Con el sobrino
El relato es la continuación de éste otro https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/el-tio-y-el-sobrino-2/.
Era lunes, Pedro había marchado de vacaciones, dejando el cuidado del hogar a Mike, el sobrino, quien semana previa, estuvo mandándome mensajes:
-Estoy al palo recordando como chupás, espero vengas cuando quede solo-; o –Exploto de ganas por volverte a coger contra la puerta-, junto a otros parecidos, que respondí festejándolos:
-Buenísimo!- , -Genial!-, -Mmm…, me vas a dar lechita?-, -Teniendo esa pija hermosa cerca, puede que a cada rato te la toque… (Mínimo) Jajaja!!-, frases que según confesó, lo excitaban.
A las 20 hs, recibí:
-Hola Mati, el tío acaba de irse…¿Me arreglas las compus y hacemos algo?. Si querés, te quedás a dormir…cucharita… Jeje!! Confírmá, sino llamo a mi novia.-
Tenía morbo de estar con ese chico que duplicaba en edad.
-OK me pego un duchazo y en diez minutos, salí al hall para abrirme.-
-El orto voy abrirte! Después nos bañamos juntos. Apurate.-
-Jajaja! Ya salgo.-
Me puse un short, remera y en la mochila; pendrive de programas, preservativos, gel lubricante, toallón, desodorante, boxer y jogging.
El encargado estaba limpiando la recepción del edificio y preguntó a que piso iba, permitiéndome ingresar tras responder: -“Planta baja C“-
No llegue a tocar timbre porque me escuchó hablando con el portero. Quedé sorprendido al verlo con un pareo en la cintura, que al cerrar, dejó caer, mostrando una gran erección.
-Los diez minutos fueron eternos! ¿Vamos a bañarnos o te comés ésta primero?-
Admito que la situación me recalentó; tiré el bolso, fui hacia él y acaricié su verga, desde los testículos hasta el glande, empezándolo a masturbar al mismo tiempo que lo agarro del mentón para besar de forma desesperada. Inmóvil, se dejó llevar. Cerró los ojos y le rocé los labios húmedos en el cuello y orejas notando como se excitaba aún más.
Pajeándolo susurré al oído:
-Mmm pendejo la tenés muy dura!-
-Siii! Vos me ponés así Mati!!-
-¿Me vas a dar leche como prometiste bebe?-
– Es tuya putitaa!!-
Arrodillándome frente a ese gran miembro, lo tomé con ambas manos bajando el prepucio y descubrí una cabeza gorda, babeante de precum, que amé limpiar con la lengua, antes de engullirlo totalmente repitiendo ésta acción varias veces en forma lenta.
Expresó satisfacción al esparcirle saliva en toda la extensión, y pregunté:
-Sigo con esto papi? Avisá por algo que no te guste o si te hago doler…-
-Seguí, ¡me encanta! ¡No podés chupar así! –
A medida que iba aumentando mi succión, él asumía un rol más dominante reteniéndome, al meterla completa.
-Cometela perrita, mostrá como amás ésta verga.-
El sobrino de Pedro tenía una excitación extrema, se notaba como gozaba por lo que le estaba haciendo.
-Te tomas toda la leche y después voy a cogerte. Aparte dijiste: “Puedo enseñarte algunas cosas para no terminar tan rápido”, ahora cumplís!-
-Si bebé! ahhhhg!-
Ese tronco llegaba a la garganta dejándolo varios segundos hasta ahogarme. Sin embargo, cuando lo sacaba, deseaba seguir chupándolo. Mike me agarraba del cuello refregando su falo por mi cara.
-Te calienta? ¿La querés? –
Sus palabras excitaban, solo buscaba seguir mamando, agitado jadeaba cada vez que amagaba para dármela rozando los labios y retiraba al verme abrir la boca. Me retuvo de los pelos y pegándome una cachetada con suavidad habló en tono imperativo:
-No vas a contestar putita? ¡Quiero oírte mirándome pidiendo verga,! –
Dejó de hacer lo que estaba haciendo buscando una respuesta. Yo necesitaba saborear nuevamente esa estaca y dirigí la vista hacia él.
