Con el hermano de mi mejor amigo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por frannsalazaress.
Mi madre me estaba llevando a la casa de mi mejor amigo, Nicolas, donde me iba a quedar a dormir, en cuanto llegamos salde a mama baje del auto y toque el timbre un par de veces.
-Hola, Lucas.
– exclamo la madre de Nico abriendo la puerta de lado a lado.
-Pasa, ahí llamo a Nico.
– añadió
-Hola, gracias.
-¡Nico, baja llego Lucas!- grito la madre de Nico desde las escaleras.
El a los pocos segundo bajo, Nico y yo tenemos la misma edad, 14, yo soy delgado y alto, el es alto como yo pero un poco mas corpulento.
-Hola ¿Como andas?- pregunto mientras nos saludábamos.
-Bien.
Ambos fuimos hasta la sala en donde esta la televisión.
-No hay nada para ver, ¿que hacemos?- Pregunto Nico
-Nose, lo que quieras.
-¿Traigo la Notebook?
-Dale, tráela.
– respondí
– Acompáñame, esta en la pieza de mi hermano.
Ambos subimos las escaleras y tomamos la computadora, pasamos unas horas jugando, escuchando música y viendo vídeos que me dejaron con ganas de sacudírmela.
Un rato después la madre de Nico nos llamo para cenar.
Los dos nos teníamos que lavar las manos así que fuimos al baño, entramos los dos juntos, solo íbamos a lavarnos las manos pero Nico bajo un poco su pantalón y empezó a mear, su glande era rojizo y redondito, y se le asomaban algunos pelos púbicos, me llamo la atención ya que el suele ser un poco tímido.
Nos acercamos a la mesa en donde estaba su padre, su madre el y yo, faltaba su hermano así que su madre le ordeno que lo llamase, el obedeció y a los minutos bajo Nacho, su hermano, el es cuatro años mayor que nosotros (18) es alto y musculoso.
Luego de cenáramos nos levantamos de la mesa y fuimos a ver una película, cuando termino, subimos para preparar la cama en donde me iba a acostar.
Pasaron las horas y decidimos ir a la cama, me puse una ropa cómoda para dormir al igual que Nico, El se durmió al instante, en cambio yo no me logre dormir, realmente no tenia sueño, pasaron los minutos y me dieron ganas de ir al baño, salí de la cama y camine hasta el, parecía estar ocupado ya que la luz estaba encendida y la puerta abierta, Estaba por irme pero la puerta se abrió, me quede quieto en el lugar sin saber que hacer y de dentro de el salio Nacho, llevaba una camisa de tirantes que dejaba ver sus Bíceps y unos boxers.
Ninguno dijo nada y cada uno siguió su camino, el fue a su cuarto y yo entre al baño.
En cuanto salí camine hasta la pieza de Nico nuevamente, pero al pasar por la puerta de Nacho vi que estaba entre cerrada y la luz encendida, no pude aguantar la curiosidad y decidí espiar.
El estaba en su cama tapado hasta la cintura, con su teléfono y unos audífonos, el acariciaba con sus manos su pecho, este era musculoso y tenia algunos vellos rizados.
Pasaron los minutos y fue intensificado los masajes y empezó a bajar por su abdomen y finalmente su mano se perdió entre las sabanas.
Mientras, yo, por encima del bóxer masajeaba mi pene que estaba chorreando liquido transparente.
Trate de sacar mi miembro pero accidentalmente el elástico se soltó provocando un ruido.
-¿Quien esta ahí?- pregunto Nacho parándose y caminando a la puerta.
Trate de correr hasta el cuarto de Nico pero el ya me había visto.
Me quede parado a mitad del camino, el me veía de pies a cabeza, pasando un par de veces por mi erección.
-¿Que haces nene?- me pregunto Nacho escondiéndose detrás de la puerta
No pude contestar nada, tenia mucho miedo y vergüenza.
-¿Me estabas espiando?
Negué con la cabeza y trate de regresar.
