Con el asistente del perfecto.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por inde.
Después de que me cogieron el peluquero y su ahijado, prometi no volver a coger con ningún hombre, por que Raúl me había roto el corazón, pero solo me duro un mes esa idea, con mi hermana P. no pasaba ya nada, no me dejaba tocarla mucho menos cogermela y como yo iba en la tarde en la escuela, solo la veía los fines de semana, mi deseo por estar con Raúl empezó a crecer otra vez.
Por fin me arme de valor y un sabádo fui a la peluquería, no entre, solo me asome rápido y como no lo vi, pensé que había salido, me fui a la esquina para esperarlo, paso una 1:30 hrs. y núnca llegó, ya estaba desesperado, pero me acorde que mi abuelo conocía bien al peluquero, así que fui a la carpintería, para tratar de sacarle información.
Y ese milagro.
Es que fuí a la peluquería, pero tiene mucha gente y me dijo que volviera en una hora.
Si, desde que se fue su ahijado, tiene más trabajo.
¿Y desde cúando, se fue su ahijado?.
Ya tiene como 15 días, le decimos que contrate a un ayudante y lo esta pensando.
¿Y a dónde se fue su ahijado?.
Pues creo que a su pueblo, por allá en Guadalajara.
Bueno, abuelo nos vemos.
No te vas a esperar.
No, mejor voy a la peluquería de los baños, te cuidas.
Me deprimi un poco; pero la depresión me duro solo unos dias.
Ya tenía dos meses y medio que había entrado a la secundaría, en ese año (1983), habían implementado un nuevo sistema. A los perfectos, les habían asignados dos asistentes, los cuales eran muy jovenes, apenas habían entreado la carrera de maestro, estos asistentes estarían a cargo de los niños que entraban a primer año de secundaría, para que no se les hiciera muy duro el cambio de escuela.
Desde el primer día de clases los presentaron, uno resulto ser hermano de un compañero de mi salón. Él se llamaba Omar, tenía facciones de negro, nariz ancha, pelo muy chino, media como 1.80 cm., su cuerpo era muy fornido y era muy moreno y él otro se me hacía conocido pero no lo ubicaba, se llamaba Daniel, era chaparrito, como 1.65 cm., rubio, pelo también muy chino, delgado, ojos color verde, cuando los presentaron, no les di mucha importancía, ya que me fajaba a mi hermana y luego paso lo del peluquero y su ahijado.
Al mes y medio de entrar a la escuela me hice muy amigo del hermano de Omar, así que todos los días pasaba por él a su casa, a veces estaban los dos asistentes comiendo cuando nosotros nos ibamos, me di cuenta que los dos eran muy diferente, Omar era muy serio y callado, mientras que Daniel era muy simpatico y no se callaba, un día que nos ibamos, nos gritaron que los esperaramos, para irse con nosotros.
Empezamos a platicar y fue cuando me entere que Daniel, había sido nuestro vecino, vivía en la casa de atrás, o sea que colindaban nuestros patios traseros, pero que ya tenía como 2 años que habían vendido la casa, fue cuando lo ubique, pero cuando me lo dijo, puso una cara de picardía, en ese momento no le di importancía.
Ellos se adelantaron un poco y comenzaron a platicar de las chavas de la escuela, por lo que escuche, Daniel tenía varias novias o chavas con las tenía algún tipo de relación, yo me queria enterar, pero al hermano de Omar, platicaba de otras cosas, así que opte por hacerle caso a mi amigo, pero me quede con la curiosidad.
El fin de semana, que me entere de que Raúl se había ido a su pueblo, vi a Daniel platicando con Inés en el mercado de la colonia, era una compañera del salón, se notaba que Inés estaba coqueteando con él, se reía a cada rato, Inés tenia fama de chica facíl, así que eso me hizo recordar la platica de Omar y Daniel, así que el siguiente lunes, cuando vi a Inés sola en el salón, me fui a sentar a un lado.
