Con el cuarentón del gimnasio.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por nenitox.
Hola a todos, les voy a contar lo que me sucedió hace un año un día normal que estaba por el gimnasio.
Lo primero de todo es presentarme, me llamo Dani y tengo 20 años, desde los 15 años tengo clara mi orientación sexual aunque soy muy reservado a la hora de decirlo.
Soy un chico normal, delgado, estatura media, cara de bueno, piel clara, poco vello, un culito redondito y un pene normalito.
Siempre me han gustado los chicos más o menos de mis características con los que ya había tenido alguna relación, pero de un tiempo a atrás empece a fijarme en los hombres adultos de muchos más años que yo.
Nunca había tenido nada con un hombre así hasta ese momento.
Me daba algo de miedo, quizás que me doblara la edad le situaba en diferente condición y eso me asustaba.
Por aquel entonces yo iba a un gimnasio cerca de donde vivo, tenía algo más de tiempo libre y aproveche para apuntarme al gym y así tonificar mi cuerpo y por supuesto de disfrutar de tíos que por allí iban y se dejaban ver desnudos.
Durante unos días fui a diferentes horas para ver cual me venía mejor y decidí ir siempre sobre las 4 de la tarde que es cuando más tranquilo estaba y cuando más maduritos vi.
Unos de los días que fui me llamó la atención un señor que estaba haciendo máquinas, era un hombre de unos 40 años, llevaba puesto unos short y una camiseta de tirantes.
Era mucho más alto que yo, quizás 1,80m.
, su cuerpo era robusto pero no gordo, de fuertes piernas y brazos, con barbita y de mirada profunda, por su pecho se asomaba una mata de bello algo canoso.
Los short le marcaban una buena entrepierna y glúteos trabajados.
Ese día no dejaba de mirarlo, no podía quitármelo de la cabeza, cada movimiento que hacía cada gesto se me iban los ojos a ese magnifico cuerpo.
No sabía muy bien lo que me estaba pasando, era la primera vez que me atraía tanto un hombre así.
Temía porque me pillara observándolo, y así fue.
En varias ocasiones me pillo in fraganti, hasta en una ocasión me saludo y sonrió, cosa que me avergonzó muchísimo.
Ese día decidí irme de la vergüenza que estaba sintiendo y del calentón que me había dado.
Al día siguiente volví a la misma hora y con la esperanza de volverme a cruzar con aquel hombre.
Así fue, allí estaba ese fabuloso cuerpo trabajando sus piernas y brazos.
Yo, irresistiblemente pude evitar observarlo otra vez, ya no me cortaba mucho, algo me empujaba a coquetear con ese señor.
Decidí ir más allá y acercarme lo más posible al hombre para poder contemplarlo mejor.
Aquel señor se había percatado del juego que me traía, podía notar como se exhibía para que lo pudiera ver mejor.
No sabía muy bien donde me estaba metiendo y el miedo se apoderó de mi.
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tanto fue que me marché casi corriendo a los vestuarios.
Una vez en los vestuarios me desvestí, me enrollé la toalla a la cintura ocultando la erección que llevaba y fui hacia las duchas individuales cerrando rápido la cortina, allí pude relajarme algo y dejar libre mi polla que no disimulaba el calentón.
Pero el relax duró poco.
Alguien me habló desde fuera de la ducha, yo con cuidado de que no se me viera nada aparte la cortina, ¿cuál fue la sorpresa?, el hombre al que había estado mirando estaba allí! Hablándome!
– señor: Hola chico, me podrías dejar por favor un poco de gel? se me ha olvidado el mio.
– yo: Ho.
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la.
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(no me salían las palabras, estaba muy nervioso, tenía aquel semejante cuerpo completamente desnudo delante de mí y hablándome)
– señor: Chico estás bien? puedes dejar el gel? (insistió)
Yo no daba crédito a lo que estaba sucediendo, tenía a ese señor delante de mí desnudo, pude ver su torso completamente lleno de vello, un abdomen fuerte, de su entrepierna colgaba un tronco enorme flácido y lleno de venas cubierto por ese vello casi canoso que lo caracterizaba.
– yo: Claro, aquí tienes.
(Pude decir esas palabras mientras repasaba su cuerpo pero sin darme cuenta que mientras le daba el gel soltaba la cortina y me descubría dejando a la vista mi cuerpo también desnudo y con mi verga empalmada)
– señor: Ok.
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gracias.
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no te molesto.
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(Miró mi cuerpo y sonriendo se marcho a otra ducha)
Necesitaba salir de allí, no sabía muy bien lo que quería.
por un lado ardía en deseos de volverme a encontrar con el hombre y por otro lado necesitaba huir de aquella situación.
Pero mis deseos se apoderaron de mi y decidí esperarlo en la salida del gym haciendo como si estuviera entretenido con el móvil.
él apareció al rato, yo disimulaba con el móvil, se acercó y empezó a hablarme.
– señor: Hola chico, como te llamas?
– yo: Hola me llamo Dani.
– señor: Encantado yo me lamo Enrique, pero todos me dicen Kike.
