Con mi amigo siempre la pasamos bien. (2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Diego.o.
Yo voy al Instituto en la mañana, entro a las 8.00 AM, pero ese día me moría de curiosidad por hablar con él, seguía atonito por la respuesta que ayer me había dado, no encontraba logica a lo que él quería, que era lo mismo que yo quería (a lo que tampoco le encuentro logica), pero era así lo que me ponía riduculamente feliz. Mi papá siempre me va a dejar porque su trabajo queda de camino a mi colegio y entramos a la misma hora, pero ese día le dije que me tenía que ir antes porque teníamos que ensayar una obra, dije eso porque el sabía que yo habia escrito una obra de teatro así que era perfecto.
Me demoro simpre caminando unos veinte minutos para llegar al Instituto y salí del edificio a las 7.30 PM, me quedaban diez minutos para hacer nada, pero estar en la casa sin saber si él ya estaba ahí me ponía mas ansioso y de todas maneras el camino a mi escuela es bastante tranquilo, no hay nada que haga mucho ruido así que tambien me da tiempo de pensar. Cuando entre a la sala de clases encontré que casi todos estaban ahí, no lo había pensado, pero casi siempre era uno de los últimos en llegar. Me siento justo al lado de la puerta y detras mio se sienta Jecar, en el asiento de atrás si te pegas mucho a la mesa y haces un poco de esfuerzo puedes tocar al de adelante, y ademas no se notaba si lo hacia.
– Hola -Lo saludé-
– Hola -Me respondió amablemente-
-¿Irás a mi casa hoy? -Pregunté esperanzado-
-Hoy no puedo -Respondió con casi la misma cara de desilusion que yo- Pero podemos hacer algo aquí.
No entendí a lo que se refería, y tampoco tuve tiempo de preguntarle porque llegó el maestro de inglés, puso la fecha en la pizarra y comenzó a narrar un parrafo. Luego de como media hora escuchando al profesor, Jecar comenzó a toser, en el instante me preocupe, y luego empezó con arcadas, como queriendo vomitar. Él lavantó la mano y dijo que se sentía mal, me pregunté que tendría, sin embargo yo empezaba a imaginar que eso era lo que quería decir. Le dije al profesor que yo lo llevaba a la enfermería y el ni siquiera replicó, las enfermedades son algo inapelable. En el momento que salimos de la sala él milagrosamente se recuperó y me dijo que en el baño de la enfermería tendriamos algo. Casi corrimos a la enfermeria, era un lugar pequeño con dos baños espaciosos y unas cinco camillas, la enfermera era una estudiante de enfermeria que hacia su practica aqui, le dije que no se sentía muy bien y que necesitaba una pastilla y usar el baño, me entregó una pastilla y un vaso de agua y nos indicó el baño.
Entramos al baño y botamos el agua y la pastilla, dejé a un lado el vaso y me quité la ropa, él hizo lo mismo, nos acercamos y besamos, dulce y tiernamente en los labios, él mordió el mio, me exito un poco ese gesto. Yo le besé las tetillas y las mordí despacito, no quería que le doliera, bueno, no ahora. Seguimos con los preliminares para luego avanzar un nivel mas, el me dijo que hicieramos un 69 y no dude en responderle que si, acto seguido el estaba acostado en el piso y yo en cuatro sobre él, con mi cabeza en su duro miembro y su cabeza en el mio, se metió mi pene en su boca mietras yo movía mi pelvis haciendo que le entrara mas profundo y tambien masturbaba su verga y le besaba la cabeza, era gorda y casi me quemaba de lo caliente que estaba. Los dos chupabamos todo lo que nuestra garganta aguantaba y con la velocidad y podiamos, aunque tratabamos de no hacer ruido era casi imposible, el placer nos hacia gemir y nos preocupaba que la enfermera nos escuchara, pero eso me hacia estar aun mas caliente, creo que tengo algo de exhibicionismo.
Con nuestros penes lubricados y nuestros cuerpos sudados estabamos listos para la penetración, no sabía si quería que lo enculara como la otra vez o ahora el quería meterme su nada despreciable virilidad, la verdad me importaba poco, solo quería que empezaramos luego y que nunca terminaramos, entonces él se apoyó en el lava manos y abrió las piernas, dejando todo su maravillso agujero a mi disposición, esta vez no quería lamerle el agujero asi que no lo hice. Solo tomé mi falo y lo guié a él, la cabeza costó que entrara, tuve que acomodarme muchas veces, parece que lubricarlo con mi lengua hacia las cosas mas faciles, pero al fin lo logré y sin lamerle nada mas que no fuera su pene. Con delicadeza empezé metiendo el troco grueso y venoso y luego a sacarlo, Jecar aparte de ahogar algunos ah no tenía reaccion aparente, eso me molestaba un poco, yo quería que gozara tanto como yo lo hacía y parece que la delicadeze no tenía el efecto que yo esperaba, tomé la decisión de clavarle fuerte y rapido. Detuve las embestidas y lo saqué de su agujero, y rapidamente volví a introducirlo entero, Jecar arqueó la espalda y cerró sus puños, volví a repetir el mismo procedimiento y la reacción fue un gemido largo y gutural, tras varias veces de ese mismo proceso el comenzó a decirme que le diera duro, tomé por ultima vez mi pene y lo metí luego comenzé con el vaiven y el mete saca causaba ruidos morbosos, seguí metiendo y masturbando a mi amigo quien estaba con las dos manos aferrado al lava manos, sentí mi semen subiendo y me corrí dentro, pero él no se había corrido así que seguí culeandolo con mi verga semi flacida, pero eso no importó, al minutos despues estaba dura otra vez y lista para hacerle sentir lo que era ser follado, dure cinco minutes antes que él se corriera y casi al mismo tiempo me corrí yo tambien por segunda vez, saqué mi miembro flacido y lo limpié con papel higienico, Jecar hizo lo mismo y tambien se limpió sus nalgas, cuando nos vestimos, él tuvo que hacer como si vomitara para que la enfermera no sospechara, pero no fue necesario pues ella escuchaba musica y no prestaba atención a nosotros.
-Creo que tendré que irme a casa -Dijo Jecar- Vomité unas cuantas veces y no me siento nada bien.
-¿De verdad cariño? -Inquirió la enfermera- Bueno llamaré al inspector.
Jecar se despidió con la mano y yo le hice la misma seña, estaba sudado y exhausto, era sospechoso verme así, cuando llegué a la sala un compañero mio, Simon, había ocupado el puesto de Jecar detrás mio, no le presté atención y me puse a hablar con unas amigas del otro lado de la sala. Cuando la segunda hora empezó y el profesor llegó Simón puso su mentón en la mesa, cuando el de atrás hace eso queda al lado de la oreja de él del frente, y me dijo.
-Se que hacen ustedes dos- Dijo suavemente en mi oido-
-Nosotros no hacemos nada fuera de lo comun, ja -Repliqué con vos nerviosa y temblorosa-
-No te preocupes, no le diré a nadie- Volvió a decir y me dió un alivio tan grande – Solo quería preguntar si podía unirme.
En estos momentos no sabía cuantos chicos en mi curso tenian ganas de perder su virginidad por cualquier via, pero me exitaba hacer un trio, algo nuevo nunca esta mal.
-Claro que sí- Dije sin pensar- Si quieres puedes venir hoy mismo conmigo a mi casa, pero te digo que yo soy el activo.
El asintió con la cabeza y seguimos prestando atención a la clase.
CONTINUARÁ.
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