Con el vigilante del edificio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Fernando, tengo 42 años y soy de Valencia, Venezuela.
Esta historia sucedió hace apenas una semana, cuando llegando al edificio donde vivo me dì cuenta que habían cambiado la empresa que presta los servicios de vigilancia, y se encontraba de guardia un muchacho de unos 25 años, delgado, moreno a quien saludé amablemente, dije para mí, Dios carne nueva y fresca!!. Me acerqué hasta el cuarto de vigilancia y me presenté, diciéndole mi nombre y poniéndome a su orden para lo que necesitara; debí hacerlo con picardía, pues a Pedro, que así se llama, le brillaron los ojos y esbozó una sonrisa cómplice, y me dio las gracias; al tenerlo cerca, puede apreciar que debajo del uniforme se le marcaban unos grandes brazos y sin poder contenerme bajé mi mirada hasta su cremallera y ví que se le marcaba un gran paquete. En ese momento me puse a mil, pero no quería arriesgarme, así que nos despedimos; entré a mi apartamento y me resigné a darme un buen pajazo en nombre de ese macho a quien había tenido tan cerca. Ya acostado, eran las 11 de la noche, y suena el intercomunicador, en ese momento se me aceleró el corazon, corrí a atender, era Pedro, me ofreció disculpas por la hora, y me dijo que si podía darle un poco de agua para tomar, pues se habían quedado sin agua en la vigilancia; le respondì que con todo gusto y que si quería podía venir a mi apartamento a buscarla. Inmediatamente corrí al cuarto y me puse un boxer corto y me quedé sin camisa;
tocó el timbre y al abrir la puerta, estaba Pedro con una sonrisa sosteniendo en su mano el envase para el agua; lo hice pasar, en ese momento yo estaba muy excitado, todo el cuerpo me temblaba, disimulando, lo invité a pasar y cerré la puerta, le dije que se sentara mientras le servía el agua, le ofrecí un refresco y aceptó y nos quedamos sentados en el sofá, Pude percibir su mirada lujoriosa, así que dí el primer paso, le pregunté que si quería algo más que agua y refresco y de inmediato, Pedro me tomó la mano y la puso en su paquete!! Empecé a acariciar ese bulto por encima del pantalón, sentía su gran tamaño, y de una vez se bajó la cermallera y pude ver salir un enorme pedazo de carne como de unos 20 cmts, largo y grueso, sin esperar,comencé a lamer ese palo como una fiera, lamí cada parte, desde su enrome cabeza hasta su palo y al llegar a sus enormes bolas, pude metérmelas las dos a la vez en mi boca; Pedro gemía como un toro, me decía, sigue puta, ví en tus ojos al saludarme que esto es lo que querías, no pares, lo haces muy bien!! Mientras Pedro acariciaba mi culo hasta que me bajó el boxer, y me dijo; Ahora viene lo mejor, te voy a hacer sentir como la puta más puta; así como lo sientes en tu boca lo vas a sentir en tus entrañas; yo desesperado terminé de desnudarme,
Pedro se quitó la camisa y el pantalón; y ahí pude ver sus buenos pectorales, ocultos en medio de su aparente delgadez, y su enorme paquete en todo su esplendor; sin mediar palbras me volteó y comenzó a rozar su pene en mi raja; Ufff que rico se sentía; me acostó en el piso boca arriba, y Pedro se puso al nivel de mi cabeza para meterme de nuevo su verga en la boca; así inició sus embestidas fuertes, hasta el punto de que me atragantaba; no lo podía creer, estaba siendo cogido por la boca por todo un macho criollo; después me puso boca abajo y con su saliva lubricó mi hoyo; que rico se sentía; su pedazo de carne estaba bien lubricada con la mamada que le dí, así que no fue difícil meterme su enorme verga en mi culo,
empezó a moverse lentamente para después entrar en un ritmo acelerado, sólo se oía el golpe de sus bolas en mis nalgas y los gemidos que emanaban de los dos; ´Pedro me decía, te doy lo que tu quieres Puta! y yo le respondía dame más, no pares!! sus embestidas se hicieron más fuertes; y me preguntó que dónde quería que me diera su lecha; yo le dije que en la boca, pues no quería perderme el momento de salida de su semen; y así lo hizo, saco su pene de mi culo; me volteó y acostado yo boca arriba, me metió de nuevo su pene en la boca hasta que sentí los abundantes chorros de leche inundando mi garganta!! Que sabor tan rico; le limpié con mi lengua todo el palo, hasta dejarlo completamente limpio.; mientras me masturbé hasta acabar como nunca. Nos vestimos, Pedro se despidió con el agua y yo me quedé con la leche…. Ansioso espero que esté de guardia para repetir la excitante hazaña
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