Con Mi Primo Juanji
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos contaré hoy de mi siguiente conquista, luego de ponerme a jugar al papá y a la mamá con mi primo, me pasó algo genial con su hermano Juanji.
El papá de Juanji, mi tío Hidalgo había quedado viudo y por ello, pero por sobre todo que no contaba con tiempo para cuidarlos y educarlos, los dejaba a sus hijos prácticamente solos. Mi primo se había criado solo, había aprendido muchas cosas en la calle y sobretodo con sus amigos y compañías con las que andaba, era un chico muy despierto tenía 16 años en ese entonces, era blanco como de 1.70 mt. Le gustaba jugar a las escondidas y siempre era el que salvaba a todo el grupo al que pertenecía.
Un día mientras yo y mis amiguitos (en ese entonces tenía 12 años) jugábamos a escondernos, él apareció y como mismo niño de 12 años quiso jugar con nosotros, era de día, en la mañana y a pesar de la claridad siempre optábamos por escondernos en sitios donde no nos pudieran encontrar fácilmente, para ello yo ya había hecho un escondite donde había ladrillos sobrepuestos algunos cartones y otros materiales, debajo había puesto unos trapos que ya no usábamos, para poder echarme sin ningún contratiempo y no me ensuciara la ropa porque si no, mi madre me regañaba. Había hecho mi escondite sin que nadie me viera pues lo había puesto en el cerco del grande jardín que había en mi casa, al costado de grandes árboles frutales como el papayo, el ciruelo, el higo y los arbustos. Lo que cubría la naturaleza de manera adecuada todo lo que había construido.
Empezó el juego y por sorteo le tocó a mi amiguito Luís empezar a contar… uno … dos … tres; así hasta cincuenta.
Resultó que aceleré la carrera hacia mi escondite preparado especialmente por mí y sabiendo que todos tomaban direcciones distintas para que no nos pudieran encontrar fácilmente, sin embargo no contaba que Juanji me había seguido y yo estaba por ingresar al escondite donde solo podían caber dos cuerpos, y me llevé tremendo susto al sentir que alguien me cogió el tobillo, pero luego me tranquilicé al escuchar su voz y decirme… Primo, veo que tienes un escondite muy bonito creo que podemos compartirlo verdad. -Le dije que sí.
Entonces los dos ingresamos como pudimos al escondite. Ya adentro él me hablaba al oído, me decía que ahí nadie nos podría encontrar, al menos que yo enseñara ese lugar. Yo le decía que no, que ese iba a ser nuestro secreto. Él me miró y me dijo que no hiciéramos mucho ruido para que siempre se mantenga oculto ese lugar, pequeñito pero agradable.
Luego empezó por acariciarme la pierna, yo solo atinaba a dejarme. Sin decir palabra y mudo, luego empezó a tratar de besarme agarró mi cabeza y llevó su boca a mi boca, metió su lengua acarició mis labios con ella y seguía en ese jueguito tan sabroso que me agradaba mucho.
…Me contó que un día al ingresar a su casa escuchó a su hermano Marcos que me trataba de su esposa, entonces se acercó al dormitorio para mirar sin hacer ruido y nos vio. Vio que Marcos estaba sentado en la cama con los pantalones bajados y su pene muy rígido y yo con mi boca y lengua le estaba lamiendo todo ese trozo de carne. Que yo le estaba mamando y veía que su hermano disfrutaba mucho, cada subida y bajada, cada entrada y salida de la herramienta de su hermano en mi boca. Que luego al retirarse pensó y se decidió encontrar el momento oportuno para que le hiciera lo que había visto que yo hacía con su hermano y más…
Entonces acarició su sexo rígido, duro y llevó mi mano para que también lo acariciara. Me hizo sobarle un rato y luego con sus manos dirigió mi cabeza a su hermosa polla que medía como 18 centímetros, empecé por lamerle la cabezota, le daba pequeñas chupadas, le metí la lengua es su prepucio no circuncidado y le saqué esos residuos que se acumulan en los bordes, sentía el sabor de su polla … más saladita que la de su hermano. Le estaba haciendo una buena mamada, mi boca y lengua poco a poco entraban y salían cada vez más, tuve que hacer grandes esfuerzos para introducirme ese pedazo grande de carne que a veces sentía que me ahogaba. Mi primo emitía pequeños ruidos de excitación, mientras escuchaba a lo lejos que uno de mis amigos había sido descubierto en su escondite.
