Con un chulazo en el vestuario
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo 35 años, soy musculoso, tengo el pelo negro y los ojos marrones, mi polla es de 20 cm.
Mi amante tiene 32 años, es un poco menos musculoso que yo, tiene el pelo negro y los ojos verdes, su polla es de unos 18 cm.
Era 5 de Julio, por la tarde.
Yo estaba en la piscina del pueblo donde trabajo, me fui a dar una ducha al vestuario para después irme a casa.
Las duchas tenían puerta, lo cual me gusta.
Entré pero se me olvidó poner el pestillo.
Estaba duchándome y de repente noto que la puerta de la ducha se abría y oí a mi espalda "Perdón, perdón", me giré a vi a un adonis, le repondí "No pasa nada", él miró mi polla unos segundos como si atrayera sus ojos, después de esto se fue a otra ducha.
Cerré la puerta de la ducha con pestillo y noté que mi polla estaba erecta, me masturbé un poco, sin llegar a correrme, no me gusta eyacular en lugares públicos.
Salí de la ducha y me fui a cambiar para irme a casa, entré a un cambiador y vi a ese adonis, estaba tan excitado que solo pude articular un "Perdón", él me miró y dijo "Espera, no te vayas, ¿no te parece curioso que nos hayamos visto desnudos sin conocernos de nada?", yo respondí con un "Sí, es curioso", él se presentó diciendo "Me llamo Raúl, y tú?, yo respondí "Me llamo Jesús, encantado", él soltó un "Encantado estoy yo de conocer al dueño de ese pollón".
Ambos estábamos completamente desnudos y nuestras pollas, erectas.
Me propuso "Pasa, Jesús, cambiémonos juntos", acepté y al entrar y cerrar con pestillo, empezamos a besarnos y a agarrar el culo del otro, él se puso contra la pared y me dijo "Lléname con tu pollón", yo dije, "Con mucho gusto", me arrodillé y empecé a lamer su culo mientras le masturbaba, el jadeaba "Sí, sigue".
Continué y cuando creí que tenía el culo suficientemente dilatado, le metí mi enorme y grueso pollón por el culo centímetro por centímetro.
Jadeabamos, estabamos al borde de eyacular, él me susurró "Lléname con tu semen, hazme sentir el placer infinito", aumenté la velocidad de mis embestidas hasta que me corrí dentro de él, saqué mi polla de su culo y él se arrodilló para chupármela, yo sentía gran placer y cuando acabó, limpiamos el semen que él había soltado en la pared.
Nos despedimos, pero primero nos dimos los números para quedar en otra ocasión.
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