Con mi hijo y mi padre

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Nnloquillo.
Apenas comenzaba a caer la noche, entre las lomas y veredas del campo, mi pequeño Iván de apenas 12 años me pidió permiso para ir a alcanzar a su abuelo que traía los animales del pastoreo, le dije que si pero que tuviera cuidado al cruzar el rio a pesar de que no era ni profundo y rápido nunca esta demás, serian las 6 pm cuando se marcho con su bicicleta ya había pasado mas de una hora y no le veía regresar, si le pasaba algo su madre me mataba, a mis 40 años y con la vida de trabajo en campo realmente tenia potencial para un triatlón, emprendí carrera por el camino que siempre sigue, al llegar al rio note su bicicleta recargada en un árbol, las vacas algunas bebiendo agua y otras pastando, pero mi pequeño y de mi padre nada busque como desesperado entre las milpas vecinas sin éxito, cuando por fin es estaba por rendirme y con los ojos al borde del llanto los vi lejanos, mi padre cojeaba y mi niño serbia de apoyo.

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– ¿pero qué te ha pasado papá?
Abuelo.
– nada hijo solo he caído intentando alcanzar una vaca, ya he hablado con el vecino más tarde me la encaminara
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– ¿estás bien hijo, dime Iván te encuentras bien?
Iván.
– si papá
Sus respuestas me dejaron aliviado, juntamos las vacas y comenzamos el regreso, no te que mi pequeño no usaba la bicicleta, y que a mi padre casi no le costaba trabajo caminar, como si nada hubiera pasado, decidí no preguntar más hasta que estuviéramos en casa, con el andar note que mi pequeño constantemente se tocaba las nalgas como si algo le molestara y mi padre tenia una sonrisa de oreja a oreja.
Al llegar a casa le pedí a mi padre me dijera donde se había lastimado.

Abuelo.
– no te preocupes solo fue el tobillo pero ya estoy mejor.

Yo.
– nada de mejor papá iré por una hierbas y te las pondré en el tobillo para mañana puedas caminar así que ya sabes, metete a bañar y cuando salgas te las pongo.

Abuelo.
– está bien hijo, ya es tarde, ¿dónde está tu mujer?
Yo.
– hoy le toca guardia me dijo que hay pocas cocineras en el hospital y le pidieron que hoy y mañana se presentara, anda metete a baña.

Mientras mi padre se alistaba para ir al baño note que ya no tenia ni la mas mínima incomodidad, fue entonces que comencé a pensar mil y un cosas, salí de esa parte de la casa y me dirigí al jardín a cortas las hiervas, al pasar por las recamaras note que la luz de la habitación de mi hijo estaba apagada, llame a su puerta y no estaba, camine despacio buscándolo entre el jardín y los cuartos donde guardamos el maíz y no le encontré, corte las hiervas y al regreso decidí ir por la parte de atrás de la casa, al girar en la esquina note como sobre unos botes estaba la figura de mi pequeño asomándose por la ventana del baño y su mano tocándose la entrepierna, decidí no molestarle y observar, un sentimiento de enojo me invadía, mi pequeño ya era otro ya no era ese ser inocente que jugaba con sus carritos en la tierra, sentía como la sangre se me agolpaba en la frente, tenia ganas de tomar una vara y dejársela marcada en la espalda, en eso papá termino de bañarse e Iván bajo de su plataforma rápido di pasos atrás y fingí estar apenas llegando, apenas lo vi y lo mande a preparar sus cosas para la escuela, al entrar en la sala mi papa ya estaba listo solo con una toalla en la cintura, prepare las hiervas en la cocina y se las coloque.

Quería refrescarme la cabeza, fui al baño y como es costumbre de mi papá dejar su ropa en el piso la tuve que levantar, note que en su ropa interior había rastros de semen, sentía que el corazón se me salía ¿acaso mi padre se cogió a su propio nieto? Esas pregunta no dejaba de darme vueltas, molesto le pedí que atendiera a su nieto que le diera de cenar y lo durmiera, no quería verlos, salí de casa con el pretexto de ver a Don Julio un amigo de la comunidad, al llegar con Julio solo le platique que las cosas no andaban bien con mi esposa, que ya tenia tiempo que no me la cogía, solo sentí una palmada en la espalda y dijo.

