Con el instructor de manejo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola soy Jonás y esto sucedió mientras recibía clases de manejo, yo tenía 16 años y el instructor 34.
En México es posible sacar una licencia provisional si se tiene 16 años, y debido a que mis padres y hermanos no tenían tiempo para enseñarme a manejar termine por inscribirme en una clase de para aprender a manejar y termine aprendiendo otras cosas muy calientes.
La escuela enseñaba a los pilotos novatos en volkswagen tipo sedán, un escarabajo, consideraban que si eras capaz de conducir uno podías manejar cualquier cosa y la verdad no estaban tan equivocados.
Juan, de 34 años y mi instructor de manejo, llegó a mi casa por la tarde en el escarabajo y me invito a subirme, recibe las instrucciones básicas: mantener las manos en el volante, mirar los espejos, no distraerme. Después pasamos a cosas más avanzadas como poner el clutch, cambio de velocidades, rebasar y básicamente lo que se hace en la calle todos los días.
Hablábamos de fútbol, de viejas, de la peda y fiestas, de vez en cuando echábamos un cigarro en la tienda con un refresco, me preguntaba como me había ido el fin de semana y si había podido engancharme a una perra, casi siempre le decía que solo el faje y uno que otro dedo o simplemente que había terminado masturbandome en mi casa y él decía: “masturbado o masturbandote, el caso es que la leche afuera” mientras hacia un movimiento con su mano entrecerrada como si se la jalara que me ponía cachondo o también decía “cualquier hoyo es trinchera” y le preguntaba si hasta el de un vato y solo se reía y me decía que “más viejo se disfrutan otras cosas y muchas más cosas”, yo hacía como que no enteraba de lo que me quería decir pero captaba muy bien la indirecta.
Un día manejamos a un lote en construcción, contaba con calle con asfalto y señalamientos y sería un buen escenario para practicar el manejo ya que nadie pasaba por ahí.
Luego de dar vueltas por casi media hora me señalo que detuviera el automóvil, me orille, puse el parking y se bajo del coche, abrió la cajuela y saco un par de conos que coloco por delante y por detrás, se subió y me indico que intentara aparcar el auto en cordón sin tocar ni tirar los conos, me puse manos a la obra y mientras estacionaba el auto me di cuenta que Juan no dejaba de verme fijamente, entonces me dijo:
-cuidado le vas a dar al cono
y le pregunte como lo había visto y me dijo:
-en tus ojos
-¿Los puedes ver ahí? le dije
-Claro, además tienes lindos ojos
Me di cuanta que ya había salido el peine y cuales eran sus intenciones, yo estaba caliente y curioso, y me preguntaba como la tendría, si estaba circuncidado o no, si era lechero, el sabor de su carne y que tal se sentiría tenerlo en la mano. Así que decidí seguirle el juego y ver que podía suceder.
Le mire a la cara y luego a la entrepierna, ya se podía ver emocionado y con una erección guardada en el pantalón
-¿que tanto miras? me dijo
-Lo que tienes escondido- le dije
Se sorprendió y se puso nervioso
-¿A sí?¿Que es lo que quieres?
-¿Que quieres hacer? le respondí
-Promete que no me vas a dar problemas-me dijo
-Claro que no-
-¿quieres verlo?
y le dije que si
Sin tardar, se desabrocho los jeans, se bajó el cierre y tomo con sus manos delgadas con su verga, escondida en su capuchón
-¿la usas mucho? le pregunte
-Algo, no tanto como quisiera y menos con chicos como tú- me respondió
-¿Te han cogido otros hombres?
-Algunos
-¿Te dejan la leche en el culo?
-A veces
Le sonreí y le pregunte si podía tocarlo
-Tócalo- me dijo
Estacione el auto y tome su verga con mi mano derecha, apenas pude cubrirla, no era muy grande pero se veía jugosa, ya había sacado algo de liquido preseminal y tenía un aspecto lustroso, ese morado brillante que tienen las vergas morenas, le baje el prepucio y lo empece a masturbar
-¿Sacas mucha leche?-le pregunte mientras le jugaba el tronco
-Si la jalas bien, si, continua chico-me dijo
Cambie con la izquierda y luego de un rato, decidí darle una mamada en el auto, moví la cabeza y la introduje en mi boca, le pase la lengua y la succione como si fuera un biberón
-Que rico la mamas, ¿tienes hambre verdad? Sigue de mamadora hasta que se ponga tiesa- me dijo y eso me prendió, no imaginaba que se pudiera poner más dura, pero enseguida sentí como iba quedando como roca en mi boca, podía sentir sus venas palpitando. Poseía un liquido pre seminal muy espeso y saladito, un sabor que pensaba que se me iba a quedar para siempre en la boca
-Vamos chico, así que rico, chupala becerro- Me tomo de los pelos y me forzaba a que continuara con la chupadera, era un mar de saliva y líquidos de esa manguera, tenia hecha agua la boca y la verga parada.
Se la deje de mamar y continúe masturbandolo
-¿Te vas a venir?-
-¿Donde quieres la leche?-
Nunca había probado el semen, aunque había imaginado beberlo el mío nunca me había atrevido, me daba un poco de asco, pero en ese momento estaba al 100% y le dije que se viniera en mi boca, que me lo iba a tragar todo
-Entonces siguela comiendo becerro-
Retome mis labores orales y me ayudaba con mi mano derecha, la subía y bajaba mientras chupada la cabeza, podía sentir las contracciones de su verga, entre dura y más dura, previos a la eyaculación.
-Ya casi- y me tomo de la cabeza y la empujo hasta el fondo
-No te la vayas a tragar toda, quiero verla en tu boca
Estaba a punto de venirse y continúe mamando aquel pedazo de carne dura hasta que sentí que se contraía al máximo y tras unas pulsaciones de sus venas pude saborear, por fin, toda esa leche salada que tenia guardada en la bolas en mi inocente boca, me chorreaba en los labios y me llenaba toda la cavidad oral, no podía dejar de pensar en que tenía el semen de un hombre maduro en mi boquita y eso me hacía sentir sucio y muy excitado.
Abrí mi boca y saque la lengua y le mostré todo los mocos que había dejado en mi
-Tragatelo, es tu leche
Le di un par de vueltas a la lefa en mi boca para catar el liquido espeso, caliente y de un sabor único. Por fin me lo trague, aunque sentí una pequeña nausea por el sabor tan fuerte
-¿Que tal están?
-Muy salado y muy intenso-le dije mientras me limpiaba la boca
-Ya vas a ver que le vas a agarrar gusto, lo mejor es tenerlos en el culo, esa sensación de calor dentro de ti, como si te partieran en dos y luego te lo dejan todo chorreado
Fumamos un cigarro y luego me llevó a mi casa, y a partir de esta ocasión me hice bisexual y en otras ocasiones tuve la oportunidad de buscar más carne.
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