Con El del Uber de regreso a casa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mediodecentemedioputona.
Con el del Uber
Me presento, mi nombre es Max, soy de la zona norte de la Ciudad de México, tengo 26 años, mido 1,84, tez blanca, pelo negro, complexión grande.
Es mi primer relato, espero lo disfruten tanto como yo lo hice esa noche.
Esta es una de mis experiencias con conductores de Uber, siempre me llena de mucho morbo el tratar de seducirlos o de cierta manera convencerlos de tener algo más además de un simple viaje, no sé si sea el hecho de que en su mayoría me han tocado casados, o que llevan una vida con un estandarte heterosexual muy bien “cimentado”.
Pero en fin.
Seguiré contando lo sucedido.
Era la noche del 26 de julio, venia regresando del Marrakech, un lugar muy divertido sin tabúes en el centro de la CDMX; me dispuse a pedir mi Uber a las 2:30 de la mañana para regresar a casa, ya que el viernes trabajaba.
Cancelé un par de servicios porque mi sexto sentido decía que “no se iban a dejar” basándome solamente en su pequeña foto de perfil y en algunos de sus comentarios de la plataforma.
Al tercer intento de viaje me había dado por vencido y acepté al conductor que me había tocado, me subí en la parte de adelante para propiciar el encuentro.
Su nombre no lo recuerdo, él era moreno claro, con pelo en pecho, el crecimiento de su barba era regular, labios gruesos, su ropa feona, pero eso era lo de menos, en su pantalón de veía el cierre lo que se me hizo raro ya que normalmente traen como una pestaña para cubrir la cremallera.
Comencé la plática y acercaba mi pierna hacia la palanca, pero no hubo ninguna reacción de su parte, mis esperanzas de una uber experience decaía.
Yo: ¿Y ya te vas a descansar?
U: No aún no hay que darle otro rato.
Yo: ¿Y eres casado?
U: Sí soy casado, tengo tres niñas, una de 11, una de 4 y una de 1 año.
En cuanto me respondió eso ya sentía que había sido un viaje perdido; continuo la plática con temas cero relevantes hasta que ya subiendo la continuación de Insurgentes a la altura de Indios Verdes, me le quedaba viendo hacia su cierre, ya con un descaro cañón, en eso él me pregunta:
U: Una pregunta ¿Me parezco a alguien? o por qué te me quedas viendo tanto, digo, no es que me moleste, sólo quiero saber la verdad del porqué me ves tanto.
Yo: No nada, vengo distraído.
U: Ya dime la verdad, no pasa nada.
Yo: ¿Te digo la verdad?
U: Claro.
Yo: Es que creo que traes el cierre abajo (obvio sabía que estaba arriba)
En eso él se checó y dijo, no está arriba, y ya sin vergüenza le dije que si lo podía comprobar, el luego luego dijo que no, que respetaba mucho a todos los usuarios y que eso no le gustaba, sólo le pedí una disculpa y continuamos el viaje en silencio, pero ya de ahí a casa son unos 3-4 minutos.
Justo a una calle de llegar a casa me dijo.
U: ¿Te incomoda si te pido tu número?
Obvio sentí como si algo no cuadrara, de qué le serviría mi número si según “no le gustaba eso”, me armé de valor y le pregunté que para qué lo quería pero ya agarrándole en bulto en su pantalón.
Yo: No que no… (porque ya se le sentía un poco dura)
U: Pues no, pero es que me pones a pensar muchas cosas.
Yo: Pues tú dirás, soy materia dispuesta.
U: ¿Estás seguro?
Yo: Claro, ¿no quieres que te la chupe?
U: Pues no del todo, pero quién le dice que no a eso.
Se estacionó adelante de un camión parado, y se bajó el cierre y se la sacó no la tenía grande pero tampoco mini, me dispuse a hacer lo que mejor sé, lo chupaba todo de arriba a abajo, pasaba mi lengua por el glande, el bufaba de placer, me decía que qué rico, que ya le hacía falta algo así, en eso, con sus manos empujaba mi cabeza hacia su pene, sentía delicioso como me ahogaba en él, de la nada me sube la cara y me planta un beso con tanta pasión que se me borró por completo que tenía hijas y era casado, seguro no era su primera vez con un hombre.
Después de bajó todo el pantalón y seguí mamando como becerro pegado a su madre, así estuve unos minutos hasta que se vino en mi boca, me tragué todo su semen y termino extasiado de placer, le dejé mi número pero nunca me marcó.
Y así fue una de mis experiencias en Uber.
Comenten si les gustó para seguir escribiendo.
Besos.
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