Con mi alumno de 10 años y novio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Como ya les mencioné anteriormente, esta historia está basada 100% en realidad, no hay ficción de por medio, lo único que adulteraré serán los nombres de los protagonistas (el mío y el de él) por un tema netamente de seguridad para ambos, trataré de detallar con el mayor lujos de detalles posible nuestra experiencia, para que de esta forma puedan imaginar y comentar que opinan con respecto a ella.
Primero que todo, me presento mi nombre es Luis, soy residente de un país de américa del sur, tengo 22 años, pelo ondulado, cabello castaño rojizo, ojos pardos, estatura promedio (1.
72) deportista y artista hace ya bastante tiempo, doy clases de la disciplina que manejo (gimnasia artística-rítmica) y soy bueno en la disciplina, mi grupo ha ganado tanto competencias de nivel nacional como latinoamericana, y es de esta manera, dando clases, como comenzó todo.
El niño con el que ocurre todo el relato recibe el nombre de Jesús, un pequeño de sólo 10 años, piel castaña, ojos color café con forma de gatos, nariz pequeña y respingada, labios carnosos, delgado, nalgas pequeñas (o eso pensé hasta que las vi desnudas) pero muy duras y paraditas, él es sumamente talentoso y virtuoso en lo que es el deporte competitivo, ha ganado varios títulos nacionales y la relación con él se hizo más intensa y afectuosa debido a que él me comentaba que tenía una profunda admiración.
Un día dentro de los muchos entrenamientos que teníamos el muchacho me pidió que lo ayudara a hacer unos estiramientos, (Split o segunda posición por si desea buscar imágenes en google para tener referencias) estando ahí fue cuando comencé a hacerle presión para ayudarlo a bajar, fue la primera vez en que mis manos tuvieron contacto con su trasero, fue ahí cuando me percaté de que tenía unas nalgas riquísimas; redonditas, paraditas, duras y voluminosas gracias a las intensivas horas y horas de entrenamiento, sin pensarlo bajé un poco mi mano derecha para acariciar su escroto por encima del pantalón para poder ver como reaccionaba, solo fue un roce y él automáticamente reaccionó, hizo un pequeño gemido en voz baja y su pene sufrió una erección, fue por miedo al estar en un recinto de entrenamiento en dónde nos podrían ver que decidí dejar la acción hasta ahí para así no ser sorprendidos y poder dejar la acción para otro día.
Pasaron un par de semanas, en dónde el niño lamentablemente al ejecutar un ejercicio se accidentó por lo cual iba a necesitar de unos masajes para que de esta forma pudiera recuperarse y volver a entrenar, en base a esto fue que lo cité a un horario distinto para poder examinarlo fue ahí en donde él se desnudó ante mi sin temor, por primera vez podía ver su cuerpo completamente desnudo y encima acariciarlo.
No dudé en comenzar con mi misión que era poder tratarlo, lo unté con un aceite de relajación y lo recosté sobre una camilla y comencé a hacerle un masaje centrado en la zona de su cintura que es dónde mantenía su malestar, pero fue él, quién astútamente me dijo que los dolores eran más abajo, permitiéndome de esta manera el poder acariciar sus nalgas diréctamente, sentir su piel y textura sin nada ni nadie que nos interrumpiera, de igual forma, por un tema de temor a ser descubiertos fue que dejé todo hasta ahí.
Pasaron un par de semanas y los padres del muchacho me solicitaron si podía ir a estudiar con él a su casa matemáticas debido a que no entendía la materia que le estaban enseñando en la escuela, fue en ese entonces que fui a su casa durante la tarde de un día de semana, nos encerramos con él en su pieza para poder estudiar, cabe decir, que yo con la familia de él tengo una excelente relación y confianza, soy uno más en su familia, comparto con ellos actividades importantes, me quedo en su casa, etc.
etc.
Más adelante comprenderán porque les señalo esto ya que tiene un factor importante dentro del relato.