Oye, te vi platicando con Daniel el domingo, ¿son novios o qué?.
No como crees, solo me lo encontre y nos pusimos a platicar.
Orale, pues yo vi que le estabas coqueteando y el te correspondía, no.
No, como crees, solo platicabamos.
Entonces son solo amigos.
Pues si.
Pues la otra vez, escuche a Daniel decirle a Omar, que andaba de novio con varias chavitas de primero.
Inés puso cara de enojada y se quedo un momento en silencio.
Pero, oíste con quien.
No, es que venía con T. y no pude escuchar, sera cierto; ella se notaba molesta todavía.
Pues, yo también había escuchado eso, pero el me jura que no anda con nadie.
Bueno, nos vemos le dije.
Oye, si te enteras de algo, me avisas no.
Orale, le conteste.
Total que esa semana, Inés se puso a preguntarle a otras chavas de primero sobre Daniel y se entero, de que si andaba con varias, pero por lo que investigo, solo se las fajaba, ya que supuestamente, ninguna había aceptado más; yo me excitaba mucho al imaginarme a mis compañeras cogiendo con Omar y Daniel juntos, Daniel no me desagradaba, pero no trataría de coger con él, Omar era diferente, su constitución era muy parecida a Raúl, pero jamás intentaría algo con él, ya que era hermano de mi mejor amigo en ese momento.
Al siguiente día, se me ocurrio irme de pinta, era mi primera vez y sentía la misma adrenalina, que cuando me cogío la primera vez mi vecino, de que era algo malo. Tenía que cuidarme mucho. Decidí irme primero a un tianguis que se ponía los viernes en una avenida muy ancha y estaba lejos de mi casa, ya luego pensaría que hacer.
Con mucho miedo y precaución, llegue al tianguis, se hacían dos pasillos sobre la avenida, y media como unos 750 m. de largo, cada que veía a alguien conocido, me salia del tianguis y me iba a la banqueta, ya que esta quedaba detrás de los puestos, a la tercera parte del tianguis, vi a Daniel y a Omar en un puesto de ropa, rápido me salí a la banqueta, con mucho cuidado me fui más adelante, otra vez me metí y me asome por donde estaban y como no ví a nadie, a si que segui con la exploración del tianguis; ya eran como las 3:00 pm. y casi al final del tianguis, me sale de frente Daniel, yo me puse todo palido.
¿Por que te fuiste de pinta?.
No supe que contestar, solo me imaginaba a Daniel llevandome de regreso a la secundaría y llevarme con el perfecto y a esté hablandoles a mis papás, solo eso me imaginaba.
¿Qué te comieron la lengua los ratones?.
¿Tú qué haces aquí?, fue lo único que se me ocurrio preguntar.
A veces, no vamos los viernes a la secundaría y vivo por aquí cerca, pero no me cambies la conversación, ¿tú que haces aquí?.
Es que, nunca me había ido de pinta y quería saber que se sentía, pero te juro que es mi primera vez, eso fue mi perdición ya que le brillaron los ojos.
Pues como no se, si me mientes o no, te voy a llevar con el perfecto.
No, no seas malo, no le digas al perfecto por favor.
O mejor aún, te llevo a tu casa, de todos modos se donde vives, te acuerdas.
Cuando dijo eso, casi me desmayo, veía a mi mamá, pegandome por irme de pinta y sin pensar le dije.
No Daniel, por favor no me lleves a mi casa, hare lo que me digas, pero no me lleves a mi casa.
Seguro, que haras lo que te diga.
Si de veras, no te miento, lo que quieras.
Bueno vete a la nevería de la otra calle y me esperas ahí, mientras me despido de Omar, si te vas, voy con tu papá y le aviso que andas de pinta.
No, nos vemos en la nevería.
Daniel, se metio de nuevo al tianguis y yo me fui a la nevería, yo pensaba que me pediría dinero o algo material.
