Con el Taxista de Uber
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sundableodin.
Hola a todos!
Debo admitir que me volví adicto a leer los relatos de esta página, y me llena de mucho morbo la mayoría de las historias que he leído acerca de el del cable, el técnico en computadoras y gente del común prestando algún servicio.
Me llamo Javier, mido 170 de estatura, 28 años, moreno y de buen cuerpo, soy futbolista… entiendo que así que ningún estereotipo gay va conmigo. Esto sucedió el pasado jueves.
Estaba saliendo de un conocido bar de osos de la Ciudad de México para dirigirme a un sitio de música de vaqueros, ambos sitios de ambiente y cerca del Ángel. Ya eran las 3 am y estaba algo tomado, debido a que para mí es muy común usar Uber (Una aplicación para taxis) me dispuse a llamar mi taxi. (Debo confesar que para mí siempre que me sale la notificación del taxista reparo su foto a ver que tal está! Imagino que también lo hacen jaja)
En fín, Llegó mi Uber al sitio indicado a los pocos minutos, y como siempre me siento hasta adelante a hacer la plática con el conductor, lo miré de reojo y era como de 30 y tantos años, 180 de estatura, 90 kilos y de tono de piel morena… (los mexicanos le llaman morenos a cualquier tono de piel!).
Yo ya estaba tán tomado que se me vino a la mente intentar algo.. Pero luego recordé que soy demasiado tímido y se me pasó, siempre es así… nunca soy de los que “dan el primer paso”.
Uber: Hola Sr, Fernando. Muy buena noche, cómo está?
Yo: Muy bien gracias.
Uber: Hacia donde nos dirigimos?
Yo: A la Benito Juárez, Ya te puse mi dirección por la app.
Uber: Ok, nos vamos.
… minutos de silencio…
Uber: Esta bien señor, quiere un poco de agua? Puede poner la música que usted quiera
Yo: Así estoy bien muchas gracias.
… minutos de silencio…
Yo: Que tal la noche, movida no?
Uber: Mas o menos Señor, recién me acabo de levantar, la verdad es que me eché una siesta por esta zona en lo que salía algún llamado.
Yo: Que bueno, tienes el turno de noche?
Uber: Sí, que cree que me gusta más este horario, menos gente y hace uno más servicios.
Yo: Claro, es el horario que nos conviene a todos los borrachos!
Sonrió y me preguntó:
Uber: Y de donde es usted, Señor… le noto un acento como de otro país.
Yo: Soy de Colombia
Uber: Ah que bien, siempre he querido conocer Colombia y Venezuela.
… silencios… con total desparpajo me intento acomodar el espaldar del asiento, pero entre la borrachera no encontraba el botón para echarlo hacia atrás y le pregunto:
Yo: Sabes donde le muevo para echar para atrás el asiento?
Uber: Del lado derecho de la silla señor
(Estira su mano desde su asiento presiona el botón, pasando muy pegado a mis piernas)
Ese momento para mí activó mi “detector de gays”, pero lo tomé como un gesto de buena voluntad.
Pasaron varios minutos durante el viaje donde me empezó a preguntar por las ciudades de Colombia y yo haciéndola de guía turista, hablamos de ese y otros temas, como la experiencia como usuario de uber,entre otros … al final y ya casi llegando solo le dije para concluir:
Yo: A Colombia debes ir a Bogotá, pero sobre todo a Medellín… ahí hay gente muy bonita. Esas, aparte de Cartagena son las mejores ciudades para conocer.
Mira su GPS y en eso me dice. Ya vamos a llegar señor.
La calle que hace de entrada a mi departamento es algo oscura, por lo que le indiqué donde debía detenerse y lo hizo.
Me quito el cinturón de seguridad, abro la puerta y le comento:
Yo: Pues muchas gracias
Uber: Gracias a usted….. Como me gustaría que se quedara aquí.
Al escuchar eso volteo a ver su cara y su rostro había cambiado por completo, no sé como describir la palabra pero entre desesperado e impotente, mirándome de arriba abajo. En ese momento fue cuando “mi detector se activó por completo dando alaridos“ ¡Es gay!
Yo ya tenía una mano en el cerrojo de la puerta, con esta abierta y estaba dispuesto a salir, pero en ese momento se me vino a la mente todas las historias que he leído en esta página y me excité muchísimo, lo vi a los ojos y le toco la pierna con mi mano izquierda, a lo que solo asiento diciendo:
Quédate un rato más.
Sólo me bastó escuchar ese mensaje de aceptación para medio volver a cerrar la puerta de aquel auto. Y Al tener certeza de qué se trataba, le doy un beso al cual responde apasionadamente. Poco a poco el iba ganando confianza y puso su mano en mi pierna, a la altura de mi rodilla, subiendo lentamente hasta llegar a mi entrepierna, la cual no paraba de crecer!. Mientras nos besábamos el cuidadosamente le quitaba las intermitentes al auto y lo apagaba por completo para que estuviera todo oscuro por si pasaba alguien. Era una escena por demás peligrosa… Estábamos justo en la entrada de mi Edificio!!
Se dio cuenta de lo que traía entre las piernas y lo comenzó a acariciar, yo al ver esto solo opté por bajarme el pantalón y dejar que hiciera sexo oral mientras yo sentado solo observaba y disfrutaba.
Lo hizo suavemente cuidando todos los aspectos, parecía que mi miembro era su caramelo favorito, porque lo hacía con tal cariño y cuidado que me hizo gemir de placer muchas veces, así estuvo algunos 15 minutos, yo por supuesto no paraba de disfrutar el momento ya que la situación persé me daba muchísimo morbo, y la forma en que lo hacía como si estuviera con el banano más rico de la historia valía totalemente la pena, jaja
Me empezó a masturbar hasta que ya no pude más y me vine, fuera de él, pero se tragó todo lo que había alrededor de mi pantalón y camisa, sin dejar ni una gota de rastro. Al terminar semejante acto, solo le dije… muy buen servició, te pondré 5 estrellas, abroché mi pantalón y salí del auto mientras veía como limpiaba los restantes de su boca, por cierto… tengo su numero por si gustan. ¡
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