Con el empleado nalgón (Monterrey, México)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno primero que nada me presento, me llamo José, acabo de cumplir 18 años hace poco tiempo pero mis experiencias comienzan desde mucho más atrás, espero poder escribir varios de mis relatos proximamente.
Soy un chico de piel aperlada, pelo negro, mido 1.73, estoy flaco y velludo. Tengo barba y cejas gruesas. Mi pene mide 19 cm de largo y es bastante grueso. (Lo tengo en mi avatar)
Vivo en Monterrey, Nuevo León, México desde hace algunos años, esto que me paso sucedio en un centro comercial llamado HEMSA ubicado en el centro de la ciudad.
Estaba caminando por el centro en una de esas tardes super calurosas, aquí en Monterrey el calor es muy fuerte y en el centro con toda la gente caminando de un lado para el otro se siente un bochorno horrible, pero disfruto caminar por el centro casi siempre voy viendo algunos bultos o buenos culos que hay por aquí.
A veces uso boxers de lycra y es un verdadero problema por que mientras camino el pito se me mueve de un lado al otro y muchas veces se me desacomoda el boxer y hace que mi pene se salga por un lado, con la fricción y el rose comienzo a erectarme. Mientras caminaba mi pene se ponía erecto y se me hacía un bulto notable en el pantalón, yo lo intentaba disimular poniendo la mano en mi bolso. Entrando a HEMSA me fui directo a buscar lo que iba a comprar, no estaba pensando en hacer algo sucio…
Camine por el pasillo de belleza y limpieza personal, mi tío me había mandado a comprarle un shampoo curativo, no muy fácil de encontrar. La tienda estaba bastante llena ya que era fin de semana, había gente por todos lados, así que pasaba desapersivido. Mientras caminaba por el pasillo de lejos vi a dos empleados, un hombre y una mujer, el hombre era un señor de unos 30 años aproximadamente, un poco robusto, bigoton, de aspecto normal, ni muy masculino ni muy joto.
Desde que lo vi note que me miraba a los ojos, luego sus ojos se desviarón directo a mi bulto erecto, hizo esto un par de veces hasta que pase a un lado de ellos y empece a buscar el shampoo, comencé a calentarme y a crear pensamientos cachondos en mi mente, sus ojos de deseos hicieron que mi verga se pusiera aún mas dura y me hiciera desear algo, intentaba buscar el shampoo pero mi mente cochambroza no dejaba de pensar en la mirada de lujuría de aquel hombre.
Regrese a donde estaban ellos y dirigiendome a él pregunté:
-Disculpe, tienen shampoo del indio?- pregunté
-Sí, esta por aquí venga- respondío el hombre
Escuchando su voz me di cuenta que era gay y lo seguí, la otra empleada se quedo ahí parada atendiendo a otros clientes. Al seguirlo note un par de nalgas bien formadas que podían deslecharme en cuestion de unos minutos.
Nos paramos frente a un aparador y ahí estaba el shampoo…
-Mire, aquí estan, hay varios diferentes de cual quiere- me dijo con un tono seductor mientras no dejaba de ver mi paquete que parecía romperme el pantalón
-Necesito uno que sea para el crecimiento del pelo, no recuerdo bien cual es- le respondí
Metí la mano en la bolsa de mi pantalón para marcar más mi bulto y mover mi pene por dentro.
-Mira dejame checar aquí abajo- el hombre se puso en cuclillas
Posiciono su cabeza al lado de mi bulto muy cerca el, hizo como que movía los envases de shampoo buscando algo, yo mientras miraba como sus nalgotas se marcaban en el pantalón de vestir que traía puesto, se le marcaba también el calzón esto me excito demasiado. Creo que el notaba como palpitaba mi pene dentro de mi pantalon…
-Quizá más abajo- dijo
Se levanto para volver a agacharse esta vez dejando su cadera arriba e inclinando la espalda, ahí tenía sus nalgas tan cerca de darle un buen llegue que mi verga estaba deseando tanto, el volteo a verme y noto mi cara de deseo. Había tanta gente al rededor que parecía que nadie notaba aquella escena.
-No, tampoco hay aquí- se levanto y dirigio su mirada hacía el aparador- AH! mira aquí esta… es de chile- me dijo mientras me miraba
-Bueno muchas gracias- respondí
Nos quedamos un rato sin hablar como esperando que uno de los dos hiciera alguna propuesta…
-Oiga aquí no tienen baños?- pregunté
-No amigo, solo hay baño de empleados, es muy urgente?-
-Pues mire- respondí mientras tocaba mi bulto
La sangre caliente me corría por todo el cuerpo, es de esas veces que te atreves a hacer cosas que no harías por causa de la calentura.
-Ven sigueme- el comenzo a caminar apresuradamente
Yo solo iba detrás de el apreciando el culote que se cargaba, tenía ganas de tomar ese par de nalgas y apretarlas como una de esas pelotas desestresantes.
Subimos unas escaleras y llegamos a una especie de bodega, en el fondo habían varios cuartitos con puertas, entramos a uno y había casilleros dentro, y en frente de los casilleros en un cuartito pequeño había un baño, solo con un toilet y un lavabo.
-Pasa, ahí esta- se quedo parado mientras me veía entrar al baño
Entré y saque mi pene completamente duro y erecto, no podría ocultarlo con nada, me palpitaba de lo caliente que estaba, ya estaba humedo de pre semen en toda la cabeza. Intenté orinar pero no pude, no salía nada.