-Espera, ¿que tenes ahí abajo?- pregunto en voz baja.
Con mis manos trate de ocultar mi erección, a lo que es se burlo de mi.
-¿Queres ver como es una pija verdadera?
El salio de atrás de la puerta y un enorme bulto saltaba de su bóxer, el lo sacudió con su mano e hizo señas para que me acercara.
-Vení.
– ordeno, a lo que no obedecí.
– ¡Veni acá!
Me acerque luego de que lo dijera por segunda vez, con su mano trato de tocar mi erección pero logre retroceder.
-Dale, no seas maricón, si me dejas yo también te dejo.
El rápidamente extendió su mano y logro agarrar mi pene, los manoseo y lanzo una pequeña risita.
-El mio también era así, pero ahora es distinto ¿Queres verlo?- preguntó
El entro a la habitación dejando la puerta un poco abierta.
-Entra nene y cerra.
– ordeno.
Los nervios me impidieron pensar e hicieron que entrara, el estaba ahí sobre la cama acostado con su teléfono en la mano.
-¿Ves porno?- me pregunto.
– No seas tímido dale habla.
– añadió la ver que no respondía
-Si.
– dije tartamudeando.
-Yo también, vení acá a ver con migo.
– dijo haciendo espacio en su cama.
lentamente me fui acercando y me metí en la cama, el me tapo con las sabanas y puso play a ese vídeo, era una chica que se la cogían un grupo de adolescentes en un sauna.
-¿Te gusta?- me pregunto.
Asentí con la cabeza y trate de decir que "si" pero estaba muy nervioso.
-Tocatela si queres
El vídeo iba por la mitad y Nacho se destapo y por encima de sus boxers empezó a tocársela, tomo mi mano y la llevo a su pene erecto para que lo tocara por arriba de su ropa interior, estaba duro y húmedo.
-Mmm así es una pija de verdad ¿la saco?- pregunto mirandome.
Al mirarlo levemente asentí con la cabeza y dirigí la vista a su pene.
-Vos primero.
– ordeno.
Cuando dijo eso me puse mas nervioso de lo que estaba, el me miraba esperando que sacara mi pene de mi bóxer, lentamente fui sacando mi pene en estado de erección, una vez fuera el me miro y con sus grandes manos tomo mi glande cubierto por mi prepucio, lo bajo y una gota de pre seminal cayo a mi abdomen, con sus dedos la junto y lo lamió.
-Mmm.
me toca.
– Dijo el
Con sus manos empezó a bajar su bóxer y al fin quedo su pija peluda, gruesa, venosa y circuncidada al aire.
Empezó a estrujarla hasta que una gota de liquido salio, la tomo con su dedo y la deposito en mis labios.
-¿Te has pajeado con alguien alguna vez antes?
Negué con la cabeza.
-¿Te la han tocado?
Volví a negar.
-¿Te la han chupado?
Negué tímidamente.
-Me imagino que sos virgen, no te la han puesto ni vos a nadie ¿cierto?
Asentí con la cabeza mirando hacia abajo avergonzado, el tomo mi pene con sus dedos y fue acercando su cabeza a mi pene, con su lengua empezó a lamer mi glande y mis huevos, nunca antes me la habían chupado y era tan rico, los gemidos salían involuntariamente de mi, el con su mano tapo mi boca para que no gritara, mi pene latía al ritmo de su mamada y antes de que me viniera el paro.
-Te toca.
– susurro acercando su pene.
Tenia miedo de hacer algo mal así que lo mire pero el me tomo de la nuca y acerco mi cabeza a su pene, era tan grande y grueso que no entraba en mi boca por completo, con mi lengua trate de jugar con su glande, el gemía así que asumí que lo hacia bien, luego trate de meterme su pene en mi boca y mamarlo, logre meterme la mitad y el se retorcía como loco.
-Para, para.
– me ordeno.
Pense que había hecho algo mal, así que me avergoncé y baje la mirada.
-Mostrame tu culito.
– ordenó.