Volviendo a lo anterior, como ya les mencioné nos encontrábamos jesús y yo solos en su pieza estudiando matemáticas, luego de un rato, la madre de él nos interrumpió para decirnos que ella saldría a comprar cosas para que cenáramos y que llegaría en alrededor de una hora, por lo cual nos quedaríamos solos durante ese transcurso, fue ahí en dónde ambos estábamos cansados (o eso creí yo, ya que me encontré con una sorpresa) decidimos tomar una siesta en la cama de él que no es grande (de 1 plaza o un cuerpo para que entiendan en sus países) nos acostamos a dormir encima de su cama, le dije a él que tomaríamos una siesta de 20 minutos y que luego volveríamos a estudiar, puse la alarma en mi teléfono y me dispuse a dormir, fue en ese entonces, cuando Jesús tuvo su primer contacto sexual hacia mi, durmiendo repentinamente sentí que una mano bajaba por mi pantalón y ropa interior, tomaba mi pene y lo comenzaba a acariciar, rápidamente tuve una erección en dónde yo sin pensarlo haciéndome el dormido aproveché de meter mis manos bajo su pantalón para acariciar sus nalgas nuevamente, fue así como el me masturbó durante aproximadamente 10 minutos de forma ininterrumpida, lo hacía con mucha ternura, el saber que sólo un niño era quién me estaba produciendo semejante placer me llenó de morbo debido a la situación, sumándole a ello que él estaba vestido con su uniforme de la escuela (cosa que es uno de mis más grandes fetiches) me hizo eyacular, una vez ocurrido esto, él por iniciativa propia untó mi semen en su mano y se la llevó a su boca.
Fue de esta manera como terminó el encuentro.
Pasando un par de semanas fue que llegaron las vacaciones de invierno, Jesús me invitó a su casa ya que ellos tenían piscina, en mi mente daba vuelta la imagen de esa vez anterior, además que yo sabía que él usaba una tanga color fluor como traje de baño, que en contraste con su tono de piel me excitaba mucho, me dirigí a su casa, él entusiasmado me facilitó su pieza y me acompañó a cambiarme de ropa, fue allí donde él por primera vez logró ver mi cuerpo desnudo.
Me saqué la ropa poco a poco buscando el producir una erección tanto en él como en mi para de dicha manera poder ver como iba a reaccionar él o si solamente todo esto era parte de mi imaginación y fantasía, y precisamente eso fue lo que ocurrió, Jesús al verme desnudo tuvo una erección, en dónde el por iniciativa propia igualmente se quitó la ropa dándome un abrazo con su cuerpo desnudo y un beso en la frente, una vez así le dije que nos fuéramos a bañar ya que sino se nos iba a hacer tarde y por el frío no íbamos a poder jugar, estuvimos alrededor de una hora ahí, el verlo con su traje de baño que hacía juego perféctamente con su piel morena me causaba una excitación tremenda, además el hecho que su bañador haya sido una tanga hacía resaltar aún más su figura, su pequeño pene y su gran trasero.
Transcurrido un tiempo la madre de Jesús nos dijo que ella iba a ir a comprar nuevamente para que cenáramos, pero nos pidió que saliéramos de la piscina para de esta manera estar listos para comer que es cuando ella volviera, en mi mente se vino a la cabeza que esta era la oportunidad que estaba buscando,él y yo solos después de habernos bañado en la piscina, además del motivo de que deberíamos estar si o si desnudos para poder cambiarnos de ropa se terminaría convirtiendo en una situación ideal para poder intentar tener algo más.
Y fue así como todo dio pie para poder tener un contacto más profundo con él, le dije que porque no nos recostábamos en la pieza para descansar antes de ir a lavarnos, para de esa forma poder relajarnos
Nos dirigimos a la pieza de visitas que tenía una cama de dos plazas (para dos personas) nos recostamos y lo abracé apegándolo a mi fue así como ocurrió lo siguiente que les narraré con los diálogos textuales:
Yo: Ven para acá pequeño, te quiero dar un abrazo
[Él inmediatamente se acercó hacia mi y se dejó querer]
Jesús: Tío yo igual lo quiero mucho [Mientras ambos estábamos abrazados, fue en ese entonces cuando comencé a sentir la erección de él]
En ese instantes él me hizo una proposición bastante sugestiva
Jesús: Yo quiero hacerle cariño, ¿Dónde le puedo hacer cariño? [Bajando su mano hacia mi entrepierna]
Yo: ¿Usted quiere hacer cariño ahí?
En dónde el respondió de forma sumamente avergonzada de que si, que precisamente ese era su objetivo
yo: No te avergüences, este será un secreto de los dos.
Fue así como el comenzó a jugar con mi pene, a acariciarlo, a sobarlo y a masturbarlo, yo inmediatamente comencé a jugar con sus nalgas, a tocarlas, apretarlas, darle pequeñas nalgadas y cosas por el estilo.
Fue así en dónde él me hizo una propuesta con su inocencia.