Llegue a la nevería y Daniel, se tardo como 10 min..
Vente vamos a mi casa y allá platicamos con calma, lo que quiero a cambio de mi silencio, jajaja.
Esta cerca.
Si, a dos cuadras.
Pero no hay nadie, no esta tú mamá.
No ella trabaja y una de mis hermanas, ya se caso y la otra llega siempre en la noche.
Oye, pues no tengo mucho dinero, si me das tiempo, te lo puedo juntar.
Y quien te dijo, que quiero dinero.
En eso llegamos a su casa, la cual estaba sobre la avenida.
Abrió y me invito a pasar.
Siéntate, quieres agua o un refresco.
Bueno, un refresco por favor.
Tanta amabilidad, me hizo pensar, que me libraría del pago, por su silencio, me trajo un vaso con refresco.
Toma.
Lo agarre y nos quedamos callados los dos.
Oye Daniel, es cierto lo que ibas platicando la otra vez con Omar.
Sobre que.
De que andas, con varias chavas de primero.
Si, ya me he cogido a varias.
No te creo.
Si, en serio.
O sea, que ya te cogiste a Ines, la del salón.
No a ella todavía no, pero a Arias ya me la cogí.
No te creo.
Ya la platica empezaba a calentarme, Arias era una chaparrita, que estaba muy nalgona y tenía unas tetas de campeonato, solo de imaginármela, ya tenía la verga parada.
Hace como un mes, estaba dando una vuelta en la parte de los talleres, era la última hora, ya vez que por allí se saltan la barda para salirse de la escuela, entonces oí que alguien susurraba, me quede quieto y escuche mejor las voces, corrí a la barda y encontré a Arias, apenas subiéndose a la pila de sillas descompuestas, para brincarse la barda.
Y estaba sola o estaba con alguien.
Por las voces estaba con un niño, pero ya se había brincado y la dejo ahí sola, le pedí que bajara, de mala gana lo hizo, en eso oímos que alguien se acercaba, me metí entre el muro y la barda y jale a Arias, vimos que era el perfecto, como estaba todo obscuro, no se dio cuenta que estábamos ahí, pero se quedo un rato viendo por todas partes.
Mientras tanto, como Arias quedo delante de mí y nuestros cuerpos quedaron pegados, se me empezó a parar la verga, ella al sentirla se separo de mí, pero como yo sabía que ella tenía problemas con el perfecto, por que había reprobado varias materias, le dije.
Quieres que le diga al perfecto, que te querías salir de la última hora.
No.
Entonces, no te muevas.
La agarre de las caderas y la jale más a mí, al principio se opuso, pero después de un rato se quedo quieta, me agache un poco, para que mi verga quedara entre sus piernas y comencé a frotarme entre ellas, el perfecto caminaba de un lado a otro, mirando por todos lados, puse una de mis manos en la teta de Arias y nos metimos más al pasillo, para que no fuéramos tan visibles; Arias no dijo nada, así que mientras me rozaba con más fuerza entre sus piernas, con las dos manos empecé a manosearle las tetas.
Las tiene muy ricas, aún que son muy grandes son muy firmes, los pezones los tiene muy grandes, baje una de mis manos a su entrepierna y estaba un poco mojada, me separe de ella y Arias se echo para atrás, para sentir mi verga, oía que se quejaba, cuando mire para buscar al perfecto ya no lo vi, pero estaba tan caliente que no me importo donde se había ido, acerque mi boca al oído de Arias, y le dije.
Te quiero coger.
Aquí.
Pues si o en donde quieres.
Aún que sea, vamos al taller de corte.
Es que, no tengo llaves de los talleres.
Bueno, pues vamos hacerlo aquí, ya que.
Me recargue en la pared y ella se puso adelante de mí, me desabroche el pantalón y con la mano subí su falda y la atore en su cintura, la baje el calzón y se la metí de un solo golpe.