Seguros de que nuestro escondite no iba a ser tan fácilmente descubierto Juanji quiso más. Seguía con el mete y saca más rápido pero Juanji paró y empezó a tocarme el culo. Empezó a tratar de meter su dedo en mi virgen culo, yo lo dejaba y me preguntó sí Marcos había tratado de introducirme su pene. Yo le dije que no porque tenía miedo que me fuera a malograr por el tamaño de su pieza. Que solo me sobaba por fuera las paredes de mi ano y que eso me encantaba.
Entonces Juanji siguó con su propósito y me dijo que no había mayor problema con eso y que antes de ingresar su leche me iba a echar otra leche para que resbalara su pene.
Así rompió unas hojas del higo y al salir la leche de las hojas, me la iba poniendo en la entrada de mi ano que estaba latiendo a mil, me escupió varias veces también, me dijo que tenía que resbalar bastante. Me dijo que yo tenía que aguantar si quería sentir cosas más ricas luego. Y fue introduciendo su dedo. Sentía que su dedo exploraba… me lo iba introduciendo poco a poco y dolía, yo no le decía nada del dolor, pero él se daba cuenta por el esfuerzo de cerrar mi culito. Cuando hubo dilatado un poco, el dedo entraba y salía con bastante rapidez, luego siguieron dos dedos y luego tres. Igual sentía un malestar pero poco a poco las cosquillas y el placer que me estaba brindando iba en aumento. Al verme ya más relajado y dilatado. Me hizo ponerme de espaldas abrir las piernas lo más que podía y él seguía con la introducción de sus dedos. Yo por mi parte sentía cosas muy ricas que se me puso el pene duro y yo a mil.
Entonces empezó a pajear su pene se le puso muy rígido y me lo sobaba de arriba para abajo en mi culito todavía por estrenar. Sentía cosquillas y calor… entonces me puso la cabezota de su pene en mi culito y lo trató de introducir, como ya había dilatado la cabeza entró, me causó molestias, pero él me dijo que ya había pasado lo peor y que no me moviera, que el dolor pasaría rápido; sin saber lo que estaba por venir.
Mi recto se acostumbró a su cabeza, él la movía poco a poco, yo daba muestras de dolor por mis quejidos y pujidos. Y él en todo momento me calmaba me decía que luego me iba a gustar e iba a querer que siempre esté esa cabeza adentro de mí, muy adentro.
Pasado un poco el dolor me preguntó si estaba listo para lo demás. Yo le dije que sí. Yo estaba debajo del él, sabía que él estaba encima mío y que tenía el control. Entonces no pensaba que experimentaría tan grande dolor. Juanji me la mandó su pija hasta el fondo en una sola estocada que me hizo ver luces de todos los colores y casi me desmayo. Yo iba a lanzar un grito y alarido, si no es porque él era precavido y me tapó la boca; pues todos se hubieran enterado de mi desvirgación.