Jesús: ¿Tío que es hacer un kiko? [Cosa que vino acompañada de una sonrisa cómplice y lujuriosa]
Yo: Quédate tranquilo y verás lo que es.
Fue así como bajé para hacerle sexo oral, él se encontraba encantado, además, como él era pequeño no me costó nada cumplir su fantasía de hacerle un kiko (Para los que no saben, esto significa realizar sexo oral, introduciendo tanto el pene como los testículos a la boca a la misma vez).
Yo estaba encantado sentir su pequeña hombría en mi boca, aproveché de degustar cada espacio de si, sentir su pubis húmedo chocando con mi boca producto del tiempo que estuvimos en la piscina me excitaba, estuvimos así un buen rato cuando él me dijo:
Jesús: Tío, ya tuve la cosquillita (haciendo referencia a que ya había llegado al orgasmo).
Fue en ese instante que le dije:
Yo: Pequeño, ¿Te gustó lo que acabamos de hacer?
Jesús: Si, me gustó mucho
Yo: A mi igual me gustó mucho, pero.
¿Me permitirías hacer una cosa que tengo muchas ganas?
Jesús: ¿Qué cosa?
Yo: Quiero morderte las nalgas, ¿Puedo?
Jesús: Si usted quiere por mi no hay problema
Fue en ese momento en dónde me dispuse a darle medio giro quedando en posición de cucharita, le bajé su traje de baño quedando así expuesto sus ricas nalgas a mi, bajé hacia a ellas y le mordí el lado derecho de ellas, lo hice una y otra vez, cada vez más fuerte, fue tanta la excitación que ya no aguanté más, y dirigí mi lengua hacia su ano, comencé a lamerlo suavemente en forma de círculos, él solo gemía bien rico debido a como sentía por la acción que le estaba realizando, llegó a tal extremo mi calentura que ya no pude más, y me dispuse a introducir mi lengua dentro de él, cosa que hice, metí mi lengua adentro, la movía para todos lados, saboreaba su intestino y disfrutaba del olor y la humedad que había en él, ambos estábamos muy excitados, él se veía feliz de como yo le hacía este beso negro.
Luego de estar un par de minutos en esta situación fue que ya no pude más y quise pasar a otro extremo: PENETRARLO .
Mantuvimos la posición ya mencionada, y gracias a la calentura de ambos, y que nuestros cuerpos aún se encontraban húmedos no me costó nada introducirle mi pene, fue así como de un solo empujón le entró todo, él por su parte soltó un gemido producto del placer, gracias a la humedad que nuestros cuerpos tenían por las horas y horas dentro de la piscina la penetración se nos hizo fácil y sin dolor, pero debido al tiempo es que le dije que mejor dejáramos todo hasta ahí para que ambos pudiéramos bañarnos tranquilos y no ser sorprendidos.
Bastó que le dijera eso para que él se subiera su bañador, se diera medio giro y me mirara.
Jesús: Tío, ¿Puedo hacer una cosita antes de ir a bañarme?
Yo: ¡Claro! ´¿Pero qué quieres?
Jesús: Usted abra la boca y cierre los ojos
Le hice caso, en dónde al pasar unos segundos sentí su respiración cerca de mi, me mordió el labio y yo inmediatamente le correspondí con un beso lengua, beso que ha sido el que más he disfrutado y saboreado en mi vida.
Jesús: Hace mucho tiempo que quería hacer esto con usted, llevo mucho tiempo enamorado de usted, y no sabía como decírselo, tenía miedo de que me rechazara y todo eso.
Yo: Tú igual me gustas mucho, eres precioso y especial para mi, más aún ahora después de todo lo que acabamos de hacer.
[Él solo sonreía avergonzado]
Yo: Sé que quizás esto no sea correcto, menos lo que te diré, pero ya da igual.
¿Quieres pololear conmigo? (Para los que no conozca el término pololear significa ser novios, tener una relación, etc)
Jesús: Si, no sabe cuanto tiempo quise escuchar eso, cuantas veces lo soñé, lo esperé durante mucho tiempo y no sabe lo feliz que me hace.
Yo: De nada amor, pero este será nuestro secreto, nadie puede saber que tú y yo somos novios, no porque me avergüences, sino que por cuidarnos, no todo el mundo comprenderá que nos amamos, y si alguien se llega a enterar puede lastimarnos y separarnos, mantengamos esto en secreto, disfrutemos cada instante que estemos a solas.
Jesús: Bueno tío Luis, esto será nuestro secreto, lo amo mucho
Yo: Yo igual te amo mucho amor.