Ahí me di cuenta de que mentía y que no se la había cogido, por que el espacio entre la pared y el taller no era muy grande y aparte estaba muy obscuro, pero la platica ya me había calentado mucho, así que no le dije nada y deje que siguiera con el relato.
Y que más paso.
Pues, me la empecé a coger, subí mis manos y le saque las tetas, se las sobaba muy duro, ella solo gemía, estábamos por acabar cuando escuche a Omar, gritándome, rápido nos separamos y nos vestimos.
Quédate aquí un rato, cuando veas que me voy con Omar, sales y te saltas la barda.
Así que salí y le dije a Omar que no gritara, que estaba con una de primero, me regaño y me dijo que el perfecto me estaba buscando desde hace rato, que fuera corriendo a la dirección, gracias a dios no nos vio; así que no paso nada.
Y te la sigues cogiendo.
Si, de vez en cuando.
Puso cara de que era todo un galán y era suficiente para mi, para saber que no era cierto, a lo mejor fajársela si, por que Arias también era de las chavas fáciles del salón, uno de mis amigos ya se la fajaba, sin ser novios.
Bueno, entonces que quieres, para que olvides que me fui de pinta y no le digas a nadie, ya te dije que mucho dinero no tengo, pero si me das tiempo te puedo conseguir algo.
Se paro del sillón y se sentó al lado mío.
Pues la verdad no quiero dinero.
Entonces que quieres.
Quiero cogerte.
Estas loco, si a mí no me gustan los hombres.
Pues no me importa, te dejas coger o vamos con tus papás y te acuso, que te fuiste de pinta.
Pero, si yo, no soy un maricon.
No, pues hace como 3 años, te vi por la barda de atrás, tratando de que tu perro Goliath te cogiera o no es verdad.
Yo me quedé helado, tenía razón, un tiempo en que mi vecino no me quería coger y después de ver a dos perros coger, tuve la idea de que uno de mis perros me cogiera, según yo, nunca me vieron ni mis hermanos, ni mis vecinos, dure como un mes intentándolo, pero nunca lo logre.
Goliath era de raza muy pequeña, cuando podía me salía al patio de atrás, revisaba que no estuviera nadie cerca, le hablaba a mi perro, me bajaba los pantalones con todo y calzón, me agachaba y me comenzaba a lamer el culo, lo dejaba un rato, me paraba me acomodaba otra vez la ropa y volvía a revisar que no estuviera nadie por ahí, me bajaba otra vez los pantalones y me hincaba, Goliath se subía en mí, perro eran tan pequeño y aparte no sabía como ayudarle, así que solo se rozaba y me dejaba todo lleno de liquido, que pensaba que era pipí, a veces le llegaba a mamar su verga. Como me frustraba, por no lograr nada con mi perro y por precaución, decidí ya no intentarlo.
Pero oh sorpresa, alguien si me había visto, seguía intentando pensar en una respuesta creíble, pero no podía obtenerla, seguía callado, esto Daniel lo tomo como que era verdad, así que me agarro de la mano y me jalo a su cuarto, que estaba en el primer piso.
No te preocupes, no le voy a decir a nadie, que te vi con tú perro.
Yo seguía, tratando de asimilar lo que estaba pasando y echándome la culpa por mi calentura.
Pero eso si, cuando te diga que te quiero coger, tienes que coger conmigo, estamos.
Si.
Llegamos a su cuarto, el cual estaba todo tirado, tiro las cobijas al suelo y me senté, lo mire y se veía muy nervioso y ansioso, eso me calmo un poco, ya que me di cuenta que no tenía nada de experiencia o muy poca.
¿Qué quieres que haga?, puso cara de, que hago.
Pueeees quítate la ropa, bueno solo del pantalón para abajo y te acuestas boca abajo.
