Con mi hermano y nuestro padre. 1ª Parte.
Como comencé viviendo con mi hermano y mi padre, y terminamos todos follando..
Hola, mi nombre es Daniel, soy de Madrid (España) y actualmente tengo 22 años. Vivo con mi hermano, Andrés, de 26 años y con nuestro padre, Marco, de 48 años. Antes vivíamos todos con nuestra madre, pero cuando yo tenía 12 años y mi hermano 16 se separaron y nuestro padre se fue a vivir solo. Posteriormente mi hermano tras cumplir los 18 años se fue a vivir con nuestro padre y posteriormente cuando yo los cumplí también.
Toda esta historia comenzó precisamente cuando después de cumplir los 18 años decidí irme a vivir con mi hermano y nuestro padre. A los pocos días de mi cumpleaños hice la mudanza y me instalé en casa de mi padre. Como la casa tenía solo dos habitaciones, tuve que instalarme en la habitación de mi hermano para compartirla. En ese momento yo tenía 18 años, mi hermano 22 años y nuestro padre 44 años. Los tres vivíamos bien hasta que un día sucedió lo que nunca hubiese esperado.
Yo tenía clases en la universidad de 09:00 a 14:00 de la mañana de lunes a viernes, por lo que salía de casa sobre las 08:00 horas y no regresaba hasta las 15:00 horas aproximadamente. Pero un día al llegar a clase me encontré con que ese día se habían suspendido debido a una protesta estudiantil, por lo que decidí regresar a casa. Al llegar eran sobre las 10:00 horas aproximadamente.
Al abrir la puerta de casa pude oír como unos ruidos, lo que resultó un poco extraño, pero al momento noté como esos ruidos provenían del dormitorio de mi padre y que parecían como de dos personas teniendo sexo, por lo que decidí cerrar la puerta de entrada sin hacer ruido y dirigirme sin hacer ningún ruido hasta mi habitación, la que compartía con mi hermano.
Yo me quedé en mi habitación un rato esperando a que aquellos ruidos acabaran. Me sorprendió que mi padre estuviera con una mujer, aunque por otro lado no me extrañó tanto debido a que al fin y al cabo era un hombre soltero nuevamente.
Tras acabarse los ruidos y oír como se abría y cerraba la puerta del dormitorio de mi padre, el cual además está al lado del mío, pensé que la mujer se había ido. Entonces fue cuando entró mi hermano a nuestra habitación y ambos nos sorprendimos. Por un lado él se sorprendió al ver que no estaba en la universidad, y por otro lado yo me sorprendí al ver que él estaba en casa.
– Andrés: Daniel!, ¿pero qué haces aquí que no estás en clase?
– Daniel: He ido pero no había clases, asique he vuelto a casa.
– Andrés: Ah! bueno.
Poco a poco me comenzó a surgir la intriga, porque al entrar a casa no vi ni escuché a mi hermano, asique pude pensar que acababa de llegar, pero al momento recordé que no había oído la puerta de entrada abrirse ni cerrarse, por lo que comencé a sospechar lo inimaginable, aunque también tenía mis dudas. Todo me pareció muy extraño y no sabía qué pensar. ¿Mi hermano y mi padre?
El día trascurrió con normalidad y los días siguientes también, aunque no podría quitarme de la cabeza aquella idea, asique decidí investigar más.
Continué con mi rutina habitual hiendo a la universidad como cada día. Al irme ve marchaba cuando estaban mi padre o mi hermano y me despedía, para que vieran como me iba. Además solía decir cosas como: «Me voy que tengo examen», «Hoy tengo que presentar un trabajo en clase» u «Hoy me quedaré a estudiar después de clase».
Asique ausentándome de algunas clases comencé a quedarme por la zona donde vivíamos hasta pasado un rato. Entonces volvía a casa, abría con sigilo la puerta de entrada y escuchaba si se oía algo. Los primeros días no escuchaba nada y no había nadie en casa. Añado que mi padre tenía una empresa propia y que mi hermano trabajaba en ella con mi padre, por lo que en su situación laboral tenían libertad para ausentarse del trabajo cuando quisieran, por lo que tampoco tenían horarios fijos y podían estar en casa a cualquier hora. Pero era evidente que mientras que yo supuestamente iba a la universidad, ellos se habían ido a trabajar en la empresa.
Todo esto sucedió hasta que empecé a pensar en dejar de hacer tantas investigaciones, las cuales empezaba a pensar que eran producto de mi imaginación, pero un día finalmente al abrir la puerta de casa pude oír algo y era el mismo ruido que oí aquel día. Entonces cerré la puerta silenciosamente y silenciosamente me dirigí a mi habitación, dejé la mochila de la universidad y seguidamente me coloqué en la puerta de la habitación de mi padre y empecé a escuchar con atención. No podría dar crédito a lo que escuchaba, eran gemidos de dos personas teniendo sexo sobre la cama, y además no parecían gemidos de mujer.
Al rato terminaron los gemidos y entonces regresé rápidamente a mi habitación. Si mi sospechas eran ciertas, sucedería lo mismo que la anterior vez y mi hermano entraría en nuestra habitación, asique decidí esconder mi mochila debajo de la cama y yo me escondí dentro del armario, dejando la puerta entre-abierta para ver que sucedía.
