Con mi cuñado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Fue hace 20 años, pero aun lo recuerdo como algo muy fresco. A decir verdad él me gustaba desde que lo conoci y había un gran feeling entre los dos, nos llevábamos muy bien. La cabaña tenía dos dormitorios así que los repartimos sin problemas y bromeábamos en cuanto a los ruidos nocturnos que cada pareja iba a hacer por las noches.
En realidad, era cierto, la cabaña no era muy grande y era dificil no escucharse asi que nos cudábamos mucho, por pudor de hacer ruidos extravagantes si teníamos relaciones o tratábamos de hacerlo cuando la otra pareja salía.
Pero sucedió algo en la tercera noche. Nos habíamos dormido temprano con mi esposa y de madrugada yo me desperté, no se bien porque, pero en ese momento comencé a sentir ruidos de jadeos que provenían de la otra habitación. La verdad en el silencio de la noche, sentir esos jadeos me puso a mil, mi esposa dormía y yo sentía unas terribles ganas de masturbarme escuchandolos e imaginando a mi cuñado gozando como se sentía qu lo hacía. El es un tipo robusto de 1.80 mas o menos, con vello en todo el cuerpo, algo que me atraía mucho a decir verdad, buen físico ademas, pectorales y piernas de músculos marcados…
Seguí escuchando hasta que me di cuenta que estaban terminando. Yo a esa altura sudaba pero me mantuve atento a los movimientos. Sentí que alguien había ido al unico baño de la casa. Esperé para ver si el otro se levantaba, pero esperé un rato y como no escuche a nadie me fui al baño yo. Cerré bien la puerta y me masturbé rapidamente dejando el tendal de semen en el wc, pero sentiía que por lo menos había descargado esa tensión.
Cuando estoy termnando tocan la puerta del baño y mi cuñado me dice: Anibal, sos vos?, dejame entrar. Abro la puerta y me dice , dejame pasar que me estoy meando por favor, si pasa y cerré la puerta. Mientras yo me lavaba las manos él estaba de bata y se puso frente al wc y dejo caer la bata quedando totalmente desnudo a mis espaldas. Yo estaba frente al espejo y lo veia a traves de él, él me hablaba y yo contestaba bajito. De pronto se da vuelta así desnudo, yo estaba en boxer y me dice..-¿que estabas haciendo aca?. Nada, respondi yo solo vine a mear y me voy a la cama. Dale, me dijo sonriendo, te hiciste una paja , yo te escuché. Juro que no pude evitar sonreirme y no se como hice para reconocerle que si, que era cierto. A todo esto ya se habia puesto su bata otra vez pero yo ya habia podido verlo desnudo, un cuerpo espectacular y una verga considerable.
¿Estabas muy caliente o nos escuchaste a nosotros?. -Ambas cosas- le dije. Hablabamos bajito, casi al oido me dice, ¿te calento escucharme coger?, si, le dije, la verdad que si, aunque no le aclaraba si era por el o por su mujer.
Al otro día cuando me levante ya estaba el desayuno preparado y las dos mujeres estaban prontas para salir segun parecía, ya habían arreglado todo. En realidad despues supe que Carlos había organizado todo. La cuestión que ellas se fueron por unas horas y quedamos solos.
Yo me sentía un poco intimidado por lo que había pasado la noche anterior. Vale decir que Carlos es unos pocos años mayor que yo y sentía que él dominaba la situación, lo cual me incomodaba un poco. Nos sentamos a a segur tomando café y conversar e inevitablemente surgió lo de la noche anterior. Allí bromeó con mis calentura por haberlos escuchado y yo le sugerí que bueno, que él también se había quedado escuchando mi masturbación y que tal vez alucinó con eso. Y la verdad me sorprendí cuando me confesó que si, que se quedo escuchando porque le produjo mucho morbo escucharme jadeando casi en voz baja por mi masturbacion, pegó su oido a la puerta y lo supuso , pero no estaba seguro de que yo lo hubiera hecho, o sea que de haberlo negado él me hubiera creído.
Esa doble confesión calentó el ambiente sin dudas y empezamos a hablar de sexo, pero ya sin decir con quien , sino mirándonos a las caras como con deseo uno al otro. Hasta que inevitablemente me dijo que estaba muy caliente y que quería masturbarse y me invitó a hacerlo juntos. Le dije que sí, ya era imposible no seguir, asi que nos fuimos a uno de los dormitorios y yo me acosté. Mi verga estaba por explotar, me abrí la bata, bajé un poco el boxer y la saque y Carlos me dijo, no , para hacerlo lo hacemos completamente desnudos. Moría por verlo al lado mio desnudo masturbandose y así comenzó.
Nos mirábamos mientras comenzamos a masturbarnos hasta que él se animo y comenzó a tocar mi pecho y yo hice lo mismo con él. Tocar ese pecho peludo me puso a mil, segumos tocando nuestros cuerpos hasta que cada uno agarró la verga del otro y nos masturbamos mutuamente , hasta que él se abalanzó sobre mi y comenzó a besarme el cuello y a franelear nuestros cuerpos desde el cuello a los pies, mis manos lo recorrían todo, como para que no se escapara nada y asi mismo acabamos los dos casi juntos uno encima del otro. No se si alguna vez me había saldo tanto semen, pero senti que estaba a punto de explotar.
Fue una experiencia increíble, para ambos, aunque nunca mas lo volvimos a repetir, alguna vez ambos bromeamos con el tema, como tirándonos indirectas. Hoy vivimos en ciudades diferentes, el tiempo pasó, pero nunca voy a olvidar aquella experiencia inolvidable que la verdad me hubiera gustado repetir muchas veces y estoy seguro que a él tambien.
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