Por dentro me moría de la risa, a lo mejor de la vida no sabía muchas cosas, pero en el plano sexual si sabía más que él, me quite los zapatos y los calcetines, luego, me desabroche el pantalón y me lo quite con todo y calzones; me puse boca abajo.
No jodas, tus nalgas son más grandes que las de Arias.
Eso hizo, que mi ego se fuera para arriba y me tranquilizara un poco, trataría de pasarla lo mejor posible, sin ser muy obvio, de que me gustaba estar con hombres.
Note que Daniel se sentaba a un lado mío, se tomo su tiempo para empezar a tocarme las nalgas, gire la cabeza para ver su cara, parecía impresionado y no sabía como tocarme, intentaba apretarme las nalgas, al principio me dolía, pero era excitante ver la cara de Daniel, al poco tiempo agarro más confianza y trataba de meter sus dedos dentro de mis nalgas, obviamente no estaban lubricadas y no lo podía hacer muy bien.
Con cuidado, que me lastimas; pensé en hacerlo sufrir un poco.
Que nunca has estado con una mujer.
Si, pero es que tus nalgas están bien ricas.
Eso confirmo mis sospechas de que no se había cogido a nadie.
Pues, ten más cuidado.
Seguía intentando meterme los dedos, se desespero y se paro de la cama, se quito zapatos y ropa de la cintura para abajo, tenía la verga muy blanca, casi no se le veían vellos, era de tamaño regular, como 14 cm. más o menos, no muy gruesa, como estaba circuncidado, se le notaba liquido pre seminal en el glande.
De inmediato se acomodo arriba de mí, puso su verga entre mis nalgas e intentaba penetrarme, por dentro me moría de la risa, ya que se esforzaba, pero como no sabía como penetrarme, la verga se le iba para arriba o a un lado, me la clavaba pero no avanzaba mucho, esto me daba mucha risa y a la vez me excitaba bastante, iba a ser su primera vez y eso me calentaba; seguía empujándome la verga, pero no lograba ningún avance, después de un buen rato y de que oía que gemía por el cansancio.
Oye, no tienes aceite de bebé o alguna crema.
Para que, la quieres.
Trate de parecer lo más inocente posible, si quería que me cogiera, pero no quería parecer un experto y que Daniel anduviera de chismoso con alguien y que yo tuviera problemas más adelante.
A lo mejor, si me pones crema ahí, puede ser más fácil.
Se quedo pensativo un momento y me dijo -vamos al cuarto de mi mamá, ella tiene aceite para bebés-.
Se paro y yo hice lo mismo, se adelanto y yo lo seguí, nos fuimos al cuarto de su mamá, que estaba en el fondo del primer piso, en el pasillo había un espejo grande y me excito vernos desnudos de la parte de abajo, él con la verga bien parada y la mía toda flácida, mis nalgas se veían muy redondas y grandes.
Me senté en la cama de su mamá, mientras el buscaba en el tocador el aceite, tenía unas nalgas muy blancas y todas musculosas.
Tírate en la cama boca abajo.
Mejor vamos, a tu cuarto, que tal si ensuciamos algo, mejor lo hacemos en tu cuarto.
Tienes razón, vente.
Llegamos a su cuarto, inmediatamente me tire boca abajo, era tanto su nerviosismo o su ansia, que cuando intento echar aceite en sus dedos, derramo aceite en mi trasero, tapo el aceite y se quedo pensando que la había regado.
Ponme el aceite en las nalgas.
Él puso su mano en mis nalgas y empezó a pasarla por todo mi trasero, primero con precaución, ya después con mucha deseo, metió sus dedos dentro de mis nalgas y tocaba mi anito, empujaba su dedo y yo dejaba que pasara un poco, el aceite que le quedaba en la mano se lo puso en la verga y se puso encima de mí otra vez, paso lo mismo que la primera vez, era tanta su ansia de penetrarme que la verga se le iba de un lado a otro y no podía penetrarme.