– Me encanta tu pija, dámela bebe!-
–Siiiiiii! ¡Así!! Cométela toda-
Enloquecido empujaba el garrote hasta asfixiarme y hacerme lagrimear. Ese hombrecito de 19 años alardeaba sobre la dominación ejercida al amante del tío, de 38.
-Como me gusta cogerte la boca, nunca tuve tanto morbo al ver llorar a alguien mientras lo obligo a tragársela, preparate que ahí viene la lechita…-
Aceleré la mamada logrando el objetivo de verlo retorcerse gozando.
-Ahhhh!! Tomáaa putaaa!! Mmm uff!! La chupás mejor que mi novia!!-
Era mucho el semen que descargó y algo se escapó de mis labios que él recogió con la mano, atiné a limpiarla pero no dejó, en vez de eso, su orden fue levantarme y quedar de espaldas apoyado contra la puerta. Sin perder tiempo, comenzó a meterme los dedos llenos de esperma.
-Despacio amor! Dueleeee!! Ahhh!!-
Exagere la expresión, pero de nada sirvió, sin embargo, el dolor tardó poco en convertirse en placer. Sentía como alternaba los dedos e iba sumando uno mas, a medida que me escuchaba gemir.
-Mmm Ahhh Ahhh! –
Repentinamente paró. Quise girar para mirarlo, pero no me dejó.
– ¡Quedate así que tengo una sorpresa!-
Fue a la cocina regresando con el vibrador y los consoladores que jugábamos con Pedro, el día que nos encontró.
-Traje los juguetes del tío! Te encantaron no?-
Agarré un consolador al que chupé lascivamente hasta llenarlo de saliva y ante su mirada sonriente, comencé a meter y sacar lentamente de mi ano lubricado de leche y saliva. El dildo era algo más chico que la pija de Mike, que estaba nuevamente dura por mis acciones. Su dueño, me sacó de golpe el consolador para llevarme al sillón del living e indicarme que pusiera las rodillas en los almohadones y me apoyara sobre el respaldo quedando delante suyo con la cola a entera disposición la cual recibió unos chirlos mientras él hablaba.
-Te voy a coger toda la noche sabías? No vas a olvidar ésta pija.-
No terminó de decir la ultima frase, que me penetró de golpe sintiendo que sus testículos chocaban con los mios.
-Ahhh bebe despacio!!-
Quise sacarlo pero me tenia agarrado de la cintura. Empezó a entrar y salir lento varias veces hasta que mis quejas se transformaron en gemidos de placer e incitarlo a ser más rápido y duro.
-Si, asi!! Cogeme asi amor!!-
-Te gusta Mati o paro? Pedile a tu macho que siga quiero oírte bien puta!!-
-Macho mio, tu puta extraña tu pija dentro, seguí cogiéndome!!-
Cambiamos de posición quedando igual en cuatro, pero a lo largo del sillón. Casi se tiró sobre mí, pellizcando los pezones y penetrándome con movimientos más duros y salvajes. Los dos gozábamos como pocas veces me había pasado. Estuvo taladrándome por diez minutos hasta sentir como su pene se hinchaba en mi interior.
-Ahhh ahhh Mati te estoy llenando el culo de leche!!-
Ante ese increíble goce, yo también acabé casi sin tocarme. Mike apoyo todo su cuerpo encima de mí.
-Bebe no me la saques, deja que salga sola, me encantó!!.
-A mi también me gustó mucho, te quiero para mi solo! Pensé toda la semana en vos y no le di ni bola a mi novia!-
Quedamos acostados así por poco tiempo, hasta que golpearon la puerta y escuchamos la voz del hermano de Mike pidiéndole que abriera ya que Pedro le había dicho que se quedara con su hermano a cuidar el dpto…
Y ahí es otra historia que después contaré.
sigue contando amigo buen relato… 🙂 😉
Gracias Alex, en breve continúa…