Pasado esto nos dimos otro beso apasionado, él se dispuso a ir a bañarse, mientras tanto yo ordenaba la cama y las cosas que estaban sucias.
Al cabo de un rato llegó su madre, cenamos, y ella me invitó a quedarme a la siguiente semana en su casa ya que ellos iban a celebrar un cumpleaños.
Llegando a la siguiente semana, me encuentro con la sorpresa de que Jesús había convencido a sus padres para que él y yo durmiéramos juntos en la habitación de invitados, porque él quería aprovechar la noche para conversar conmigo con respecto a los entrenamientos y terapias que estaba teniendo.
Cosa que sus padres aceptaron.
Transcurrió la noche todo normal, muchas risas y juegos entre todos, ya al ser tipo 11 de la noche decidimos ir a dormir todos, los padres de él ya habían bebido bastante alcohol, por lo cual cayeron plácidamente a la cama sin despertar hasta el día siguiente, por su parte los hermanos de él igual quedaron dormidos rápidamente, así que ese era nuestro momento, una noche completa para poder disfrutar de nuestro amor y de nuestros cuerpos, sin que nada ni nadie nos interrumpiese, en dónde lo único que iba a importar era él y yo, solos en una habitación, con una noche completa para ambos.
Fue así como disfrutamos de 8 horas se sexo ininterrumpido.
Yo: Amor ya vamos a acostarnos es tarde y estoy cansado, además sé que tú igual lo debes de estar
Jesús: Bueno, pero hoy me imagino que vamos a hacernos cariño como la otra vez
Yo: Solo si tú quieres amor, no quiero que te sientas utilizado ni que pienses que estoy contigo solamente para satisfacer mi placer sexual
Jesús: No, no pienso eso, aparte a mi me gusta lo que hacemos.
Me gusta hacer el amor con usted
Me dirigí a la habitación junto con él en dónde me pidió queme sacara la ropa y me pusiera el pijama, en dónde le hice la misma petición a él, al ver nuestros cuerpos desnudos ambos tuvimos una sonrisa cómplice, nos acostamos en la cama y automáticamente comenzaron las tocaciones.
Él tomaba mi pene, lo movía y apretaba como si no hubiera un mañana, yo por su parte hacía exáctamente con él de él, con una mano le acariciaba el pene y con la otra sus nalgas, en medio de nuestra excitación fue que se me ocurrió hacer un juego: Él comía un grano de uva, lo mordía y luego nosotros por medio de un beso intercambiábamos los sabores, estuvimos bastante tiempo así.
Cuando tomé la iniciativa de bajar y comenzar a hacerle sexo oral, él estaba feliz, lo hice con calma, nadie nos apuraba, al fin y al cabo tendríamos toda una noche solo para nosotros dos, lamía hasta el fondo, le hice una paja con mi boca, mientras que con una mano le acariciaba su escroto y le introducía un dedo en su ano, lamía con muchas ganas, como si no hubiera un mañana, hacía que mi lengua saboreando su glande y el líquido preseminal que me regalaba.
Fue ahí cuando lo escuché decirme algo inesperado.
Jesús: Tío, ya voy a tener la cosquillita pero no quiero aún, ¿Puedo chuparlo yo ahora?
No espero a que ni siquiera le respondiera, recuerdo la imagen claramente, yo tendido en la cama, y él se quitó su pantalón, dejándome sus nalgas expuestas, para aumentar más el morbo se situó de tal manera en que sus nalgas quedaron en mi boca, mientras él me realizaba sexo oral, estaba a tal nivel de anonado que no fui capaz de realizarle un beso negro.
Yo: Amor, por favor gánate de otra forma, quiero ver como me la chupas.
Una vez que le di esta indicación él inmediatamente cambió de posición, dejándome a la vista la hermosa felación que me estaba realizando.
Con su boca me chupaba el pene mientras que con su mano izquierda me masturbaba, yo no podía creer el panorama que tenía, al parecer con su poca experiencia y las dos veces que le había hecho sexo oral bastó para que aprendiera de ahí, sin darme cuenta él seguía y seguía en lo suyo, masturbándome con su mano y boca, moviendo la lengua en círculos a través de mi glande, yo estaba que estallaba, pero lo que terminó por hacer llegar al término culmine de mi excitación fue cuando él instintivamente hizo una garganta profunda, que si bien no duró mucho, bastó para poder hacer que llegara al orgasmo, traté de sacarlo para no manchar su boca con semen, pero él insistió y se quedó ahí, saboreando cada gota que emanaba de mi.