Traté de zafarme, pero no pude. Rompí a llorar, pero él me calmó, me decía que esperara que ya pasaría. No me la sacó seguíamos en esa posición. Le dije que me la sacara. Pero me dijo que era peor que poco a poco me acostumbrara, porque si la sacaba me iba a doler el doble. Como pude aguanté el dolor, sin embargo me dio la sensación de ir al baño, quería defecar. Se lo dije. Me dijo que era por lo que estábamos haciendo que ya pasaría. Traté de relajarme sin embargo sentía esa barra de hierro candente en mi interior. Poco a poco creo que me fui acostumbrando parecía que el estaba tan excitado que en ningún momento dejé de sentir esa dureza de su pene en mi interior. Pasado ya esos minutos que me parecieron bastante largos sentía mi ano más grande y relajado. Me sentía más cómodo ensartado. Por supuesto que Juanji se dio cuenta y empezó a tratar poco a poco… de sacarlo y meterlo. Lo hacía muy suave sentía algo de dolor pero también placer. Luego la cosa cambió sentía placer… placer… placer. Juanji ni tonto empezó un mete y saca muy fuerte y rápido. Me sentía en las nubes. Me decía que siempre le gusté… me besó. Los jugos de Juanji salían y se escuchaba un sonido curioso cuando Juanji metía y sacaba su pene algo así como clop, Clop, clop clop, Clop, Clop.
Ese sonido me hizo tener más excitación a sentirme con más arrechura. Juanji lo sabía y también me dijo que cambiáramos de posición. Entonces él se echó en el suelo y apuntó su lanza caliente hacía arriba, me indicó que me sentara, como pude me acomodé en el cuartito de la casita que había construido… ya que era como de 1 metro de alto. Y me la puse por primera vez yo mismo esa linda pija en la entrada de mi culo que como estaba dilatado… accedió y adentró rápido el huésped. Juanji siguió con un mete y saca cada vez más rápido y me dijo que ya iba a recibir su leche en mi culito. Sonaba cada vez más fuerte y rápido clop, Clop, clop clop, Clop, Clop, así, con un suspiro y la tensión de su cuerpo se vino dentro de mí, inundándome con su semen que salía a borbotones. Me lo dejó tan adentro que apenas salieron pocas gotas al exterior. Me regó por primera vez este mi culito que así de inmaduro ya estaba recibiendo uno de los grandes placeres de la vida.
Escuché luego las voces de mis amiguitos que nos buscaban por todo el vecindario sin dar con nosotros. Hasta que escuché que sus mamás los llamaban para almorzar… a grandes voces escuché que nos decían que luego continuarían el juego y que se iban a almorzar y que si salíamos ya no nos cazarían. Todos se alejaron corriendo y desaparecieron.
Juanji me besó, me dijo que le había gustado mucho y que sabía que todavía me iba a arder un poco mi anito y recto, pero que no me preocupara que la leche que me dejó dentro me curaría. Cogió un trapo, escogió el más limpio y rompió dos pedacito, con uno me limpió mi culito que estaba todavía abierto, el retazo de tela del trapo salió un poco manchado de semen y unos hillos de sangre, me quise asustar, sin embargo como siempre Juanji me dijo que eso era normal porque me había roto mi potito y por lo tanto tenía la seguridad de que era mi primer hombre y el segundo retazo me lo acomodó en mi anito, en mi culito para que no me moje con su semen si éste se atrevía a salir. Aunque yo le dije que creía que no porque me lo había dejado bien adentro. Me beso y me dijo que dejando un día me quería ver para disfrutar juntos, pero que mejor luego de venir del colegio, yo estudiaba en la tarde o sea salía entusiasmado de mis clases a las 6:30 pm y a las 8pm me las arreglaba para que nos encontrásemos en nuestra casita para seguir nuestro romance.
En eso escucho la voz de mi mamá llamándome a almorzar y da la casualidad que ese día en mi zona habían cortado el agua y por lo tanto no podía bañarme y pues tuve que seguir todo el día con mi toallita en el ano, mi ardencia en el recto y la raja de mi culo resbaladiza cuando salían de a poco las gotas de semen de mi macho. Un placer rico que sentía cuando caminaba y sobre todo paso a paso. Acostumbrándome a la leche de mi Primo Juanji. Mi Marido. Mi amorcito de todo 1 año en ese mismo lugar.
Ese año fue fantástico aprendí mucho con Juanji. Siempre estaba caliente y dispuesto a que sea suyo.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!