Con el amigo de mi hermanastro pt.3

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por danick.
La segunda parte del relato:

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Hola, estoy de vuelta con la tercera parte del relato, disculpen por la tardanza pero estaba de vacaciones y no tenía mucho tiempo, gracias por los comentarios y mensajes.

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Ese beso provoco muchos sentimientos encontrados en mi, pero me deje llevar, subimos a mi cuarto, una vez estando ahí comenzamos a besarnos mientras yo le quitaba la playera tocando con mis manos su perfecto abdomen, el también me quito mi playera mientras mordia mi cuello, poco a poco nos desabrochamos nuestros pantalones hasta quedar solo en boxer, el se dejó caer en la cama haciendo que me acostara sobre el, con sus manos  bajo mi boxer lo más que pudo, subió sus manos a mis nalgas apretandolas muy fuerte, al mismo tiempo que las abría y buscaba con sus dedos mi ano.

Yo baje mi mano y tocaba su verga sobre el boxer, se sentía muy bien, baje su boxer mientras que iba bajando por su cuello, su pecho, sus axilas, sus brazos, su abdomen, sus piernas, hasta que llegue a su verga, esa verga que había deseado tiempo atrás, una verga no tan morena, con las venas bien marcadas, un grosor  excelente y una cabeza rosada y grande, comencé a lamerle sus testículos y con la lengua fui subiendo, abrí mi boca e introduje la mayor parte de su verga en mi boca el solo gimió y retorció sus piernas mientras que con sus manos apretaba mi cabeza.

Nos fuimos acomodando para hacer un 69, me encantaba tocar sus piernas mientras chupaba su verga y el con sus manos abría mis nalgas para introducir su lengua en mi ano.
Me sentía en las nubes, el se levanto a ponerle seguro a la puerta y pude apreciar todo su cuerpo desnudo con esa verga deliciosa parada apuntando hacia la izquierda, me indico que me volteara haciendo que me pusiera en 4 siguió con el beso negro hasta que fue subiendo con su lengua por toda mi espalda y acomodando su verga en la entrada de mi ano y sin decir nada, me la dejo ir al mismo tiempo que me tapaba la boca con una de sus manos para que no gritara, fue un dolor insoportable, supo calmarme, me besaba mi cuello, mi espalda.
El dolor fue desapareciendo y comencé a sentir muy rico yo mismo me hacía para atrás para que me metiera lo más que pudiera, me la saco y se acostó boca arriba y me indico que me subiera encima de el, me monte en el y comencé a subir y bajar, podía ver su cara cerrando sus ojos, mordiéndose sus labios rojos, podía ver como sudaba de su frente, de su pecho, de sus brazos, de momento me flexionaba para  besarlo.

Me levanto y me acomodo en la esquina de la cama e hizo que abriera mis piernas lo más que podía y se acomodó para seguir cogiéndome, me encantaba como de momento lo hacía muy despacio y de momento lo hacía muy fuerte.

Empezó a aumentar sus embestidas y a gemir más rápido, supongo que por la fricción que hacia yo en la cama sin tocarme comencé a venirme, acción que hizo que empezara a apretar y soltar mi ano, cuando sentí los chorros de semen en mi ano, mientras que el con sus brazos me apretaba de mi pecho muy fuerte.

Esperamos un poco y se fue saliendo poco a poco, solo se recostó y me dijo eso estuvo increíble, gracias, yo solo me levanté con mis piernas temblando y fui al baño, al regresar el ya estaba dentro de las cobijas y me hizo señas para que me acostara a su lado, así lo hice y me comenzó a besar, hasta que nos quedamos dormidos.
Cuando desperté estaba abrazado de el, me levanté y lo ví, los dos estábamos sin ropa y ya era algo tarde, en ese momento recordé que nuestros padres estaban en la casa y podrían haber escuchado algo, lo desperté, solo se fue a su cuarto, para disimular por si sabían algo.

Ví mi celular y tenía 26 mensajes de Santiago, no le tome importancia y la verdad no pensaba en responderle.
El día transcurrió normal, Alfredo y yo continuamos con nuestras actividades normales, hablábamos normal como antes.
Un día salimos al cine y ese día sirvió para platicar acerca de lo que ocurría, sabíamos que si pasaba algo más podría representar problemas para nuestros padres así que decidimos en continuar pero  obviamente sin que ellos supieran.