Cada vez me excitaba más, sentir su verga picarme el ano, era muy rico, estaba tan caliente que nunca me acorde de las consecuencias, de que penetrara sin haber ido al baño mucho antes o casi no haber comido, así que cuando sentí su verga en mi ano, acomode el culo para que me penetrara ya, cuando él sintió que me penetraba se quedo quieto.
Oye, me duele.
Aguántate, solo duele al principio, ya luego te va a gustar.
Trataba de que no fuera tan notorio, que me encantaba que me cogiera y de que él tenía el control de la situación.
Oye, pero yo no soy un puto, así que no le vayas a decir a nadie de esto.
No como crees, pero tienes que aguantar que te la meta toda, estamos.
Si, pero hazlo despacio, por favor.
Hacerme el inocente me era muy excitante, no sabía si se la creía o no. Daniel seguía penetrándome poco a poco, hasta que me la metió toda, casi de inmediato sentí muchas ganas de ir a cagar, pero ni modo ya estaba completamente empalado, además si se enojaba, por lo que pasaría si me la sacaba, opte por seguir y luego pensaría que hacer.
No jodas, se siente muy rico, estas muy calientito por dentro y apretadito.
Eso me confirmo, que nunca, se había cogido a nadie. Yo levante un poco las nalgas y Daniel comenzó a moverse un poco.
Con cuidado, que todavía me duele.
No te preocupes, lo voy hacer muy lento.
Empezó a cogerme otra vez, al inicio si lo cumplió, pero después de 1 minuto, se le olvido y acelero su movimiento, casi no me la sacaba, solo se movía para atrás y adelante, yo apretaba mi ano, para que sintiera muy rico y lo quisiera repetir, después de 4 minutos, sus movimientos fueron más rápidos y se vino adentro de mí de forma abundante, ese hizo que yo también me viniera sobre su cama, se dejo caer sobre mí y nos quedamos acostados solo gimiendo.
Oye Daniel, creo que te hiciste del baño dentro de mí.
Jajajaja, como crees, es que me vine adentro de ese culo tan rico, que tienes.
Es que tengo muchas ganas de ir al baño, pero si te sales, se va escurrir todo en tu cama.
No había pensado en eso.
Que tal si, nos hacemos para abajo de la cama y te paras con cuidado y me agarras de la panza para que me ayudes a pararme y sin que me la saques nos vamos al baño, te parece la idea.
Tienes razón, vamos hacerlo como dices.
Gracias a dios Daniel, no tuvo ningún inconveniente, con lo que le propuse, hicimos todo lo que dije y divina juventud, nunca perdió su erección, cuando pasamos por el espejo, nos veíamos un poco cómicos, de mi verga salían hilos de pre semen otra vez, cuando llegamos al baño le dije.
Oye, ¿ahora como le hacemos?.
Pues no se.
Con tanto movimiento, ya Daniel estaba caliente otra vez, se quiso mover otra vez, pero en una de esas, notamos el olor a excremento y se quedo quieto, no era muy agradable.
Mira, vamos a ponernos al lado de la taza del baño, tu quedas lo más cerca del lavamanos y yo me recargo un poco en ti y pongo mis pies del otro lado, entonces cuando me acabe de acomodar yo te aviso y rápido me la sacas y te lavas la verga en el lavamanos, obvio con agua un poco caliente, mientras yo echo toda tu venida en el w.c..
Nos acomodamos y lo hicimos, yo apreté lo más que pude el culo para que no saliera casi nada, pero el olor si era un poco fuerte, puje lo más fuerte que pude, para que saliera todo, lo más rápido posible, me acomode en la taza del baño bien, ya que había quedado de lado, sentí mucho alivio, me limpie con papel de baño y lo tire en la taza y de inmediato le jale, cuando mire a Daniel, su verga estaba ya limpia y erecta al máximo.
