CON EFRAÍN EL MALANDRO DEL BARRIO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esta historia paso hace un mes, yo vivo en un barrio de caracas y estudio por las noches en la universidad, cuando llego a casa siempre están en la zona los llamados “malandros” entre ellos esta Efraín, un chamo flaco, blanco, cabello negro, ojos café y muy brillantes el tiene 18 años y yo 25, lo conozco desde que era niño y pasaba por mi casa a jugar con mi primo que es de su edad.
Siempre que llego tarde el me saluda y de los malandros el siempre ha tenido respeto y hasta cariño conmigo, justo hace un mes llegue de clases un viernes en la noche y lo conseguí sentado en la puerta de mi casa llorando y fumando un cigarrillo, yo le pregunte que le ocurría y me respondió que su novia lo había dejado esa tarde, yo lo invite a pasar a mi casa, donde no había nadie. Saque una botella de ron que estaba en el bar de la casa y le dije que las penas se ahogan con alcohol y empezamos a beber mientras el me contaba con detalle que había pasado con su novia. Pasado el rato el me pidió el baño prestado y yo me fui a cambiar, realmente no pensé que esa noche pasaría nada, así que fui a mi cuarto y me puse un short y una franelilla tipo casero, cuando salí Efraín venia saliendo del baño aun con su pantalón desabrochado dejando ver sus bóxers verde esmeralda donde se veía un buen paquete, no pude dejar de verlo, el se dio cuenta y solo sonrío mientras se terminaba de acomodar su pantalón.
Yo a partir de allí, ya intuí que aquello era una clara señal, así que empecé a jugar un poco con él y me insinuaba y le decía que a raíz de esa separación no fuese a terminar gay lo bueno fue cuando el me dijo “no soy marico, pero no me acuesto sin cenar”, al escuchar eso de inmediato puse mi mano sobre su pantalón y empecé a tocarle el paquete, poco a poco me acerque a el y lo bese en la boca, fue un beso rico húmedo y con lengua, de verdad lo recuerdo y se me eriza la piel, luego abrí su pantalón y me puse a tocar su pene erecto sobre sus bóxers, el me tomo por el cuello y me hizo bajar hasta su pene que estaba erecto y muy lubricado, tenía poco vello púbico, y un glande rosadito
Procedí a empezar a chuparlo de arriba abajo, usaba mi mano lo escupía y masturbaba a un buen ritmo el gemía y soltaba suspiros de placer, se quitó su camisa y pude ver el tatuaje que tiene en el pecho, yo tocaba todo su abdomen bien marcado, le lamia sus bolas y le termine de quitar la ropa, vi ese cuerpo desnudo solo para mí, yo también me desvestí, busque un condón y se lo puse, el siempre sentado en el sofá y lo me monte a cabalgar en esa herramienta de unos 19 cm, al principio me dolió pero luego el disfrute fue mundial, sentía como entraba y salía en mi haciéndome estremecer, el me agarraba por la cintura.
Luego el se levanto y me puso en cuatro en el sofá, allí empezó la verdadera arremetida ese hombre me penetro como quiso, escupía mi culo y me lo clavaba a su gusto, en un momento se quito el condón y empezó a meterlo a rin pealo como decimos en Venezuela, yo me masturbaba y me excitaba mucho cuando me decía que tenía un culito rico, y cuando me agarraba por el cabello para hacerme gritar y besarme, de verdad eso me dejó súper caliente y en fracción de segundos ya había acabado…
Todo mis semen se regó en uno de los cojines del sofá, el con la relajación de mis esfínter me dio varias embestidas fuertes, saco su pene y se masturbo hasta que su leche caliente cayo en mi espalda y mis nalgas. Le di varios besos mas allí en el sofá hasta que nos fuimos a bañar, el se vistió y se fue a su casa, siempre lo veo cuando llego de la uní y siempre espero que algún viernes de estos pueda repetir esa rica experiencia.
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