Con 5 años, de putito al amor de mi vida
A mis 19 años llego a mi vida una personita muy especial.
Ya tenemos vecinos nuevos!
Esto decía mi mamá cuando por la ventana vio un camión de mudanza, de la cual varios trabajadores bajaban muebles y los colocaban en la banqueta mientras los iban metiendo a la casa que estaba junto a la mía, era verano de 1982 y yo tenia 19 años, me llamo José, pero todo el mundo me decía joe, mido 1.80 mts., moreno y atlético, y según muchas morritas, guapo.
En ese momento no tenia novia y siempre andaba con el fierro parado y con ganas de un huequito donde descargar, así que diario me la jalaba hasta dos o tres veces por día, mi hermana la mayor ya estaba casada y vivía en otro sector de la ciudad, la casa era de tres recamaras así que una siempre estaba desocupada, con las cosas de mi hermana cuando estaba soltera y que mi mamá se negaba a tirar a la basura o a regalar, los estudios siempre me dieron flojera así que solo termine la prepa y me puse a buscar trabajo en un taller de soldadura cerca de mi casa, ganaba buen dinero y con eso me daba mis gustos.
Recuerdo que al día siguiente de la mudanza, vimos a dos mujeres por las edades deduje que era la madre y la hija, muy guapas las dos, por la ventana del segundo piso vi cuando la mujer joven fue a la parte trasera del carro y bajo a un niño rubio de unos 4 o 5 años, un niño muy bonito, como esos niños que ve uno en los comerciales de la tele.
Ese mismo día por la tarde la señora joven fue a la casa a pedirle a mi mamá que si le podíamos pasar agua, ya que aun no tenia el servicio instalado en su casa, así que pasamos la manguera por el patio de atrás y ella se puso a llenar unos recipientes para tener agua disponible, la señora se veía de unos 35 años, de buen cuerpo y de cierta clase.
Mi mamá le dijo que si ocupaba ayuda no dudara en pedirla y que contara con nosotros para lo que se le ofreciera.
-Muchas gracias, tenga la seguridad de que así será-
Mi madre horneo un pastel y se lo llevo como bienvenida, cuando mi mamá regreso me dijo que la mamá del nene era madre soltera.
Recuerdo que a los pocos días la vecina le pidió a mamá que si yo podía ayudarla a poner unos cortineros.
Tome un martillo, varios destornilladores y fui a la casa de la vecina.
-Hola vecino, que pena- me dijo la vecina
-me dijo mamá que necesitaba poner unos cortineros- le respondí a la vecina.
Mientras hacia mi trabajo vi que el niño andaba jugando con unos monos de peluche, andaba solo con un short y sin playera, tenia un cuerpo muy bonito, llenito pero sin ser gordo, un traserito levantado y unos labios gorditos y muy rojos que resaltaban en su cara blanquísima.
En cuanto la mama se fue a la parte de arriba de la casa, el niño se cerco a mi.
-Hola, como te llamas- me pregunto el hermosos niño.
-Me llamo josé, pero mis amigos me dicen joe- le respondí.
Termine mi trabajo y me disponía a irme a mi casa, cuando mi vecina me dijo que me prepararía una limonada.
Me senté en un sillón y el nene se acerco a mi, traía un peluche de un dinosaurio y jugaba a un lado de mi, yo lo observaba con admiración, en verdad era un niño muy bonito, su cabello rubio brillaba con destellos dorados.
Ese dia yo traia un short deportivo muy holgado y una playera sin mangas, por impulso le revolví el cabello al niño y el volteo a verme sonriendo.
-Fredy no molestes al vecino- exclamo la mamá del niño desde la cocina.
-No me molesta- le respondi.
De repente el niño se acerco a mi, yo estaba con las piernas abiertas y el nene se coloco entre mis piernas, pegándose a mi, coloco sus manitas en mis piernas las sentí suaves y muy tibias, sus ojos eran de un verde muy bonito y sus pestañas negras y tupidas.
Por un momento la cercanía del nene me puso nervioso y la cara me ardió por la situación de sentir su cuerpecito pegado a mi entrepierna, ya que soy muy calenturiento y temí que se me notara que el pito se me estaba endureciendo ante la cercanía del nene.
Tome el vaso de agua limonada, me la termine y me despedi de mi vecina.
