CON EL TAXISTA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Con un taxista
Hace unos días, exactamente el 1 de noviembre, estaba en una discoteca con mi novia, cuando tuvimos una peleíta de celos ya que ella vio a otra mujer que me envió un beso con su mano derecha extendida, como invitándome a que fuera donde ella y yo, ni modo, solo sonreí y allí empezó el problema.
Mi novia se fue sola, y como andábamos en el auto de su familia, pues me tuve que ir a mi casa en taxi, ya eran cerca de las 2 de la mañana y la verdad estaba con unas copas de más, aunque no borracho.
Salí a la parada de taxis, me subí en el puesto de adelante, saludé y le di la dirección al chofer,
Taxista: Con mucho gusto
Yo: gracias
Taxista: Lo veo como molesto, ¿acaso se peleó con alguien?
Yo: Algo así. Y le conté a grandes rasgos lo que pasó.
El taxista notó que yo andaba bastante excitado ya que al sentarme se marcaba bastante mi verga a la izquierda de mi pantalón.
Taxista: Y se ve que lo dejaron bien excitado, je je je
Yo: Pus si, estoy que apenas llegue a mi casa me hago una manuela.
Taxista: Ja ja ja, lo malo es que no es tan rico como una buena mamada o meter la verga. Ya me estoy excitando yo, ja ja ja
Yo: Es que al pensar en cosas sexuales se le para la pinga a cualquiera.
Taxista: Y más cuando hace días que no se hace nada de nada.
Yo: ¿y cuánto tiempo tiene usted de no tener sexo?
Taxista: Más de una semana, compa. La última vez fue un cliente que me mamó rico y se me sentó después para que le diera rico.
Yo: Un cliente ¿hombre?
Taxista: Pues si, no tenía suficiente para pagar y me pagó asi.
Yo: Y usted qué ¿es gay?
Taxista: Pues la verdad a mi me gusta el buen sexo, con mujeres o con hombres, soy bisexual.
Yo: Y ¿qué le gusta más?
Taxista: Vea, es que una mamada de un hombre y meterle la verga por el culo a un man es bien rico y a los que se la he metido les ha gustado y a las mujeres también les ha gustado. ¿Quiere probar a ver? Yo le puedo enseñar y así se le quita la templazón que carga y a mí también ja ja ja
Yo: La verdad es que lo voy a intentar, si quiere vamos a mi apartamento, ya estamos cerca.
Taxista: Claro que sí. Pero no sé qué de todo lo que le voy a hacer, verá que le gustará.
Carlos (el taxista) me puso sus manos en mi bragueta y me agarró la izquierda para que yo le tocara su pene, bastante grueso la verdad.
Llegamos a la entrada del edificio, Carlos parqueó y ambos nos arreglamos nuestros “paquetes” antes de salir.
Entramos al apartamento, me garró y me empezó a besar con ganas y empezamos a restregarnos las braguetas, él me quitó la camiseta, el pantalón, y al final nos quedamos solo con bóxer. Todo eso me hizo que sintiera algo diferente y en realidad me estaba gustando.
Taxista: Vamos a darnos un duchazo para estar bien limpios al empezar lo mejor.
Yo: Vamos.
Entramos a la ducha, desnudos, él tomo la barra de jabón y empezó a lavarme el pecho, el miembro, la espalda y mi trasero, de una forma que me estaba excitando cada vez más. Me dio el jabón para que yo hiciera lo mismo con él y lo que más me gustó fue ese pene (de unos 15 cms. de largo) pero bastante grueso, la verdad; y no circuncidado.
Taxista: Le gusta mi pinga?
Yo: Está mas corta que la mía pero gruesísima. Y … si, me gusta.
Taxista: Pues le va a gustar mucho más ya verá.
Yo: Eso espero.
Nos secamos, llegamos a mi cama, me acostó boca arriba y empezó a chupar cada parta de mi cuerpo, centrándose en mi verga que no le cabía completa en la boca pero chupaba deliciosamente. Luego se puso en la misma posición para que yo le hiciera lo mismo, me centré en sus tetillas, su abdomen, su pelvis y luego en su verga.
