Con un flaquito rico
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto paso esta semana en un momento de calentura.
Yo tengo 28 años, moreno, 1.74 (no chaparro), no gordo (pero no flaco, normal pues), viviendo en Guadalajara, soy bi pasivo, con las mujeres si puedo tener un interés romántico y con los hombres es meramente sexual, lo cual creo que se reflejará en el relato.
La media mañana de ayer me encontraba viendo una serie mientras checaba mi cel, después de haberme echado un porrito mañanero (debo decir que soy afortunado de que mi horario actual me permite tener estos días de la semana y seguir siendo productivo), relajación total, cuando de repente, "truit", una notificación de la app del antifaz anunciando un mensaje de Alejandro, un flaquito chaparro de 20 años, guapo, con pene de buen ver y mejor mamar, que me he estado dando los últimos dos meses:
Alejandro: Hey
Yo: Hola
A: ¿Qué haces?
Y: Aquí viendo al Saul y 420, ¿tú?
A: Acostado.
¿Quieres que vaya?
Y: Ok
A: Ya te veo
Lo lindo de esto es que acababa de llegar un utensilio de limpieza interna que compré por internet, por lo que esto era una buena oportunidad para probar su eficacia.
Después de haberme limpiado y mientras esperaba prepare otros dos porros (me relaja durante la penetración, haciendo que no duela, muy recomendable), ya solo restaba que Alex llegara.
Ya iba a la mitad del siguiente episodio cuando suena el timbre, me asomo y veo a Alex en su Ferrari, le abro, ya entra y me besa.
A: Hola
Y: ¿Quieres agua o
A: No, gracias, vamos a tu cuarto
Y: Ok
Vamos al cuarto, ya en ropa interior nos acostamos en la cama de cucharita para platicar, ¿cómo has estado? cosas de ese tipo, fumamos, luego a los pocos segundos del silencio deja de abrazarme, se para y se baja los boxers, yo hago lo mismo y me siento en la cama, quedando su pene a la altura de mi cara.
Su pene no es grande estando flácido, pero crece y crece y me acerco, abro la boca y comienzo a mamarlo.
A los pocos segundos ya no cabe todo en mi boca y empiezo a masturbarlo mientras chupo la cabeza, luego él me baja la mano, me toma de la cabeza y me empieza a coger por la boca, yo batallaba para que me entrara toda, pero estaba muy excitado (por ver lo que le crece y porque sabía lo que se venía) para que me importara, y así pasaron algunos minutos cuando se abalanza sobre mi dándome besos en el cuello, acariciándonos, mientras que con la cabeza de su verga me picaba la entrada del culo, a veces pasando todo el largo por la raya, tentándome, hasta que
A: Ya te cojo
Y: Ok (sí, soy hombre de pocas palabras, pero pues en el momento ya saben)
Mientras saca el condón aprovecho y prendo un porro, fumamos un rato, ya cuando estamos bien relajados
A: Ponte boca abajo
Obedezco y siento su mano tocando mis nalgas, ya espero su cabeza con ansias cuando de repente siento otra cosa, cosquilleo, algo húmedo, ¡su lengua! Me sentía seguro por la limpieza que me había hecho, pero esas cosquillas me ponen muy sensible, lo bueno es que el porrito me hizo resistir esa sensibilidad permitiéndome entregarme al momento y disfrutarlo por lo completo como un campeón, él seguía con su lengua y yo gemía y gemía, su lengua ya había vencido la ínfima resistencia, entraba toda y yo estaba completamente entregado.
Cuando terminó vi mi oportunidad y encendí el otro porro (y es que no podía mover las manos del placer).
Ya le estoy dando el segundo toque cuando siento su amenazante glande en la entrada de mi ano, pero esta vez no para provocarme.
Yo estaba completamente relajado, entregado, siento que empieza a hacer fuerza para entrar y el muy infeliz me la entierra toda de una (18-19 cm le calculo, de grosor decente, un pene muy disfrutable), grité de dolor y solo me pidió perdón.
Mi nuevo utensilio de limpieza es grande, tengo que usar lubricante, y aunado al besito negro que se aventó Alex yo estaba listo para un trato de poca resistencia, no para esa empalada
Y: Despacio, despacio.
A: No te preocupes, despacio
Comienza a moverse, el dolor sigue por unos momentos cuando de repente desaparece y se transforma en puro y delicioso placer.
Se mueve encima mío enterrándola toda, eso se siente muy bien y ayuda a que me acostumbre rápidamente a sus movimientos.
Él empieza a tomar algo de distancia y comienza a embestir, eso me calienta bastante, cae con todo su peso, la siento toda, suena el "aplauso" cuando choca con mis nalgas, a ratos se acerca a mi oído, me toma del pelo.
Así seguimos por un tiempo, yo no quería que parara
A: Siéntate
Obedezco y sin que me la saque hicimos el movimiento (creo que giramos y yo subí) para que yo quedara arriba dando mis espaldas, sentado de rodillas, la verdad como pasivo soy muy sumiso, entonces estar arriba no es lo mío, pero estaba tan caliente que le puse ganas y estuvo muy rico.
Así de rodillas comencé a subir y a bajar, me movía en círculos (soy malísimo para bailar, pero ponme una verga adentro y mis caderas se mueven solas), en respuesta él gemía y me lanzaba una que otra nalgada (eso por alguna razón se siente muy bien).
Ya viendo que estaba haciendo un buen trabajo me animé y me puse en posición de sentadilla (sin sacarmela) y comencé con sentones.
Él gemía y nalgueaba (no tan seguido como se imaginan), yo iba en mi sube y baja, disfrutando cada momento.
Después de un rato me da doble nalgada y me la saca, me voltea y me pone en 4, me la mete y comienza con un vaivén bestial, yo estaba en la luna, me la sacaba casi toda y la mandaba a guardar casi instantáneamente, yo gemía y gemía.
Luego así en cuatro me la empezó a enterrar de varios ángulos, se subió a la cama y él en sentadilla casi arriba mío, eso se sintió profundo, pero no aguante mucho (demasiada estimulación) y alcance a balbucear "para, para!", todavía dentro me acuesta de lado y me da de cucharita, tomándome del pelo y del cuello, yo estoy a mil.
Él me vuelve a poner de rodillas en la cama (sin sacarla) y me vuelve a dar a un ritmo increíble, eso me gustó bastante y otra vez mi culo tomó vida propia y se empezó a mover al ritmo de sus embestidas.
Plap, plap, plap plap.
Siguió así un buen tiempo y luego empezó con espasmos, enterradas profundas, sin sincronía, esas que anuncian que ya va a terminar el show, luego una hasta adentro acompañada de un gemido/gruñido, ahí ya se que terminó (eso que ponen que sienten caliente es puro pedo) y yo pues ya había terminado hace rato, probablemente cuando solté el "para, para!".
Terminó y nos acostamos, nos abrazamos un rato para descansar, fumamos el resto del porro, nos bañamos, se fue y yo seguí con el resto de mi día muy feliz y satisfecho.
Ahora les escribo con un rico dolor de muslo y espalda baja, espero verlo otra vez esta semana, tal vez le pida que hagamos un vídeo, la verdad me gusta mucho como me coge.
Ya que es relato real quiero señalar que modifiqué nombres de personas, ciudad y marcas de autos, por diversión.
Los leo.
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