Algunos días en los que estábamos solos mientras nuestros padres trabajaban o salian, aprovechabamos para hacer diferentes cosas, recuerdo que una vez mientras veíamos una película todo tranquilo, comenzamos a besarnos y a cachondear un rato, nos fuimos quitando la ropa, yo baje a hacerle un oral era perfecta la imagen que tenía en ese momento, el con sus piernas abiertas, esas piernas velludas que tanto me encantan con toda su verga parada y yo metiendomela en la boca, el sin moverse, yo me acomode sentándome en el, siempre me costaba metermela al principio y al hacerlo con cuidado, mi pie se resbalo haciendo que se me metiera de un solo golpe haciéndome gritar, sabia que podía gritar por que no había nadie, yo llevaba el ritmo subiendo y bajando, cuando me canse, me acomodo en una mesa de centro que tenemos poniendo mis piernas en sus hombros, sacándola y metiéndola toda de un solo golpe, estiraba mis manos para hacer que lo metiera lo más que pudiera y al mismo tiempo tocar sus duras nalgas, me encantaba que mientras me cogía, me besara y me mordiera mis labios, así estuvimos cogiendo como por 20 minutos cambiando de posición, terminamos, el viniéndose en mi boca y yo en su pecho, se limpio y nos vestimos, cómo a los 10 minutos llegaron nuestros padres, así lo hacíamos en todos lados, en la cocina, en su cuarto, en mi cuarto, en la sala, en el baño, en todos lados.

Un día me invitó a uno de sus partidos de fútbol, me excitaba verlo con su uniforme, cabe mencionar que en esos días no hablaba con Santiago, no le contestaba los mensajes ni las llamadas.

Ese día en el partido me lo encontré pero como era de esperarse iba con su novia, termino el partido y como habían ganado decidieron ir a celebrar a casa de uno de los del equipo, yo me disponía a irme a casa, pero Alfredo me dijo que quería que lo acompañara que quería que conociera a algunas personas, al final accedí y llegamos a la casa, comenzó a presentarme con algunos de sus compañeros, sin apartarse de mi, después de unas horas decidimos irnos, cuando estábamos afuera, salió Santiago y paso algo así:
S: Daniel puedo hablar contigo
Yo: claro, dime
S: Aquí no, en un lugar más privado
A: Privado, o en uno en donde nadie te vea we?
S: no te metas cabrón, no es tu pedo.

Yo: aquí dime no hay problema.

S: va, pues lo que viste el otra vez y lo que estás viendo ahora con la chava que estoy no es real, mis papás me condicionaron por los mensajes que encontraron y solo es para que dejen de chingar pero en serio quiero seguir viéndote.

Yo: mira en serio creo que no sabes lo que quieres, así que te recomiendo que sigas con tu novia.

S: en serio quiero estar contigo.

A: ya we en serio, Daniel y yo estamos juntos.

Cuando Alfredo dijo eso, me quedé mudo jamás habiamos dicho que teníamos algo solo era sexo y ya, al menos eso yo sabia.

S: Es en serio Daniel?
Yo: Si

Santiago solo se dió la vuelta y se metió de nuevo a la casa, mientras que Alfredo y yo nos dirigimos a nuestra casa.
Cómo a las dos horas que nos fuimos cada quien estaba en su recamara y me marcaba a cada rato Santiago hasta que le contesté, se escuchaba que seguia en la fiesta y comenzaba a decirme cosas como que me quería y quería estar conmigo, la verdad me pareció incómodo para el por qué se escuchaba que había gente alrededor.

Las cosas se comenzaban a complicar, al otro día Alfredo me invitó a un boliche con dos de sus amigas y dos de sus amigos con quiénes me presento como su pareja, mientras que Santiago ya había terminado con su novia y seguía buscándome, yo solo pensaba como un rato de calentura me había llevado a todo esto.

En los siguientes relatos les contaré lo que sucedió después, algunos adelantos: las ex regresan, estuve con dos al mismo tiempo, Alfredo y Santiago son amigos otra vez y ahora tengo una relación se podría decir que estable.
Eso les contaré en los próximos relatos.

Gracias por leerme y espero les haya agradado.