Con mi hermano, Alejandro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Daniel. Yo fui criado solo por mi madre, pues mi papá no me reconoció. Hasta hace dos semanas yo era hijo único y huérfano de padre, pero llegó este señor diciendo que quería hablar con mi mamá. Yo le hice saber y ella de inmediato bajo las gradas para hablar con él. Sinceramente el me fue indiferente al principio, pero pasaban las horas y mi mamá nada que subía. Entonces decidí bajar, alcancé a escuchar que él quería llevarme para que conociera a mis hermanos.
Quede impactado y del shock me levante y grite. Mi memoria no almacenó lo que grite pero si me acuerdo que lo hice. El señor [o mejor dicho mi padre] era alto y gordo. Tenía una barba de dos días y su perfume inundaba la habitación. Efectivamente resulto ser mi padre y mi mamá accedió a que fuera con él.
Cuando íbamos en el carro había un silencio fúnebre hasta q el decidió empezar una conversación:
-Y..¿Qué tal la escuela?
Creo que la emoción de tener un padre no me dejo formular un insulto, tampoco una respuesta. Así que el silencio siguió.
-Yo sé que no te agrado y que fui un estúpido al engañar a tu mamá pero era joven y muy despreocupado en aquella época.-me dijo.
-Yo no sé cómo es usted ni como lo fue, pero si le doy la razón al llamarse estúpido.
-Empecemos desde cero ¿quieres?
-Por mí está bien- le dije- pero mi mamá y usted han sido tan despreocupados que no me dijeron su nombre.
-¡Jajá!-hizo una pausa-Mi nombre es Nelson y tienes dos hermanos que se llaman Alejandro y Lucas.
Yo solo pensé que bonitos nombres le habían puesto a esos chavos. Creo que desde quinto grado empecé a ver a los hombres de otra forma y empecé a imaginármelos. Había hecho sus cuerpos tan angelicales que se me empezó a parar. Afortunadamente mi papá iba tan concentrado en la carretera que no lo notó.
Seguimos hablando hasta que llegamos al rancho donde todos pasaban las vacaciones. Era muy grande, lo admito. Mi papá me dijo que no me preocupara por la mamá de ellos, que andaba de viaje y que por eso había aprovechado para buscarme y conocernos.
Cuando llegamos salieron 2 jóvenes muy apuestos. Uno parecía tener aproximadamente mi edad y el otro ya de unos veintidós. Antes que saliéramos del carro mi papá me dijo que el más alto era Alejandro y el chiquito, Lucas.
Me recibieron con abrazo y todo, eso me agradó. Entramos empezamos a platicar y descubrí que los tres éramos bilingües. Jugamos en el wii a tenían y toda la cosa. Mientras hacíamos todo esto yo noté que Alejandro me miraba la espalda. Me hacía sentir incomodo pero asumí que era porque no le simpatizaba, nunca me imaginé algo más.
En la cena, fuimos todos al comedor y Alejandro se sentó a mi lado. Me empezó a hacer platica y me preguntada si había tenido novias, etc.
Cuando terminamos de comer, todos se fueron y quedamos los dos solos. Para ese entonces ya no me tiraba esas miradas raras sino que pasaba con una sonrisa de oreja a oreja pagada en su rostro.
-¿Quieres ver mi cuarto?-me preguntó.
-Claro- le conteste con ingenuidad pero pensando que algo más podría llegar a pasar.
Cuando entre a su cuarto lo primero que pensé fue: ¡Cuantos papeles! Y es porque tenía una pared entera llena de ellos. Antes de que le dijera algo él me dijo:
-Son frases de algunas canciones que me gustan, entonces las imprimo y las pego.
-Ahh, interesante-le conteste.
Que puedo decir, son un chavo de pocas palabras. También me fijé que tenía una guitarra eléctrica pero no lo pude comentar porque llegó mi papá y nos dijo que era hora de dormir.
-Yo lo llevo a su cuarto-dijo Alejandro antes de que mi papá dijera otra cosa.
-Esta bien-le respondió mi padre, y se fue.
-Te llevaré a la más cómoda- me dijo.
Yo lo seguí y cuando llegamos el cerró la puerta con llave.
-¿Qué haces?-le pregunte.
Entonces él me tiro una mirada pícara.
-Desde que llegaste, me gustaste-empezó a decir-me encanta ese culo que te cargas. Veo que no te llaman mucho la atención las mujeres así que asumo que eres gay.
Me sonrojé.
-Claro que me importa muy poco que seamos hermanos y no voy a desaprovechar esta oportunidad de cogerte.
Yo ya andaba a mil y con la verga parada. Saber que lo iba a hacer en una casa desconocida y con mi hermano me provocaba mucho morbo pero le dije que eso no estaba bien. Eso no importó pues el ya me tenía arrinconado y rozándome su verga sobre mi culo vestido. Me lamía el cuello y metió sus manos a mis pantalones para acariciar mis bolas.
-Hoy vas a ser mi putita-y entonces me bajo los pantalones y los bóxers q andaba y me la empezó a mamar.
Cuando se cansó me dijo que le hiciera lo mismo, entonces yo con las ganas que tenía de comerme su paquete le baje los shorts y empecé a mamársela como loco.
-Y es que ¿habías hecho esto antes?-paro y suspiró-porque eres todo un experto en esto..mmm..que rico.
Luego de un rato sentí como su semen llenaba toda mi boca, era caliente y espeso, pero aun así me lo trague todo.
Él me sentó sobre sus piernas y me metió dos dedos en a boca los cuales ensalivé para que me culiara.
Empezó con uno hasta llegar a tres, para ese entonces su verga ya estaba erecta otra vez y la mía a punto de explotar.
Cuando me empezó a meter su pene, me provocó mucho dolor, tanto así que le dije que la sacara pero él me decía que faltaba poco y que me aguantara. Quería gritar lo más fuerte posible pero ya solo salían gemidos. Empecé a notar las facciones de Alejandro entonces. Su nariz era respingada, moreno, ojos claros y unos hombros enormes. Lo besé en la boca y era tan rico sentir que le pertenecía a él que me vine sobre su pecho, lo que hizo que mi culo se apretara y que Alejandro gimiera y se viniera adentro de mí.
Después me dijo que era un dios haciendo el amor y también que tenía un cuerpo divino y empezó a tocarme las piernas.
-Tú también tienes unos músculos muy definidos, de seguro vas al gimnasio.
-Eso es lo que hace el trabajo de campo bebé-y me besó.-Estamos destinados a estar juntos.
Esa noche dormimos juntos. Dormí en sus brazos..
CONTINUARA..
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