Con mi primo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Dormir con el pene de mi primo en mi culo era costumbre de la cual yo estaba aferrado. Un día al amanecer, me di cuenta que mis padres y mis hermanos no estaban en casa, habían salido a hacer unas compras, como mi primo aun dormía, metí mi mano entre sus interiores y con mucho cariño comencé a sobar su miembro que de inmediato se puso erecto, como estábamos solos, bajé su interior y pude contemplar por mucho rato mi ariete y detallé hasta lo más mínimo
Aquella herramienta era blanca, larga y medianamente gruesa, con una cabeza de color roja que de inmediato comenzó a emanar su líquido pre seminal, su dobles hacia arriba lo hacía parecer un gancho, después de detallarlo muy bien, pasé la punta de mi lengua por la boca de aquella cabeza y saboreé su viscoso líquido, no tenía un sabor definido, pasé mi lengua por toda la base de aquel mástil, llegué a las bolas, blancas y con unos bellos púbicos marrones, pasé mi lengua por cada bola, las chupaba y eso hizo que mi primo se despertara, volví al glande y lo metí en mi boca y comencé a mamar mi regalo, me lo tragaba completo hasta sentir las arcadas, lo volvía a sacar y lo volvía a tragar, mi primo me tomaba por la cabeza y dirigía el movimiento, así estuvimos mucho rato, cuando de repente siento que mi primo hacía más fuerte sus embestidas en mi boca y de inmediato salen los chorros de semen, que llegaron a mi garganta
Tosí pero no me saqué de la boca su pene, su semen se coló algo por mi garganta pero la gran mayoría salía por la comisura de mi boca.
Al terminar de descargarse mi primo me tomó de los cachetes de la cara y me llevó hacia sí y me dio un beso tan tanto fervor que metía su lengua en mi boca y por su puesto probaba su propio semen, después de besarme, me empujó hacia tras dejándome caer de espaldas y se abalanzó sobre mi pene que estaba a reventar, me mamaba, chupaba, lamía mi pene, bolas y de vez en cuando el orificio de mi culo, mi primo me sorprendió cuando me dijo que se lo metiera, yo aún no entendía, pero él quería que lo cogiera, como ya él me lo había hecho a mí todo este tiempo, se dio vuelta y se acostó metiéndose una almohada debajo de su vientre, dejando levantado su culo.
El culo de mi primo era blanco, nalgas redondas no tan grandes, con una capa de vellos muy tenue de color marrón, casi indetectable. Cuando me dispongo en posición entre sus piernas mi primo abre con sus manos sus nalgas y deja al descubierto un orificio de color marrón con sus estrías bien definidas, aquello me puso a millón, eché saliva en su agujero y acerqué mi pene que era regular para mi edad, largo no tan grueso como el de él, con la cabeza más grande que el tallo y con muchos bellos púbicos negros. Apunté a aquel agujero y lo atiné, empujé poco a poco como él me lo hizo a mí y fui enterrando mi pene en su culo, al pasar la cabeza mi primo apretó sus nalgas y noté que la piel se le erizó, aquello me animó y dejé entrar por completo mi pene en su culo, como estaba muy excitado, comencé mis embestidas de inmediato, metía y sacaba mi pene de aquel culo, mi primo me daba un gran regalo, después de unos minutos aceleré mi ritmo y estallé dentro de sus tripas con una fuerza tan grande que no podía creer que eyaculara de aquella manera. Cansado caí sobre su espalda grande, él parecía que practicaba natación porque su espalda era ancha.
Dejé mi pene dentro de su culo hasta que salió por sí solo, nos levantamos y fuimos al baño a asearnos, después que mi primo evacuó todo mi semen se lavó su culo y me dijo que me sentara sobre él, así lo hice y pude sentir aquel gancho llegar a mi estómago, dolió algo pero era la primera vez que me sentaba sobre él y por su puesto se me fue todo, así estuve cabalgando sobre él, luego nos levantamos, pero sin sacármelo, y comenzó a cogerme con mucha fuerza, cada vez que me lo metía me hacía levantarme del piso hasta quedar de puntillas sobre mis dedos, mi primo me dio por mi culo hasta que volvió a estallar en semen dentro de mí, cuando me lo sacó me comentó que me había sacado sangre, era lógico por tener tiempo pudo cogerme como él quiso. Estos encuentros duraron por varios años, después yo iba a su casa y me tocaba dormir con él y se repetía la acción, él dormido con su pene en mi culo. Ya de adultos tenemos muy buena comunicación pero de aquello ni una palabra, pero si algún día me llega a insinuar cualquier cosa le tomaré la palabra y me lo comeré completo.
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