Baje de la cama y me pare en frente de el, gire y le enseñe mi culo.
-Peludito, que rico, sácate la remera.
– me dijo admirando mi culo.
Lentamente me quite la remera, no tenia el pecho peludo como el, solo tenia pelos en las axilas.
-Mmmm, veni.
– ordeno dándose vuelta.
– ¿Te gusta mi culo? tocamelo.
Me senté en sus muslos y empece a masajear su culo por encima de sus boxers, al igual que todo su cuerpo su culo estaba duro por tanto ejercicio, baje los calzoncillos y abrí las nalgas, y me tope con un agujero acompañado de una linea de pelos.
-Chúpame
Realmente no quería, pensé que iba a ser algo desagradable pero aun así obedecí y acerque mi lengua a su culo y empece a babosear, el gemía y me decía que siguiera, al cabo de unos segundos el se paro y camino hasta una silla y se sentó levantando sus pies de modo que su culo quedo expuesto.
-Quiero que me la metas.
– ordeno Nacho.
Tímido y sin saber muy bien como hacerlo me acerque y el escupió en su mano y la paso por su agujero, volvió a escupir y me lubrico el pene con su fría baba, me tomo de los huevos y me fue acercando a el, puso mi pene en su culito y despacio la fue metiendo, por mi cuenta empece a hacer movimiento que al parecer le encantaban.
El gemía despacio para no despertar a nadie y me agarraba de los brazos con fuerza, puse mis manos en su peludo pecho y mientras me lo cogía jugaba con sus pelos.
No era nada distinto a una paja pero me provocaba mucho placer y antes de que me viniera me ordeno que sacara mi pene, estaba a punto de correrme y como el ordeno saque mi pija y tres chorros de leche impactaron en su abdomen y huevos.
-Limpiame.
– me dijo.
Mire a mi alrededor para ver si había algo con que limpiarlo.
-Con tu lengua limpiame.
– Aclaro.
Desesperado acerque mi cara a su abdomen y el olor a semen inundo mis fosas nasales, con mi lengua fui limpiando cada gota de semen que había caído en su bello y peludito cuerpo.
El se paro y me hizo sentar en la silla.
-Me toca ahora a mi.
– dijo escupiendo en su mano.
Cuando dijo eso me asuste, su pene era muy grande y mi culito era virgen, solo me había metido un par de dedos antes, nada mas.
Trate de negar con la cabeza pero el me puso en posición y me paso la lengua por el agujero, me gusto tanto que no le dije nada, con su lengua abrió y lubrico mi agujero, se paro y froto su pene con mi culo, sabia que me la iba a meter trate de relajarme y de respirar, empezó por la punta y luego todo el glande, un gemido salio de mi que hizo que la quitara rápidamente, fue tan fuerte que ambos nos quedamos en silencio para ver si había despertado a alguien.
Volvió a meter su glande y luego todo su pene, senti mucho dolor pero en cuanto empezó a moverlo me encanto tanto, el placer era inmenso y no quería que la sacara, pero al cabo de unos minutos se estaba por venir, saco su pene y mas de cinco chorros de leche caliente llenaron mi cara, pecho, abdomen y pubis de su semen.
Mi cara estaba llena de su semen así que con mi lengua trate de limpiarme un poco, el sabor de su semen era similar al mio, el se acerco y lamió todo su el semen de mi pecho y mi pubis, se acerco a mi cara y me limpio todo el semen que había lanzado.
-Acostate en la cama.
– Me ordeno Nacho.
En cuanto me acosté el se sentó en mi piernas y tomo su pene y el mio a la vez, ambos estaban semi erectos, pero realmente ya no tenia nada mas en mi para lanzar.
-No doy mas.
– susurre.
-Aguanta, dale.
– contesto.
El empezó a masturbarnos lentamente hasta que tuve un orgasmo sin semen en cambio el chorreo un poco de su glorioso néctar.
Esa noche volví a la cama y no logre dormir solo pensaba en ese momento con Nacho
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