Solo quería volver a darte las gracias por el gel.
– yo: No hay que darlas jeje.
– kike: También quería decirte que no te avergüences por que te hayas empalmado en el gym jeje a todos nos ha pasado alguna vez.
– yo: jaja vale me quedo más tranquilo.
(me había pillado y eso me estaba dando mucho morbo)
– kike: Dani no puedo evitar decírtelo, pero porque me mirabas tanto estos días? nos conocemos?
– yo: no, no nos conocemos.
Pero.
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solo me llamaba la atención tu cuerpo.
(empezaba a coquetear con él)
– kike: ¿Quieres que te acerque a algún lado? Tengo el coche ahí mismo.
(echó su brazo por encima de mi hombro)
– yo: Vale, puedes acercarme a mi casa.
(allí estaba yo seduciendo a un señor que acababa de conocer y que él ya me tenía seducido)
Fuimos hacia el coche que estaba en el parking del gym, nos subimos lo arrancó y fuimos hacía un aparcamiento que estaba por la zona pero el cual era poco visible, paró el coche y empezamos a hablar.
Me preguntó que si era gay y si me gustaban los hombre como él, a lo que yo le respondí que sí.
Y estaba muy nervioso, la situación se me iba de las manos, pero me daba mucho morbo, Kike se pasaba la mano por su paquete y de vez en cuando acariciaba mis piernas.
– kike: tienes experiencias con maduritos? desde cuando te gustan los hombres como yo?
– yo: no tengo experiencia con hombres pero me atraen mucho.
– kike: Hasta donde estás dispuesto a llegar Dani?
– yo: quiero probar tu polla.
(no podía aguantar más, alargué mi mano y empece a acariciar su polla, estaba a mil y necesitaba probar esa carne aunque estuviera muerto de miedo)
– kike: vaya no pierdes el tiempo¡ (deshizo el nudo de sus pantalones y se los bajo un poco dejando a la vista sus boxer con un gran bulto)
Yo no desaprovechaba el tiempo y pasaba mis manos por sus fuertes piernas y torso.
Me detuve en su paquete, su polla estaba durísima, se notaba recta y venosa, su capullo empezaba a sobresalir por el filo del boxer, agarré el filo de sus gallumbos y se los baje dejando libre aquel tronco grueso.
Era enorme, debía de medir al menos 22 o 23 cm y de gran cabeza, en la base de este tronco pude ver dos huevos enormes en consonancia con su verga.
– kike: Impresione a que si? jeje ( acariciando su verga)
– yo: es la más grande que he visto, increible.
Sin dudarlo cogí ese enorme tronco y comencé a pajearlo, se notaba caliente y húmedo, con mi otra mano agarré sus huevazos manoseándolos.
Me iba acercando cada vez más y más a su polla, él estaba recostado en el asiento, mi boca estaba a pocos centímetros de su glande, notaba su olor y su calor.
Abrí la boca y con la lengua pude saborear su capullo, él se estremeció, seguí jugando cada vez más intensamente con mi lengua en su puntita, saboreando cada fluido, cada vez me la metía más profunda, apenas me cabía en la boca, retiraba mi boca para poder respirar y me la volvía a meter.
– kike: joder dani se te da de escándalo mamar! me tienes a mil nene! (decía entre gemidos y agarrándome la cabeza para ayudarme a tragar)
Seguí chupando su pollón, le pegaba fuertes chupetones, alternaba su polla con sus huevos, mordiéndolos y chupándolos, aprovechaba también para retorcer sus pezones y disfrutar de su torso.
Me afanaba en jugar con mi lengua en su frenillo mientras lo pajeaba, su polla estallaría en cuestión de segundos.
– kike: no aguanto Dani! Voy a explotar!
Un fuerte calambre recorrió todo su cuerpo, tenía toda su polla dentro de mi boca, noté un gran chorro de leche caliente inundando mi boca, el que pude tragarme, retiré mi boca para poder respirar, pero seguían saliendo chorros que cayeron por toda mi cara, me corría el semen por la mejilla hasta las barbilla, mis labios intentaban recoger toda esa leche.
Limpié la polla de Kike y me incorporé en el asiento, Kike hizo lo mismo.
– kike: menuda pasada de mamada! eres increíble Dani.
– yo: tu pollón si que es increíble.
Y esos huevazos bien cargados¡
– kike: puff nene hace mucho tiempo que no descargaba y te ha tocado a ti toda la leche jeje.
No podía imaginar lo que acababa de hacer.
Estaba en un completo estado de extaxis, me había olvidado por un momento de mis miedos y había disfrutado de la lindo con Kike.
Pero no sabía si estaba preparado para algo más.
Me bajé del coche despidiéndome rápidamente de Kike, dejándolo algo cortado y corrí hacía mi casa, cuando llegué volví a recordar la escena de la polla de Kike y no pude evitar sacar mi juguetito de goma y aliviar mi calentura follándome el culo y pajeandome pensando en lo que había pasado.
Esta historia solo acaba de empezar, me quedan por contarles muchas más aventuras con Kike.
Espero que les haya gustado.
Continuará.
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