Con un desconocido en mi trabajo

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola! Mi nombre es Ignacio y les voy a contar una historia real que me sucedió hace poco.

Como todos, empezaré por describirme, mido 1.72, cuerpo delgado, velludo por algunas zonas, verga de 18cm y buen culo.
Siempre he sido activo pero últimamente me dio por buscar una buena culeada.

Trabajo en una universidad y por cosas del destino me tocó ir un sábado para apoyar con unos papeleos, todos mis compañeros se retiraron a las 2pm pero yo me quedé un tiempo más.
Cuando estaba por salir me crucé con un chico que nunca había visto ahí, delgado como de 1.
76 y se notaba que era gay.
Lo pude confirmar en como me miró y me preguntó donde podía conseguir agua a lo que respondí amablemente que en la cafetería encontraría y me fui.

Cuando salía de la universidad lo encontré nuevamente y camino hacia un centro comercial.
Algo en mí me dijo que lo siguiera, así que lo hice.
Como lo perdí de vista me cansé y entré a los servicios para lavarme la cara.
Para sorpresa mía lo encuentro ahí, cruzamos miradas por el espejo y se va al urinario.
Yo estaba avergonzado y no me movía del lavamanos.
Pasaron algunos minutos y él no se movía del urinario y de reojo pude notar que se la estaba jalando, dejé toda vergüenza de lado y me acerqué a él.
Me la saqué también, ambos nos mirábamos fijamente a los ojos y por ratos bajabamos las miradas a ver el pene del otro, hasta que no me contuve y se na empecé a jalar.
No duró mucho tiempo porque entraron varias personas al baño.

De pronto se me ocurrió una idea, en la universidad habían pocas personas así que le mencioné que podríamos volver para allá.
Así regresamos y nos metimos por separados a uno de los cubículos del baño, nos la jalamos un rato y cuando se la estuve por mamar, alguien entró al baño.
El problema es que los pisos reflejan mucho y se notaba que habían dos personas dentro.

Como ya estaba prendido le dije que fuéramos a otro Baño y me siguió.
Ya en ese baño estuvimos algo más apretados pero con menos riesgo de ser descubiertos.
Ahí pude apreciar mejor su verga, asumo que era de 19cm algo más gruesa que la mía a lo que me agache inmediatamente a mamaria, era demasiado rico la sensación de hacer algo prohibido en un lugar prohibido para cualquiera.

Me solté la correa y bajé un poco el pantalón porque mi verga estaba por reventar de tenerla aprisionada, a lo que él aprovechó para tocarme el culo, al no ver resistencia de mi parte empezó a hurgar en mi ano y sobarme las nalgas.
creí que no sería mejor hasta que metió su dedo a la poca y ensalivado intentó meterlo por mi culo, traté de pararlo pero empujó mi cabeza para seguir mamandosela.

Cuando pudo meter por completo su dedo, lo sacó, me dio vuelta y se agachó para hacerme un beso negro, trataba de no emitir gemidos, así que mordía mi propio brazo.
De pronto se levantó y comenzó a sobar su vega en mi culo, lo estaba humedeciendo con su líquido preseminal, entre esos juegos iba entrando de a pocos.
En un momento intenté detenerlo pero decidí dejarme llevar, un desconocido me estaba haciendo suyo en mi propio trabajo, podía perder mi trabajo pero no me importaba, solo quería que siga bombeandome el culo con esa verga.

Solo escuchaba sus huevos golpeando mis nalgas.
estuvimos así como 10 minutos, primero me tuvo contra la puerta den cubículo y luego me dio vuelta haciéndome poner las manos sobre el inodoro y levantando el culo.
Me gustó tanto que ahora era yo quien se movía, sacaba toda su verga y me la clavaba entera.
Cuando me avisó que ya iba a acabar me la empezó a jalar, acabamos al mismo tiempo, boté tanto semen por la excitación que dejé todo manchado.

Luego de eso, me salí casi corriendo de la universidad y no volví a verlo.

Desde esa fecha empecé a amar el cruising.

Este fue mi primer relato, aceptaré sus criticas para poder mejorar los siguientes.