Con el bully del salón
El hombre más deseado me da una lección de sexo guarro .
Me gustó desde que lo vi sus pantalones a mitad de las nalgas, era el típico niño rebelde pese a que venía de una familia de posición acomodada. Cómo yo tenía unos 12 años, empezábamos la secundaria y las hormonas estaban a tope.
Para el relato lo llamaremos Jaime y yo seré Carlos, Jaime además de guapo era buen deportista y un alumno promedio que no destacaba pero tampoco se metía en aprietos, excepto en una asignatura: Aritmética.
Todo lo contrario yo, era el mejor del salón, pero un pésimo deportista y en ese momento tenía un excesivo peso que además me hacía la burla del salón.
Cómo era de esperarse Jaime era el ídolo de las chicas del salón y el líder de la pequeña pandilla de rebeldes que formó para molestar a los menos agraciados, entre esos yo.
Reconozco que entre sus victimas yo era el menos afectado, algo de respeto me tenía y eso me dejaba tranquilo, al menos los primeros meses de clases.
Cerca de la mitad del curso, Jaime, un amigo suyo Eduardo y yo, fuimos sorteados para un trabajo grupal, Eduardo era un buen tipo, agraciado también y además buen estudiante, no veía mucho problema.
El lío llegó cuando para hacer el trabajo quedamos en ir a la casa de Jaime, que era la más grande y donde nadie nos molestaría pues sus padres estaban de viaje y sus hermanos pasaban fuera hasta la noche.
Eduardo y yo llegamos juntos como habiendo coordinado y Jaime nos abre la puerta desde el citofono y dice que sigamos al estudio, sorpresa cuando abrimos la puerta y él se apretaba la toalla en la cintura, había salido de la ducha e iba a vestirse (o eso dijo).
Avanzamos los tres al estudio y Jaime dijo que adelantemos el trabajo mientras él se vestía, así lo hicimos y luego de un tiempo largo no venía, me llamó la atención y se lo dije a Eduardo: “de seguro está pajeandose” jaja fue la respuesta
Ese instante tuve una mezcla de morbo y curiosidad, como lo tendrá? Cómo se masturbara? Será lechero? Y empecé a hablar con Eduardo del tema de las pajas, nos empezamos a prender y me dice “vamos a verle”
Nos acercamos con cuidado a su dormitorio y lo vimos ahí de espaldas sin toalla viendo el televisor y con un culito redondito jaja, Eduardo me dice, al menos cierra la boca, lo que hace que yo lo golpee y llame ma atención de Jaime que nos dice “tardaron demasiado”, vengan.
Yo tenía demasiada curiosidad y eso me motivó a acercarme y Jaime me dice “al fin la vas a conocer”, sé que me ves todos los días en la clase de deportes y debes pajearte pensando en ella. Acá la tienes
Era una pija recta, de unos 14 cm y blanca con una cabeza rojiza, bolas normales y algo de pelo encima, la verdad más ancha de lo que imaginé y eso lo llenaba de orgullo.
Mira Carlos, tienes 5 minutos para hacer con ella lo que quieras, aprovéchalos… yo solo la vi unos instantes y pregunté… lo que sea? “Si”, perfecto… Eduardo ven… masturbalo… Eduardo se molestó conmigo y dijo que él no jugaba, ante lo que Jaime le gritó, no oíste.. que me masturbes…
Eduardo sorprendido empezó a hacerlo con asco y bronca mientras yo le decía a Jaime disfrútalo y él me insistía que no entiende por qué no hago nada…
Yo disfrutaba ver a dos de los más masculinos del salón tener sexo oral homosexual y mi verga me delataba, Jaime se dio cuenta y me ordenó desnudarme, no iba a esperar más y lo hice con excepción de mi boxer que ante mi negativa me arrebató de un solo jalón.
Mi pene de unos 12 cm en ese momento brincó de la alegría y embarró con un disparo de leche el suelo, ellos no lo habían notado pero yo me masturbe todo el tiempo, Eduardo molesto dijo que no quería seguir y luego de vestirse al apuro salió de la casa de Jaime.
Ya solos Jaime me dijo que este sería un secreto entre ambos y que para sellarlo debía ayudarle a correrse, lo masturbe un poco y luego le lami un poco la cabeza de su verga en ese instante un impulso me obligó a morderle y ante mi sorpresa un líquido salió de su cuerpo, claramente no era leche, el muy cabron me había meado, se ríe y me dice: meado en la boca, leche en el culo y por hoy es suficiente.



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