-Te ayudo?- escuche su voz "seductora" detrás de mi,
Mi corazón comenzo a latir más fuerte, comencé a sentir toda la adrenalina que sientes en esos momentos.
-Ya tienes hecha la mitad del trabajo- conteste dandome la vuelta y agitando mi pene con la mano
El hombre no tardo nada en ponerse en cuclillas de nuevo y comenzar a succionar mi verga con su boca, tenía labios gruesos pero su boca no se sentía muy grande. Sentía la que hacía presion con su lengua en todo el cuerpo de mi pene, chorreaba un monton de saliva, de verdad deseaba comerse mi pene. Podía sentir todo el calor de su cuerpo concentrado en su boca, mi pene entraba y salía a gran velocidad, el succionaba y saboreaba con mucho placer.
Tomo mis huevos y los metio a su boca, me miraba a los ojos, su mirada me pedía que lo follara duramente, quería que me chingara esas nalgas.
Puso mi pene en su rostro y comenzo a golpearse con él. Comenzo a hacer gemidos que sonaban bastante femeninos, me gusta cogerme a hombres que se ven machos por fuera y que se comportan como verdaderas putas, este hombre gemía como tal.
Esto me prendío al mil y lo levante y lo voltee, por fin pude arrimarle mi verga caliente en todo su esplendorozo culo grande, mi pene se puso aún mas humedo al sentir lo suave de la tela y de sus nalgas rozando con la cabeza y todo el cuerpo de mi pene, lo frote varias veces mientras el gemía y se dejaba dominar.
Tenía ganas de romperle el pantalón como en los videos porno pero logre calmarme y de alguna manera logre desabrochar su cinturon y bajar el pantalon.
Me arrodille para quedar de frente a sus nalgas. Traía un calzón blanco, le quedaba apretado a causa del culote que tenía, se le transparentaba un poco debido a que era tela delgada, podía darme una idea de como era su piel, se le veía bastante peludo, esto me prendio mucho más. Sentía un calor muy fuerte pero placentero estando ahí. Comence a mover las nalgas con mis manos y apretar fuertemente, metía mis manos y dedos en su calzón y podía sentir su piel peluda y apretable. Aún con el calzón puesto, metí mi rostro entre sus nalgas y comencé a mover mi lengua y mi boca, el gemía, con una mano se apretaba los pezones, y con la otra tapaba su boca pero a la vez lamía sus dedos y los mordía.
Yo estaba en el paraíso, eran unas inmensas nalgas redondas y calientes, no pude resistir mas y baje rapido el calzón para empezar a comermelas, pasando mi lengua por toda la línea de su culo e intentando penetrar su ano, mientras el hombre gritaba y escurria saliva de su boca. Pude disfrutar completamente teníendo sus nalgas desnudas intentando abarcandolas con mis manos, apretando lo más que podía. Saque mi rostro de entre sus nalgas y subí. Arrime mi verga dura y la frote entre sus nalgas. El hombre volvió a soltar un gemido fuerte de puta, esto hizo que yo quisiera empujar con más fuerza y comenzar a follarmelo duramente, pero mi pene se resvalo y solo se metio entre sus piernas, rosando en sus chamorros sentí que me venía en ese momento, pero me contuve.
-No va a entrar tan fácil- me dijo con su voz jadeante
Mi lado dominante se desato y comence a apretar sus pechos, no estaban muy duros pero si peludos, comencé a apretar mientras frotaba mi pene en sus nalgas, como haciendole una rusa. El gritaba y jadeaba. De pronto sentí como su ano comenzaba a comerce mi verga, sentí como iba entrando en aquella sona caliente, el gimió de dolor, pero no quise detenerme.
-Hazlo, no te detengas- me dijo con una voz debil
Mi cabeza entro y el hombre gimio más fuerte, cuando acorde sus manos tomaron mi cadera y me empujaron hacía él, mi verga lo penetro completamente y el solto un grito, yo sentía que me venía pero igual seguí sacando y metiendola mientras apretaba sus nalgas para hacer más presión en mi verga al momento de entrar. El hombre no dejaba de gemir como puta, yo lo apretaba de todos lados, veía como le iba dejando marcadas mis manos en su cuerpo.
La saque para cambiar de posición, al salir de su ano sentí como lo apretaba y esto me calentaba un buen. Me recoste en el suelo, no había mucho espacio pero afortunadamente cupe, el se puso de espaldas hacía mi y se sentó lentamente en mi verga, comenzo a darme sentones, cada vez más rapido, yo veía como sus nalgas rebotaban en mi cadera y se movían de una forma deliciosa, solo me quedo apretarlas y apreciarlas. Estuvimos así un rato hasta que estuve a punto de venirme, entonces el empleado la saco y se puso en frente de mi con al boca abierta y la lengua afuera.
Yo metí mi verga unas tres veces más en su caliente boca, y fue más que suficiente para sacarme toda la leche, en la ultima metida a su boca, el la saco lentamente y vi como sus labios gruesos rodeaban todo mi pene hasta la cabeza, ahí vi como comenzaba a salirme los mecos y el puso su cara, para llenarla, le calleron en el ojo, los cachetes, la boca, la nariz, y nuevamente la metio a su boca para sacar el resto.
Yo solo levante mi boxer nuevamente y mi pantalón y me despendí de él. No soy mucho de pasar contacto o quedar en otros lugares, me gusta que las experiencias sean lo más anonimas posible, pero seguro que un día volveré con gusto a ese HEMSA a cogerme esas nalgotas tan ricas.
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