Taxista: Que rica amada, que delicia
Yo: Esto es mejor de lo que me había dicho
Taxista: Y eso que falta lo mejor
Se levantó, me hizo acostar boca abajo y empezó a chuparme desde el lóbulo de las orejas hasta bajar por mi espalda. Me estaba haciendo ver estrellas de tanta excitación, hasta que llegó a mis nalgas pasando la lengua por ambas varias veces hasta que las abre y se centra en darle lengua a mi ano. Sentí que una corriente eléctrica me pasaba por todo el cuerpo, estaba sintiendo algo indescriptible, algo nuevo y me estaba gustando mucho.
Yo: Ahhhhhh, es una delicia
Taxista: Le gusta mucho?
Yo: Siiiiii,
Carlos siguió su trabajo en mi ano un buen rato más pero ahora era chupándolo y metiendo su lengua dentro del hoyo. De repente siento como deja entrar uno de sus dedos, lo cual me dio una pequeña molestia, volvió a chupar mi hueco, mete dos dedos y así continua hasta que hay 3 de sus dedos completos dentro de mí. Vuelve a chupar y empieza a subir lentamente, cuando de repente siento como la punta de su verga está en la entrada de mi ano y hace presión para entrar pero no fue posible.
Yo: No creo que me entre una verga tan gruesa como la tuya, es mi primera vez. ¿Tienes puesto condón?
Taxista: Claro que si a todo, mira tú mismo
Yo: En qué momento te pusiste el condón que no me di cuenta?
Taxista: Es que estabas en éxtasis y en poco tiempo vas a estar más
Carlos siguió chupando mi hoyo, y dedeando y dejando más saliva. Me hace volver boca arriba, me besa los labios, sube mis piernas y pone la punta de su verga en la entrada de mi ano; mueve con su mano derecha su verga para que yo sienta como sube y baja, quizás para no dejar ver lo que iba a hacer de inmediato.
No se cómo ni cuándo pero en segundos dio un empujón y absolutamente toda su picha entró en mi hueco. El dolor fue muy grande, sentía que me habían incrustado una lanza que llegaba a lo más profundo de mi ser.
Yo: Ay ay ay. Me duele muchoooooo. Sácala por favooooor. Ayyyyyy.
Taxista: Espera un poco nada más, te vas a acostumbrar. Ya la tienes completamente dentro, es toda tuya y la aguantaste. Ahorita me vas a pedir más. Que culito más rico el que tienes, me encanta.
Momentos más tarde Carlos inicia sus movimientos, suavemente y yo inicio a sentir un placer muy grande. Me siento lleno con esa pinga tan gruesa.
Ya los movimientos son más rápidos y Carlos empieza a sacarla toda y volverla a meter, se agacha y me besa, deliciosamente y en unos 10 minutos más tarde empiezo a sentir que voy a lanzar mi leche.
Yo: Me voy a regar, aaahhhhh, ahí va mi leche
Taxista: Tírela toda, goce de mi verga mientras se está viniendo (Carlos me está masturbando)
Yo: Ahhhh, ahhhhhhhh, allí va, allí va
Taxista: Allí va la míaaaaa, que rico, que ricoooooo (y yo sentí en ese momento que su verga se engrosaba y se alargaba más mientras la metía y la sacaba más rápido.
Yo: Démela, démela, deliciosoooooooo
Esa noche, Carlos sin sacarla de mi ano, tuvo 3 eyaculaciones, al igual yo.
Desde entonces, él viene a mi casa y tenemos esos momentos inolvidables. Y ahora, yo también me considero bisexual. Ambos tenemos novias (yo sigo con la misma), ellas son amigas y nosotros seguimos y seguiremos haciendo lo que tanto nos gusta.
Si quieres enviarme tu opinión: humbost2@utlook.com
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