Sentía el corazón muy agitado y a la vez me sentí raro de sentirme así por un nene de 5 años, ósea que me estaba pasando.
Esa noche dormí con el rostro del nene clavado en mi pensamiento, en la madrugada mientras me la jalaba, al momento de eyacular el rostro de ese niño hermoso estaba en mi mente.
Dentro de mi sabia muy bien que era algo muy pervertido estar sintiendo esas cosas.
Un día al regresar del trabajo mi mamá me dio una noticia que cambiaría todo.
-La vecina me pidió que si le podía cuidar al niño unos días mientras encuentra una guardería-
-¿Pero a que horas?- pregunte.
-Ella lo traería en la mañana antes de irse al trabajo, el niño ya no es de biberón ni de pañal, así que no seria una carga, el niño ya come de todo y es muy tranquilo, bueno eso dice ella ja ja ja ja-
No me quedo mas que adaptarme al hecho de tener un niño pequeño en casa.
Yo entraba al taller a las 9 de la mañana y salía a las 5 o 6 de la tarde, dependiendo del trabajo.
Esa mañana cuando desperté escuche voces en el primer piso, eran las 8 de la mañana y escuche cuando mi mamá prendió la televisión de la sala para que el niño viera caricaturas, me levante y me fui a darme una ducha, me puse mi ropa de trabajo y baje a desayunar.
-Hola Joe- me saludo en nene, quien estaba sentado en un sillón de la sala
-Hola bebe- le respondi.
Mientras tanto mi mamá preparaba el desayuno en la cocina.
Me senté en el mismo sillón donde estaba el nene, quien de inmediato se acerco a mi, de reojo vi que no me quitaba la vista de encima.
-Mi mamá dijo que estabas bien guapo y yo le dije que si- me comento el nene.
-¿te gusto?- le pregunte intrigado.
-Si- me respondió.
Yo estaba con mis manos recargadas en mis piernas, el nene me agarro una mano y me dijo que la tenia muy grande y rasposa, sus manitas blancas eran muy suavecitas, tan diminutas que su mano cabía en la palma de mi mano, mi piel morena contrastaba con su blanca piel.
-eres un niño muy bonito- le comente mientras le acariciaba su cara de muñeco.
Desayune rápido y me fui a mi trabajo, en ese tiempo tenia una camioneta de modelo antiguo, que había ido arreglando a mi gusto, durante el día no dejaba de pensar en el nene rubiecito, en verdad que era una lindura de huerco, y saber que yo le gustaba me ponía pensativo de como un nene tan pequeño dijera que un hombre le gustaba.
Saliendo del trabajo me fui con unos amigos a jugar un partido de futbol, el nene ya no estaba en casa, su mama había pasado por el a las 3 de la tarde.
Al día siguiente fue la misma rutina, el nene estaba en casa desde las 8 de la mañana, viendo sus caricaturas, mi mama en la cocina y yo en la sala con el nene, me di cuenta de que el pequeño se acercaba cada día mas a mi, y buscaba cualquier pretexto para tocarme las manos o las piernas, yo lo ponía de espadas y lo acercaba hacia mi, supuestamente sin malicia, su pequeño trasero lo apoyaba en mi fierro medio duro, ponía mi cara en su hombro y le hablaba al odio, sentía como el pequeño se estremecía al sentirme.
Ese día en la tarde platicando con un amigo del trabajo le pregunte a que edad se daban cuenta los hombres que les gustaba la verga.
-yo creo que desde chiquitos- me respondió mi amigo. -yo de adolescente conocí a un sobrinito que decía que yo era su novio y siempre andaba detrás de mi el muy putito.
-¿y luego que pedo?- pregunte.
-Bueno cuando estas chavo andas de caliente todo el tiempo, fue cuestión de tiempo para que lo pusiera a deslecharme, una o dos veces por día, hasta que su mamá se dio cuenta y ya no lo dejo ir a mi casa, pero ahora si lo ves de grande esta bien chulo el cabron ya con pareja y todo, pero la primera verga que probo fue la mía jejejejeje y juralo que si su mamá no se lo lleva me lo hubiera atornillado jajajajajaja-
-¿y que edad tenia? Pregunte.
