Con mi amigo el Cabo en el cuartel
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo empezó cuando yo tenía 19 años (hoy en día tengo 25 años), me llamo Daniel (nombre ficticio), para aquel tiempo yo era un muchacho no delgado pero tampoco obeso, sí tenía mis carnes xq en años anteriores había sido muy gordo, en fin, blanco, cabello negro y según me lo han dicho una sonrisa picará de lado que a tod@s les encanta por los hoyuelos que se me hacen cuando sonrío y unos ojos cafés que te hacen poner nervios@. En está época de mi vida me decidí irme a la Ciudad de Maracay a Prestar el Servicio Militar en la Aviación. El día que llegué fue emocionante corriendo para todos lados, haciendo uno que otro ejercicio, la cosa me parecía buena.
Al tiempo que pasé mi período de alistamiento (período de aprendizaje de 3 meses) había un cabo llamado Alexis E. Talavera R. que era muy amable conmigo, era muy amistoso y cuando yo tenía una duda en cuanto a la vida militar iba a preguntarle a él y él se sabía todas las respuestas. El era parte del comedor y me convenció de que yo también me fuera a trabajar con él y su grupo al comedor. Era bueno xq podía comer casi todo el día, lo malo era que me tenía que levantar a las 3am y acostarme a las 10pm.
En ese comedor se escuchaban cosas extrañas en la noche como que rodaban las mesas, hacían ruidos extraños y uno se levantaba (xq teníamos que dormir ahí) y no era nadie era algo tenebroso de verdad. Una noche yo me levanté al baño y Alexis me siguió diciendo que también tenía que ir, hicimos nuestras necesidades y cuando regresábamos que íbamos a mitad de camino sonó un grito de mujer que me levantó hasta los pelos del alma, este muchacho aparte de ser blanco se puso más blanco aún y salió corriendo a donde estaban nuestras colchonetas, yo dandomela de valiente fui a ver que pasaba y no conseguí a nadie. Al regresar Alexis estaba acurrucado en posición fetal, llorando y diciendo cualquier tipo de estupideces, yo cómo sí fuera un hermano mayor lo abrasé y el se acobijó en mi pecho, parecía un niño y no dejaba de llorar, sus manos se les pusieron frías, yo quedé frente a él cara con cara me observó y sin decir nada me dio un beso, yo quedé sin saber que hacer, él era un niño con muchas mujeres a su alrededor y que reaccionara de está manera no la entendía. Se apartó y me dijo:
Alexis: disculpa fue un impulso, no va a volver a ocurrir, es sólo que nadie me había protegido así antes y esa fue mi muestra de agradecimiento – bajó su mirada y la volvió a subir para conseguirse con la mía y ahí fue cuando le dí un beso yo a él. Nuestras bocas se iban abriénto un poco más a cada momento y cuando me dí cuenta ya le tenía mi lengua hasta su garganta, besaba demasiado rico y era primera vez que lo hacia con un hombre y me gustaba. Levanté su camisa y sentí su calor y ese cuerpo perfecto, marcado y lampiño que tenía, bajé más y lamí sus tetillas hasta que estuvieron duras y el gemía a baja voz y con su respiración entrecortada.
Subió mi cabeza y me volvió a besar, pero esta vez él fue el que bajó y no sólo hasta mis tetillas sino mucho más abajo, llegó a mi short y lo olió y empezó a bajarme el mismo con todo y boxers. Me empezó a lamer mi pelvis completamente rasurada hasta llegar a mi pene que explotaba de la erección. Se lo metió de una a la boca, no es que lo tenga largo sólo mide 16cms pero de ancho me mide casi 8cms. Este niño bello chupaba de lo lindo y me hacia blanquear mis ojos de la éxitación, no pude más y me levanté le quité sus shorts lo volteé y pude ver esas nalguitas blancas, fuertes y ricas, las besé, mordí y chupé. Abrí sus nalgas y vi ese culito rosadito y me lo comí, metiéndole mi lengua, chupandolo, subsinando todo ese manjar. Fui intercalando de vez en vez mi lengua y mi dedo, hasta que hubo un momento que dijo:
Alexis: métemelo ya por favor que no aguanto más.
Fui poniendo poco a poco la cabeza de mi pene en su ano y hacia presión y me retrosedía, adelante y atrás, para ir abriendo centímetro por centímetro de ese culito, cuando ya mi pelvis chocaba con sus nalgas me quedé detenido por lo menos un minuto, acto seguido empecé con un mete saca brutal, le dí la vuelta y paticas al hombro se lo metí todo de uno haciendo que diera un grito de placer, el movía su cintura en círculos y yo dando hacia atrás, hacía la combinación perfecta, se acostó de lado y lo volví a penetrar con mucha rapidez, lo empecé a masturbar mientras lo penetraba haciendo que su culito se contrayera, lo que lo hizo acabar en menos de dos minutos y yo casi detrás de él llenandole todo el culito de leche. Me puse entre sus piernas y le mamé su culito con mis leches adentro y me lamí la mano en donde me habían caído sus fluidos acto seguido nos besamos apasionadamente, el se fue al baño a lavar y yo fui cuando el regresó, al regresar yo nos dimos un gran beso y dormimos con las manos entrelazadas.
La historia se repitió casi todas las noches a lo largo de 3 meses, también hubo otras historias con otros más, pero comenten a ver sí yo público más;-)
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