Con el chacal de la cuadra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por kensun.
Todo empezó hace casi un año, las dificultades de buscar trabajo en la Ciudad de México cada día eran pésimas o mal pagadas, nunca me di por vencido, pero siempre trataba de buscar algo que se adecue a mí, para mi mala suerte o fortuna me hice a la idea de mejor abrir un negocio por mi parte para atenderlo en la noche.
Todas las noche vendía comida para poder salir con mis gastos diarios, lo cual funciono durante mucho tiempo, siempre que estaba todo listo a ciertas horas de la noche podía notar a un chavo no tan chavo como de aproximadamente 30 años, un tipo alto con fachas de chacal al que después de cierto tiempo supe que le decía “Zurdo”, nunca supe porque yo jamás le pregunte.
Siempre se acercaba hacerme platica cuando estaba solo, cosas como… ¿Qué tal la venta? O ¿A qué hora te metes?.
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la verdad es que eran preguntas muy comunes y luego me salía con alguna tontería que me hacia des aburrirme y cuando llegaba algún cliente me decía ahora regreso, se iba y volvía mas tarde.
Después de cierto tiempo que empezamos a entablar cierta amistad se me hizo raro que me pidiera dinero a lo cual yo accedí, en cuanto se la daba siempre se iba con la excusa que me los regresaría.
Varias noches llevaba así hasta que un día me confeso que lo corrieron de su trabajo y que no tenía lana para darle a su familia (cabe resaltar que soy bi), y pues así siguieron varias noches más.
Un día un poco molesto debido a que él no me había pagado, me arme de valor para preguntarle si ya tenía trabajo a lo cual me dijo que no, en lo personal se me hizo muy raro, porque siempre se la pasaba bebiendo o andaba muy ebrio, el solo decía que era porque le invitaban.
Esa misma noche como me había ido muy bien con la venta le dije que si nos tomábamos unos tragos, sin pena enseguida acepto solo le dije que me ayudara a guardar, lo cual hizo sin problema.
Fuimos por una botella de tequila y empezamos a beber en la azotea de mi casa, fui por lo necesario y el muy amable servía los tragos, ya un poco borrachos el más que yo empezó a contarme de su tragedia, por qué lo corrieron del trabajo, de su familia, hasta que llegamos al tema sexual, su esposa tenia rato que no cogía con él, por un momento pensé con toda la malicia del mundo y después pensé lo mal que lo ha pasado , pero el siempre hacia énfasis en lo cargado que tenía los huevos por no coger a lo que yo le dije que andaba igual.
A partir de ese momento andábamos muy cachondos, él se levantaba a orinar casi en frente de mí y yo hacía lo mismo, sin evitarlo me calentaba cuando se me quedaba mirando y se me paraba la verga mientras orinaba, lo cual el notaba, en uno de esos momentos que me levante y empecé mi faena al orinar no había notado me había seguido, aunque luego pensé que el también tenía ganas no fue así, se colocó atrás de mi tallándome su verga detrás de mí y agarrando la mía con sus manos ásperas, mi verga enseguida reacciono y la del también, con su voz entrecortada y realizando un masaje leve a mi verga, me decía que andaba muy caliente y que me quería coger, lo cual me sorprendió y al mismo tiempo me excito, no dije nada solo me volteo y empezó a mamar mi verga lo hacía muy bien y yo solo me dejaba hacer, me desabrocho el pantalón y me bajo los bóxer, el zurdo me la chupa muy bien, no podía gemir fuerte por miedo a que me escucharan lo vecinos.
En eso se detuvo en seco y me dijo te toca, yo no tenía experiencia en mamar una verga y se hice saber, muy seguro me dijo yo te enseño solo abre grande la boca y no muerdas, a lo cual deje que hiciera lo que quisiera y que llevara el ritmo, con forme lo hacía le empecé a tomar gusto y más al sentir su precum en mi lengua, yo ya estaba muy excitado y con mi verga como piedra, le dije que bajáramos al departamento para estar más cómodos, sin más bajamos lo más rápido que pudimos.
No sé en qué momento entro a la habitación y cuando entre, ya estaba desnudo sobre mi cama, sin pensarlo hice lo mismo.
Le empecé a mamar la verga otra vez, pero esta vez fui más al fondo de todo le levante las piernas y empecé una faena en su ano, al principio no quería, pero conforme se lo iba haciendo iba cediendo.
Llego un momento donde el solo sujetaba sus piernas mientras mi lengua penetraba su ano el cual ya estaba sumamente dilatado, sin pensarlo le metí un dedo a su ano el cual entro sin ningún problema, el zurdo no dijo nada, solo se limitó a gemir, seguí con mi faena en su ano ya no era 1 dedo si no tres en su ano y un cuarto dedo casi a punto de entrar, al principio había perdido su erección pero luego se puso mucho más dura, hinchada y babeante a lo cual no perdí oportunidad de darle unas mamadas.
Cuando sentí que estaba listo, subí con mi lengua hasta sus pezones, coloque mi verga en la entrada de su ano y poco a poco se la fui enterrando, sentí como su esfínter resistía al intruso, pero al mismo tiempo cedía, así estuve mucho tiempo hasta que mis huevos chocaron con sus nalgas, el solo se limitó a gemir y bufar, ya que a pesar del dolor la calentura siempre estuvo muy presente.
Poco a poco me empecé a mover en un mete y saca lento pero seguro, su verga babeaba más que al principio, con su ano aun virgen y estrecho me empecé a volver loco y mis movimiento iban en aumento, sus gemidos de placer aun eran más notorios, cosa que me excito demasiado, en cierto momento sentí como su esfínter apretaba mi verga, era notoria su corrida lo cual expulso sin tocarse la verga.
Cuando vi su líquido blanco salir, me dio mucho morbo y empecé a bombear su culo más rápido y frenético hasta que acaba dentro de él, sentía que nunca terminaba mi corrida.
Nunca pensé lo mucho que disfrutaría ese momento, caí sobre su pecho sudado y agitado, escuche como su corazón latía a full.
En ese momento pensé que solo esto había empezado….
Continuara….
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