-Pues como 4 o 5 años, a esa edad ya andaba el nene queriendo probar verga-
Era obvio que mi vecinito deseaba algo conmigo, pues seguía aprovechando cualquier oportunidad para estar encima de mi manoseando y provocándome. Un día por la mañana mi mamá dijo que iría a la tienda a comprar leche que le echara un ojo al pequeño, yo me acaba de bañar y solo andaba con una toalla amarrada a la cintura sin nada de ropa debajo, tenia el pelo mojado y el cuerpo medio húmedo.
En cuanto me senté en la sala el pequeño se acerco a mi, al sentarme la toalla se abrió “accidentalmente” montando casi por completo mis piernas, el peque se acomodo entre mis piernas y sin esperarlo me dio un beso en los labios, yo me quede sorprendido ya que no esperaba esa acción de su parte y me tomo desprevenido.
-¿a caray porque me diste un beso?-
-vi a mi mamá dandole un beso a su novio y me dijo que cuando dos personas se quieren se dan besos- me respondió.
-¿Quieres que sea tu novio?- le pregunte
-si- me contesto el peque mientras me miraba directamente a los ojos, por lo visto era un niño muy despierto para su edad.
-Bueno si vamos a ser novios tienes que hacer todo lo que pida, ¿esta bien?- le pregunte.
Por toda respuesta le pequeño me abrazo y acerco su boca de nuevo para que lo besara, su lado puto estaba dominándolo muy fuerte y aun en su inocencia su cuerpo le estaba pidiendo cosas, sentirse dominado por un hombre grande y fuerte como yo.
Sabia que mi mamá se quedaría platicando con la dueña de la tienda ya que eran conocidas de años, tenia como 10 o 15 minutos para ver hasta donde llegaba el pequeño, lo acerque a mi y lo bese con suavidad tratando de no ser brusco para no asustarlo, abrí su pequeña boquita y metí mi lengua a su boca saboreando su saliva de bebé, mientras lo pegaba mas a mi cuerpo, mi verga estaba despertando pidiendo acción, lo acerque a mi pecho y le dije que me chupara un pezon, el nene se prendió chupándome el pezon mientras sentía como mi cuerpo se estremecía recorrido por un escalofrío que me llego hasta la punta de la verga, yo acariciaba su cuerpecito, cualquiera que nos hubiera visto pensaría que estaba con mi novia, pero era un nene de 5 años con un hombre de 19 años que lo estaba iniciando en el sexo.
Ya estaba muy caliente y no me iba a quedar con las ganas.
Lo cargue en mis brazos y me fui a mi recamara, me despoje de mi toalla quedando completamente desnudo ante los ojos muy abiertos del peque que recorría con su mirada mi cuerpo y sobre todo mi verga en plenitud.
Abrí su boquita con mis dedos y le introduje la punta de mi verga morena en su boquita de labios muy rojos y tibia.
-chúpala como una paleta bebé-
El nene solo se limitaba a abrir la boca sin saber que hacer, yo metía y sacaba mi verga de su boca, bueno solo lo que podía meter, el glande y unos dos o tres cms. de mis 18 cms. de verga, era imposible que entrara mas dado su edad, coloque amabas manos a lado de su cabecita y me estuve masturbando hasta que eyacule en su boca toda mi descarga de leche matutina.
-Tomatela- le dije al peque.
Mi vecinito muy obediente se tomo todo mi semen, agarre mi toalla y le limpie la boca para no dejar restos de mi descarga, tome un short y me lo puse, tome a mi vecinito de la mano y lo lleve de nuevo a la sala, justo en ese momento entraba mi mama a la casa.
-Ya mero esta listo tu almuerzo, bajas en 5 minutos- me dijo mi mamá.
Subí a mi cuarto a terminar de vestirme, baje al comedor y mi vecinito ya estaba almorzando un plato de cereal, vi como gotas de leche le escurrían por los labios e imagine que era mi semen.
El peque se comportaba de manera normal como si nada hubiera pasado, pero siempre buscándome.
El resto de la semana paso sin novedad, solo toqueteos de nalguita y besos rápidos entre el peque y yo siempre cuidando que mi mamá no se diera cuenta. Si estábamos en la sala le agarraba la mano a Fredy y la ponía sobre mi paquete.
-¿quieres chuparla?- le preguntaba
-si- me respondía el peque, se me ocurrió un plan para quedarme a solas con el.
-No encuentro mi playera roja- le dije a mi madre.