Jesús: Estaba muy rico su pene, pero quiero más.
Yo: Amor, no te preocupes que esta noche será de los dos, la aprovecharemos al máximo.
Una vez dicho esto lo tomé hacia a mi, sentándolo sobre mis piernas, haciendo que sus nalgas estuvieran en contacto directo con mis testículos, sentir el calor de su trasero nuevamente hizo que mi pene se activara rápidamente, por lo cual lo comencé a besar, mientras que con mis manos acariciaba su trasero.
Estuvimos alrededor de 10 minutos de esta manera, besándonos, yo acariciando su trasero y él untando su pene duro sobre mi barriga.
Yo: Amor, me tienes loco, quiero hacer lo mismo de la otra vez, anda, deja acostarme y pon tu trasero sobre mi boca para de esta forma poder lamerlo y morderlo como el otro día.
Disfruté cada instante que saboreaba de sus nalgas, nuevamente introducí mi lengua en su ano, pero debido a la posición en la que nos encontrábamos él tenía el control de la situación, fue así como inesperadamente él comenzó a darse sentones sobre mi lengua, siendo así cogido por ella, lo cual me volvió loco, no podía hacer nada más que tomarlo por las caderas y moverlo, haciendo así que tuviéramos un ritmo más calmado o eufórico dependiendo de cuales fueran los intereses del momento.
Al cabo de un rato le dije:
Yo: Amor, es muy rico lo que hacemos, pero yo ya he estado dentro de ti y me encanta, pero ahora quiero ser yo quién te sienta adentro, quiero probarte y que sea tú primera vez, en mi compañía, junto a tu primer amor.
Fue así cuando rápidamente cambiamos de posición, entregándole mis nalgas en la posición de cucharita, el con una mano acariciaba y sobaba mis nalgas, mientras que con la otra me abrazaba por el pecho, yo por mi parte gire mi cabeza para poder tener contacto visual entre ambos, fue así como nuevamente nuestros labios se juntaron entrelazándose por un beso que duró alrededor de unos 5 minutos, creo que su inexperiencia sexual y excitación produjeron que rápidamente llegara al orgasmo, cosa que me encantó, el morbo de saber que esta era su primera vez.
Fue ahí cuando comprendí que era mi momento, el momento de nuevamente hacerlo mío, revisé en mi bolso y tomé un poco de crema humectante, la cual unté en su ano y en mi pene.
Comenzamos la penetración en posición de cucharitas, en dónde el gemía suavemente en mi oído y acariciaba sus nalgas, me decía incansablemente que me amaba, que le encantaba lo que hacíamos, que estaba feliz a mi lado y que no se quería separar de mi, yo solo lo acariciaba, mordía su cuello y le daba mi respiración en sus orejas para aumentar la excitación.
Al cabo de un rato nos dispusimos a cambiar la posición de la penetración para así poder tener mayor contacto físico.
Sin decirle nada el giró su cuerpo poniendo sus piernas sobre mis hombros, nuevamente unté un poco de crema en mi pene, ya que quería que para él fuera una experiencia agradable y sin dolor, una vez iniciada la penetración fue que que el dirigió ambas manos hacia mi trasero, apretándome contra él, produciendo de esta manera que la penetración fuera más profunda.
Yo: ¿Te gusta mi amor?
Jesús: Me encanta
Yo: te amo mucho bebé
Jesús: Yo igual lo amo mucho.
Estuvimos durante al menos unos 15 minutos en esa posición en dónde yo quise cambiar nuevamente para poder apreciar de mejor manera su cuerpo, lo tomé y lo puse de perrito, él inmediatamente levantó la cola, dejándome a la vista su ano, en dónde al ver semejante maravilla introduje nuevamente mi lengua en él, le mordía sus nalgas, las sobaba, mientras lamía aprovechaba de acariciarle su pene, masturbándolo para que así el pudiera sentir el mismo placer que me estaba entregando a mi, Cuando lo vi suficientemente dilatado introduje mi pene, no duramos mucho tiempo en esa pose ya que él se quejaba que le dolía, lo penetré lo suficiente para poder grabar en mi mente la imagen de mi pubis chocando con sus nalgas, y de como iluminaba la luz de la luna su espalda desnuda.
Al cabo de un rato, se me vino a la mente la imagen de como todo comenzó, él con sus piernas en split elongando.
