Con Rafita, de 9
Primera parte. Cómo inicié a tres hermanitos.
Hola, lectores de sst!!!
Contaré mi nueva experiencia con el pequeño Rafael y sus lindos hermanitos, esperando sea de su agrado.
Sabiendo de mi voluntad de apoyar a los más vulnerables, especialmente cuando se trata de niños ❤️, una ONG me invitó a acompañar a algunos de sus integrantes a visitar a una familia muy humilde que vive en una comunidad rural en una casa prestada.
Ver las condiciones en que vivían 4 hermosos niños, dos varoncitos y dos nenas me conmovió y sacudió.
La casa estaba en muy malas condiciones, muy sucia, vivían y dormían todos en un cuarto muy pequeño, sin agua, sanitario ni drenaje. Ver al pequeño Rafael de 9 años, que aparentaba 7 por su desnutrición, a su hermanita Lucía de 5, a Fernando de 2, y a una bebé de tres meses aún sin registrar me hizo desear ayudarles en lo que se pudiera.
Toda esa pobreza era consecuencia de la irresponsabilidad de sus padres pues el padre se gastaba en licor lo poco que ganaba y la madre vivía en una profunda depresión que la mantenía apática ante su situación y no hacía nada por salir de ella.
Desde la primera visita siempre llevaba algo para ellos: algún juguete, caramelos, galletas, despensa, pañales, etc.
En la segunda visita pude conocer a los dos varoncitos. Al verlos me robaron el corazón. Los dos de piel blanca, con cabello rizado. Tardé para ganarme su confianza y arrancar sonrisas de sus labios y en lograr que el mayor se soltara y conversara conmigo pues era algo desconfiado.
En la cuarta visita me confío, en secreto, que un primo de su edad y dos más grandes habían intentado abusar de él a partir de los 4 años y que hacía unos meses habían tratado de hacer lo mismo con su hermanita.
En una visita posterior me contó su preocupación de que le hicieran lo mismo a sus hermanitos más pequeños ya que me confió lo que tanto temía: sí habían abusado de él y su hermanita y a cambio de su silencio les daban caramelos y algo de dinero.
Escuchar su confesión me trajo recuerdos y el anhelo de volver a sentir el placer de estar con un niño.
Días después le propuse a su mamá lo dejara ir conmigo al pueblo para contarle su pelo pues ya lo traía largo y por el calor sudaba mucho su cuerpo cabelludo y olía mal por lo mismo.
Su mamá aceptó así que lo llevé al pueblo en mi vehículo, a lo largo del trayecto platicábamos. Lo llevé a cortarse el pelo y de regreso le propuse llegar a bañarse a mi casa, que a esa hora estaba sola y él aceptó.
Le pedí desnudarse para no mojar sus calzoncitos y él, un poco apenado, pero confiando en mí, lo hizo.
Uffff!!! Ver ese pequeño cuerpo, blanco, su pene de considerable tamaño para su edad, sus bolsitas colgando, pero sobre todo sus bellas nalguitas, hizo que mi pene reaccionará ante tan bello espectáculo.
Cuando se iba a meter a bañar me preguntó :
–¿Y usted no se va a bañar, don Javier?
–Siiii, pero después de ti, Rafa…
–Es que yo no sé cómo se usa una regadera y esas llaves…
No me hice repetir esa invitación y me despojé de mi calzado, pantalones y camisa, dejando sólo mis bóxers.
Viendo mi notable erección él exclamó:
–Uyyyy, don Javier, qué pitote se le nota! Usted no se va a encuerar como yo?
–Te asustas, Rafita—le dije, bromeando.
–No se crea, mi papá y yo nos bañamos desnudos y con mis primos así dormía también…
–Ok, a ver si no te asustas y sales corriendo, Rafita…
Me despojé de mi bóxer y mi pene, duro como roca y con presemen, salió disparado al ser liberado.
Él abrió sus ojos, sorprendido un poco antes la vista de mis 17 cm…
–Uyyyy!!! Sí lo tiene bien grandote! Más que mi papá y mis primos.