-Deja te la busco, creo que la deje en la secadora- mi madre se fue al patio trasero donde estaba la lavandería a buscar mi playera roja.
En cuanto mi madre salió al patio, me pare y bajando mi short saque mi verga aun sin estar completamente dura, la acerque a la boca del peque y de inmediato se predio como un becerrito hambriento chupándome la cabeza de mi verga, sus tiernas mamadas eran increíbles, tome su manita y lo puse a tocarme mis huevotes cargados de leche.
-Aquí esta tu playera- exclamo mi madre
-Demonios- pensé, rápidamente me subí el short y me senté en el sillón como si nada, tome la playera y me fui a mi cuarto a cambiarme.
-Buenos días Doña Martha- era la vecina de enfrente, una señora encajosa, la mas chismosa de la cuadra, que casi todos los días visitaba a mi mamá.
-Vengo a que me invite un cafe- comento la vecina.
-hijo buscale la pelota a Fredy, que no la encuentra- me dijo mi mamá.
Vi que mi mamá puso la cafetera en la estufa para preparar los cafés, tenia una oportunidad para terminar lo que había empezado.
-Ven Fredy- le dije al peque y lo lleve al patio trasero a buscar la pelota.
Apenas salimos y me desabroche el pantalón, saque mi verga y puse a mi vecinito a chuparme la verga, me daban escalofríos cada que su lenguita rosaba mi glande, cerraba sus ojitos verdes y mamaba con poca experiencia pero poniendo todo de su parte por satisfacer a su hombre, el saber que podrían descubrirnos y mi calentura provoco que los pocos minutos ya estuviera descargando una buena cantidad de leche en la boca de mi vecinito, vi como sus cachetes se inflamaban tratando de contener toda mi descarga y pude ver como pasaba hacia su estomago, busque un trapo de la lavandería para limpiarle la boca que le había quedado medio babosa por estarme mamando la verga, una ultima gota espesa me quedaba colgando de la punta de mi verga, sin decirle nada, el peque se acerco y se tomo lo que quedaba.
No había duda, tenia un putito a mi servicio.
Tener un putito a tu disposición te abre un mundo lleno de morbo.
Buscando siempre la oportunidad de llenarle la boca de leche, de tocar sus nalguitas, de ponerlo boca abajo en el sillón y simular que lo penetraba, el peque no protestaba a nada de mis demandas, al contrario su cara demostraba que le gustaba a todo lo que le pedía.
Vi en el calendario que se acercaban mis vacaciones, tendría una semana libre…..y mi putito me iba a tener que demostrar todo su amor.
Ese culito tenia que ser mío.
No se me olvida ese día de Julio, era lunes y empezaban mis vacaciones.
Mi papá se iba al trabajo a las 7 de la mañana, yo ya estaba con la verga dura como siempre, imaginando a mi bebé mamándomela hasta darle toda mi leche.
Baje a la sala a las 7:30 de la mañana, mi mamá andaba preparando la lavadora para ponerse a lavar la ropa sucia, prendi la tele para ver una película de acción en la videocasetera.
A las 8 de la mañana, puntual, mi vecina fue a llevar a su hijito y ella se fue a su trabajo.
En ese momento tuve la intención de poner a mi peque a mamar verga pero mi mamá se escuchaba que estaba por terminar, así que me detuve.
Almorzamos y la mañana transcurrió sin novedad, algunos toqueteos y besitos rápidos.
Los lunes se ponía un mercado-bazar a unas cuadras de mi casa y mi mamá me dijo que iría con la vecina a comprar algunas cosas para la casa, que me encargaba al nene.
En cuanto se fue mi mamá, me abalance sobre mi putito, lo levante en los brazos nos fuimos a mi recamara, tenia unas horas para dar rienda suelta a mi morbo y calentura.
Primero que nada, la mamada de todas las mañanas, eso era obligatorio, así que mientras escuchaba un disco de rock acostado en mi cama el nene estaba hasta las anginas con mi verga a tope, ya con mas experiencia mi nene ya controlaba la respiración, mamar, respirar, mamar, respirar….
-Este día me vas a demostrar cuanto me quieres- le dije a mi nene mientras lo paraba en mi cama, le desabrochaba el short que traía puesto y se lo quitaba, el nene traía puesta una trucita con dinosaurios, olía a talco, sus nalguitas eran blancas y suaves, con un dedo busque si culito, era demasiado estrecho, iba a estar difícil, pero no imposible.