Don Julio.
– No te preocupes amigo, si esa cabrona no te quiere responder yo tengo la solución, escoge una
Me dio otra cerveza y de su cartera saco unas fotografías todas de mujeres algunas de niñas, comencé a revisarlas detenidamente, me llamo en especial una, era de una amiga de mi hijo, no podía creer que mi mejor amigo hubiese cogido con esa pequeña.

Don Julio.
– mmm con que ya notaste a la amiga de tu hijo, si ya decía yo que también te gustaba así, esa muchachita coge como dios manda, sin contar su carita de ángel toda sonrojada y más cuando le metes la verga, ver como sus pequeños labios se abren y te abrazan la verga ufff, solo de recordar tantos momentos con ella hacen que se me pare el chile.

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– ¿Pero tu estas loco? Es apenas una niña ¿cómo fue que lo hiciste?
Don julio.
– Hace un año cuando la inundación, sus padres vinieron a mí por un préstamo, y con el paso de los meses como bien sabes no pudieron pagar, su padre se presentó y me dijo que tomara lo que quisiera y pues así fue, la noche en que me la entrego su mamá le dijo que ya estaba lista que ya era mayorcita y que tenía que ayudarlos, me la encargo mucho pues era un virgen, claro que yo le di mi palabra de ser amable, cuando su fueron los padres una bestia se apodero de mí y de mi verga , me acerque a ella la abrace y poco a poco fui bajando mis manos hasta su estómago, desabroche su falda y baje sus pantaletitas, mire esa vaginita sin pelos sin perder el tiempo son mis dedos suavemente abrí esos labios aun rígidos, la mire a la cara y me di cuenta que tenía miedo, me calme, la tome de la mano y nos dirigimos a la recamara en ella la recosté en cama, le pregunte si había dado antes un beso, y no nunca había besado a nadie, entonces decidí respetar eso, no sería yo quien la besara pero si quien se la cogería.

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– oye ya es algo tarde y debo ir a ver que mi papa y el chamaco estén bien
Don Julio.
– Aaaa ¿no me digas que no te gusto? Si tienes tremendo bulto
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– no es eso te digo que debo ir a ver que estén bien, ya otro día me sigues contando, y la verdad que me gustó mucho pero me llamo más la atención otra morrita que se ve en las fotos, bueno ya me voy, te veo mañana .

Seguí el camino de regreso, habrían pasado dos horas cuando llegue a la puerta del área de las habitaciones, la luz de mi padre estaba apagada pero dentro se veía claramente la luz de una vela, me acerque sin hacer ruido, mire por la ventana y pude notar claramente como estaba arrodillado y mi pequeño Iván de pie, mientras su abuelo le mamaba su pequeño pitito, me que callado y seguí viendo como después de unos minutos mi padre recostó a Iván boca abajo, alzo sus nalguitas algo flacas y poco a poco como hundía sus labios y metía su lengua en el culo de mi hijo; sería el candor de las cervezas y el relato de mi amigo Julio o la escena que montaban mi padre e hijo lo que me tenían tan caliente, no preste mucha atención y con no sé qué diablos provoque ruido rápido, me aleje de la ventana y simule pasos torpes por la “borrachera” mi padre salió a ver qué pasaba , aún tenía la cara llena de saliva y olor a culo joven.

Abuelo.
– ¿estás bien? Aun no es tan noche y ya estás muy borracho
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– si papá, solo fueron unas cervezas ¿Dónde está Iván? Quiero platicar con el
Abuelo.
– ya está dormido, en mi habitación le dio un poco de miedo y lo traje a dormir conmigo
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-Con que le dio miedo a mi muchachito, iré por él y me lo llevare a mi cuarto no te preocupes.

Entre al cuarto de mi papá, la temperatura era diferente, era una más caliente de lo normal, mi niño fingía estar dormido, lo tome en mis brazos y me lo lleve a mi cuarto, a papá por las caras que hacia no le pareció la idea, se metió enseguida a su habitación y al parecer durmió.
Al recostar a mi pequeño en la cama solo atine a susurrarle.

