, relájate bien, respira profundo y relájate al soltar el aire. Me decía al oído.
No se cuanto tiempo paso, pero si se que el dolor fue desapareciendo, el estaba quietito sin moverse y cuando ya no sentí más dolor, entonces, hice fuerza como para cagar y me senté un poco más permitiendo que entrara un poquito su pito en mi culito.
El se dio cuenta y comenzó un meta y saque suave, al que le pedí que no siguiera porque me dolía mucho, el se quedó quietito y me dijo, durmamos asi. Te gusta.
Si mi amor, y así nos dormimos
A la mañana, mamá golpeo la puerta, ya levántese,
Mi hermano me estaba abrazando, y aun su pito bien duro estaba en mi culito.
Me zafé y me levanté, el como un resorte también lo hizo. Nos pusimos una toalla a la cintura y nos fuimos a bañar, el lavo con mucho jabón en mi culito, lavó muy bien su pito y se lo chupe hasta que me dejó toda su lechita,
Es el desayuno me dijo y nos reímos los dos, ahora eres mi mujer me dijo, y yo moviendo mi colita le conteste, si mi amor, nos besamos, nos vestimos y a desayunar de verdad.
Eso duró mucho tiempo, nunca me la metió más de lo que yo quería, pero poco a poco iba entrando más, claro era una práctica a diario y a veces cuando el echaba su lechita en mi culito, era más de una vez en la noche.
Cuando tenía nueve años nuestro padre se enteró, pero eso es tora historia
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