Busque una crema corporal que estaba en la recamara de mi mamá, lo acosté boca abajo y con los dedos llenos de crema lo fui dilatando despacio, primero un dedo, el nene solo se quejo despacio, mete mi dedo indice hasta la mitad, se sentía muy caliente adentro de ese culito.
-¿te duele?- le pregunte.
-poquito- me respondió
-¿porque me estas metiendo los dedos en mi colita?- me pregunto el nene
-porque tu eres mi noviecita, y las novias tienen que darle cariño a su novio, ¿vas a darme cariño?- le pregunte, el pequeño solo se limito a verme.
Me senté en la cama desnudo y mientras mi bebé me la mamaba, ya tenia dos dedos adentro del culo de mi peque, era claro que le dolía pero el quería que yo estuviera contento, acomode dos almohadas en la orilla de la cama, lo acomode arriba de las almohadas de tal manera que su culito ya lubricado quedaba a buena altura, acerque mi verga y empuje, pero mi verga se resbalaba hacia los lados, no entraba, me puse una buena cantidad de crema en mi verga y empuje de nuevo, no lo podía creer cuando mi verga empezó a entrar en ese pequeño culito.
-hayyyyyyyy…me duele…..- exclamo el pequeño ya con todo mi glande adentro.
-tranquilo bebe, ahorita se te pasara el dolor- le dije mientras acariciaba su espaldita, el pequeño trataba de levantarse, pero yo era mucho mas fuerte y lo tenia bien sujeto.
Poco a poco dejo de quejarse y aunque sollozaba bajito, empuje un poco mas y le deje ir 2 centímetros mas, la orilla de su culito estaba muy rojo, me dio algo de miedo y ya no quise metérsela mas adentro, no fuera que le rompiera una venita, lo que menos yo quería era hacerle daño, ademas era un peque de 5 años
-¿ya no te duele bebe?- le pregunte.
-un poco, pero ya sacala- me respondió
-Espera, deja que se salga sola- le conteste
Sentía mi verga muy apretada, y tenia miedo de sacarla porque le iba doler, tenia que follarmelo despacio y muy suave, yo estaba muy caliente de estar viendo mi verga morena incrustada en ese culito tierno, poco a poco fui metiendo y sacando mi verga, muy despacio, sacaba solo un centímetro y se la volvía a enterrar, siempre tratando de no pasar de los 3 o 4 centímetros, creo que dure casi media hora en ese mete y saca en cámara lenta, hasta que no pude mas y me descargue en el interior de mi bebé, fue una de las abundantes eyaculaciones mañaneras que he tenido en mi vida, cuando saque mi verga el culito de mi peque quedo medio abierto y todo mi semen salió abundante escurriendo por sus piernitas.
Tome una playera sucia y lo limpie muy bien, lo volví a vestir y lo lleve a la sala, fui al baño a lavarme bien mi verga ya que la crema me había embarrado todos los pelos de mi verga, le di una cucharada de un medicamento que mi mamá tenia para el dolor de cabeza por si le dolía el culo a mi putito, pero de rato el dolor paso y lo vi muy atento viendo las caricaturas.
Cuando regreso mi mamá me mando al centro comercial a comprar carne para la comida, fui en mi camioneta y le pedí permiso a mi mamá de llevarme al niño.
-llévatelo pero lo cuidas muy bien- me advirtió mi mamá, claro que lo iba a cuidar muy bien, ya les había comentado que siempre me masturbaba una o dos veces al día, así que ya estaba listo para mas acción, tome al niño de la mano y lo subí a la camioneta, me fui por una calle que es poco transitada, llegue a un establecimiento y le compre unos dulces.
Era Lunes y las calles estaban muy poco transitadas, me estacione y le pregunte a mi pequeño putito que si le dolía el culito.
-un poco, ¿me lo vas a volver a meter?- me pregunto
-Aqui no, pero de hoy en adelante vas a tener que darme ese culito, ahorita quiero que me la chupes hasta que me saques toda la leche- le dije mientras me bajaba el short deportivo que usaba, mi verga salió disparada, mi pequeño vecinito se acomodo en el asiento y empezó una dulce mamada, desde mi posición veía como su cabecita subía y bajaba chupándome la verga sin protestar, sometido a lo que yo quisiera, yo era su macho y no paro hasta sacarme toda la leche, fui al mandado y regresamos a casa yo con hambre y mi putito con su estomago lleno de mi leche.