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-He visto lo que hacías con tu abuelo y quiero harte lo mismo
Cerré la puerta y baje las cortinas así nadie vería, tenía tantas ganas de meterla verga en un culo joven que no me importaba si era el de mi hijo le quiete la cobija que tenía puesta pues el aún estaba desnudo, no perdí tiempo y lo puse como mi padre lo tenía, comencé a lamer ese culo rosado, la saliva de mi padre aún estaba presente y sentirla me volvió loco, mis lengüetazos eran más rápidos y firmes , mis manos acariciaban sus nalguitas queriendo abrirlas más para recibir mi lengua, no podía más algo se apoderaba de mí y era ese cerdo lujurioso que siempre había ocultado, me baje el pantalón saque mi verga que apenas mide 18cm y la cerque a su culito, mi niño sabiendo lo que estaba por pasar se giró y dijo
Iván.
– perdóname papá, yo no quería, por favor no me lo metas
Claramente sabía que me lo iba a coger pero eso no me impidió regresarlo a la posición inicia
Iván.
– No papá.
No lo hagas me va a dolor
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– ¿algún otro hombre además del abuelo te ha tocado? ¿Dime la verdad no te voy a castigar?
Iván.
– Si, pero nunca me han metido si pito
El solo pensar que mi hijo había sido tocado por más hombres me volvió loco de lujuria, decidí comprobar lo que decía, metí mi dedo sin avisarle en ese culito tan apretado, el pobre solo soltó un quejido y pude ver en su carita que me decía la verdad, ya no podía más mi verga estaba por explotar, lance un escupitajo en el culo de mi pequeño recargue la cabeza de mi verga ha hice presión, el solo lloraba.

Un fuerte ruido se escuchó en toda la habitación, era mi padre quien había abierto la puerta de golpe, el estruendo fue tal y más el susto que sin querer termine metiéndosela de golpe, mi pequeño Iván no resistió mi verga, su pequeño cuerpo estaba sin poder sostenerse.
Sin sacar mi verga dura mi hijo seguí cogiéndolo.

Abuelo.
– ¿Pero qué haces?
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– No creas que no vi lo que le hacías a mi pequeño, por suerte llegue antes, y fui yo su primer hombre en estar dentro del ¿o dime querías ser tu verdad?
Abuelo.
– de menos fíjate que este respirando.

Claro que mi pequeño seguí bien solo se había desmayado por el dolor, mis embestidas seguían mientras mi padre trataba de componer la puerta, sentirme observado por él y sabiendo que era mi hijo el que tenía abajo me hicieron llamar a mi padre, tome su verga gruesa más gruesa que la mía, le pedí la escupiera, puse un poco de saliva en mi culo, tome a mi pequeño en brazos y poco a poco me fui sentando en la verga de mi padre, sentir el culito tan apretadito y con un poco de sangre lubricando y la verga de mi padre entrar en mi culo me hizo comprender que ya había llegado a mi lado mas degenerado, sentí la respiración agitada de papá y sus embestidas aún más duras, de seguir sus embestidas permitirían que terminara por enterrarle la verga a mi pequeño.
Sentía como mi padre abría mas las nalgas de mi hijo, sus brazos toscos y su lengua en mi espalda me ponían aun mas caliente.

Abuelo.
– anda déjasela ir toda, así me aguantara.
Siente esta pequeña verguita es muy rica ¿no me digas que nunca pensaste en cogértelo?
Ya no hacia caso a mi padre solo me concentraba en el placer de cogerte a tu pequeño.
Papá comenzaba a ir mas y más rápido era claro se estaba venido en mi.

Abuelo.
-AAAAAAAAAAAAAAA CABROOOOON QUE RICAS NALGAS ABRITELAS BIEN QUE VA TU LECHE.

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– ESO PAPÁ DAME LECHE PREÑAME ANDAAAAA PREÑAME.

Sentía como mi padre se vaciaba en mi era hermoso sentir como resbalaba aun mas su verga en mi culo, sin sacarle la verga a mi pequeño aun mareado, le pedí a papa su verga quería sentir el sabor de mi culo con su semen en mi boca, al sentir su sabor no me importo desmadrar aun mas el culo de mi pequeño, quería más placer, arremetí toda mi verga , por fin mi niño tenia todo mi ser en si,
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-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA HA PAPA ME VENGO ME VENGO, AAAAAAAAAA
Abuelo.
– eso hijo préñalo, préñalo ahora no se la saques, vente todo lo que puedas.

Papa retiro su verga de mi cara, se arrodillo puso su boca lo mas cerca que pudo de mi verga y el culo de su nieto y comenzó a lamer, hasta que logro sacarme de mi hijo, como becerro hambriento mamo el culo de mi hijo succionando los rastros de semen para después dármelos en un beso .

Continuara …