Efectivamente mi hermano entró a nuestra habitación y pude ver como entraba vistiendo solamente unos boxer, se vistió con la ropa que tenía sobre la cama y salió de la habitación. Entonces yo salí de dentro del armario. Al rato pude oír como se abría y cerraba la puerta de entrada, salí entonces de la habitación y comprobé que no había nadie en casa, tras lo cual entré en la habitación de mi padre y pude ver como la cama no estaba hecha. Seguidamente agarré otra vez mi mochila y salí de casa, regresando a la hora esperada, las 15:00 horas, y encontrándome a mi hermano y a mi padre en casa comiendo como de costumbre.
Después de aquel día decidí ir mas allá, y continué con mi rutina de irme a la universidad y algunos días regresar en secreto, pero esta vez regresaba con más antelación y lo que hacía era esconderme dentro del armario de la habitación de mi padre, con la puerta entre-abierta para poder ver lo que ocurría. Esto lo hice algunos días sin que ocurriera nada, hasta que un día ocurrió algo.
Eran las 11:00 aproximadamente y ya estaba cansado de permanecer tanto tiempo en ese armario, cuando entonces escuché ruido en la casa y se abrió la puerta del dormitorio. Entró mi padre y seguidamente mi hermano, cerraron la puerta y comenzaron a hablar algo. Fue entonces cuando ante mi sorpresa se abrazaron y se dieron un beso en la boca, seguido de unas caricias por el cuerpo mutuamente. Yo no podría creer lo que veía, mi hermano y mi padre entre sí.
Continuaron quitándose la ropa, empezando por las camisetas, mientras se besaban y acariciaban, se bajaron los pantalones y los boxer, acariciándose aún más. Pude ver entonces sus cuerpos desnudos. Mi padre era un hombre fuerte y cachas, con un cuerpo de gym, mientras que mi hermano tenía un cuerpo más atlético y definido, pero ambos tenían unos cuerpos espectaculares.
Podía ver como mi padre agarraba el culo de mi hermano mientras lo besaba, hasta que mi hermano se agachó y se puso de rodillas ante mi padre y su polla, de unos 18 cm., la cual se introdujo en la boca y comenzó a mamar ante el disfrute de mi padre. Siguieron así un rato, hasta que mi hermano se puso de rodillas, besó a mi padre y se puso sobre la cama a cuatro, mostrando su hermoso culo a mi padre.
Mi padre entonces se arrodilló y colocó su cara en el culo de mi hermano, lamiendo su ano y haciendo así gemir a mi hermano, al rato le introducía los dedos también, hasta que mi padre se incorporó, se echó saliva en la polla y en el culo de mi hermano y puso su polla sobre su ano. Empezó entonces a empujar para meterla poco a poco, mientras mi hermano gemía y le decía:
– Andrés: Sí!, Papi sigue así.
– Marco: Sí, te gusta. ¿Te gusta la polla de papi?
– Andrés: Sí!, méteme la polla por el culo, métemela toda y fóllame.
Mi padre le metió toda la polla por el culo de mi hermano. Desde donde yo estaba podía ver el ano dilatado de mi hermano y la polla de mi padre introducida. Podía ver los huevos de mi padre tocando los de mi hermano y el precioso culo que también tenía mi padre.
Ellos continuaron así, follando en esa posición hasta que mi padre dijo:
– Marco: Andrés hijo, me voy a correr. ¿La quieres dentro o dónde?
– Andrés: Espera papá, hoy la quiero en la boca.
Entonces mi padre sacó la polla del culo de mi hermano, se sentó en la cama y mi hermano se colocó de rodillas en el suelo frente a la polla de mi padre y comenzó a mamársela con ganas. Desde mi posición en el armario podía ver el culo de mi hermano y su ano abierto, lo cual me excitaba aún más de lo que ya estaba.
Fue en ese momento cuando ocurrió algo inesperado, mientras mi hermano mamaba la polla de mi padre, él levantó su mirada y la puso fija hacia el armario, en el que yo estaba y pude ver como me estaba mirando a mí fijamente. Yo no podría creer aquello, mi padre se había dado cuenta de que yo estaba allí escondido mirándolos y él seguía como si nada.
Ellos continuaron hasta que mi padre efectivamente se corrió en la boca de mi hermano, soltando un fuerte gemido y apartando la mirada de mí. Entonces ellos se pusieron de pie nuevamente y se besaron apasionadamente, tras lo cual mi hermano salió de la habitación y mi padre se vistió, para después salir también de la habitación.
Yo permanecí escondido en el armario un rato hasta que escuché la puerta de entrada abrirse y cerrarse, por lo que salí del armario, comprobé que ambos se habían ido y volvía ha hacer lo que siempre. Agarré la mochila y me fui de casa, para posteriormente volver a la hora de siempre, encontrándome a mi padre y mi hermano comiendo a la hora de siempre.
Ni mi padre ni yo ni mi hermano dijimos nada al respecto. Era como si nada hubiera pasado, pero en los días siguientes ocurrieron más cosas, que contaré en la siguiente parte del relato.
Uff.. muy buena introducción voy a leer la próxima parte.
Yo con mi hermano y mi padre – 2ª Parte.
Me encanta.. no me quiero imaginar la que se biene.
Yo con mi hermano y mi padre – 2ª Parte.
Excelente relato. Voy a ver cómo continúa.