El pequeño ya se sentía en confianza y por las mañanas mi mamá lo mandaba a despertarme, yo dormía solo con calzoncillos, Fredy me destapaba y sin decirme nada al verme siempre con mi erección mañanera me daba una rica mamada hasta que me sacaba toda la leche, mi mamá no sospechaba del calenturiento de su hijo ni del putito goloso en que se había convertido el pequeño, así que mi bebé se bajaba ya con medio desayuno en su estomago.
La relación entre el pequeño y yo fue haciéndose mas fuerte, tenia mis aventuras los fines de semana con muchas mujeres, pero de lunes a viernes mi verga tenia dueño y ese era mi pequeño vecino, el sabia muy bien que sonido hacia antes de eyacular, apretaba su boquita para no desperdiciar una gota de semen espeso y tibio de su novio de 19 años, a esa edad yo era una maquina de leche y tenia para dar y regalar.
Aprovechando cualquier oportunidad, por ejemplo fueron muchas veces que la mamá de Fredy salía tarde del trabajo o tenia algún compromiso y el nene se quedaba a dormir en la casa…
¿adivinen con quien dormía?
Claro que conmigo, esas noches era de mamada-metida de verga-mamada mañanera.
Ese culito, lo fui adaptando a mi verga y ya aguantaba casi la mitad, me encantaba al momento de eyacular dejársela lo mas adentro posible y descargarme en su tripita.
¿se puede un adulto enamorar de un niño de 5 años?
Yo creo que si, fueron varias las veces al estar cojiendo con alguna puta, el recuerdo de mi bebé estaba en mi mente, pensando si no le estaba siendo infiel, ya que el solo cojia conmigo y yo tenia sexo con otras mujeres, eso me ponía mal, así que para que el no sospechara, cuando estaba con el trataba de que el sintiera que era lo mas importante para mi.
A mi edad aun no conocía al amor de mi vida, quizás llego a mi vida en el cuerpo y en el corazón de mi vecinito, de las cojidas, morbosas y calenturientas había pasado a tener una relación con mi bebé de cariño, lo extrañaba cuando no estaba con el, en cuanto escuchaba su voz en mi casa, bajaba a la sala a buscarlo, me encantaba verlo con mi verga en su boquita de bebé dándome placer, sabiendo que yo era el dueño de el, que su culito me pertenecía.
Fueron tantas mamadas y metidas de verga que aun después de que mi mamá ya no lo cuidaba, el pequeño siempre se escapaba a mi casa para que yo hiciera lo con el lo que quisiera, ya para los ocho años era capaz de soportar toda mi verga, con el tiempo yo conocí a una chica muy guapa, nos hicimos novios, pero de sexo nada, ella quería llegar virgen al matrimonio, así que mis calenturas las desahogaba con mi pequeño putito, así estuvimos hasta que cumplió 10 años y su mama conoció a un sujeto que le propuso matrimonio, se casaron y se fueron a vivir a otra parte.
Pasados los años lo volví a ver, de adolescente, rubio guapísimo, con un joven de su edad, por la manera en que se veían me di cuenta de que era su pareja, el recuerdo de lo que vivimos lo reviví en mi memoria de golpe, sus 5 años, sus manitas blancas rodeando mi verga morena.
Yo iba con mi esposa en mi carro, por un segundo nuestras miradas se encontraron, me sonrío y se fue caminando con su uniforme escolar junto a su amigo.
Acelere la marcha y me fui.
Creo que el fue mi primer amor.
Excelente, realmente buenísimo. En la linea de otros de tus relatos simpre muy bien elaborados y sostenidos en la tension de la trama. sobre todo los de estos temas intergeneracional. Bravo.
Dios que delicioso fue leerlo.
Vaya relato, me llevo al cielo y de regreso varias veces.
Que rico!
Excelente.
El nene ya trae lo suyo de que le gusta la verga y es rico enseñarles como deben de darle de mamadas a la verga y como se tienen que poner para que prueben la verga y saborear ese rico Culito continua con tu relato
rico