Fue así como se lo comenté en dónde el aceptó la propuesta, se tendió sobre la cama ocupándola toda por el largo de sus piernas (lo que la gente normal llama como abierto de piernas, que lo hacen tanto los gimnastas como los bailarines, espero que al aclararle esto puedan lograr generar su imagen mental).
Lo penetré durante mucho tiempo, la imagen era muy candente, debido a la posición tenía un control absoluto, sus nalgas se veían inmensas, y debido a que como estaba sumamente relajado ante cada choque que hacía mi pubis con su trasero se movían de forma excitante y el sonido que emitían al chocar nuestros cuerpos nos tenía a ambos por las nubes de lo caliente que nos encontrábamos.
Al cabo de un rato él me sugirió cambiar de posición (no era muy agradable para mi la idea, ya que la imagen que tenía debido a la penetración que le estaba dando me tenía vuelvo loco, pero con tal de hacerlo sentir bien a él accedí a hacerlo.
Me acosté boca arriba en la cama, él se sentó sobre mi,dejando sus nalgas sobre mi trasero y su pene frente a mi, él nuevamente tenía el control, en dónde yo lo único que hice fue subirle la polera para poder ver su abdomen iluminado por el resplandor de la luna, vi su pene que estaba al 1000 de lo excitado que se encontraba, él se movía de tal manera de poder efectuar una penetración profunda, al cabo de un rato me sorprendió ya que comenzó a mover su trasero en círculos mientras mantenía la penetración.
Fue eso, más el calor de nuestros cuerpos, ver su pene erecto, el como la luna iluminaba su abdomen y su cara, mis manos apoyadas en su trasero tomándolas con firmeza, piñiscándolas y dándolas pequeñas nalgadas lo que terminaron por reventarme, haciendo que de esta manera llegara al orgasmo con él sobre mi, con mi pene dentro de él, haciendo que mi semen escurriera por dentro de su cuerpo, pero no todo culmino ahí, para mi sorpresa, el niño llegó a tal nivel de excitación que terminó liberando la primera eyaculación de su vida, vi concentradamente como esta saltaba a su abdomen, y escurría por el, la unté en mi dedo índice y se la dirigí a la boca, en dónde una vez estando allí intercambiamos su semen por medio de un beso apasionado que duró alrededor de unos 15 minutos.
Una vez transcurrido esto nos dispusimos a irnos a la ducha, para poder lavarnos y no levantar sospechas por la hermosa noche de lujuria y pasión que habíamos tenido.
Estando en la ducha todo fue ternura y amor, él me lavaba el pelo, y yo a él, ambos nos enjabonábamos mientras nos besábamos, el tiempo no nos importaba, sólo éramos él y yo disfrutando de nuestro amor.
Una vez terminado esto nos dispusimos a dormir abrazados durante toda la noche, en donde cada vez que uno despertaba tomaba a otro por la cabeza para poder besar nuestros labios apasionadamente.
Sonó la alarma a las 7:30 am.
Era momento de levantarme pues debía ir a trabajar, lo desperté y besé nuevamente, ambos nos dispusimos a realizarnos sexo oral mañanero en posición del 69 para así poder optimizar nuestro tiempo, en dónde como un momento mágico de conección ambos liberamos nuestro semen en el mismo instante, en dónde por medio de una sonrisa cómplice nos acercamos y besamos para poder intercambiar nuestros fluidos.
Después de todo esto, todo siguió normal, nos duchamos, desayunamos, ordenamos la alcoba y compartimos una charla con su familia, quiénes se mostraban muy felices de poder tenerme en su hogar.
Y es así, como se los comenté en un comienzo que mantenemos una relación con mi pequeño Jesús, ya van a ser casi 4 meses desde que inicio nuestro noviazgo, ambos nos amamos, nos apoyamos y comprendemos, tenemos un mundo de sueños juntos, nos proyectamos hacia un futuro, pero esto sigue siendo nuestro secreto, hasta que él cumpla su mayoría de edad y de esa forma nada ni nadie pueda separarnos.
<u> Espero les haya gustado el relato, ya que como se los comenté es 100% real, el protagonista soy yo y mi novio de 10 años, que si, a pesar de que tenemos 12 años de diferencia nos amamos y respetamos, nos da lo mismo lo que puedan llegar a pensar el resto, porque para nosotros, teniéndonos el uno al otro nos basta para ser felices y sentirnos plenos.
</u>
PD: ESPERO SUS COMENTARIOS Y SUGERENCIAS PARA UN PRÓXIMO RELATO
🤮
Sabroso relatos me hizo venirme 4 veces