Me acerqué a él halagado por sus palabras y abrí las llaves del agus para remojarnos, puse shampoo en su pelo y lo enjaboné para después frotarlo con una esponja suave en todo su cuerpecito lindo, especialmente en sus genitales, nalguitas y anito.
Él soltaba risitas de vez en cuando y al pasar mi dedos por su huequito y frotarlo su penecito comenzó a etectarse.
–Mire, don Javi, mi pito también se puso duro como el suyo…
–Siiii, Rafita…¡Y qué bonito lo tienes!
–También el suyo me gusta, don Javi…
–¿Lo dices en serio, Rafita? ¿Y como para qué te gusta?
–Mmmmh, no sé, me da pena decirlo, va a pensar que sí soy joto (gay)
–¿Y eso por qué?
–Si le digo, a lo mejor ya no me va a querer…
–O a lo mejor te voy a querer más, Rafaelito…
–Es que yo lo quiero mucho…
–Yo más a tí, mi niño…¿O no me tienes confianza?
–Siiii, pero no sé…
–Yo te puedo ayudar, si quieres…¿Para qué te gusta mi pito, a ver? ¿Para tocarlo?
–Siiii…
–¿Para qué más? ¿Acaso también te gusta para masturbarlo?
–¿Qué es eso?
–Es poner tus manitas alrededor y sobarlo de arriba abajo muchas veces.
–¿Jalárselo? Mmmmh…sí, también.
Yo estaba que hervía de lo excitado que me ponían sus respuestas y su lindo cuerpecito.
–¿Y no te gustaría besarlo, pasar tu lenguita por él y meterlo en tu boquita?
Él no contestó pero bajó su mirada y asintió…
–¿Y por qué no lo haces? Yo también lo estoy deseando, mira cómo me tienes, tontito…Pero primero debes bañarme como yo a ti , para estar limpiecitos los dos.
Y él, sonriendo, y con mucho entusiasmo lo hizo. Me encantó sentir el contacto de sus manitas sobre mi piel y al tocar mi pene y testículos para enjabonarlos sentí tocar el cielo.
Nos metimos bajó la regadera para dejar que el agua se llevara los restos de jabón.
Lo acerqué a mí y empecé a acariciar, el reaccionó y dirigió sus manitas hacía mi pene y testículos para tocarlos, apretarlos y acariciarlos un buen rato y agachándose un poco y después de rodillas, acercó su hermosa cara a ellos, besó mi pene y testículos y pasó en repetidas veces su lengua por toda mi virilidad, finalmente, abriendo su boca metió en ella parte de mi hombría y comenzó a darme una de las felaciones más ricas que niño alguno me haya dado jamás.
La dulce sensación de sentir unos pequeños labios alrededor de tu miembro, su lengüita juguetona y el ver entrar y salir tu pene en una boquita infantil es lo mejor…
–Rafaelito, Rafita, para, que me voy a correr..
Él, sacando mi miembro de su boca me preguntó con una dulce mirada y sonrisa:
–¿No quiere que me coma su lechita?
Uffff! ¿Cómo decirle no a esa mirada angelical cargada de amor e inocencia? ¿Cómo negarse ante tan bella petición?
No respondí, solamente puse mis manos en su nuca y lo empujé hacía mi pene para descargar, después de algunos minutos, el contenido de mis testículos en su boca, mismos que devoró con placer evidente.
–Rafita, ¿Te gustó lo que hicimos?
–Siiii—dijo, mientras con su lengua y labios limpiaba de mi pene los restos de semen.
–Después, incorporándose, se abrazó a mí, lo levanté y nos besamos con pasión, lo cargué y llevé a mi recámara, depositándolo con suavidad y amor en ella.
–Don Javier, don Javier…
–Dime, mi niño…
–Le faltó preguntarme algo.
–¿Qué cosa, amorcito?
–Si su pito me gustaba para algo más…
Dijo, con una mirada cargada de picardía…
C O N T I N U A R Á
Amigos, debido a que me robaron mi celular, perdí mi anterior cuenta de Telegram. Mi nuevo tg es @Javiulloa64.
Me encantaría recuperar contacto con ustedes…les espero!
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