Con mi primo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estaba en Acapulco con un primo llamado Matías, el cual me gana por 4 años. Una amiga de mi abuela (la mama de mi papa) nos dejo quedarnos en su casa, antes de irnos mi abuela nos había dado a cada uno $2 500 pesos, que en total son $5 000 pesos para comer y turistear.
Dos días después de que llegamos a Acapulco, Mat se empezó a sentir mal del estomago, le dolía mucho y constantemente vomitaba, pensaba que era por el viaje, pero lo que pasaba es que estaba intoxicado, nos habían prestado la casa por 2 semanas (lo que dura el “Spring Break” en México), el se mejoro muy rápido, pero se empezó a sentir raro por los medicamentos que le mando el doctor, estaba experimentando efectos secundarios, uno de ellos fue un mayor deseo sexual.
El motivo principal que hizo que me diera cuenta fue que, un día, estábamos en la alberca y se empezó a hacer el ahogado. Cuando llegue a su “rescate”, lo saque de la alberca y le trate de dar respiración boca a boca, por lo que tuve que sacarlo de la alberca. Al estar tratando de sacarlo toque su verga por error, la sentí más dura que una piedra, lo logre sacar sin olvidar el sentimiento que fue agarrar ese pedazo de herramienta, cuando lo saque el me dijo que estaba bien que solo estaba jugando y puso esta cara =3, lo quise agarrar a putasos pero me contuve y nos subimos al departamento
Al llegar, me marco mi abuela preguntándome si todo estaba bien, yo obviamente respondí que si para que no se preocupara, entonces empecé a escuchar unos sonidos extraños en el cuarto de mi primo, me pregunte que seria y fui a ver, lo que vi me dejo frio. Mi primo estaba masturbándose con un dedo metido en su ano, estaba totalmente sudoroso, me acerque para verlo mejor y cuando me vio me dijo -¿Qué, uno ya no puede pajearse tranquilo?-, yo solo me quede viendo su verga, estaba muy grande y gorda, me acerque a él y le dije –Perdón, es que me preocupe, eso es todo-, me di la vuelta y me salí, pero horas más tarde cuando mi primo y yo estábamos en la playa, me le acerque a un hombre muy guapo que estaba ya pasado de años, tal vez con un par de operaciones encima, entonces se me acerco y me dijo –Hola nene, veo que no te están tratando bien, pero he visto como se la mamas a él, y quiero que me la mames a mi también- yo me reusé como pude pero el tipo me estaba agarrando con mucha fuerza. Mi primo se me acerco y me soltó del tipo y me pregunto -¿Estás bien, AMOR?-, ¿AMOR? Mi cabeza estaba llena de preguntas, entre ellas ¿Por qué carajos mi primo me dijo amor cuando me ayudo a soltarme del tipo?, ¿Por qué me ayudo?, ¿Estaba celoso?, pero la que más me torturaba… ¿POR QUÉ ME DIJO MI AMOR?
Habían pasado ya dos días desde que mi primo me dijo mi amor, las preguntas me estaban torturando demasiado, que yo supiera, mi primo no era gay, tampoco bisexual, le gustaban las mujeres, y hasta había traído una al depa y me había dicho que se la iba a tirar, que si se me ofrecía estaba invitado, pero esa es otra historia. Buscaba las respuestas en todos lados, hasta en mis recuerdos, buscaba algún otro momento en que mi primo me hubiera dicho “te amo” o hubiéramos tenido algo gay y me llego. El recuerdo principal fue que una día en su casa, cuando yo tenía escasos 7 añitos de edad, mi primo me había invitado a jugar con sus muñecos de los Power Rangers (que en esa época era lo que estaba de moda en chicos de mi edad) tenía casi toda la colección, desde el más simple hasta el megazord tamaño de su tamaño que solo se conseguía en Japón, me dijo que me los prestaría si lo acompañaba a la alacena y le hacia un favor, yo lo acompañe sin ningún problema, cuando llegamos a la alacena, el me dijo –El favor que quiero que me hagas es que me lamas mi pito-, en esos momentos yo no sabía que eso estaba mal, pero lo bueno es que mi tío había salido y nos había dejado solos, entonces no había problema, pero le dije –No sé hacerlo y tengo miedo de que te vaya a lastimar-, el se puso a pensar y me dijo –No se preocupes, yo te enseño-, se bajo el cierre del pantalón y se saco su pito, era mediano media unos 15 cm más o menos, algo que para la edad de él era muy grande.
Me lo metí a la boca pero sabia raro, no sé cómo a qué, pero era rico, me dijo –Con tu boca lámelo todo, bien sácatela y lámeme las bolas, excelente- y siguió dándome ordenes, en esos momentos ya la había lamido los huevos, la cabeza y otras partes de su verga, cuando él estuvo satisfecho de que se la mamara me dijo –Has sido muy bueno y has hecho lo que yo te dije, pídeme do cosas y yo las hare- entonces me quede pensando y lo primero que le pedí fue –Me puedes hacer lo que yo te hice- el asintió con la cabeza, se hinco y me dijo –Si te duele me avisas- el empezó su mamada, me hiso todo lo que yo le había hecho, me lamio las bolas, me chupo la cabeza de la verga y me metió la lengua por la raja del pene.
Cuando acabo su mamada me dijo -¿Qué es lo otro que quieres que haga?- yo le respondí –El otro día estaba viendo una película donde un hombre le metía su pito por el culo a otro, quiero que me hagas eso- él estuvo dudoso de hacerlo, que me fuera a doler o que fuera a desgarrarme, pero me dijo –Aquí es muy pequeño, vamos a mi cuarto- fuimos a su cuarto y me pidió que me bajara los pantalones y que le enseñara mi culo, cuando me abrí las nalgas salió a relucir un año chiquito, el me puso vitacilina y con eso mi ano ya era penetrable, me dijo que me pusiera como perro, y me metió un dedo por mi ano, luego dos, luego tres, cuando pensó que yo ya estaba abierto me dijo –Te voy a echar este spray que es para que no te duela el ano, no sabíamos que era anestesia, me lo hecho y me dijo –Te la voy a meter, esa anestesia era de corto plazo, como la que usan los dentistas, el me metió su verga y yo solo sentí ganas de cagar, pero era rico, estábamos disfrutando pero el problema es que su verga era larga, pero no gruesa por lo cual, cuando se paso la anestesia y sentí la verga en mi hoyo, me asuste, pero él me calmo y me dio un beso, ya estaba a punto del orgasmo, siguió y me dijo –Me vengo- me la metió una última vez con fuerza y se corrió dentro de mí, yo le dije que no me orinara mi culo, el me explico lo que era, me saco la verga y me pidió que se la mamara para probar el semen, le lamí la punta y le dije –Sabe delicioso-.
Cuando recordé ese momento me decidí a hablar entre a su cuarto y empezamos a hablar sobre lo de la playa, el me dijo que lo había hecho porque vio lo que estaba pasando y se sintió celoso, pero dijo algo que me marco –Además, nadie debe de molestar a mi putita- ¿su qué?, yo era su puta, no supe cómo reaccionar a eso, me quede helado.
CONTINUARA
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Att. Mis Mil
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