No mames, fue grandioso, nunca había gozado tanto.
Yo también estaba caliente otra vez, quería mamarle la verga, pero no sabía como hacerle para que no me viera tan obvio.
No que, ya te dije que no me gustan los hombres, así que hasta aquí la dejamos.
No, lo siento mucho, te cojo otra vez o vamos de inmediato con tus papás, tú decides.
Yo puse cara de que hago, por un rato.
Sabes, mejor te masturbo rápido y otro día me vuelves a coger, sale.
No, yo te quiero coger ahorita.
Pero y si llega a tu casa alguien o viene Omar, como le vamos hacer.
Se puso a pensar un poco.
Tienes razón, le dije a Omar, que me viniera a buscar al rato, pero que no se te olvide, el lunes lo repetimos.
No, como crees, si ya falte hoy y luego otra vez el lunes, son dos días seguidos, a lo mejor el perfecto habla con mis padres.
Si, tienes razón, ya se, tu maestro de taller, no va a ir el lunes, tienes clase de 5:30, hasta la salida, entonces nos queda como hora y media, para que llegue mi mamá a la casa, el lunes te brincas la barda, a la hora de taller y yo haber como le hago, pero te espero del otro lado de la avenida y nos vamos corriendo a mi casa, estamos.
Bueno; -puse cara de resignación-.
Andale, empieza a jalármela.
Todavía con cara de asco, estire mi mano para agarrarle la verga, estaba muy caliente, ya tenía liquido pre seminal, poco a poco puse toda mi mano en su verga y comencé con el movimiento de forma rápida, a Daniel se le doblaron un poco las piernas, echaba toda su funda para atrás para ver su brilloso glande, luego lo tapaba otra vez, su verga empezó a palpitar otra vez, insinuando que estaba por venirse otra vez, baje el ritmo.
Métela en tu boca, -me ordeno-.
No, -yo me moría por hacerlo, pero seguía en el juego de que no era un maricon-.
Andale, dale un besito y pruebas a que sabe.
No, ya te dije que no soy un maricon.
Pues te la metes en la boca o le digo a Omar, que le diga a su hermano, que te gustan los hombres, para que les diga a todos, tú dices.
Eso, ya no me causo risa, el juego se me volteaba un poco, así que decidí hacerlo acabar en mi boca y ya no importarme lo que pensara de mí, jale todo su prepucio para atrás y dejar su glande libre, pase mi lengua desde la base de su verga hasta la punta de su verga, me la metí en la boca, solo el glande y se lo mame por un minuto, el se recargo del lavabo y se acomodo mejor, me lo saque de la boca y repetí lo mismo, no aguanto ni dos veces más y se vino otra vez.
Cuando lo hizo, me agarro de la cabeza y me la metió toda, al principio me dieron ganas de volver, pero ya había tragado otras vergas más grandes, así que solo acomode mí boca y no hubo problemas, me obligo a comerme su semen, lo cual lo hice sin problemas, me la saco con cuidado y reviso que mi boca estuviera limpia, me ayudo a parar de la taza del baño, ya que estaba todo entumido, me agarro una nalga y me la apretó, yo le quite la mano.
Iba a decir algo cuando tocaron el timbre, se puso muy nervioso, no sabía que hacer.
Ve a ponerte el pantalón y ve quien es, ándale, -le dije-.
Si.
Rápido se fue corriendo a su cuarto, yo aproveche para meterme a la ducha y lavarme rápido el culo, me seque con la toalla de las manos y corrí al cuarto para vestirme y baje para agarrar mi mochila, ya estaba despidiendo a los testigos de jehová, que eran los que estaban tocando.
Bueno, me voy -le dije-.
Esta bien no te acuerdes, que nos vemos el lunes, cruzando la avenida.
Esta bien.
Salí de su casa, viendo para todos lados, solo había pasado hora y media, así que me fui a unas maquinitas, para matar el tiempo.
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